Autor: cris

  • A quienes se refiere marcos 9:1

    ¿Cuál es su interpretación de Marcos 9:1? ¿A quienes se refiere? Los que estuvieron allí, ¿no gustaron la muerte?

    Demos lectura al texto bíblico que se encuentra en Marcos 9:1. Dice así: “También les dijo: De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que hayan visto el reino de Dios venido con poder.”

    Jesús había estado hablando a muchas personas, entre las cuales se encontraban sus discípulos. Esto lo sabemos por lo que dice Marcos 8:34. Luego de comunicarles algunas verdades de valor eterno, Jesús mencionó las palabras que han sido ya leídas. En ellas, Jesús comunica total seguridad acerca de algo que iba a acontecer en el futuro y en lo cual iban a participar algunos, no todos, que le estaban oyendo.

    Les dice: Les aseguro que algunos de los que están aquí presentes no morirán hasta que vean el reino de Dios llegar con poder. Como podemos notar, la promesa no fue para todos los que estaban oyendo a Jesús, sino solo para algunos.

    ¿Para quienes? Inmediatamente vamos a identificarlos. Estas personas no iban a morir antes de contemplar la gloria y poder del reino de Dios. En el pasaje paralelo a este, en el libro de Mateo, capítulo 16 versículo 28 dice: “De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino.”

    Esto se cumplió exactamente seis días después cuando tres de los discípulos de Jesús, Pedro, Jacobo y Juan presenciaron lo que se conoce como la transfiguración. Estos tres son los que no vieron la muerte hasta que vieron el reino de Dios venido con poder.

    Observe lo que pasó. Leo en Marcos 9:2-8 donde dice: “Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan, y los llevó aparte solos a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos. Y sus vestidos se volvieron resplandecientes, muy blancos, como la nieve, tanto que ningún lavador en la tierra los puede hacer tan blancos. Y les apareció Elías con Moisés, que hablaban con Jesús. Entonces Pedro dijo a Jesús: Maestro, bueno es para nosotros que estemos aquí; y hagamos tres enramadas, una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías. Porque no sabía lo que hablaba, pues estaban espantados. Entonces vino una nube que les hizo sombra, y desde la nube una voz que decía: Este es mi Hijo amado; a él oíd. Y luego, cuando miraron, no vieron más a nadie consigo, sino a Jesús solo.”

    Los tres discípulos, Pedro, Jacobo y Juan, contemplaron una vista anticipada de la futura exaltación de Jesús y del reino venidero. El Señor fue visto por estos discípulos en su cuerpo de gloria; Moisés y Elías simbolizaban a los que Cristo llevará con él a la gloria, bien sea mediante la muerte y resurrección como lo que sucederá con Moisés o mediante la traslación sin ver la muerte, como fue el caso de Elías.

    Los tres discípulos que estaban contemplando la transfiguración simbolizan a los que estarán vivos en la tierra cuando el Señor Jesucristo venga por segunda vez en poder y gloria.

    Así que cuando Jesús dijo que algunos de los que estaban allí con él no gustarían la muerte hasta que hayan visto el reino de Dios venido con poder, se estaba refiriendo a Pedro, Jacobo y Juan, quienes antes de morir, tuvieron el gran privilegio de contemplar con sus propios ojos a Jesús en su estado glorificado en el reino de Dios.

  • Arrepentimiento de Dios y arrepentimiento de hombre

    ¿Cuál es la diferencia entre el arrepentimiento de Dios y el arrepentimiento del hombre?

    Para algunos de nuestros amigos será una sorpresa saber que Dios se arrepiente. Pues efectivamente, eso es lo que dice la Biblia.

    Permítame leer unos pocos de los muchos textos donde la Biblia habla que Dios se arrepintió.

    El primero, se encuentra en Génesis 6:6-7 donde dice: “Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho”

    El segundo, se encuentra en Éxodo 32:14 donde dice: “Entonces Jehová se arrepintió del mal que dijo que había de hacer a su pueblo.”

    El tercero, se encuentra en 1 Samuel 15:35 donde dice: “Y nunca después vio Samuel a Saúl en toda su vida; y Samuel lloraba a Saúl; y Jehová se arrepentía de haber puesto a Saúl por rey sobre Israel.”

    Estos son solo unos pocos ejemplos de textos en los cuales la Biblia habla de que Dios se arrepintió. Si damos por sentado que arrepentirse tiene que ver con reconocer algún error cometido, entonces vamos a llegar a conclusiones totalmente erradas, porque eso significaría que Dios está reconociendo que ha cometido algún error.

