Autor: cris

  • Explíqueme qué es la predestinación

    ¿Hay gente predestinada al infierno?

    La predestinación es el acto soberano de Dios por el cual decidió en la eternidad pasada que todos los escogidos por él sean adoptados hijos de él por medio de Jesucristo.

    Efesios 1:3-5 dice: «Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad,»

    La predestinación es una doctrina para los creyentes no para los incrédulos. El texto leído dice que los escogidos por Dios fueron predestinados. Predestinar significa decidir de antemano.

    Dios decidió de antemano, en la eternidad pasada, que los escogidos por él van a ser adoptados como hijos adultos en su familia. Debe quedar claro por tanto que los incrédulos no son predestinados. Dios no predestina a ninguna persona al infierno. Si alguien termina en el infierno, no es porque Dios le haya predestinado sino porque el incrédulo jamás ha aceptado el perdón que Dios le ofrece en Cristo.

  • Estoy separada del señor y desconsolada

    Mi mamá me crió en los caminos del Señor desde que nací, pero ahora me encuentro alejada del Señor y con muchos problemas emocionales, sobre todo a raíz que mi enamorado se fue a estudiar en otro país. Por ahora estoy pidiendo a Dios que me de fuerzas. Necesito su consejo.

    En primer lugar me gustaría preguntarle de frente si Ud. es o no creyente. Probablemente Ud. me dirá: Bueno, mi mamá me crió en los caminos del Señor desde que nací. Pues eso está bien y felicito a su mamá por ello, pero mi pregunta no es si Ud. fue o no criada en los caminos del Señor, sino si Ud. es o no creyente.

    Le pregunto esto porque conozco cantidad de casos en los cuales personas han nacido en hogares de padres creyentes y han sido criados en el temor de Dios, pero que no son creyentes porque jamás han recibido a Cristo como Salvador.

    Ese fue justamente mi caso hasta que tuve catorce años. Una persona no es creyente porque sus padres son creyentes o porque es criado en los caminos del Señor. La Biblia dice en Juan 3:36, que el que cree en el Hijo tiene vida eterna, y Juan 1:12 dice: «mas a todos los que le recibieron a los que creen en su nombre les dio potestad de ser hechos hijos de Dios»

    Es decir que para ser creyente no es cuestión de nacer en un hogar cristiano o ser criado en los caminos del Señor. Es cuestión de recibir por la fe a Jesucristo como Salvador personal. ¿Lo ha recibido Ud.? Si lo ha hecho, Amén, entonces Ud. es creyente por lo que dice la palabra de Dios, pero si no lo ha hecho, Ud. no es creyente aunque haya nacido en un hogar cristiano y aunque su mamá le haya criado en los caminos del Señor.

    Muy bien, yo voy a asumir que Ud. es creyente. Lo que ha pasado entonces es que Ud. se ha alejado del Señor. Lamentablemente esto es común a muchos creyentes. Un creyente alejado del Señor es como un carbón que se ha alejado de la brasa. Al alejarse de la brasa muy pronto se enfría. Me imagino que su deseo es entonces volver a la brasa para experimentar el calor de la comunión con Dios y con otros hermanos.

    Para volver al Señor, es necesario que Ud. se arrepienta. Arrepentirme ¿de qué? me preguntará. Bueno, tiene que haber algo en su vida que le hizo alejar de la comunión con el Señor. Yo no sé que puede ser en su caso, pero he visto vidas de creyentes que se alejan del Señor porque toleraron algún pecado en su vida, o porque dejaron de congregarse con otros hermanos en la iglesia, o porque abandonaron el buen hábito de tener su tiempo devocional diario, o porque dejaron de orar, o porque se fijaron en el hombre y no en Dios y cuando el hombre cayó, ellos se alejaron del Señor, etc., etc.

    Tiene que haber una razón para su alejamiento del Señor. Nadie se aleja del Señor sin motivo alguno. Ud. me habla de que ha estado enamorada de alguien y esa persona se ha ido a otro país y eso le ha arrojado a un profundo pozo de depresión emocional.

    Permítame preguntarle algo: ¿Es su enamorado creyente? Si lo es, gracias a Dios, pero si no lo es, Ud. ha estado en pecado amiga oyente, porque la Biblia declara que la voluntad de Dios es que los creyentes se enamoren y se casen con otros creyentes no con incrédulos.

