Autor: cris

  • Que es lo que pretende la nueva era

    Quisiera saber sobre esta corriente llamada Nueva Era. Algo sé sobre esto, pero quisiera conocer algo más. ¿Qué es lo que pretenden y cómo se están metiendo en las iglesias?

    Para responder a su consulta, tomaré como referencia el artículo que bajo el título La Nueva Era, aparece en la revista “Sendas de Luz” No. 2-1996.

    Cerrar los ojos a una realidad tan evidente como el auge del movimiento de la Nueva Era, e ignorar sus métodos de infiltración en la sociedad, pondría a los creyentes en una posición de seres anacrónicos, que predican el Evangelio sin tomar en cuenta el mundo en el que viven. Es necesario por tanto desenmascarar este movimiento que va alcanzando proporciones gigantescas. Es necesario alertar al pueblo de Dios sobre los sutiles métodos de la Nueva Era para aglutinar adherentes, muchas veces sin saberlo, a través de emblemas adhesivos en vehículos, frases o figuras en la vestimenta, dibujos animados en la televisión, música, educación, etc.

    La Nueva Era, es en realidad un movimiento que tiene que ver con una cosmovisión o una filosofía de vida. Tiene caracteres religiosos y por eso es catalogada como una religión igual que todas las que existen en el mundo.

    El movimiento de la Nueva Era pretende establecer un nuevo estado de cosas, a través de la unificación política, económica y religiosa de todos los seres humanos del mundo. Trata de reemplazar la era astrológica del pez, el pez es símbolo del cristianismo, por la era astrológica de Acuario. Es decir, plantea un cambio total de los principios cristianos por otros principios.

    Esta sustitución de valores está simbolizada por el proceso de metamorfosis o transformación, que partiendo de la crisálida, que representa el estado actual del mundo, se convierte en mariposa, que representa el estado prometido por la Nueva Era, lo cual garantiza paz, seguridad y felicidad para la humanidad entera.

    Para que esto acontezca, es necesario acabar con los valores y principios cristianos y propiciar el surgimiento de un nuevo estilo de vida, diametralmente opuesto a las enseñanzas del Señor Jesucristo.

    La Nueva Era no tiene una ruta definida, sino que es un sincretismo de doctrinas y pensamientos, que son variantes de una ideología general. Por esta razón es difícil delinear este movimiento, ya que incluye dentro de sus filas una gran diversidad de prácticas e ideas.

    Por ejemplo, brujería medieval, movimientos “holísticos”, ufología (o todo lo que se relaciona con lo extra terrestre), prácticas de adivinación, ocultismo, movimientos ecológicos, movimientos místicos y esotéricos, elementos de Platón, Confucio, Buda, Zoroastro, medicina alternativa, pensamiento positivo, terapias de relajamiento, meditación trascendental, yoga, pacifismo, dieta de la nueva era, arquitectura de la nueva era, etc.

    El movimiento de la Nueva Era debe poner en estado de alerta a la iglesia de Jesucristo, porque se van sentando las bases para la unificación total, que es requisito indispensable para la manifestación del Anticristo.

    No es posible hablar de alguien como fundador de la Nueva Era. Si se mira al pasado se llegará a la conclusión que quien está detrás de todo lo que la Nueva Era impulsa no es otro sino el mismo Satanás. Es en realidad el viejo truco de Satanás con nuevo disfraz.

    No obstante, la Nueva Era como movimiento global, visible, palpable y definido surgió en el año 1875. Fue una rusa llamada Helena Petrovna Blavatsky, fundadora de la Sociedad Teosófica, residente en Nueva York, quien al regresar de un viaje por la India, donde tuvo contacto con religiones y cultos paganos, recibió un mensaje directo de un “maestro cósmico quien le propuso un plan para la implantación de un nuevo orden mundial.”

    Este maestro cósmico no puede ser otro sino un espíritu maligno o un demonio.

    Dentro de ese plan se establecía que durante los primeros 100 años todo debería permanecer oculto, excepto para algunos iluminados como mediums, espiritistas y ocultistas.

    Posteriormente, la divulgación de la Nueva Era sería masiva con la finalidad de abarcar todos los aspectos de la vida cotidiana. La Nueva Era ha tenido adherentes importantes desde sus comienzos, entre ellos podemos citar a Helena Petrovna Blavatsky, quien podría ser la madrina del movimiento de la Nueva Era.

    Ella fue el canal humano usado por Satanás para el lanzamiento de la Nueva Era. Ella también fue instrumental en el comienzo o desarrollo de prácticas como meditación trascendental, zen, hare krishna, yoga, vegetarianismo, karma, reencarnación, etc.

    Otro prominente personaje de la Nueva Era es Alice Bailey, inglesa de nacimiento. Fue médium y es considerada una de las más importantes de la historia. Fue ella quien acuñó el término Nueva Era y llegó a establecer las bases del movimiento, transformándose en su engranaje principal. Bailey es considerada como la sumo sacerdotisa de la Nueva Era.

    Otro miembro ilustre fue Marilyn Ferguson, socióloga. En 1980 escribió un libro titulado: La Conspiración de Acuario, el cual es considerado por algunos como la Biblia de la Nueva Era. Este éxito literario analiza las transformaciones personales y sociales que se experimentarán en la Nueva Era.

    Y por supuesto, dentro de la Nueva Era está también la famosa actriz Shirley McLaine. Considerada la primera sacerdotisa. Su fama mundial le valió para transformarse en la principal difusora del movimiento. Ha escrito varios libros sobre sus experiencias esotéricas.

    Como hemos dicho, los rasgos de la Nueva Era están en todo el mundo. ¿Cómo identificarlos? Pues a través del lenguaje que usan sus adeptos y por algunos símbolos que son propios de la Nueva Era.

    En cuanto al lenguaje, la Nueva Era maneja tres palabras claves que lo identifican.

    El cosmos, que se refiere a todo lo que está relacionado con lo extraterrestre y los espíritus.

    Energía, que se refiere a la fuerza espiritual que fluye de la persona a medida que la persona va adquiriendo conciencia de su divinidad.

    Holismo, que se deriva de la palabra griega Holes que significa “total”.

    En el sentido de algo unificado, entero. El movimiento puede adoptar diversos nombres como Nueva Era, Conspiración Acuariana, Era Acuariana, Nuevo Orden Mundial, Nuevo Orden Internacional, Nueva Conciencia.

    Para expresar la unificación de la humanidad usan términos como interdependencia, fraternidad universal, familia global, ciudadano del mundo, holístico, aldea global.

    Para describir la relación de los hombres con los espíritus usan palabras como: Canalización, canal, nivel de conciencia superior.

    Para nombrar a los espíritus con quienes establecen contactos usan palabras como: Maestros cósmicos, maestros universales, extraterrestres, espíritus cósmicos, espíritus guías.

    Para designar ha su ser superior usan términos como: Lucifer, El Mayor, Absoluto, Gran Mente Universal, La Fuerza.

    Para designar al líder mundial usan palabras como: El Ungido, Instructor del Mundo.

    En cuanto a los símbolos propios de la Nueva Era, tenemos el arco iris, o una especie de puente que simboliza la unión entre los seres terrestres y los extraterrestres en el nuevo mundo. Luego la mariposa, símbolo de la nueva libertad de la Era Acuariana. El Ying-Yang, antiguo símbolo oriental que representa lo negativo y positivo. Simboliza el equilibrio de las energías cósmicas en sus dos polos opuestos. Lazo, representa la interdependencia global como una unificación de todos los sectores. Pirámide, utilizada como captadora de energía cósmica. Unicornio, significa la absoluta libertad en el campo sexual.

    ¿Cómo se infiltra la Nueva Era en la sociedad en general? Usa la música, de alto nivel artístico con acordes creativos y suaves que invitan a relajar la mente. La mayoría de los compositores usan el método de la canalización o trance para componer su música. La música tiene la finalidad de transmitir mensajes para facilitar contactos con espíritus y conseguir experiencias paranormales.

    Usa también el cine y la televisión con películas como La Guerra de las Estrellas, ET, Fantasma. Series de dibujos animados como Alf, Tortugas Ninjas, Pokemon, Dragon Ball, etc.

    También se mete en la política propiciando la unificación, la globalización, el fin de la guerra, eliminación de fronteras. Justo lo que hace falta para la manifestación del Anticristo. Echan mano de la educación con universidades holísticas, Congresos para enseñar el holismo, libros, boletines, casas editoras propias que publican sus libros.