    Pero, ¿qué clase de Dios sería uno que comete errores y después los reconoce?

    No sería Dios en absoluto. Debe haber entonces alguna explicación lógica y legítima para el arrepentimiento de Dios. La explicación viene por el lado del significado de la palabra Hebrea que se ha traducido como arrepentirse.

    Es la palabra Hebrea “Nacham” que en Hebreo tiene su raíz en una palabra que significa suspirar o respirar profundamente. “Nacham” significa por tanto, sentir pesar por algo, o entristecerse por algo.

    En absolutamente todos los casos cuando la Biblia habla de que Dios se arrepintió, no se está dando a entender que Dios cometió un error y lo está reconociendo, sino que Dios está sintiendo pesar por algo que ha hecho el hombre, normalmente por el pecado del hombre. Dios sintió pesar por el hecho que el hombre se corrompió sobre la faz de la tierra y decidió raer de sobre la faz de la tierra a los hombres que había creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo.

    Dios iba a hacer encender su ira sobre el pueblo de Israel por el becerro de oro que el pueblo construyó para adorarlo, pero después de la intercesión de Moisés, Dios sintió pesar por lo que iba a hacer a su pueblo y no lo hizo.

    Dios también sintió pesar por haber puesto a Saúl por rey de Israel, por cuanto Saúl resultó ser un fracaso total en todo sentido.

    Note como esta idea queda totalmente confirmada en la misma Biblia en 1ª Samuel 15:11 cuando Jehová dice lo siguiente: “Me pesa haber puesto por rey a Saúl, porque se ha vuelto de en pos de mí, y no ha cumplido mis palabras.”

    De modo que cada vez que Usted se encuentra con algún texto en la Biblia que hable acerca de que Dios se arrepintió, no está diciendo que Dios ha cometido un error y lo está reconociendo.

    Está diciendo que a Dios le duele mucho o lo siente mucho, o le causa mucho pesar, alguna conducta pecaminosa del hombre o algún juicio que él mismo había pensado traer sobre el hombre.

    Muy bien, ahora veamos por contraste lo que significa el arrepentimiento del hombre. Aquí también existen muchos textos bíblicos que hablan del arrepentimiento del hombre.

    Solo voy a tomar uno a modo de ilustración. Se encuentra en Mateo 3:1-2 donde dice: “En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.”

    El verbo arrepentirse, en este texto, es la traducción del verbo griego “metanoéo”, el cual se forma de la preposición “meta” que significa un cambio, y el verbo “noiéo” que significa ejercitar la mente o comprender o considerar, percibir, pensar, entender.

    Arrepentirse en el caso del hombre, entonces nos habla de un cambio en la forma de pensar, en la forma de entender cosas, en la forma de percibir cosas. Cuando el arrepentimiento del hombre tiene que ver con el pecado, significa que el hombre cambia su manera de pensar en cuanto al pecado.

    Antes de arrepentirse, el hombre pensaba que no hay problema con el pecado, que el pecado es algo normal en el hombre, que no pasa nada cuando el hombre peca.

    Pero cuando el hombre se arrepiente cambia su manera de pensar en cuanto al pecado. Comenzará a pensar que el pecado ofende a Dios, que el pecado tiene serias consecuencias en la vida del pecador, que Dios castiga el pecado, etc.

    Esto es arrepentimiento. Un cambio de mente. En el caso del pecado, un hombre arrepentido verá al pecado tal cual como Dios lo ve.

  • Por qué es que Jesús reprendía a los demonios

    ¿Por qué es que Jesús reprendía a los demonios para que no le descubriesen, según se ve en Marcos 3:12?

    Vamos a dar lectura al pasaje bíblico que se encuentra en Marcos 3:11-12 donde dice: “Y los espíritus inmundos, al verle, se postraban delante de él, y daban voces, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Mas él les reprendía mucho para que no le descubriesen.”

    Jesús ya había iniciado su ministerio público caracterizado por una demostración de su poder sobre la enfermedad, sobre la muerte, sobre la naturaleza y sobre Satanás y sus demonios.

    Esta manifestación de poder era la credencial que demostraba que Jesús es el Cristo, el Mesías, el Hijo de Dios. Las señales que Jesús hacía, en un sentido muy real, eran los mensajeros que testificaban que Jesús es el Hijo de Dios. Jesús no necesitaba en absoluto que los demonios también se constituyan en sus mensajeros para testificar que él es el Hijo de Dios. Por eso es que Jesús les reprendía mucho para que no le descubriesen.