    Si Ud. siendo creyente pasó por alto este mandato de la palabra del Señor, a lo mejor eso ha sido lo que le ha alejado del Señor. Es decir amiga oyente, identifique la causa o las causas que le hicieron alejar del Señor. Una vez hecho eso, arrepiéntase y apártese de cualquier cosa que le hizo alejar del Señor.

    Todo esto me hace pensar mucho en la parábola del hijo pródigo. ¿Recuerda la historia? El hijo disfrutaba de la comunión con su padre en la casa paterna. No le faltaba nada ni materialmente ni emocionalmente, ni espiritualmente. Pero así es el ser humano. A pesar de estar de lo mejor en la casa del padre, quiere experimentar un poco con la deslumbrante basura de las cosas fuera de la casa paterna. Por eso el hijo pródigo dijo a su papá: Dame la parte de los bienes que me corresponde. Cuando recibió esos bienes, se alejó de su padre y se fue lejos a una provincia apartada. Ud. también ha hecho algo parecido amiga oyente. Dios le ha colmado de bienes espirituales, y Ud., en lugar de permanecer en la comunión con el padre, se ha ido lejos a la provincia apartada. Una vez en la provincia apartada, el hijo pródigo desperdició todos sus vienes viviendo perdidamente. Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle.

    Algo parecido ha pasado con Ud. amiga oyente. Claro, Ud. pensaba que lejos del Señor todo iba a ir bien, pero he aquí, ahora Ud. se encuentra despojada de sus bienes espirituales y emocionales, por eso está desanimada, sufrida, angustiada y todo lo demás. En desesperación el hijo pródigo fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella provincia apartada el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos. En esas condiciones deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba. Vivía en hambre permanente.

    Algo similar ha pasado con Ud. A lo mejor se ha aferrado a algunas cosas de este mundo, no necesariamente malas, pensando que a lo mejor en esas cosas encontraría la paz y el gozo que tanto necesita, pero nada ha traído paz y gozo a su vida. Ud. está en permanente hambre espiritual. Pero ¿sabe lo que hizo el hijo pródigo? Dice la Biblia que volviendo en sí, dijo: Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre. Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de se llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.

    Esto es arrepentimiento amiga oyente. Ud. también necesita arrepentirse. Pero note que el arrepentimiento debe estar seguido de la acción. Luego que se arrepintió el hijo pródigo regresó a la casa de su padre. Ud. también necesita regresar a la casa de su padre. Confiese a Dios su pecado y apártese de su pecado. El padre del hijo pródigo lo recibió con los brazos abiertos y hasta hizo fiesta por el retorno de su hijo. Lo mismo hará Dios con Ud. No tema ir a Dios, no importa cuán lejos esté de él. Esto será el comienzo de su restauración y en algún momento será cosa del pasado ese vacío que por ahora existe en su corazón.

  • El templo que construyo Salomón como era

    Quiero saber por qué la Biblia no registra el templo que construyó Salomón y lo único que aparece es una pequeña figura. Quiero saber cómo era dicho templo, sus formas y cada uno de sus detalles.

    La Biblia , registra en forma muy detallada las medidas, formas y materiales del templo de Salomón. Ud. puede encontrar esta información en el capítulo 6 del libro 1ª de Reyes.

    Allí Ud. notará que la construcción del templo se inició en el año cuatrocientos ochenta después que los hijos de Israel salieron de Egipto, lo cual equivale al año 967 antes de Cristo, en nuestra forma de contar los años. La obra se terminó de construir en siete años.

    En la mayoría de las Biblias de estudio, los editores han incluido un gráfico que ayuda a tener una idea de como debió haber lucido este templo. En otras Biblias de estudio más completas, los editores han incluido un gráfico más grande y más detallado, a colores, con planos y medidas. Me gustaría recomendarle que visite alguna biblioteca cristiana en la cual de seguro encontrará toda la información que desee sobre este asunto. Inclusive, algunas bibliotecas tienen maquetas a escala del templo de Salomón.

    Si tiene mayor curiosidad, recurra a ministerios cristianos que trabajan en la evangelización de judíos. Estos ministerios suelen tener abundante información acerca de cómo lucía el templo de Salomón. Desafortunadamente, del templo de Salomón sólo quedan unas pocas ruinas, porque este templo fue destruido totalmente en el año 586 antes de Cristo.