    Se valen también de la medicina alternativa. Aquí han logrado muy buenos resultados. Sostienen que el hombre posee un cuerpo energético de donde provienen las enfermedades.

    El cuerpo energético tiene siete chakras o áreas. Sistema óseo, reproductivo, medular y digestivo, circulatorio, crecimiento, endocrino y nervioso. Según la enfermedad, se efectúa un tratamiento en la zona energética. La enfermedad es producto de la falta de energía en una chakra. Los tratamientos pueden ser, energizar a través de pirámides, acupuntura, flores de Bach, yoga, shiatsu, etc.

    La Nueva Era se ha infiltrado también en la ciencia, la psicología, el comercio, las empresas, en fin, en todas las ares de la vida humana. Para combatir la Nueva Era es necesario que hoy más que nunca la iglesia se aferre a la palabra de Dios y al Dios de la palabra.

  • Que es la teosofía

    Para responderla echaré mano de la información que sobre la Teosofía aparece en libro titulado Estudio de las Sectas de los autores Josh McDowell y Don Stewart, publicado en Español por la Editorial Vida.

    La palabra Teosofía, en su sentido literal, significa “sabiduría de Dios”.

    El movimiento teosófico moderno fue fundado en 1875 por Helena Petrovna Blavatsky.

    La sabiduría de Dios, según los teosofistas, se puede encontrar en todas las religiones. Según A. P. Sinnet, lo que la Teosofía trata de probar es que fundamentalmente todas las religiones que han sido populares fueron la misma sabiduría y doctrina antigua, única e idéntica, profesada y practicada por los iniciados de cada país, quienes fueron los únicos conscientes de su existencia e importancia.

    Esto significa que en realidad, todas las religiones del mundo son verdaderas. Es así como el teosofista puede practicar la religión que desee sin ningún problema.

    Sin embargo, la fundadora del Teosofismo, la Sra. Blavatsky no escondía su antipatía hacia el Cristianismo organizado. En uno de sus escritos, titulado Estudios sobre el Ocultismo, dijo lo siguiente: El hombre ha sido usado de una manera tan intolerante y dogmática, especialmente en nuestros días, que en la actualidad el Cristianismo es la religión de la arrogancia por excelencia, escalón hacia la ambición, carta blanca para el enriquecimiento fácil, la falsía y el poder; cómoda cortina para la hipocresía.

    En cuanto a la fuente de autoridad, en la Teosofía no hay libros sagrados. Utilizan las revelaciones procedentes de sus adeptos, quienes son seres espirituales, intelectual y físicamente perfeccionados, la flor y nata de la evolución humana y de toda la evolución.

    La fundadora de la Teosofía, la Sra. Blavatsky fue la primera persona de la Teosofía que recibió mensajes de estos adeptos y los transmitió al mundo.

    Acerca de las enseñanzas de la Teosofía, unas cuantas citas de los escritos teosóficos nos demostrarán su carácter no cristiano.

    Sobre Dios los Teosofistas afirman lo siguiente: Rechazamos la idea de un Dios personal… Creemos en un principio divino universal que es la raíz de todo, del cual procede todo y dentro del cual todo quedará absorbido al final del gran ciclo de la existencia.

    Estas son citas de la fundadora de la Teosofía, la Sra. Blavatsky. Pero rechazar la idea de un Dios personal, tal como lo presenta la Biblia, es rechazar al Dios de la Biblia, al Creador infinito y personal.

    La Tesosofía no da lugar a la idea de la existencia de un Dios personal que ha creado al hombre a su imagen y semejanza. Pero la Biblia dice en Génesis 1:26 “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza…”

    Con relación al hombre, los teosofistas enseñan que el hombre consta de siete partes: El cuerpo, la vitalidad, el cuerpo astral, el alma animal, de acuerdo con la Teosofía, la mayoría de las personas de esta época viven en este nivel, el alma humana, el alma espiritual y el espíritu.

    Además, los teosofistas igualan al hombre con Dios. El escritor teosofista Krisnamurti, supuesto Mesías de la Teosofía, quien renunció más tarde a su cargo, en su libro titulado A los Pies del Maestro, hablando a los seguidores de la Teosofía, dice lo siguiente: Porque tú eres Dios y deseas solo lo que Dios desea; pero debes profundizar dentro de ti mismo para encontrar al Dios que hay dentro de ti, y oír su voz, que es tu propia voz.

    Para los teosofistas, el hombre está en evolución, tanto individual como social. Alcanza el clímax cuando llega al séptimo estado del hombre, lo cual se logra mediante la migración de un cuerpo a otro, basado en su propio esfuerzo.

    Esto se parece a la doctrina oriental de la ley del “karma” En cambio, no hay nada en las Escrituras que sugiera que el hombre está constituido por siete partes. Lo que la Biblia dice es que el hombre tiene tres partes, cuerpo, alma y espíritu. 1ª Tesalonicenses 5:23 dice: “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”

    Con respecto a Jesucristo, la Sra. Blavatsky dice: Porque Jesucristo, el verdadero salvador esotérico, no es un hombre, sino el principio divino que se halla dentro de todo ser humano. La Sra. Blavatsky, asemejándose a la enseñanza de la Ciencia Cristiana, trata de separar a Cristo de la persona de Jesús.

    Pero la palabra Cristo, solo es un título que significa el Ungido o Mesías, y designa el oficio que desempeña Jesús. No existe razón válida para hacer distinción entre Jesús y Cristo. Además, el intento por convertir a Cristo en un mero principio, en lugar de un verdadero hombre equivale a negar por completo el propósito de su venida. Juan 1:14 dice: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros…”

    La Teosofía también defiende la reencarnación. El autor Irving Cooper en el libro titulado Teosofía simplificada dice lo siguiente: No le debemos echar la culpa a nadie más que a nosotros mismos por las circunstancias de nuestro nacimiento, nuestra personalidad, nuestras oportunidades y nuestras capacidades, pues todo esto se debe a la operación de fuerzas que hemos puestos en marcha en esta vida o en las anteriores.

    Pero no olvide, que la idea de la reencarnación, según la cual las personas tienen que pasar a través de varias vidas para expiar sus pecados, es una negación de la obra de Cristo en la cruz del calvario.

    Según la Biblia, la muerte de Cristo es eficaz para hacer salva a cualquier persona que recibe a Cristo como Salvador. Ninguno de nosotros puede añadir o quitar nada a ese sacrificio. Por esta razón no hace falta la reencarnación para llevar a cabo lo que Cristo lo hizo a la perfección.

    Con relación a lo que pasa después de la muerte, para la Teosofía no existe ni cielo ni infierno tal como el Cristianismo Bíblico lo entiende. Lo máximo que puede aspirar el teosofista es alcanzar el estado de nirvana en el cual el individuo es absorbido por el mundo impersonal y pierde toda conciencia personal.

    Pero la Biblia enseña que hay existencia después de la muerte. Los que han depositado su confianza en Jesucristo vivirán para siempre en la presencia de Dios, mientras que los que rechazan a Cristo pasarán la eternidad alejados de él. Juan 3:36 dice: “El que cree en el Hijo tiene vida eterna, pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios será sobre él.”

    Acerca de la Biblia, la Teosofía sostiene que proviene de los libros sagrados del Hinduismo. Hablando de todos los libros sagrados de todas las religiones del mundo, Annie Besant dice: Me limité a las escrituras hindúes y en todos los casos declaro que considero esas escrituras y la religión Hindú como el origen de todas las escrituras y de todas las religiones.

    Pero esta declaración niega absolutamente la premisa básica de la fe cristiana, esto es, que Dios ha dado al mundo una revelación única en cuanto a quién es Él y quienes somos nosotros. 2ª Timoteo 3:16 dice: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para reargüir, para corregir, para instruir en justicia”

    La Biblia jamás podría ser la palabra inspirada por Dios, si tuviera sus raíces en el Hinduismo, como afirman los teosofistas.

    De modo que, al examinar las doctrinas de la Teosofía, se descubre que el sistema teosófico es contrario al cristianismo. No es posible por tanto que un verdadero creyente a la vez sea un seguidor de la Teosofía. Los dos sistemas doctrinales están en total desacuerdo, aun cuando los teosofistas insistan en que no hay problema con ser un cristiano y a la vez teosofista.

  • Las doctrinas del islamismo

    ¿Cuáles considera Usted que son las doctrinas más importantes del Islamismo?

    El Islamismo o simplemente Islam es una religión ampliamente difundida en el mundo que descansa en lo que sus adherentes, conocidos como Musulmanes, llaman los Cinco Pilares Fundamentales.