    Interesante pensar que los demonios proclamaban el mensaje verdadero. El contenido de su mensaje era muy sencillo y veraz: Tú eres el Hijo de Dios. Pero para Jesucristo no es solo importante comunicar un mensaje veraz. Para Jesucristo es también importante que el mensajero sea veraz.

    Los demonios de ninguna manera cumplen con esta condición, porque son espíritus malos que están a servicio de Satanás.

    De aquí podemos sacar una lección importante para nuestras vidas. Si queremos verdaderamente agradar a nuestro Señor Jesucristo comunicando su verdad, es necesario que nuestras vidas estén limpias de pecado. Recuerde que a Jesucristo no le gusta que mensajeros sucios anuncien su mensaje, aun cuando sea un buen mensaje. Yo me imagino que un mensajero que no se ha limpiado del pecado en su vida y aún así está comunicando un buen mensaje bíblico es semejante a un mozo o a un mesero en un restaurante que sirve los majares más deliciosos pero con las manos saturadas de todo tipo de inmundicia.

    ¿Cree Usted que la gente que come en ese restaurante disfrutará de la comida por más buena que sea? Al menos yo jamás regresaría a un restaurante así. ¿Cómo podemos pensar entonces que Jesucristo va a estar conforme con un mensajero que proclama el evangelio pero en su vida está practicando el pecado?

    En conclusión entonces, Jesús hizo callar a los demonios que proclamaban que él era el Hijo de Dios, porque no estaba interesado en que seres impuros le hagan propaganda. Es necesario cuidar la calidad del mensaje y la calidad del mensajero.

  • La blasfemia contra el Espíritu Santo

    ¿Qué debemos entender concretamente cuando la Biblia habla de la blasfemia contra el Espíritu Santo en Lucas 12:10?

    Leamos el texto que se encuentra en Lucas 12:10. Dice así: “A todo aquel que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que blasfemare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado.”

    Estas palabras fueron dichas por Jesús. Para entender el significado de ellas, es necesario examinar con detenimiento las circunstancias en las cuales fueron pronunciadas por Jesús. Para eso es necesario recurrir al Evangelio según Mateo capítulo 12.

    Allí, a partir del versículo 22 notaremos que fue traído a Jesús un endemoniado, ciego y mudo. Jesús le sanó de tal manera que el ciego y mudo veía y hablaba. Al mirar tan singular milagro, mucha gente estaba atónita y se preguntaba: ¿Será éste aquel Hijo de David? En otras palabras, esta gente vio en Jesús indicios que apuntaban a que él era el Cristo, el Mesías, el Hijo de David, pero no estaban totalmente seguros como para afirmar sin sombra de duda que Jesús era el Cristo.

    Al menos dieron a Jesús el beneficio de la duda. Pero entre la multitud había otros que ni siquiera dieron a Jesús el beneficio de la duda. A pesar de haber visto con sus propios ojos que Jesús tenía todas las evidencias que demostraban que él era el Mesías, el Cristo, voluntariamente ignoraron esas evidencias y llegaron a la conclusión que Jesús echaba fuera demonios por Beelzebú, príncipe de los demonios.

    En otras palabras atribuyeron a Satanás el poder que Jesús tenía para hacer milagros.

    Conociendo el pensamiento de estas personas, Jesús les amonestó severamente en cuanto a lo absurdo de pensar que echaba fuera demonios por el poder de Satanás. Luego afirmó que es por el poder del Espíritu Santo que echaba fuera demonios. Fue el Espíritu Santo quien dio poder a Jesús para que realice todos los milagros que hizo. De esta manera el Espíritu Santo se constituyó en el principal testigo de que Jesús es el Mesías, el Cristo.

    Fue en estas circunstancias cuando Jesús pronunció las palabras que leímos en Lucas 12:10. En ellas se nota que si una persona niega que Jesús es el Cristo, por ignorancia, porque nunca le ha visto personalmente y porque nunca ha visto su poder, puede ser perdonada, si se arrepiente por supuesto.

    Ese fue el caso de Saulo de Tarso quien fue perdonado a pesar de haber blasfemado contra Jesús y de haber perseguido a sus discípulos. Note lo que dijo en 1ª Timoteo 1:13 donde dice: “habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad.”