  • En que época vivieron los dinosaurios

    Quiero saber qué opinan de la edad de los fósiles de dinosaurios, unos 60 millones de años aproximadamente. ¿En qué época de la Biblia se debe ubicar a los dinosaurios?

    Lo primero que me gustaría señalar es que los dinosaurios y todos los vertebrados cuyos fósiles se encuentran de tanto en tanto en diferentes partes del mundo, existieron en una época pasada de la historia de este mundo.

    Dice la Biblia que Dios creó todo ser viviente sobre la tierra, entre ellos estaban ciertamente los dinosaurios y demás vertebrados. ¿Por qué se extinguieron, y ahora solo encontramos fósiles?

    Pues porque perecieron en el diluvio que relata la Biblia. Recuerde que el diluvio fue universal y su efecto fue tan devastador que muchos vertebrados que poblaban en la superficie de la tierra quedaron sepultados muy por debajo de las capas terrestres o estratos superficiales.

    Esto justamente ha llevado a la confusión a los científicos a la hora de establecer la antigüedad de los fósiles. El asunto funciona así, la edad de determinado fósil está dada por la edad del estrato en que se encuentra. Lo curioso es que la edad de los estratos está determinada por la edad de los fósiles que se encuentran en él. Es decir que se trata de un círculo vicioso.

    La Biblia no da información precisa para saber con exactitud cuando fue creado el mundo y por ende cuando fueron creados los dinosaurios y el resto de seres vivientes. La antigüedad que atribuyen los científicos a los fósiles hallados, se basa en un concepto uniformista de la historia de la tierra.

    Este concepto uniformista no admite la intervención de eventos catastróficos en la tierra, como el diluvio universal y por eso se piensa que los fósiles deben tener decenas de millones de años. Un buen número de científicos cristianos, admiten que la tierra y el sistema solar en general es relativamente joven, en relación a la edad que le atribuyen los científicos no cristianos.

  • Problemas económicos por la falta de trabajo

    Estoy de novia con un hermano en Cristo, quien está atravesando por serios problemas económicos por la falta de trabajo. Esta situación ha conducido a mi novio a la desesperación y nos hemos visto obligados a postergar nuestra boda. Todo esto nos ha conducido a lastimarnos verbal y físicamente. Aconséjenos por favor.

    Gracias amiga oyente por su consulta. Espero que Ud. encuentre el consuelo necesario en Dios quien es el Padre de toda consolación quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones. Lamento mucho la situación de su novio. La falta de trabajo es un mal social que se va acrecentando con caracteres alarmantes en América Latina.

    Me gustaría recomendar a su novio, que no se quede estático, mientras le sale un buen trabajo. Es necesario que hasta tanto, su novio se ocupe en lo que venga a la mano para hacer. La fidelidad en lo poco será premiada por el Señor dándole un trabajo estable y mejor remunerado.

    Que no sea como un amigo mío que se quedaba en su casa mirando la televisión y bebiendo cerveza mientras su esposa salía a trabajar y decía que va a vivir así hasta que le salga un trabajo de gerente de alguna empresa.

    Pero lo que más me preocupa es la conducta, de su novio o suya o de ambos. Me refiero al hecho de que siendo novios, han llegado a herirse verbal y físicamente. Si así se tratan mutuamente siendo novios, ni siquiera me quiero imaginar como se tratarán siendo esposos. De cierto modo, es mejor que se haya pospuesto la boda, aunque no ha sido por voluntad de Ustedes dos, sino por las circunstancias que están viviendo.

    Ante esto, me gustaría recomendar a ambos que se sienten y hablen abiertamente de este problema. Por su lado, Ud. necesita reconocer que su principal función en el futuro matrimonio será someterse y respetar a su esposo.

    Es necesario por tanto que desde ahora, que es novia, Ud. comience a aprender a someterse y respetar a su novio. La sumisión y respeto no tiene nada que ver con la agresión verbal y física en la que Ud. ha caído.

    Por el lado de su novio, él tiene que reconocer que su principal función en el futuro matrimonio debe ser amar y respetar a su esposa.

    Mire por ejemplo lo que dice 1ª Pedro 3:7 «Vosotros maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.»

    Allí lo tiene amiga oyente. Su esposo, debe tratarla sabiamente. Parte de esa sabiduría es tratarla como a vaso más frágil. La esposa no es alfombra para pisotearla. La esposa no es pelota para patearla, la esposa no es boxeador para arremeter contra ella a puñetes, la esposa no es árbitro de fútbol para insultarla, la esposa no es animal para denigrarla.