    Primero, el credo, el cual reza así: No hay dios fuera de Alá y Mahoma es su profeta.

    Segundo, la oración, realizada cinco veces al día mirando hacia La Meca.

    Tercero, las limosnas de sus entradas para los necesitados.

    Cuarto, el ayuno, desde el amanecer hasta el anochecer en el mes de Ramadán.

    Quinto, el peregrinaje a La Meca, que deben hacer todos los Musulmanes al menos una vez en la vida.

    En cuanto a sus creencias, me gustaría compartir con Usted lo que aparece en el libro titulado: Islam, escrito por Harold J. Berry.

    En lo relativo a la fuente de autoridad, se basan en lo que llaman Qurán o Corán. Es el texto sagrado que según los Musulmanes fue dictado por el ángel Gabriel a su profeta Mahoma, quien nació en La Meca el año 570 DC.

    Es un libro algo más pequeño que nuestro Nuevo Testamento, dividido en Surahs, o capítulos, los cuales progresivamente se van haciendo más cortos a medida que va acercándose el final.

    Los capítulos del final del Qurán describen las primeras revelaciones que recibió Mahoma. Esto significa que para leer cronológicamente el Qurán es necesario comenzar por el final.

    En relación con la persona de Dios, el dios de los Musulmanes es Alá. Es un dios unipersonal puesto que los Musulmanes rechazan absolutamente la Trinidad tildándola de politeísta. El concepto de dios de los Musulmanes no admite la idea de paternidad. Un Musulmán jamás llamaría a Alá su padre, por tanto para los Musulmanes no existe el concepto de ser hijos de Alá. Los Musulmanes creen que la relación de ellos con Alá es como la relación de los esclavos con su amo.

    En cuanto a Jesucristo, los Musulmanes niegan que sea Dios. Dicen que Jesucristo jamás reclamó ser Dios, ni siquiera el Hijo de Dios. Les causa horror solo el pensar que Jesucristo sea el Hijo de Dios, porque, según ellos, eso significaría que Dios tuvo que haber tenido una esposa para poder procrear un hijo.

    Pero el Cristianismo Bíblico enseña que Jesucristo es Dios, la segunda persona de la Trinidad. Juan 1:1 dice: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios”

    Si queremos saber quién es el Verbo, solo hace falta leer Juan 1:14 donde dice: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.”

    Los Musulmanes no reconocen este testimonio como algo proveniente de Dios y por eso rechazan que Jesucristo sea Dios.

    En cuanto a la muerte de Jesucristo en la cruz para pagar por el pecado del hombre, los Musulmanes lo niegan absolutamente. Dicen que Jesús fue llevado al cielo por Dios antes de ir a la cruz. Creen que el que murió en la cruz fue alguien que se parecía físicamente a Jesús, pero no era Jesús.

    En cuanto al oficio de profeta de Jesucristo, los Musulmanes creen que efectivamente fue un profeta, al igual que Mahoma. Sin embargo, son enfáticos al afirmar que Mahoma es el último y final profeta. Por tanto ven en Mahoma al sello de la profecía. Por cuanto los Musulmanes no admiten que Jesús murió en la cruz del calvario, tampoco creen en la resurrección corporal de Jesucristo.

    Por contraste, la Biblia enseña que Jesucristo pagó en la cruz lo que el hombre debe pagar por su pecado y una vez muerto y sepultado, permaneció en el corazón de la tierra tres días y tres noches y luego resucitó de entre los muertos como una muestras irrefutable de que su Padre aceptó el sacrificio por el pecado del hombre.

    En lo que tiene que ver con el Espíritu Santo, el Qurán tiene solo unas pocas referencias acerca de él. Según un Musulmán convertido al cristianismo, los teólogos Musulmanes no saben qué decir acerca del Espíritu Santo. Esto contrasta con la clara información que provee la Biblia acerca de la persona del Espíritu Santo, enfatizando no solo su personalidad sino también su deidad.

    El Espíritu Santo para el Cristianismo Bíblico es la tercera persona de la Trinidad.

    Pero donde se nota una diferencia radical entre el Islamismo y el Cristianismo es en la actitud del hombre hacia la mujer. El Qurán dice cosas como por ejemplo: Los hombres están por encima de las mujeres, porque Alá ha hecho al uno más que el otro. También dice: A las que se rebelan, amonéstales y ponles en camas separadas y azótales.

    Hace poco circuló en Internet este terrorífico reportaje sobre la situación de la mujer en un país Musulmán: Las mujeres se han visto obligadas a llevar la «burqua» (prenda que tapa el cuerpo de las mujeres por completo) y han sido apaleadas y apedreadas en publico por no vestir el atuendo apropiado, incluso simplemente por no llevar la malla que cubre los ojos.

    Una mujer fue apaleada hasta la muerte por una enfurecida muchedumbre de fundamentalistas simplemente por exponer su brazo, accidentalmente, mientras conducía.

    Otra fue apedreada hasta la muerte por intentar abandonar la ciudad con un hombre que no era pariente suyo.

    A las mujeres no se les permite trabajar en público, ni dejarse ver en público, sin un pariente de sexo masculino. Profesoras, traductoras, doctoras, juristas, artistas y escritoras se han visto forzadas a abandonar sus lugares de trabajo y recluirse en sus hogares, de modo que la depresión se está adueñando de muchas de ellas hasta niveles alarmantes.

    No hay modo en esa sociedad islámica extremista de conocer a ciencia cierta la tasa de suicidio, pero los trabajadores sociales estiman que dicha tasa ha aumentado enormemente entre las mujeres, las cuales no pueden encontrar ni la medicación ni el tratamiento adecuados para combatir la depresión y prefieren, en muchos casos, la muerte a vivir en tales condiciones.

    Cuan diferente es la Biblia cuando en Gálatas 3:28 dice lo siguiente: “Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre, no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.”

    En cuanto al pecado, los Musulmanes creen que el hombre viene al mundo en un estado de pureza y lo que llega a ser después depende de las circunstancias. Esto difiere absolutamente de lo que la Biblia enseña acerca de la condición espiritual de toda persona que nace en este mundo.

    La Biblia dice que el hombre es pecador por naturaleza. Según la Biblia, el hombre peca porque es pecador. No es pecador porque peca.

    En lo que respecta a la salvación, los Musulmanes creen que se salvan por medio de las buenas obras. Las obras de todo Musulmán son puestas en una balanza. Si la balanza se inclina hacia el lado de las buenas obras, ese Musulmán irá al paraíso. Si la balanza se inclina hacia el lado de las malas obras, ese Musulmán irá al infierno.

    La salvación por obras se hace muy evidente en la idea Musulmana de que los que mueren en la Jihad o guerra santa, entran directamente al paraíso. Por esta razón, muchos Musulmanes están totalmente dispuestos a ofrendar su vida por la causa del Islam.

    Con respecto al destino eterno después de la muerte, los Musulmanes describen de la siguiente manera lo que va a pasar: Cuando el juicio se acabe, los destinados al infierno o al paraíso tendrán que pasar por un puente angosto que conduce a su destino final. El puente está hecho de tal manera que los favorecidos lo atravesarán con facilidad mientras que los no favorecidos caerán al infierno.

    Norman Anderson, describe el concepto Musulmán del paraíso en estas palabras: Después del juicio de las obras, algunos entrarán al paraíso, donde se reclinarán en suaves sillones bebiendo copas repletas de vino servidas por las Huris o damas del paraíso, las cuales están a disposición de los hombres para ser tomadas como esposas en la cantidad que los hombres quieran.

    Otros serán condenados a los tormentos del infierno. Parece que todos, tendrán que pasar por el fuego temporalmente, pero ningún verdadero Musulmán quedará allí para siempre.

    Cuán diferente es lo que la Biblia enseña. Según la Biblia, la salvación depende de la decisión que el hombre tome acerca de lo que hizo Jesús en la cruz por él. Si el hombre recibe a Cristo como su Salvador será eternamente salvo y cuando salga de este mundo inmediatamente estará en la presencia inmediata de Dios en el cielo.

    En cambio si el hombre rechaza a Cristo como su Salvador y sale de este mundo en esas condiciones, inmediatamente estará en tormento en fuego.

    Estas son las principales creencias de esta religión que rápidamente se va extendiendo en el mundo. El Islamismo.

  • Que me pueden decir sobre el islam

    ¿Qué me pueden decir sobre el Islam? ¿En qué fundamentan sus creencias? ¿Qué concepto tienen de Dios?