    En cambio, si una persona habiendo visto personalmente a Jesús y habiendo estado plenamente conciente que Jesús es el Cristo, y habiendo voluntariamente rechazado que Jesús es el Cristo, ha blasfemado contra el Espíritu Santo, porque es el Espíritu Santo quien en último término testifica que Jesús es el Cristo.

    Este fue el caso de los fariseos que habiendo estado con Jesús y habiendo visto el poder de Jesús, sin embargo atribuyeron a Satanás las obras que Jesús hacía. De esta manera, voluntariamente rechazaron a Jesús como el Cristo, como el Mesías y al hacerlo blasfemaron contra el Espíritu Santo, pecado que según las palabras de Jesús, jamás les será perdonado.

    En conclusión entonces la blasfemia contra el Espíritu Santo es el pecado que cometieron algunos fariseos, quienes a pesar de estar con Jesús y ver el poder del Espíritu Santo actuando en él, lo cual era la demostración que Jesús es el Cristo, el Mesías de Israel, sin embargo, voluntariamente atribuyeron a Satanás el poder que actuaba en Jesús y de esa manera negaron que Jesús es el Cristo, el Mesías de Israel.

  • Gozosos a pesar de la dificultades

    La Biblia enseña que los creyentes debemos estar siempre gozosos, pero yo encuentro muy difícil poner esto en práctica. ¿Cómo puedo estar gozoso si me encuentro sin trabajo, con un familiar muy enfermo y sin un centavo en el bolsillo?

    Muy interesante su consulta. Veo que Dios le ha sometido a pruebas bastante difíciles. No olvide que si Dios le está probando así, es porque Dios le está preparando para algo grande y además es algo que Usted, con la ayuda del Señor, puede soportarlo.

    La promesa de la palabra de Dios es que él nunca nos va a probar más allá de lo que podemos resistir. Su dilema tiene que ver con experimentar gozo en medio de la difícil situación que está viviendo.

    A lo mejor Usted habrá leído textos como el que se encuentra en Santiago 1:2 donde dice: “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas”

    O quizá, aquel que se encuentra en 1 Tesalonicenses 5:16 donde simplemente dice: “Estad siempre gozosos”

    Me imagino yo, que Usted habrá estado esperando sentir este gozo en medio de las difíciles pruebas, pero en lugar de sentir gozo, Usted ha estado sintiendo tristeza, angustia, duda, ira, amargura, desánimo, etc. etc.

    Lo que pasa es que la naturaleza del hombre es de tal manera que sus emociones dependen de las circunstancias que vive. Me explico. La mentalidad del ser humano dice que si una persona tiene salud en abundancia, dinero en abundancia y amor en abundancia entonces esa persona estará gozosa, pero si la misma persona está enferma, no tiene dinero y nadie le ama, entonces esa persona estará triste y amargada.

    Así es la mente natural del ser humano. Pero no olvide mi amigo que los creyentes no debemos tener la mente natural sino la mente de Cristo. Es cuestión de mentalidad. Si tenemos la mente de Cristo podemos experimentar el gozo en medio de circunstancias difíciles.

    Un buen ejemplo de esto es el Apóstol Pablo y su fiel discípulo Silas. Los dos llegaron a Filipos en uno de los viajes misioneros de Pablo. Mientras estaban en esta ciudad, se encontraron con una muchacha que tenía espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos, adivinando.

    Entre paréntesis, note que la adivinación es fruto de la actividad de demonios, por eso la Biblia prohíbe a los creyentes involucrarse en la adivinación. Fin del paréntesis.

    El hecho es que Pablo y Silas reprendieron al espíritu de adivinación de esta muchacha, y el demonio salió de ella y se acabó el negocio para los amos de la muchacha. Esta obra de Pablo y Silas desagradó tanto a los amos de la muchacha que se dieron modos para arrestar a Pablo y Silas.

    La investigación transcurrió con violencia. Pablo y Silas fueron desnudados y azotados sin misericordia. Como si esto no fuera suficiente, fueron echados a la cárcel con especiales instrucciones al carcelero para que les guarde con seguridad.

    Bien mandado, el carcelero los metió en el calabozo de más adentro, y les aseguró los pies en el cepo. Imagine la condición de Pablo y Silas, maltrechos por los azotes, en lo más profundo de una cárcel y encima de todo siendo torturados en el cepo. Peor no podrían estar.

    Sin embargo, Pablo y Silas tenían la mente de Cristo. Mire lo que hicieron. Leo Hechos 16:25 “Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos les oían”

    Pablo y Silas estaban con gozo, a pesar de las circunstancias adversas. ¿Cómo lo lograron? Pues porque tenían la mente de Cristo.