    Claro que su novio podría decir, pero todavía no me he casado, cuando me case comenzaré a tratarle como a vaso frágil. Pero esto es mentira amiga oyente. Si su novio se atrevió a levantar la mano contra Ud. ahora que son novios, no le quepa la menor duda que cuando se case no solo le levantará la mano sino también los pies, si no dan los pasos para evitarlo por supuesto.

    Todas estas cosas se deben aprender en el noviazgo, amiga oyente. Cuando llega el matrimonio ya es tarde para aprenderlo. De modo que yo le recomendaría que Ud. pida perdón a su novio por cualquier cosa ofensiva que dijo o hizo y su novio también debe pedir perdón a Ud. por las cosas malas que hizo o dijo.

    Esto no debe ser visto simplemente como una reconciliación entre enamorados, debe ser un compromiso solemne delante de Dios por el cual, además de perdonarse mutuamente, deben prometerse mutuamente que nunca más, con la ayuda de Dios, van a agredirse mutuamente. Esto es posible hacerlo bajo el poder del Espíritu Santo. Mientras no se dé esto, amiga oyente, será muy riesgoso proceder a casarse. Es preferible terminar el noviazgo que casarse con la frágil esperanza que todo va a salir bien cuando se casen.

    Recuerde que es mejor lágrimas de un noviazgo fracasado que lágrimas de un matrimonio fracasado. En el noviazgo no hay problema con dar marcha atrás, pero en el matrimonio no se puede dar marcha atrás. Cuidado amiga oyente con ignorar evidencias importantes durante el noviazgo.

  • ¿Existe resurrección para los que mueren antes de nacer?

    Son varias las consideraciones que se necesita hacer.

    Primero, la existencia a la vida no comienza cuando una criatura nace del vientre de su madre. La existencia a la vida comienza cuando un espermatozoide fecunda a un óvulo. A partir de ese instante existe vida, la única diferencia es que esta vida ocurre en estado embrionario en el vientre de la madre.

    Estoy muy de acuerdo con Ud. cuando Ud. califica como ser humano al embrión que se desarrolla en la matriz de una mujer. Este embrión puede dejar de existir por razones naturales o por la práctica del aborto. En todo caso se trata de muerte de un ser humano.

    El aborto provocado intencionalmente es entonces lo mismo que un asesinato, con el agravante que la víctima inocente es el propio fruto de la entrañas. Que la existencia a la vida comienza en el estado embrionario queda claro en pasajes como Salmo 139:16 que dice: «Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquella cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas»

    El salmista está describiendo el proceso de formación del cuerpo de un ser humano en la matriz de una mujer. Lo que por ahora es un frágil embrión en el tibio seno materno, sin embargo tiene vida. Por eso el salmista dice: Mi embrión vieron tus ojos.

    Muy bien, en segundo lugar debemos considerar que la resurrección es una promesa para todo ser humano. Juan 5:28-29 dice: «No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación»

    Note que la promesa de resurrección es universal al ser humano. Todo ser humano que haya muerto algún día va a resucitar. Los seres humanos que han recibido a Cristo como Salvador, saldrán a resurrección de vida y los seres humanos que han dado las espaldas a la oferta de Dios de salvación en Cristo saldrán a resurrección de condenación.

    Aplicado al caso de los seres humanos que mueren antes de nacer, podemos con toda confianza decir que les espera una resurrección. La gran pregunta es: ¿Será a resurrección de vida o a resurrección de condenación? Esto nos conduce a nuestra tercera consideración. Se refiere a que el ser humano es pecadores, no importa si todavía no ha nacido o ya ha nacido.

    Salmo 51:5 dice: «He aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre»

    Todo ser humano es pecador desde el momento que es concebido en el vientre materno. No se puede decir que un embrión o un niño recién nacido es inocente. No hay excepciones. Todos somos culpables. Todos nosotros tenemos una naturaleza pecaminosa, aun cuando no hayamos hecho nada de malo conscientemente. Esto significa que todo ser humano necesita de un Salvador. El niño que muere por cualquier causa antes de nacer, al igual que el adulto necesita de un Salvador.

    Aquí es justamente donde entra la gracia, la misericordia y el amor de Dios. La Biblia dice que Jesucristo derramó su sangre para la salvación del mundo.