    Mucho se puede decir, pero por la falta de tiempo me remitiré a lo más importante. La información que compartiré con Usted ha sido extraída del libro titulado “Islam” escrito por Harold J. Berry.

    Los términos “Islam” y “Musulmán” se van escuchando con más y más frecuencia en el mundo de hoy.

    Islam es el nombre de la religión. Entre otras cosas, esta palabra significa “sumisión” o “paz”, entendiéndose por paz el concepto del Islámico de la sumisión a Alá.

    Musulmán es el término para designar a un seguidor del Islam.

    Un Musulmán es aquel que se ha sometido a la voluntad de Alá. Para convertirse en Musulmán no hace falta participar en ninguna ceremonia. Todo lo que se necesita hacer es decir: “No existe otro dios sino Ala y Mahoma es su profeta”

    Cuando alguien declara estos dos principios fundamentales del Islamismo, es considerado Musulmán. A partir de aquí, esta persona tendrá todos los derechos consagrados en la ley Islámica y también estará obligado a cumplir con todas las responsabilidades de la ley Islámica.

    El Islam es una de las religiones de más rápido crecimiento en el mundo. Ha llegado a ser la religión mayoritaria en muchos países del mundo. Hace algunos años se estimaba que sus adherentes superaban el billón. Es decir que casi uno de cada seis habitantes del planeta es Musulmán.

    El personaje más importante en el Islam es Mahoma, nombre que significa “El alabado”. Sin embargo a los Musulmanes no les agrada que se les llame Mahometanos, porque según ellos, este calificativo insinuaría que son adoradores de Mahoma, lo cual no es así, ya que ellos adoran a Alá.

    Para los Musulmanes, el Islam es la religión universal. Creen que ha existido desde siempre, aún antes de que Mahoma entre en escena.

    De modo que los Musulmanes no hablan de haber fundado el Islam sino solamente de haberlo restaurado. Mahoma nació en La Meca, en lo que hoy es Arabia Saudita, allá por el año 570 DC. Su padre, fue Abdula y su madre Amina. En edad adulta, Mahoma se casó con una mujer viuda 15 años mayor que él, llamada Khadijah, oriunda de La Meca.

    Entre los dos tuvieron seis hijos, cuatro mujeres y dos varones. Después de la muerte de su esposa, Mahoma tomó otras mujeres. En total, llegó a tener 15 mujeres. Una de ellas tenía apenas diez años cuando se casó con Mahoma. Se atribuye a esta mujer la declaración que a Mahoma le gustan tres cosas: Mujeres, perfumes y comida.

    Según los Musulmanes, estos múltiples matrimonios de Mahoma se debieron a razones políticas, y de misericordia hacia las viudas que perdieron sus maridos en defensa de la comunidad Islámica.

    Mahoma fue un hombre introvertido. Acostumbraba retirarse a una cueva cada año para meditar. Fue en esa cueva, en el mes de Ramadán, el mes noveno del calendario Islámico, donde recibió las revelaciones que constituyes el Quran o Corán, el texto sagrado de los Musulmanes.

    Acerca de esto, el autor Josh McDowell afirma lo siguiente: Así como los judíos creen en el Antiguo Testamento, y los cristianos ponen su fe en el Antiguo Testamento y en el Nuevo Testamento, los Musulmanes creen en el Qurán, generalmente llamado Corán, como la palabra divina de Dios.

    Este libro, que contiene las supuestas revelaciones dadas por Dios a Mahoma, se divide en 114 capítulos o suras. Los seguidores de Mahoma escribieron el Qurán poco después de su muerte.

    Para los Musulmanes, el Qurán es la última palabra de Dios para el mundo. El Qurán declara que tanto el Antiguo Testamento como el Nuevo Testamento son igualmente inspirados por Dios, pero que han sido alterados por judíos y cristianos respectivamente.

    En cualquier lugar donde entren en conflicto la Biblia y el Qurán, la Biblia está equivocada y el Qurán tiene la razón. Hasta aquí la cita de Josh McDowell.

    En cuanto a las creencias del Islam, Harold J. Berry afirma lo siguiente: Los Musulmanes creen en lo que ellos llaman los Cinco Pilares. Estos pilares son: Recitar el credo, orar, ayunar, dar limosnas y hacer peregrinación a La Meca.

    El credo es: No existe dios sino Alá y Mahoma es su profeta. Algunos creen que si se recita este credo, aún si la persona que lo hace no entiende lo que está diciendo, es suficiente para ser considerado Musulmán.

    Otros en cambio dicen que para ser considerado Musulmán es necesario recitar este credo en Árabe con el dedo pulgar derecho hacia arriba.

    Los Musulmanes ofrecen sus oraciones cinco veces al día mirando en dirección de La Meca. Guardan ayuno desde el amanecer hasta el anochecer, durante el mes de Ramadán, el mes cuando supuestamente Gabriel entregó el Qurán a Mahoma. Dar limosna es muy importante para los Musulmanes. Deben contribuir para los necesitados con al menos 2 y medio por ciento de sus ingresos anuales. Todo Musulmán debe hacer al menos una peregrinación a La Meca alguna vez en su vida, esto siempre y cuando esté en capacidad mental, física y financiera de hacerlo.

    En cuanto a la fuente de autoridad de los Musulmanes, ya se ha indicado que es el Qurán o Corán, el cual, según los Musulmanes fue dictado a Mahoma por el ángel Gabriel y más tarde fue registrado por escrito en Árabe.

    El Qurán es altamente respetado y reverenciado por los Musulmanes. Jamás se atreverían a tocarlo sin antes haberse lavado y purificado. Al leerlo, lo hacen con gran cuidado y respeto, sosteniéndolo siempre por arriba de la cintura.

    En tamaño, el Qurán es algo más pequeño que un Nuevo Testamento. Está dividido en “suras” o capítulos, que paulatinamente se van haciendo más cortos a medida que se va acercando al final. Los que están al último son las primeras revelaciones que recibió Mahoma, de modo que para tener una idea cronológica de su contenido es necesario comenzar por el último y terminar en el principio.

    Los Musulmanes consideran al Qurán como la perfecta revelación de Dios. Realmente creen que es la fiel reproducción del original esculpido en tablas de piedra que reposan en el cielo desde la eternidad pasada.

    A diferencia de la Biblia, la cual ha sido libremente traducida y reproducida en muchos idiomas, los Musulmanes creen que el Qurán no puede ser expresado en forma adecuada en cualquier otra forma escrita aparte del Árabe.

    Además del Qurán, los Musulmanes también creen en las tradiciones sobre Mahoma. Creen que Mahoma fue dirigido por Dios en todo lo que dijo e hizo, de modo que dependen de estas tradiciones para saber lo que ellos deben decir y hacer, no importa si se trata de asuntos personales, políticos, sociales y religiosos.

    Para que Usted aprecie las diferencias entre la Biblia, y el Qurán es necesario mencionar que la Biblia consta de 66 libros. Los manuscritos originales fueron escritos en un periodo de 1600 años por al menos 40 autores a quienes Dios inspiró para registrar exactamente lo que Él quería. Moisés fue inspirado para escribir el Pentateuco, o los cinco primeros libros de la Biblia, alrededor del año 1500 antes de Cristo y el apóstol Juan fue inspirado para escribir el libro de Apocalipsis casi al final del primer siglo después de Cristo.

    El Cristianismo considera que los escritos originales están absolutamente libres de cualquier error. Note lo que dice 2ª Timoteo 3:16: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para reargüir, para corregir, para instruir en justicia”

    Los 39 libros del Antiguo Testamento fueron escritos en Hebreo, y una mínima porción en Arameo. Los 27 libros del Nuevo Testamento fueron escritos en Griego.

    En cuanto al concepto Cristiano de la Trinidad, los Musulmanes la rechazan frontalmente. Creen que esta doctrina es politeísta, es decir la creencia en más de un Dios.

    En esto, tienen la misma creencia que los Judíos ortodoxos. Algunos piensan que el concepto musulmán de Alá y el concepto cristiano de Jehová son idénticos con la única diferencia que el nombre para Dios de los Musulmanes es Alá y el nombre para Dios de los Judíos es Jehová.

    Pero los que conocen profundamente ambas religiones no lo ven así. Existen algunas similitudes, pero también existen diferencias irreconciliables. De ninguna manera se trata de la misma persona con dos diferentes nombres.