    Igual debe ser con Usted. No deje que su estado de ánimo dependa de las circunstancias. El gozo o la felicidad es una opción suya. Usted decide si va a tener o no gozo. No las circunstancias. Las circunstancias no siempre van a ser favorables. A veces van a ser muy desfavorables, como es el caso suyo.

    Pero aún así es posible experimentar gozo. Si eso no fuera posible, Dios jamás hubiera ordenado a los creyentes a estar siempre gozosos. Esto no es cuestión de hacer como el avestruz quien mete la cabeza en la arena para ignorar las dificultades. Las dificultades no desaparecen por el solo hecho de ignorarlas. Es cuestión de saber manejar las dificultades.

    La mejor forma de manejar las dificultades es mediante un acto voluntario de ponerlas en Dios. Considere lo que dice Salmo 55:22 “Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; no dejará para siempre caído al justo.”

    Esta es la clave para experimentar gozo en medio de la adversidad. Tiene que ver con tomar la carga que está sobre nuestros hombros y ponerla sobre Jehová. En respuesta, Jehová llevará esa carga por nosotros y así nosotros podremos mantenernos firmes.

    La versión Dios Habla Hoy traduce este texto de esta manera interesante: “Deja tus preocupaciones al Señor, y él te mantendrá firme”

    Esto es el comienzo de la vida de gozo independientemente de las circunstancias. De modo que. Usted está soportando dura prueba. Todo esto traerá ansiedad y preocupación a su vida. Pero no viva con esta preocupación y ansiedad. Usted no puede llevar esa carga por Usted mismo. Haga lo que recomienda el salmista y verá que eso será el comienzo de la inigualable experiencia de sentir gozo en medio de la adversidad.

  • Después de muertos a donde iremos

    Un amigo mío ha escuchado una enseñanza bíblica según la cual cuando un creyente muere no va al cielo sino hasta cuando resucite de entre los muertos. A mí me han enseñado que tan pronto un creyente muere va al cielo. Ahora tengo duda. Por favor acláreme este asunto.

    Para ello, quisiera tomar dos pasajes bíblicos en los cuales la Biblia se pronuncia con claridad meridiana acerca de su duda.

    El primero se encuentra en Lucas capítulo 16. Se trata de la historia relatada por el Señor Jesucristo sobre un mendigo llamado Lázaro y un rico. El mendigo confió a Dios el destino de su existencia después de la muerte mientras que el rico no se preparó para su existencia después de la muerte. El rico simplemente vivió para acumular riqueza olvidando totalmente a Dios y a lo que iba a ser de su existencia después de la muerte. Pues a los dos les llegó el momento de partir de este mundo.

    La muerte acudió puntualmente a la cita con ambos. Lázaro el mendigo se preparó para ese encuentro. El rico no estaba preparado para ese encuentro. Note como Jesús relata la cita de la muerte con nuestros dos amigos. Leo en Lucas 16:22-23 donde dice: “Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al Seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno.”

    Allí lo tiene. Murió Lázaro, el mendigo, e inmediatamente fue trasladado por una comitiva de ángeles de Dios al Seno de Abraham. El seno de Abraham, mi amiga, es una figura de dicción para indicar el paraíso o la presencia de Dios, o el cielo.

    No hubo sueño del alma, no hubo tiempo de espera hasta la resurrección. En un instante ocurrió la muerte y en el instante siguiente Lázaro estuvo en el seno de Abraham. Con el rico en cambio, en un instante ocurrió la muerte y en el instante siguiente alzó sus ojos y se halló en el Hades, estando en tormentos.

    Ahora analicemos otro pasaje bíblico donde también se trata el asunto que a Usted le interesa. Se encuentra en 2ª Corintios 5:6-9 donde dice: “Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor (porque por fe andamos, no por vista); pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor. Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables.”

    El creyente puede vivir en uno de dos lugares, o en el cuerpo mientras esté en este mundo, o mientras la muerte no haya sobrevenido, o en el cielo, en la presencia del Señor, tan pronto ocurra la muerte.

    Para el creyente, la muerte es el momento de mudanza. Deja de vivir en el cuerpo y pasa a vivir en el cielo con Dios. En palabras del Apóstol Pablo esto suena así: Si estamos presentes en el cuerpo, estamos ausentes del Señor. Si estamos ausentes del cuerpo, estamos presentes al Señor.

