Autor: cris

  • Barajas

    ¿Está bien jugar a las cartas (barajas) entre amigos creyentes, como el popular «truco»?.

    Bueno, hasta donde me he informado, el truco es un juego de cartas muy popular en Argentina, en el cual los jugadores pueden apostar dinero o simplemente hacerlo por diversión. La palabra de Dios condena los juegos en los cuales se confía en la fortuna para ganar. Uno de los muchos pecados con que el pueblo de Israel ofendió a Dios fue justamente el confiar en la fortuna. Isaías 65:11-12 dice:

    «pero vosotros los que dejáis a Jehová, que olvidáis mi santo monte, que ponéis mesa para la Fortuna, y suministráis libaciones para el Destino; yo también os destinaré a la espada, y todos os arrodillaréis al degolladero, por cuanto llamé, y no respondisteis; hablé, y no oísteis, sino que hicisteis lo malo delante de mis ojos, y escogisteis lo que me desagrada.»

    El pueblo de Israel dio la espalda a Jehová y se volvió a la Fortuna.

    Fortuna, es la traducción de Gad que era el dios arameo de la suerte. También se volvió al Destino. Destino es la traducción de Meni, el dios arameo del destino.

    Todo aquel que confía en la fortuna o el destino para ganar la lotería o cualquier juego de azar, está dando las espaldas a Dios y esto es algo muy serio.

    Note que en el caso de Israel, eso les trajo la consecuencia de arrodillarse en el degolladero para ser decapitados. Confiar en la Fortuna y el Destino es hacer lo malo delante de los ojos de Jehová y escoger justamente lo que le desagrada. Esto se aplica a todo juego de azar, donde la fortuna y el destino eligen a sus favorecidos.

    Pero Ud. me dirá con mucha razón, ¿Y si no se apuesta dinero y se lo hace solo por diversión? Bueno, al respecto es necesario señalar que si hemos de disfrutar en su plenitud de las bendiciones que están disponibles en Cristo, debemos mantenernos completamente apartados de todo aquello que es dudoso y el juego de cartas por placer lo es.

    Los jugadores profesionales que derrochan su bien o mal habido dinero en los casinos, no se hicieron tales de la noche a la mañana. Todos ellos comenzaron cuando niños o jóvenes jugando al aparentemente inocente juego de las cartas solo por placer. Esto se hizo un vicio y sin que ellos lo noten fueron arrastrados a la pasión de los juegos de azar.

    Además la práctica de jugar a las cartas solo por placer tiene la desventaja de ser una diversión en la cual raramente se usa de moderación. Prácticamente cada jugador con las cartas en su mano, confía en la fortuna para ganar, aunque sea solo la satisfacción de haber derrotado a todos. Adultos que juegan a las cartas pronto se encontrarán invirtiendo precioso tiempo que bien podría ser utilizado de una manera más productiva. Mujeres que juegan a las cartas pronto se encontrarán invirtiendo precioso tiempo que podrían dedicar al cuidado de sus familias y al mejoramiento de su cultura. Jóvenes que juegan a las cartas, pronto se encuentran invirtiendo tanto tiempo que podrían dedicar al estudio y a la preparación que necesitan para ser útiles el día de mañana.

    Ud. y yo conocemos de cantidad de casos de hombres y mujeres, que han descuidado su hogar y sus hijos por las cartas, de hombres que han descuidado sus negocios y de jóvenes que han hecho lo mismo con el estudio. El juego de cartas es absorbente, esclavizante. No es simplemente un juego fascinante, es un juego intoxicante y por lo tanto, peligroso.

    Además de esto, si el juego de cartas no perjudica al que lo juega, es muy posible que perjudique a los demás. Los jóvenes que ven a un creyente jugando a las cartas serán estimulados a jugar también y para ellos será muy difícil hacerlo con moderación. En este caso se aplica a la perfección el consejo del apóstol pablo en 1 Corintios 10:23-24 que dice:

    «Todo me es lícito, pero no todo conviene, todo me es lícito, pero no todo edifica. Ninguno busque su propio bien, sino el del otro.»

    Puede ser que para una persona muy madura en esta área de jugar a las cartas, le sea lícito hacerlo, pero eso no significa que puede hacerlo sin problema, porque puede ser que aunque para él sea lícito esto de jugar a las cartas, sin embargo sea inconveniente para otros y por tanto algo que no edifica. Es por eso que pablo dice: Ninguno busque su propio bien, sino el del otro. Por lo dicho, mi consejo es evitar el juego a las cartas, aun cuando sea solo por placer.

  • Trasvestis

    ¿Qué dice la Biblia sobre la imposibilidad de conversión y por ende de salvación y cambio de personas como homosexuales, afeminados, travestís, etc.?

    Las palabras de Jesús que se encuentran en Lucas 5:31-32 son el preámbulo excelente para responder a su consulta.

    «Respondiendo Jesús, les dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.»

    Como antecedente, Jesús y sus discípulos habían sido criticados por los escribas y fariseos quienes murmuraban, diciendo: ¿por qué coméis y bebéis con publícanos y pecadores? Jesús respondió estas críticas con una parábola. Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos.