    Los Musulmanes nunca hablarían de Alá en términos de Padre, porque según ellos, esto haría que ellos sean sus Hijos e inclusive iguales a él. Por esta razón no hablan jamás de que son hijos de Dios. Dicen que si Dios tuviera hijos necesitaría tener una esposa.

    En lugar de verse a ellos mismos en una relación padre-hijo con su dios, se ven más bien en una relación de amo-esclavo con su dios. Según los Musulmanes, a Dios no se le puede conocer de manera personal; así que la meta del Islam es obedecer a Alá, no conocerlo.

    En cambio en la Biblia se ve que Dios es personal, capaz de ser conocido y capaz de establecer una relación de intimidad con el hombre. El Antiguo Testamento insinúa que Dios es una Deidad en pluralidad, y en el Nuevo Testamento se confirma esta idea cuando se hace claro que en la unidad de la Deidad existen tres personas diferentes, de la misma esencia, pero no son tres dioses sino un solo Dios.

  • Cuanto tiempo estuvo Jesús en la tumba

    Partiendo del día tradicionalmente aceptado por el cristianismo cuando murió Jesús, es decir un Viernes por la tarde, tengo mucha dificultad en ver que Jesús hubiera permanecido en la tumba tres días y tres noches, hasta que resucitó, como era necesario según la Escritura en Mateo 12:40. ¿Podrían explicarme como se ubican los tres días y las tres noches entre la tarde de un viernes y la mañana de un domingo?

    Comencemos por leer el texto citado por Usted en Mateo 12:40 donde dice: “Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches”

    De aquí sabemos entonces que es absolutamente necesario que Jesús permanezca en la tumba no necesariamente 72 horas sino tres días o parte de ellos y tres noches o parte de ellas.

    Tratemos ahora de ver si entre la tarde del viernes y la mañana del domingo existen tres días o parte de ellos y tres noches o parte de ellas.

    Bueno, efectivamente existen tres días o parte de ellos. A saber, la parte del Viernes, después de la muerte de Jesús, el sábado y la parte del domingo antes de la resurrección de Jesús.

    Donde hay problemas es en cuanto a las tres noches. Solamente está la noche del viernes y la noche del sábado, porque para la noche del domingo Jesús ya había resucitado. No hay manera posible de ubicar tres noches o parte de ellas entre viernes por la tarde y domingo por la mañana.

    Pero no hace falta hacerlo, porque un cuidadoso examen de los eventos en la semana de la pasión mostrará que Jesús murió un Jueves por la tarde, no un viernes por la tarde. Entonces los tres días que estuvo en el corazón de la tierra son la parte de ese jueves, el viernes y el sábado.

    Jesús debió haber resucitado justo antes que comience el día domingo. Las tres noches corresponden a la noche del jueves, la noche del viernes y la noche del sábado.

    Seguramente Usted querrá pruebas que apoyan que Jesús murió la tarde de un Jueves. Bueno, considere esta. Vamos a leer Juan 19:14 donde dice: “Era la preparación de la pascua, y como la hora sexta. Entonces dijo a los judíos: ¡He aquí vuestro rey!”

    La pascua era la principal fiesta de los judíos y se celebraba el 14 del mes de Nisán. En el año que murió Jesús, el 14 de Nisán cayó un día Jueves. En este día se sacrificaba el cordero pascual y se lo comía al anochecer, es decir al comienzo del 15 de Nisán.

    Recuerde que para los judíos, el día comenzaba a las seis de la tarde y terminaba a la seis de la tarde del día siguiente. El 15 de Nisán era el primer día de la fiesta de los panes sin levadura, fiesta que duraba siete días. Este día era un día de reposo de gran solemnidad, donde no se podía hacer trabajo alguno.

    Es a este día el que hace referencia Juan 19:31 donde dice: “Entonces los judíos, por cuanto era la preparación de la pascua, a fin de que los cuerpos no quedasen en la cruz en el día de reposo (pues aquel día de reposo era de gran solemnidad), rogaron a Pilato que se les quebrasen las piernas, y fuesen quitados de allí”

    Este día de reposo de gran solemnidad es el 15 de Nisán, el primer día de la fiesta de los panes sin levadura. Este día fue el viernes de la semana de la pasión. Luego llegó el 16 de Nisán, que también era día de reposo, por cuanto era el séptimo día de la semana. La primera oportunidad que tuvieron las mujeres para ir al sepulcro fue al amanecer del primer día de la semana como efectivamente lo hicieron. Para entonces Jesús ya había resucitado cumpliendo la Escritura en cuanto a que debía estar en el corazón de la tierra tres días y tres noches.

  • Dios se arrepintió o no por haber puesto a Saúl como rey sobre Israel

    En mi lectura de la Biblia en un año, llegué al capítulo 15 de 1 de Samuel. Me pareció un capítulo muy triste porque se ve claramente lo terrible del resultado de desobedecer a Dios. Pero hubo también algo que me confundió. Yo sé que todo debe ser cuestión de que algo no entiendo bien y por eso recurro a Usted con esta consulta. En el versículo 29 del capítulo 15 de 1 de Samuel dice que Dios no mentirá, ni se arrepentirá, porque no es hombre para que se arrepienta. Esto lo entiendo muy bien. Pero al final del mismo capítulo en el versículo 35 dice que Dios se arrepentía de haber puesto a Saúl por rey sobre Israel. ¿Cómo puede ser esto? Si Dios no es hombre como para que se arrepienta, entonces, ¿por qué se arrepintió de haber puesto a Saúl como rey?

    Antes de responderla, permítame felicitarle por la sana costumbre que ha adoptado de leer toda la Biblia en un año. Esto resultará en crecimiento espiritual para Usted.

    Le felicito también por leer la Biblia con discernimiento, entendiendo, o tratando de entender lo que está leyendo. De nada sirve leer la Biblia sin poner el sentido en lo que se está leyendo.

    Bueno, Usted se ha encontrado con un asunto que a más de uno ha dejado perplejo. Me refiero a este asunto del arrepentimiento de Dios.

    Comencemos a leer la cita que se encuentra en 1 Samuel 15:29 donde dice: “Además, el que es la Gloria de Israel no mentirá, ni se arrepentirá, porque no es hombre para que se arrepienta.”

    Estas palabras fueron pronunciadas por Samuel y dirigidas a Saúl el rey de Israel. Todo fue a raíz que Saúl desobedeció reiteradamente a Dios. Como consecuencia de la desobediencia, Dios decidió desechar a Saúl para que no sea rey. Note lo que dice 1ª Samuel 16.23 “Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey.”

    Cuando Saúl se vio ante la terrible consecuencia de su pecado, se quebrantó, seguramente porque reconoció que estaba perdiendo el privilegio de ser rey, y no necesariamente porque estaba consciente de la gravedad de su pecado contra Dios.

    Samuel no quería saber nada más de Saúl y comenzó a alejarse de la escena. En desesperación, Saúl tomó fuertemente la punta del manto de Samuel y el manto se rasgó. Eso sirvió para que Samuel diga a Saúl: Así como mi manto ha sido rasgado, Jehová ha rasgado hoy de ti el reino de Israel, y lo ha dado a un prójimo tuyo mejor que tú.

    Fue en estas circunstancias que Samuel dijo a Saúl: Además el que es la Gloria de Israel no mentirá, ni se arrepentirá, porque no es hombre para que se arrepienta.

    Con estas palabras, Samuel estaba haciendo saber a Saúl que Dios, quien es santo e inmutable, estaba decidido a cumplir con su veredicto de desechar a Saúl. No había manera posible para que Dios cambie su decisión respecto a lo que había determinado hacer con Saúl. De nada servían todos los intentos de Saúl por lograr que Dios cambie de opinión sobre lo que iba a hacer.

    Eventualmente Samuel se fue a su casa y Saúl a la suya y no se volvieron a ver nunca más. Es entonces cuando la Biblia registra el comentario que ha despertado duda o inquietud en Usted.

    Se encuentra en 1ª Samuel 15:35 donde dice: “Y nunca después vio Samuel a Saúl en toda su vida; y Samuel lloraba a Saúl; y Jehová se arrepentía de haber puesto a Saúl por rey sobre Israel.”

    El pecado siempre deja corazones destrozados. Las lágrimas de Samuel habrán sido lágrimas de desilusión, de frustración por la forma como pisoteó Saúl el honroso privilegio de ser el rey de Israel.

    Pero enfoquemos nuestra atención a la declaración bíblica que Jehová se arrepentía de haber puesto a Saúl por rey sobre Israel. Leída superficialmente esta declaración, daría la impresión que Dios se había equivocado al poner a Saúl como rey de Israel, y después, cuando estaba viendo la consecuencia de esta mala decisión estaba dolido por el error cometido.