    Por esto estamos convencidos que cuando un creyente muere inmediatamente pasa a la presencia del Señor. Obviamente, esta existencia del creyente en la presencia del Señor, después de la muerte, es sin cuerpo. El cuerpo del creyente muerto habrá quedado en la tumba en algún lugar en la tierra, esperando la resurrección.

    Cuando ocurra la resurrección, los creyentes que están en la presencia del Señor, se revestirán de cuerpos glorificados y con cuerpos glorificados permanecerán en el cielo, ante el Señor por la eternidad.

    Algunas sectas falsas enseñan que después de la muerte, el creyente entra a un estado de inconciencia, llamado el sueño del alma, del cual despertará el momento de la resurrección. Pero la Biblia no apoya esta creencia.

  • Mi esposo prefiere a sus amistades que a mi

    Su esposo prefiere pasar sus ratos libres con sus amigos y no con ella. Nos pregunta qué podría hacer ella para evitar que esto continúe así.

    Todo conflicto tiene siempre dos partes. Por el lado de su esposo, él debe entender que después de Dios, la persona más importante para él es Usted como esposa. Note lo que dice Dios en su palabra a los esposos. Leo en 1 Pedro 3:7 “Vosotros, maridos, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.”

    La responsabilidad de un esposo obediente a Dios es vivir con su esposa sabiamente. ¿Qué significa esto? Pues tiene que ver con dar honor a la esposa y tratarla como a vaso más frágil. Toda esposa lleva una etiqueta invisible para ellas pero muy visible para sus esposos. En esa etiqueta se lee claramente: FRÁGIL, TRÁTESE CON SUMO CUIDADO.

    Muchos esposos no toman en cuenta lo que dice esta etiqueta y maltratan a sus esposas. El maltrato es relegándolas a un plano secundario en relación con sus amigos, con su trabajo, con su deporte favorito, etc.

    No debe ser así, el buen esposo pone a su esposa en un sitio de honor en su vida. Muy mal que su esposo se sienta mejor con sus amigos que con Usted. Quiera el Señor que su esposo reconozca su error, se arrepienta y corrija el rumbo.

    Pero por otro lado está Usted. Déjeme hacerle una pregunta. ¿Está Usted haciendo todo lo que puede para que su esposo se sienta bien con Usted? O es Usted ese tipo de esposa que siempre está desaseada, desarreglada, descuidada en su apariencia personal.

    Perdóneme que le diga si ese es el caso, pero ni el mejor esposo del mundo se sentiría a gusto con una esposa así y preferirá estar la mayor parte posible del tiempo fuera de la casa. O es Usted la esposa gritona, quejosa, iracunda, que explota por la mínima causa.

    Recuerde lo que la Biblia dice en Proverbios 21:19: “Mejor es morar en tierra desierta que con la mujer rencillosa e iracunda”

    Por el contrario, si Usted es una esposa que cuida su apariencia personal, una esposa que crea el ambiente agradable en el hogar, es muy probable que su esposo prefiera pasar tiempo con Usted y no con sus amigos. Puede ser que tanto Usted como su esposo tengan que cambiar ciertas conductas y actitudes.

  • Donde vivir después de casados

    Es una persona que está por casarse. Los padres del novio viven en un edificio de departamento de su propiedad el cual tiene un departamento disponible. Los padres del novio han ofrecido a la futura pareja ese departamento para que vivan allí una vez que se casen. Tiene sus reservas porque teme la intromisión de los futuros suegros viviendo tan cerca de ellos. Nos pide un consejo.

    Como ya quedó establecido, la Biblia demanda que los casados dejen padre y madre. Esto significa un cambio de relación con ellos. Tanto Usted como su futuro esposo deberían tener esto muy en claro. Parte del dejar, tiene que ver con no permitir que padres y suegros intervengan en los asuntos propios de la flamante pareja.

    Los padres y suegros normalmente son los más interesados en no inmiscuirse en los asuntos de sus hijos. La mayoría de las veces cuando ocurre intromisión de padres o suegros es porque los mismos hijos han propiciado esa intromisión.

    La intromisión se origina cuando el hijo va a sus padres con quejas contra su esposa. O cuando la hija va a sus padres con quejas contra su esposo. Es inevitable que los padres tomen partido por el hijito o por la hijita y los consideren víctimas del cónyuge.

    Esto es caldo de cultivo para que los padres se las ingenien para inmiscuirse en los asuntos de los matrimonios de los hijos. El resultado puede ser fatal. Cuán necesario es poner prudente distancia entre padres o suegros y entre la pareja.