    Juan 1:29 dice: «El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo»

    El sacrificio de Cristo, como cordero de Dios quien derramó su sangre en la cruz del Calvario, tiene poder para quitar por completo el pecado del mundo. Mientras el ser humano no rechace esta promesa de salvación, el beneficio de la muerte de Cristo está todavía vigente y disponible. De modo que aunque el ser humano antes de nacer no es inocente, sino culpable, sin embargo no ha rechazado la salvación de Dios en Cristo y consecuentemente está cubierto por la preciosa sangre de Cristo.

    Por tanto, los millones de seres humanos que han muerto antes de nacer, algún día resucitarán para vida eterna porque la gracia, la misericordia y el amor de Dios les ha cubierto con la preciosa sangre de Cristo para salvación.

  • Se va a llenar la tierra en el milenio

    Asumo que cuando Ud. pregunta si se va a llenar la tierra en el milenio, Ud. se está refiriendo a si la tierra se va repoblar en el milenio. Para responder a su consulta, vamos a leer Jeremías 30:3 y después 19-20

    Jeremías 30:3 dice: «Porque he aquí que vienen días, dice Jehová, en que haré volver a los cautivos de mi pueblo Israel y Judá, ha dicho Jehová, y los traeré a la tierra que di a sus padres, y la disfrutarán».

    Ahora leo los versículos 19-20 del mismo capítulo. «Y saldrá de ellos acción de gracias, y voz de nación que está en regocijo, y los multiplicaré, y no serán disminuidos; los multiplicaré, y no serán menoscabados. Y serán sus hijos como antes, y su congregación delante de mi será confirmada, y castigaré a todos sus opresores»

    El contexto de este pasaje tiene que ver con el reino milenial. Dice el texto que Jehová hará multiplicar la gente y que no serán disminuidos. De modo que, en el milenio, la tierra va a ser repoblada a partir de los creyentes, tanto judíos como gentiles que entren al milenio. ¿Hasta que punto será repoblada? Pues, no se sabe con certeza. En mil años la tierra se puede llenar fácilmente porque no habrá enfermedad ni pobreza ni ignorancia que son los elementos que atentan contra la el aumento de población.

  • Cómo se va a repoblar la tierra durante el milenio

    El milenio, es un reino terrenal, en el cual por 1000 años estará reinando Jesucristo, juntamente con los santos tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, quienes seremos reyes y sacerdotes.

    Entre los santos del Nuevo Testamento se incluyen también los santos de la Tribulación. Los súbditos de este reino sobre la tierra, al momento del inicio del mismo, serán creyentes tanto judíos como gentiles que recibieron a Cristo como Salvador durante la Tribulación y sobrevivieron hasta el final de la misma.

    Estos creyentes pasaron por el juicio a las naciones gentiles y el juicio a Israel y entraron al reino milenial. Estos creyentes son seres humanos de carne y hueso, como nosotros ahora. Es natural por tanto que se casen y tengan sus hijos, los cuales en su debido tiempo también tendrá sus descendientes y de esta manera se repoblará la tierra.

    Esto queda corroborado en muchos pasajes de la Biblia, como por ejemplo Ezequiel 47:22 que dice: «Y echaréis sobre ella suertes por heredad para vosotros, y para los extranjeros que moran entre vosotros, que entre vosotros han engendrado hijos; y los tendréis como naturales entre los hijos de Israel; echarán suertes con vosotros para tener heredad entre las tribus de Israel»

    El contexto de este versículo tiene que ver con el reino milenial. Todos los súbditos de este reino, tanto judíos como gentiles poseerán su parte en la tierra. Esta será la heredad para ellos y para los hijos que engendren. Por tanto en milenio, la gente se casará y tendrá sus hijos. Como consecuencia de esto, la población de la tierra se elevará. No está por demás decir que los que nazcan en esa era no nacerán exentos de pecado, de manera que la salvación será necesaria.

  • Quiénes van a habitar la tierra en el milenio

    Para beneficio de todos nuestros, permítame comenzar diciendo que el milenio es un reino todavía futuro que durará 1000 años, sobre la tierra y se iniciará a partir de la segunda venida de Cristo.

    De este reino nos habla la Biblia en Apocalipsis 20:4-6 que dice: «Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años. Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección. Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años»

    El pasaje que ha sido leído acontecerá cronológicamente después de la segunda venida de Cristo, y después de lo que se llama el juicio a las naciones gentiles y el juicio a Israel.