    Pero esto no puede ser así. Recuerde que el mismo Samuel dijo que Dios no mentirá, ni se arrepentirá, porque no es hombre para que se arrepienta. Dios por ser Dios no puede equivocarse jamás, y por tanto no puede jamás arrepentirse en el sentido de reconocer que ha cometido un error.

    ¿Entonces qué quiere decir la Biblia cuando habla de que Jehová se arrepentía de haber puesto a Saúl por rey sobre Israel? Bueno, el verbo hebreo que se ha traducido como “arrepentirse”, el verbo “nacham”, no significa reconocimiento de algún error o pecado cometido.

    “Nacham” tiene varios significados. El verbo en sí mismo tiene que ver con suspirar o con aspirar aire profundamente, y de allí denota estar dolido, o sentir pesar por algo que ha sucedido. Es en este sentido que Dios se arrepentía por haber puesto a Saúl como rey de Israel.

    Dios es sensible al pecado. Cuando el hombre se entrega al pecado, Dios siente dolor o pesar por ello. Esta idea aparece muy clara en el mismo capítulo 15 de 1 Samuel. Ponga atención a lo que dice 1ª Samuel 15:10-11 “Y vino palabra de Jehová a Samuel, diciendo: Me pesa haber puesto por rey a Saúl, porque se ha vuelto de en pos de mí, y no ha cumplido mis palabras. Y se apesadumbró Samuel, y clamó a Jehová toda aquella noche.”

    Cuando este texto habla de que Dios sentía pesar por haber puesto por rey a Saúl, está usando el verbo hebreo “nacham”, el mismo verbo que en el versículo 35 se ha traducido como “arrepentirse” Es decir que perfectamente podríamos leer el versículo 35 del capítulo 15 de 1ª de Samuel de la siguiente manera: Y nunca después vio Samuel a Saúl en toda su vida; y Samuel lloraba a Saúl; y Jehová sentía pesar por haber puesto a Saúl por rey sobre Israel.

    Espero que esta explicación le ayude a clarificar su duda.

  • Cuándo comenzó judo a ser considerada tierra en ruinas y espanto

    No me cabe la menor duda en cuanto a la veracidad de la Biblia, pero no hallo la forma de ubicar en la historia de Israel, la profecía de Jeremías en cuanto a que Judá será puesta en ruinas y espanto por setenta años. ¿Cuándo comenzó Judá a ser considerada como tierra en ruinas y espanto y cuando dejó Judá de ser considerada como tierra en ruinas y espanto?

    El asunto que Usted ha puesto sobre la mesa ha sido un quebradero de cabeza para los intérpretes de la Biblia. Sin despreciar todos los razonamientos que sobre este asunto se han vertido, para mí es lógico simplemente echar números partiendo de fechas que son reales y aceptadas por historiadores bíblicos y seculares.

    Es así como debemos considerar que la Biblia habla de tres deportaciones de Judá a Babilonia.

    La primera deportación aparece en 2ª Reyes 24:1-7 donde dice: “En su tiempo subió en campaña Nabucodonosor rey de Babilonia. Joacim vino a ser su siervo por tres años, pero luego volvió y se rebeló contra él. Pero Jehová envió contra Joacim tropas de caldeos, tropas de sirios, tropas de moabitas y tropas de amonitas, los cuales envió contra Judá para que la destruyesen, conforme a la palabra de Jehová que había hablado por sus siervos los profetas. Ciertamente vino esto contra Judá por mandato de Jehová, por los pecados de Manases, y por todo lo que él hizo; asimismo por la sangre inocente que derramó, pues llenó a Jerusalén de sangre inocente; Jehová, por tanto, no quiso perdonar. Los demás hechos de Joacim, y todo lo que hizo, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? Y durmió Joacim con sus padres, y reinó en su lugar Joaquin su hijo. Y nunca más el rey de Egipto salió de su tierra; porque el rey de Babilonia le tomó todo lo que era suyo desde el río de Egipto hasta el río Eufrates.”

    Cuando el texto habla de Nabucodonosor, se refiere a Nabucodonosor II, el hijo de Nabopolassar, rey de Babilonia desde el año 626 AC hasta el año 605 AC.

    Note que no todo Judá fue deportado en esta ocasión. Quedó inclusive un rey sobre los que no fueron deportados. No se puede decir entonces que Judá había quedado en ruinas y espanto.

    Como príncipe heredero, Nabucodonosor comandó el ejército de su padre contra Faraón Necao y los Egipcios y los derrotó en la famosa batalla de Carquemís. Esta batalla aconteció en el año 605 AC, fecha que tiene apoyo en la historia bíblica y secular.

    Por eso es que el texto leído dice que nunca más el rey de Egipto salió de su tierra; porque el rey de Babilonia le tomó todo lo que era suyo desde el río de Egipto hasta el río Eufrates.

    Nabucodonosor siguió su ruta de conquista e invadió la tierra de Judá. Fue aquí cuando Nabucodonosor tomó los primeros cautivos de Judá, entre ellos al joven Daniel, y se los llevó a Babilonia.

    Al final del año 605 AC murió Nabopolassar y ascendió al trono Nabucodonosor como rey de Babilonia.

    La segunda deportación aparece en 2ª Reyes 24: 8-16 donde dice: “De dieciocho años era Joaquín cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén tres meses. El nombre de su madre fue Nehusta hija de Enlatan, de Jerusalén. E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho su padre. En aquel tiempo subieron contra Jerusalén los siervos de Nabucodonosor rey de Babilonia y la ciudad fue sitiada. Vino también Nabucodonosor rey de Babilonia contra la ciudad, cuando sus siervos la tenían sitiada. Entonces salió Joaquín rey de Judá al rey de Babilonia, él y su madre, sus siervos, sus príncipes y sus oficiales; y lo prendió el rey de Babilonia en el octavo año de su reinado. Y sacó de allí todos los tesoros de la casa de Jehová, y los tesoros de la casa real, y rompió en pedazos todos los utensilios de oro que había hecho Salomón rey de Israel en la casa de Jehová, como Jehová había dicho. Y llevó en cautiverio a toda Jerusalén, a todos los príncipes, y a todos los hombres valientes, hasta diez mil cautivos y a todos los artesanos y herreros; no quedó nadie, excepto los pobres del pueblo de la tierra. Asimismo llevó cautivos a Babilonia a Joaquín, a la madre del rey, a las mujeres del rey, a sus oficiales y a los poderosos de la tierra; cautivos los llevó de Jerusalén a Babilonia. A todos los hombres de guerra, que fueron siete mil, y a los artesanos y herreros, que fueron mil, y a todos los valientes para hacer la guerra, llevó cautivos el rey de Babilonia. Y el rey de Babilonia puso por rey en lugar de Joaquín a Matanías su tío, y le cambió el nombre por Sedequías.”

    Esta es entonces la segunda deportación. Ocurrió en el octavo año del reinado de Nabucodonosor, es decir en el año 597 AC.

    Observe que en Judá todavía quedó alguna gente, inclusive con un rey, cuyo nombre fue Sedequías, tío del rey que estaba en el exilio en Babilonia. No se puede decir entonces que Judá estaba en ruinas y en espanto todavía.

    La tercera deportación aparece en 2ª Reyes 25:8-10 donde dice: “En el mes quinto, a los siete días del mes, siendo el año diecinueve de Nabucodonosor rey de Babilonia, vino a Jerusalén Nabuzaradán, capitán de la guardia, siervo del rey de Babilonia. Y quemó la casa de Jehová, y la casa del rey, y todas las casas de Jerusalén; y todas las casas de los príncipes quemó a fuego. Y todo el ejército de los caldeos que estaba con el capitán de la guardia, derribó los muros alrededor de Jerusalén.”

    Bueno, Usted podrá imaginar como habrá quedado Jerusalén, el templo y todo Judá. Ahora sí, podemos decir con propiedad que Judá está en ruinas y en espanto. Esto aconteció en el año diecinueve del reinado de Nabucodonosor.

    Como Nabucodonosor comenzó su reinado en el año 605 AC, resulta entonces que Judá quedó en ruinas y en espanto el año 586 AC.