    Esta distancia no debe ser necesariamente física sino más bien emocional, social, económica, etc.

    Pero vayamos a su caso en particular. Usted todavía no se ha casado. La posibilidad de vivir en un departamento y tener de vecinos a sus suegros tiene sus ventajas y sus desventajas.

    Las ventajas pueden ser el no pagar alquiler, o a lo mejor pagar un alquiler mínimo. Otra ventaja es tener cerca de alguien en caso de alguna emergencia.

    Las desventajas van en la línea de lo que ya hemos señalado, es decir en el peligro de una indeseable intromisión de sus futuros suegros en su hogar. Otra desventaja es que teniendo a sus padres tan cerca, su esposo manifieste una tendencia a pasar más tiempo en la casa de ellos que en su propia casa.

    De Ustedes dos dependerá poner en una balanza las ventajas y desventajas y decidir por lo que sea mejor.

    Por regla general es recomendable que la pareja establezca su hogar un tanto lejos del hogar de los padres de ella y del hogar de los padres de él, al menos hasta que pase ese periodo de los necesarios ajustes de pareja que suelen causar alguna fricción. Cuando la pareja esté bien establecida, estará en una mejor posición para resistir a la tentación de involucrar a los padres en la solución de los conflictos matrimoniales.

  • Conflicto por visitar a los padres o suegros

    Sucede que últimamente está teniendo mucho conflicto con su esposa por cuanto no pueden ponerse de acuerdo entre los dos acerca de la frecuencia de visita a los respectivos padres. El esposo quisiera visitar a sus padres todos los fines de semana, pero su esposa quisiera también visitar a los padres de ella todos los fines de semana. La falta de acuerdo entre los dos está causando fricción en la pareja. Nos pide un consejo.

    Tomemos como punto de partida para el consejo, lo que la Biblia dice a las parejas casadas. Se encuentra en Génesis 2:24 donde dice: “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.”

    En esta instrucción de Dios a las parejas casadas notamos tres pasos importantes.

    Primero, debe haber un dejar padre y madre.

    Segundo, debe haber un unirse en matrimonio. La voluntad de Dios no es que las parejas vivan en unión libre o que vivan como esposos sin haberse casado.

    Tercero, debe haber el ser una sola carne. Esto se consuma en la relación íntima de la pareja.

    Pero enfoquemos nuestra atención sobre el primer punto. Debe haber un dejar padre y madre. El verbo dejar en este caso significa cortar, separar, poner a un lado. La situación es esta. Cuando los cónyuges eran solteros, estaban unidos por fuertes lazos a sus respectivos padres o a sus respectivas familias. Estos lazos no son solamente afectivos.

    A veces la persona soltera depende económicamente de sus padres.

    A veces la persona soltera sostiene económicamente de sus padres.

    A veces la persona soltera vive bajo el mismo techo que sus padres. El vínculo puede llegar a ser muy fuerte. Mientras más fuerte, más difícil de romper.

    Pero junto con el matrimonio, la Biblia demanda un cambio radical en la relación de los cónyuges con sus padres. La Biblia dice: Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre. El dejar no tiene nada que ver con dejar de respetar a los padres o dejar de honrar a los padres o dejar de amar a los padres.

    El dejar tiene que ver con un cambio de relación con los padres. Habla de una independencia, de un nuevo trato con ellos. A partir del momento que se casa, la pareja tiene como prioridad a la relación entre ellos y pasa a una prioridad secundaria la relación con los padres.

    Si la persona soltera vivía con los padres, una vez que se case deberá dejar de vivir con los padres. Si la persona soltera dependía económicamente de los padres, una vez que se casa debería dejar de depender económicamente de los padres. Si la persona soltera sostenía económicamente a los padres, una vez que se casa debería dejar de sostener económicamente a los padres. Esto último no significa que esté mal ayudar económicamente a los padres. Se lo puede hacer respetando las prioridades.

    Primero es la pareja después son los padres. Este principio debe ser aplicado a su caso. Una vez que Usted se casó, su relación con sus padres pasó a un plano secundario. Más importante para Usted es la relación con su esposa. Lo mismo es para su esposa. Una vez que ella se casó, la relación de ella con los padres de ella, pasó a un plano secundario. Lo más importante para ella es la relación con su esposo.