    Adicionalmente, al inicio del milenio, Satanás va a ser apresado, atado con una gran cadena y arrojado al abismo mientras dura el milenio. Durante el milenio, Jesucristo resucitado se sentará sobre el trono de David y ejercerá dominio mundial como Rey de Reyes y Señor de Señores. Los santos del Antiguo Testamento, los santos del Nuevo Testamento y los santos de la Tribulación, estarán con cuerpos resucitados y glorificados cogobernando con Jesucristo como reyes y sacerdotes.

    Muy bien, tenemos entonces un reino sobre la tierra que dura mil años, un rey que es Jesucristo y cantidad de reyes y sacerdotes que somos los santos resucitados de todos los tiempos hasta el fin de la Tribulación. Lo que nos falta saber es quienes serán los súbditos del reino. Bueno, para saberlo vayamos a dos textos importantes.

    Primero, Mateo 25:31-34 y luego Mateo 25: 41.

    Mateo 25:31-34 dice: «Cuando el Hijo del Hombre venga es su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha y los cabritos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo».

    Ahora leo Mateo 25:41: «Entonces dirá también a los de la izquierda: apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles»

    Esto es lo que se conoce como el juicio a las naciones gentiles. Según estos textos, una vez venido por segunda vez, Jesucristo convocará a todas las naciones del mundo para juzgarlas. Como resultado del juicio habrá dos grupos. Unos a la derecha de Jesucristo, y otros a la izquierda de Jesucristo.

    Los de la derecha son los salvos. Son seres humanos de carne y hueso que recibieron a Cristo como Salvador durante la Tribulación y por la gracia de Dios permanecieron vivos hasta el final de la Tribulación.

    Los de la izquierda son los incrédulos. Son seres humanos de carne y hueso que rehusaron la invitación de Cristo para ser salvos. ¿Qué pasa ahora con estos dos grupos?

    Observe. Los salvos son introducidos al reino preparado para ellos desde la fundación del mundo. Esto se refiere al milenio. Es decir que al milenio entrarán seres humanos de carne y hueso de entre todas las naciones, que confiaron en Cristo como Salvador durante la Tribulación y permanecieron vivos hasta el final de la misma.

    En cambio, los incrédulos son excluidos del reino milenial y eventualmente tendrán su destino eterno en el fuego eterno preparado pasa el diablo y sus ángeles.

    Ya tenemos entonces el primer grupo de habitantes del reino milenial. Son creyentes de todas las naciones, quienes recibieron a Cristo durante la Tribulación y permanecieron vivos hasta el final de la misma. Cuando decimos: de todas las naciones, exceptuamos a Israel, porque esta nación tiene un trato especial y de aquí sale el segundo grupo de habitantes del reino milenial.

    Ezequiel 20:33-38 dice: «Vivo yo, dice Jehová el Señor, que con mano fuerte y brazo extendido, y enojo derramado, he de reinar sobre vosotros; y os sacaré de entre los pueblos, y os reuniré de las tierras en que estáis esparcidos, con mano fuerte y brazo extendido, y enojo derramado; y os traeré al desierto de los pueblos, y allí litigaré con vosotros cara a cara. Como litigué con vuestros padres en el desierto de la tierra de Egipto, así litigaré con vosotros, dice Jehová el Señor. Os haré pasar bajo la vara, y os haré entrar a los vínculos del pacto; y apartaré de entre vosotros a los rebeldes, y a los que se rebelaron contra mí; de la tierra de sus peregrinaciones los sacaré, mas a la tierra de Israel no entrarán; y sabréis que yo soy Jehová»

    Esto es lo que se conoce como el juicio a Israel. El Señor Jesucristo va a sacar a los israelitas de entre todas las naciones que se han refugiado para escapar de la furia de la Tribulación. Una vez reunidos los va a juzgar. Los que pasen la vara, entrarán al reino milenial. Los que no pasen la vara, quedarán excluidos del reino, lo cual significa que morirán y eventualmente serán arrojados al lago de fuego. Esto de pasar la vara se refiere simplemente a dividir a los israelitas entre creyentes y no creyentes.