    Pero no iba a quedar así para siempre, porque años antes de todas estas cosas, el profeta Jeremías anunció que la dispersión iba a durar exactamente setenta años. Jeremías 25:10-11 dice: “Y haré que desaparezca de entre ellos la voz de gozo y la voz de alegría, la voz de desposado y la voz de desposada, ruido de molino y luz de lámpara. Toda esta tierra será puesta en ruinas y en espanto; y servirán estas naciones al rey de Babilonia setenta años.”

    Esta palabra de Jehová debía cumplirse al pie de la letra. Fue así como en el año 539, una vez más en cumplimiento de lo profetizado por Dios, se levantó el rey Ciro en el imperio Medo-Persa, el cual sucedió al imperio Babilónico y emitió un decreto que en su parte esencial aparece en Esdras 1:3-4 donde dice: “Quien haya entre vosotros de su pueblo, sea Dios con él, y suba a Jerusalén que está en Judá, y edifique la casa a Jehová Dios de Israel (él es el Dios), la cual está en Jerusalén. Y a todo el que haya quedado, en cualquier lugar donde more, ayúdenle los hombres de su lugar con plata, oro, bienes y ganados, además de ofrendas voluntarias para la casa de Dios, la cual está en Jerusalén.”

    En respuesta a este decreto, partieron de Babilonia un grupo de unas 50.000 personas al mando de Zorobabel, gobernador y Jesúa o Josué, sumo sacerdote. Llegaron a Jerusalén el año 538 AC y comenzaron los preparativos para la reconstrucción del templo. Esdras 3:8 dice: “En el año segundo de su venida a la casa de Dios en Jerusalén, en el mes segundo, comenzaron Zorobabel hijo de Salatiel, Jesúa hijo de Josadac y los otros hermanos, los sacerdotes y los levitas, y todos los que habían venido de la cautividad a Jerusalén; y pusieron a los levitas de veinte años arriba para que activasen la obra de la casa de Jehová.”

    Es decir que la obra de reconstrucción del templo comenzó el año 536 AC. Judá estaba todavía en ruinas y espanto.

    La obra de reconstrucción del templo comenzó con bombos y platillos, pero como sucede muchas veces, tan pronto comenzó a recibir la oposición de los enemigos se detuvo. De esto da cuenta Esdras 4:24 donde dice: “Entonces cesó la obra de la casa de Dios que estaba en Jerusalén, y quedó suspendida hasta el año segundo del reinado de Darío rey de Persia”.

    Darío comenzó a reinar en el año 522 AC. Es decir que la obra de reconstrucción del templo se detuvo desde el año 536 AC hasta el año 520 AC. Fue en esas circunstancias que profetizaron Hageo y Zacarías para exhortar al pueblo a retomar la obra de reconstrucción del templo de Jerusalén.

    Durante el tiempo que el templo estaba en ruinas, Judá seguía también en ruinas y espanto. El pueblo fue sensible a la voz de Dios y re inició la tarea de reconstrucción del templo de Dios en el año 520 AC. Esdras 6:15 nos muestra cuando se terminó la obra de reconstruir el templo de Jerusalén. Dice así: “Esta casa fue terminada el tercer día del mes de Adar, que era el sexto año del rey Darío”

    Darío comenzó su reinado el año 522 AC. Es decir que el templo quedó reconstruido el año 516 AC. Se puede decir entonces que recién aquí, Judá dejó de estar en ruinas y en espanto.

    Muy bien. ¿Cuándo quedó Judá en ruinas y en espanto? Pues fue en el año 586 AC cuando los Babilonios destruyeron el templo de Jerusalén. ¿Cuándo dejó Judá de estar en ruinas y en espanto? Pues cuando se terminó de reedificar el templo de Jerusalén. Esto ocurrió el año 516 AC. Haga las cuentas y verá que entre el año 586 AC hasta el año 616 AC existen exactamente setenta años.

    En resumen podemos decir entonces que Judá quedó en ruinas y en espanto cuando fue destruido el templo en Jerusalén por los Babilonios en el año 586 AC. Permaneció así hasta el año 516 AC cuando se reedificó el templo de Jerusalén en los días de Esdras y Jesúa o Josué. La palabra de Dios se cumplió al pie de la letra.

  • Es el bautismo en agua esencial para la salvación

    No. El bautismo en agua no es esencial para la salvación. Una de las muchas pruebas de esta declaración es lo que aconteció con uno de los dos ladrones que fue crucificado junto a Jesús.

    El relato de este evento se encuentra en Lucas 23:39-43 donde dice: “Y uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba, diciendo: Si tú eres el cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros. Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aún temes tú a Dios, estando en la misma condenación? Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo. Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.”

    Allí lo tiene. Se trata de un hombre que en el filo mismo de su condenación eterna reconoció que Jesús, quien estaba siendo crucificado junto a él, tenía poder para perdonarle. En un arrebato de fe, este hombre dijo: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Con estas palabras estaba reconociendo a Jesús como su único y suficiente Salvador personal.

    En consecuencia, y sobre la base de la declaración de fe de este hombre, Jesús le dio lo que este hombre no merecía. Jesús le dio la salvación eterna. De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.

    Qué palabras tan benditas y solemnes. El hombre merecía castigo eterno, pero por la sola fe en Cristo Jesús le otorgó vida eterna. Poco tiempo después, Jesús murió y pagó el precio completo por el pecado del hombre. Mas tarde, en cuestión de horas, murió también el ladrón arrepentido. En lugar de ir al lugar de tormento, donde van todos los muertos que no han recibido a Cristo como Salvador, el ladrón arrepentido fue al paraíso, conforme a la palabra de Jesús.

    Ahora detengámonos a pensar un momento. ¿Tuvo el ladrón arrepentido la oportunidad de bautizarse en agua? ¿Será que le bajaron de la cruz para que alguien le bautice y luego le pusieron otra vez en la cruz para que se muera?

    Por supuesto que no. El ladrón arrepentido no tuvo la más mínima oportunidad de hacer ni siquiera una obra buena, peor bautizarse en agua y sin embargo fue salvo. Para ser salvo se necesita de la sola fe. El bautismo en agua y cualquier otra obra no son esenciales para la salvación. Esto no significa que los creyentes no deben bautizarse en agua o que no deben procurar hacer buenas obras.

    Recuerde que la salvación viene por la sola fe, pero la fe que salva nunca viene sola. Siempre produce obediencia a la palabra del Señor. La palabra de Dios enseña que los creyentes deben bautizarse en agua, no para ser salvos sino porque ya son salvos. La palabra de Dios enseña que los creyentes deben hacer buenas obras, no para ser salvos sino porque ya son salvos.

  • Como debo orar por los misioneros

    Muchos pastores y predicadores exhortan a los creyentes a orar por los misioneros, pero no nos enseñan como hacerlo. ¿Podrían Ustedes darme algunas ideas para orar por los misioneros con sabiduría?

    La realidad es que los misioneros tienen necesidades muy variadas. Muchas de ellas son necesidades muy personales y específicas para cada misionero. Para saber cuáles son esas necesidades, lo mejor sería ponerse en contacto con cada misionero y averiguar cuáles son esas necesidades personales por las cuales ese misionero quisiera que se ore al Señor.

    Pero aparte de las necesidades personales, existen necesidades que son comunes a todo misionero y a mí me gustaría compartir algunas de ellas, para que Usted pueda orar por los misioneros de una forma efectiva.

    En primer lugar ore por denuedo. Pablo pidió a los creyentes de Efeso que pidan a Dios por denuedo en él. Note lo que dice Efesios 6:19 “y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio”

    La palabra denuedo significa brío, esfuerzo, valor, intrepidez.

    La persona con denuedo sigue hacia delante a pesar de cualquier obstáculo que se ponga en el camino. Pablo quería ser un hombre así. Sin importar los obstáculos quería dar a conocer el misterio del evangelio. Por eso estaba pidiendo a los creyentes que oren por él para que tenga denuedo. Es tan fácil sentirse desanimado en el campo misionero. A veces las cosas no se dan como el misionero ha planificado. A veces se levantan obstáculos que parecen insalvables y cosas así tienden a desanimar a los misioneros. Podemos hacer mucho pidiendo a Dios en oración por ellos para que Dios les dé denuedo.

    En segundo lugar, ore por aceptación. Permítame leer el texto que se encuentra en Romanos 15:31 donde dice: “para que sea librado de los rebeldes que están en Judea, y que la ofrenda de mi servicio a los santos en Jerusalén sea acepta”

    Aceptación es un bien altamente cotizado por los misioneros. En cualquier campo misionero, es extremadamente importante que un misionero se sienta aceptado. A veces, las diferencias de cultura se levantan como un enorme obstáculo para que los misioneros sean aceptados en una cultura diferente. Ore para que el servicio de los misioneros sea acepto en dondequiera que los misioneros estén.