    Armados de este pensamiento, Ustedes dos deberían diseñar algún plan de visitas que permitiendo suficiente tiempo para Ustedes dos, brinde también la oportunidad para la comunión con los respectivos padres.

    No está bien que Usted quiera pasar solo en la casa de sus padres. Tampoco está bien que su esposa quiera pasar todo el tiempo en la casa de los padres de ella.

    No lo digo como una regla inflexible, pero a lo mejor podrían pasar dos fines de semana entre Ustedes dos solos, el siguiente fin de semana podrían visitar a los padres de su esposa y el siguiente fin de semana podrían visitar a sus padres. Y repetir así el ciclo. Puede ser algo que funcione. Ustedes tienen la última palabra. Pero no permitan que algo tan pequeño como esto, les prive del gozo de vivir en paz y armonía.

  • La mujer no debe enseñar en la congregación

    En relación con el pasaje bíblico que se encuentra en 1ª Corintios 14: 34-35, ¿Es solo para los creyentes de esa época y de ese lugar, o para todos los creyentes en general en cualquier época? Explíqueme también el versículo 38 del mismo capítulo.

    Leamos el pasaje bíblico que se encuentra en 1ª Corintios 14:34-40, dentro de lo cual está el versículo 38 que es de interés para Usted. Dice así: “Vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice. Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación. ¿Acaso ha salido de vosotros la palabra de Dios, o sólo a vosotros ha llegado? Si alguno se cree profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor. Más el que ignora, ignore. Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar en lenguas; pero hágase todo decentemente y con orden.”

    Este pasaje bíblico, establece una clara limitación a la participación pública de la mujer en el contexto de una iglesia local. Debido a que este pasaje bíblico en particular está dentro de la enseñanza de Pablo acerca del uso del don de lenguas, es lógico pensar que Pablo está prohibiendo que la mujer hable en lenguas en la iglesia local.

    Pablo instruye en el sentido que si una mujer quiere aprender algo, debe preguntar en casa a su marido porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación. Pablo estaba seguro que una enseñanza así iba a levantar gran polvareda en la iglesia de Corinto, por eso dice que si alguno se considera un genuino profeta o si alguno se considera espiritual reconocerá inmediatamente que esta enseñanza de Pablo proviene en realidad del Señor Jesucristo.

    Los que no reconozcan la autoridad del Señor en la enseñanza dada por Pablo, no son dignos que se les reconozca como genuinos profetas o como personas genuinamente espirituales.

    Esto es lo que significa el versículo 38 cuando dice: Más el que ignora, ignore. Una mejor traducción sería: Mas el que ignora, sea ignorado. O como traduce la versión Dios Habla Hoy: “Y si no lo reconoce, el Señor tampoco lo reconoce a él”

    Muy bien. La pregunta del millón es la siguiente: Esta enseñanza se aplica solo a iglesia de Corinto y solo para la época cuando les escribió el Apóstol Pablo, o se aplica a todas las iglesias y en cualquier época.

    Sobre esto, no existe unidad de criterio ni entre los intérpretes bíblicos ni entre las iglesias.

    En cuanto a mí, y reconociendo que no todos estarán de acuerdo conmigo, estoy convencido que es un principio general válido para todas las iglesias y para todas las épocas de la iglesia. He llegado a esta conclusión tanto por lo que dice el pasaje bíblico que ya ha sido leído anteriormente como el pasaje bíblico que se encuentra en 1ª Timoteo 2:11-12 donde dice: “La mujer aprenda en silencio con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio”

    Las mujeres no han sido llamadas a ocupar el oficio de maestro en la iglesia local. La función de las mujeres en la iglesia local, debe limitarse a lo que dice este texto, es decir, a aprender en silencio.

    Las mujeres pueden tener el don de enseñanza, pero deben usar ese don ajustándose a las limitaciones que impone el Nuevo Testamento. Es decir podrán enseñar a otras mujeres, podrán enseñar a los niños, podrán enseñar uno a uno, pero cuando la iglesia está reunida, la mujer debe refrenar el uso de su don de enseñanza. Este es el motivo por el cual las mujeres no deben ocupar el púlpito ni para predicar ni para enseñar, ni para liderar en la iglesia local.

    Reconozco que esta posición se va haciendo más impopular cada día, especialmente ante el avance impetuoso del movimiento de igualdad de los sexos y de la liberación femenina. Pero a pesar de ello, es necesario mantenerse en lo que la Biblia enseña. Después de todo, no siempre la interpretación gramático, histórico y literal de la Biblia ha sido aclamada por las masas.