    Tenemos ya el segundo grupo de habitantes del milenio. Son seres humanos creyentes de carne y hueso, originarios de Israel, que recibieron a Cristo como su Salvador y Mesías durante la Tribulación y permanecieron vivos hasta el fin de la misma. Con esto se completan los habitantes del milenio.

    Su pregunta fue: ¿Quienes habitarán la tierra en el milenio? La respuesta es: creyentes que recibieron a Cristo durante la Tribulación y permanecieron vivos hasta el final de la misma. Estos creyentes provienen tanto de Israel como de las naciones gentiles. Si uno se ubicara al inicio mismo del milenio, encontraría que todos los habitantes sin excepción son creyentes. Después, estos creyentes se casarán y tendrán sus hijos y recién allí habrá algunos incrédulos. Porque padres creyentes no procrean hijos creyentes.

    Ser o no creyente es cuestión personal entre el individuo y Dios. No es cuestión de herencia. Los hijos de los que entren al milenio tendrán que recibir a Cristo como Salvador si desean llegar a ser ellos también creyentes.

  • Cuantos hijos se debe tener

    ¿Es pecado tener muchos hijos? ¿Cuántos hijos se debe tener? ¿Uno, o dos o más?

    La Biblia, no establece ni número máximo de hijos que puede tener una pareja, ni número mínimo de hijos que debe tener una pareja. Cuando algo así se da en la Biblia, esto significa que los creyentes tenemos plena libertad para escoger lo que se adapte a nuestras particulares circunstancias.

    En el caso del número de hijos, esto significaría que la pareja está en libertad de buscar la dirección de Dios para saber cuántos hijos van a tener. Con esto, no estamos de ninguna manera insinuando que las parejas pueden traer al mundo el mayor número de hijos que puedan. Los hijos en una pareja creyente deben ser el resultado de una cuidadosa planificación bajo la dirección soberana del Espíritu Santo.

    Esto significa que en oración y en unidad de criterio dentro de la pareja se debe determinar los hijos que van a tener y se debe determinar cuándo van a traer al mundo esos hijos. Si no se hace algo así, a lo mejor se está cayendo en el error de traer criaturas al mundo para luego descuidar sus necesidades por falta de recursos económicos para atenderlas. Esto si se consideraría un pecado, porque es falta de responsabilidad por parte de los padres.

    Mire lo que 1ª Timoteo 5:8 dice: «Porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo»

    Los padres tienen la responsabilidad de satisfacer las necesidades materiales de sus hijos, pero si debido a un número elevado de hijos, producto de la falta de planificación familiar, los padres no están satisfaciendo las necesidades materiales de ellos, dice Pablo que estos padres han negado la fe y son peores que un incrédulo. Esto significa que están haciendo algo que es contrario a lo que dice la Palabra de Dios y algo que aún los incrédulos cumplen, porque efectivamente la mayoría de los padres incrédulos se cuidan de no traer demasiados hijos al mundo porque saben que no podrán mantenerlos apropiadamente.

    Es por tanto un pecado el ser irresponsables trayendo el mayor número posible de hijos para después arrojarlos a la miseria. Dicho esto, la Biblia no determina el número de hijos que la pareja debe tener. Eso es cuestión muy personal de cada pareja en particular. Quizá para una pareja lo ideal es tener un solo hijo, pero a lo mejor para otra pareja lo ideal es tener dos hijos, o quizá para otra pareja lo ideal es tener tres hijos y quien puede pensar que sea malo que para una pareja joven, con buenos ingresos económicos, a lo mejor lo ideal es tener cuatro o cinco hijos.

    Todo depende de como Dios guíe y de la situación particular de cada pareja. Hoy en día vivimos en tiempos difíciles. Los medios económicos no siempre son suficientes y sería absurdo hacerse de muchos hijos en estas condiciones. En realidad, antes de traer un hijo o una hija al mundo sería muy recomendable hacer un análisis de la situación presente y un examen de la voluntad de Dios y si las dos cosas apuntan a que es prudente hacerlo, entonces adelante, a buscar familia.

    No tentemos a Dios pensando que podemos tener los hijos que vengan porque Dios nos va a proveer para atender sus necesidades. Dios también nos ha dado discernimiento para entender su voluntad sobre este asunto y no nos pongamos la soga al cuello sin necesidad. He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre, dice el Salmo 127, pero esto no significa que las mamás deben dar a luz cada año después de que se han casado. Es necesario ejercitar prudencia en dependencia del Señor.