    En tercer lugar, ore por puertas abiertas. Colosenses 4:2-3 dice: “Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias; orando también al mismo tiempo por nosotros, para que el Señor nos abra puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo, por el cual también estoy preso”

    Puertas abiertas para la palabra. Eso es lo que todo misionero quisiera ver en su ministerio. Dios es quien tiene la llave de esas puertas y es necesario que los creyentes estemos orando para que Dios abra esas puertas.

    En cuarto lugar, ore para que los misioneros sean confortados. El apóstol Pablo estaba tan agradecido por personas que le confortaron. Note lo que dijo en 2ª Timoteo 1:16 “Tenga el Señor misericordia de la casa de Onesíforo, porque muchas veces me confortó, y no se avergonzó de mis cadenas.”

    El trabajo de Pablo y sus frecuentes persecuciones iban minando su espíritu. Pero Dios puso cerca de él personas como Onesíforo para confortarlo y ayudarlo a recuperar fuerzas para continuar con su ministerio.

    Ser un misionero no es un asunto fácil. En determinadas circunstancias los misioneros se cansan, se frustran, se agotan. Por falta de ser confortados, muchos misioneros abandonan el campo misionero. Cuan importante es que los creyentes oremos a Dios para que levante personas alrededor de los misioneros para que los conforten. Mejor todavía, que bueno sería si alguno de nosotros pudiera ir a visitar a un misionero en el campo misionero con el solo propósito de confortarlo. Si no podemos ir, al menos podemos orar para que los misioneros sean confortados.

    En quinto lugar, ore por protección. 2ª Tesalonicenses 3:1-2 dice: “Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del Señor corra y sea glorificada, así como lo fue entre vosotros, y para que seamos librados de hombres perversos y malos; porque no es de todos la fe.”

    El campo misionero de Pablo no era un lecho de rosas. Había hombres perversos y malos que estaban acechando a Pablo. Por eso pide a los creyentes de Tesalónica que oren al Señor para ser liberado de estos hombres perversos y malos.

    Igual es con los misioneros hoy en día. Estar en el campo misionero no es como estar de vacaciones. Los misioneros son los que están en el frente de batalla, luchando contra un enemigo muy poderoso. Un enemigo que no escatima esfuerzo alguno para causar daño. Cuánto hace falta que los creyentes oremos por protección de Dios para los misioneros y en general para todos los que estamos ocupados en el servicio al Señor.

    Es increíble el poder para hacer daño en algunas personas que se levantan alrededor nuestro para estorbar el trabajo para el Señor. Ore para que el Señor en su gracia nos proteja de hombres perversos y malos.

    En sexto lugar, ore por provisión. 1ª Corintios 16:5-6 dice: “Iré a vosotros, cuando haya pasado por Macedonia, pues por Macedonia tengo que pasar. Y podrá ser que me quede con vosotros, o aun pase el invierno, para que vosotros me encaminéis a donde haya de ir”

    Pablo esperaba que los creyentes de Corinto provean lo suficiente para que pueda continuar con su ministerio. Sin provisión suficiente no se puede hacer la obra misionera. De allí la necesidad que las personas contribuyan económicamente con el sustento para los misioneros. Ore para que los misioneros tengan lo necesario para hacer la obra que el Señor les ha encomendado.

    En séptimo lugar, ore por santidad. 1ª Tesalonicenses 2:10 dice: “Vosotros sois testigos, y Dios también, de cuán santa, justa e irreprensiblemente nos comportamos con vosotros los creyentes.”

    Una vida de santidad era indispensable en Pablo para la ejecución apropiada de su ministerio. Satanás gana mucha ventaja cuando logra que un misionero caiga en algún pecado que ponga en mal predicamento el testimonio de alguna iglesia. Ore para que el Señor ayude a los misioneros a tener las manos limpias y el corazón puro.

    Aquí tiene mi amigo, algunos motivos de oración que le ayudarán a orar con sabiduría por los misioneros.

  • Dios usa las pruebas para ayudar a crecer en la fe

    Tengo bastante problema para aceptar que Dios use las pruebas para ayudar a un creyente a crecer en la fe. Esta idea me parece que no concuerda con el carácter de Dios quien es la esencia misma del amor.

    Respeto mucho su criterio personal sobre este asunto, pero no olvide que en las cosas espirituales, uno no debe dejarse guiar por lo que a uno le parece lo correcto o lo lógico, sino por el testimonio de la palabra de Dios.

    Por algo será que la Biblia dice en Jeremías 17:9 “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?”

    Así que le invito a considerar lo que la Biblia dice acerca de la relación entre las pruebas y el crecimiento de la fe de un creyente. No está por demás dejar bien en claro que cuando hablamos de pruebas nos estamos refiriendo a situaciones que no las hemos buscado ni provocado sino que se presentan de repente, sin previo aviso y que causan sufrimiento, dolor, incomodidad y angustia.

    Muy bien. Para comprobar bíblicamente que las pruebas son utilizadas por Dios para fortalecer la fe del creyente, permítame leer 1ª Pedro 1:6-7 donde dice: “En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo”

    Pedro ha estado hablando de los beneficios de los que somos salvos por la fe. Esto produce en el creyente una alegría indescriptible. Pero a la vez Pedro habla también de diversas pruebas.

    Pedro nos presenta varias características de estas diversas pruebas.

    Primero, las pruebas no duran para siempre, son temporales, por un poco de tiempo.

    Segundo, las pruebas tienen su propósito. A esto se refiere Pedro cuando dice: si es necesario.

    Tercero, las pruebas producen aflicción.

    Cuarto, las pruebas pueden ser diversas.

    En cuanto al propósito de las pruebas, Pedro dice que son utilizadas por Dios para purificar la fe del creyente. Las pruebas son comparables al fuego que usa un joyero que está purificando el oro. El fuego hace que las impurezas del oro asciendan a la superficie para poder ser retiradas. Las pruebas hacen que afloren las impurezas de la fe del creyente para que el creyente pueda retirarlas y de esa manera hacer más pura a la fe.

    La meta de Dios al probar la fe del creyente es que esa fe sea tan pura que cuando venga Cristo sea hallada en alabanza y honra. Es obvio por tanto que Dios utiliza las pruebas para beneficio del creyente en el sentido de purificar su fe.

    A Usted le parece que traer pruebas a un creyente es contrario al carácter de Dios quien es la esencia misma del amor. Bueno, si las pruebas tuvieran el solo propósito de hacer sufrir al creyente, entonces Usted tendría razón.

    Pero recuerde que el propósito de las pruebas es purificar la fe del creyente y en ese sentido es más bien una muestra del amor de Dios a ese creyente. Admito que es difícil digerir este concepto. Es fácil enunciarlo, pero es difícil aceptarlo, pero esa es la realidad por cuanto eso es lo que dice la palabra de Dios.

    Note con atención lo que dice Salmo 119:67: “Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; mas ahora guardo tu palabra.”

    Cuando el salmista habla de haber sido humillado, se está refiriendo a ser probado. Lo que está diciendo el salmista es entonces, que antes de ser probado, andaba descarriado, su fe era débil, su fe era impura, pero después de haber sido probado, comenzó a guardar la palabra de Dios, es decir que su fe se fortaleció, su fe se purificó.

    De esto da amplio testimonio la Biblia. Considere el caso de Job. En el primer versículo de su libro, leemos que Job era perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal.

    Sin embargo, había espacio para purificar su fe. Job fue sometido por tanto a pruebas muy duras. Luego que salió de las pruebas, Job nos da su testimonio y en Job 42:5 leemos “De oídas te había oído; mas ahora mis ojos te ven.”

    Antes de ser probado, Job tenía una idea imperfecta de Dios, pero después de ser probado, Job tenía una idea mucho más cercana a lo que Dios realmente es. Dios utilizó las pruebas para purificar la fe de Job. Lo mismo sucedió con cantidad de hombres y mujeres de Dios. Es por este motivo que la Biblia aconseja a los creyentes a no renegar de las pruebas como si Dios estuviera haciendo algo malo.

    Note lo que dice por ejemplo Santiago 1:2-4 “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.”

    Las pruebas, apuntan a la purificación o fortalecimiento de la fe, y son una muestra del amor de Dios al creyente. Es el enfoque bíblico de las pruebas en relación con la fe. ¿A quién va creer? ¿A lo que dice la Biblia o a lo que a Usted le parece?