    Luego Jesús aplicó la parábola diciendo: Yo, no he venido a llamar al arrepentimiento a los justos o a los que se creen justos, como era el caso de esos escribas y fariseos, sino a los pecadores, donde estaban los publícanos, las rameras, los homosexuales, los afeminados, etc. Esta era la razón por la cual Jesús y sus discípulos frecuentaban los círculos despreciados por los que se creían justos a sus propios ojos. De aquí podemos sacar que existe esperanza para todo pecador, no importa cual haya sido su pecado. La gracia de Dios es tan basta que cubre todo pecado. Mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia dice Dios en Romanos 5:20. Solo así se podría dar lo que encontramos en 1 Corintios 6:9-11:

    «¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ha habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.»

    Entre los creyentes de Corinto había algunos que en el pasado eran homosexuales. Dice el texto que se echaban con varones. Otros eran afeminados y otros eran todo lo que aparece en la lista leída. Pero esta condición fue el pasado. El presente es totalmente diferente. La Biblia dice que esos homosexuales fueron lavados, santificados y justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.

    La Biblia dice que esos afeminados fueron lavados, santificados y justificados en el nombre del Señor Jesús y por el Espíritu de nuestro Dios. Esto es grandioso. Pecados como el homosexualismo dejan una profunda huella en la conciencia del homosexual. Pero el poder de Dios es tal que puede lavar esa conciencia. El poder de Dios es tal que puede tomar al homosexual del mundo del homosexualismo y ponerlo aparte para Dios. Eso es santificación. El poder de Dios es tal que puede hacer que el homosexual sea declarado justo delante de Dios. Eso es justificación.

    Ciertamente que existe esperanza para el homosexual, para el afeminado para el travestí. Lo único que hace falta para hacer real esta esperanza es reconocer el pecado de homosexualismo o de ser afeminado o de ser travestí. Luego hace falta reconocer que este pecado y también otros pecados, hacen separación entre Dios y el ser humano.

    Después hay que reconocer que Cristo ya pagó en la Cruz del Calvario lo que el homosexual merece, lo que el afeminado merece, lo que el travesti merece.

    Finalmente es necesario recibir a Cristo como Salvador. Entonces Dios hará el milagro de lavar, santificar y justificar. El homosexual o el afeminado o el travesti tendrán un poder que nunca antes tuvo para decir no al homosexualismo. No al ser afeminado. No al ser travestí. Es la promesa de la infalible palabra de Dios.

  • Afeminados

    ¿Qué dice la Biblia sobre la imposibilidad de conversión y por ende de salvación y cambio de personas como homosexuales, afeminados, travestís, etc.?

    Las palabras de Jesús que se encuentran en Lucas 5:31-32 son el preámbulo excelente para responder a su consulta.

    «Respondiendo Jesús, les dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.»

    Como antecedente, Jesús y sus discípulos habían sido criticados por los escribas y fariseos quienes murmuraban, diciendo: ¿por qué coméis y bebéis con publícanos y pecadores? Jesús respondió estas críticas con una parábola. Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos.

    Luego Jesús aplicó la parábola diciendo: Yo, no he venido a llamar al arrepentimiento a los justos o a los que se creen justos, como era el caso de esos escribas y fariseos, sino a los pecadores, donde estaban los publícanos, las rameras, los homosexuales, los afeminados, etc. Esta era la razón por la cual Jesús y sus discípulos frecuentaban los círculos despreciados por los que se creían justos a sus propios ojos. De aquí podemos sacar que existe esperanza para todo pecador, no importa cual haya sido su pecado. La gracia de Dios es tan basta que cubre todo pecado. Mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia dice Dios en Romanos 5:20. Solo así se podría dar lo que encontramos en 1 Corintios 6:9-11:

    «¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ha habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.»

    Entre los creyentes de Corinto había algunos que en el pasado eran homosexuales. Dice el texto que se echaban con varones. Otros eran afeminados y otros eran todo lo que aparece en la lista leída. Pero esta condición fue el pasado. El presente es totalmente diferente. La Biblia dice que esos homosexuales fueron lavados, santificados y justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.

    La Biblia dice que esos afeminados fueron lavados, santificados y justificados en el nombre del Señor Jesús y por el Espíritu de nuestro Dios. Esto es grandioso. Pecados como el homosexualismo dejan una profunda huella en la conciencia del homosexual. Pero el poder de Dios es tal que puede lavar esa conciencia. El poder de Dios es tal que puede tomar al homosexual del mundo del homosexualismo y ponerlo aparte para Dios. Eso es santificación. El poder de Dios es tal que puede hacer que el homosexual sea declarado justo delante de Dios. Eso es justificación.

    Ciertamente que existe esperanza para el homosexual, para el afeminado para el travestí. Lo único que hace falta para hacer real esta esperanza es reconocer el pecado de homosexualismo o de ser afeminado o de ser travestí. Luego hace falta reconocer que este pecado y también otros pecados, hacen separación entre Dios y el ser humano.

    Después hay que reconocer que Cristo ya pagó en la Cruz del Calvario lo que el homosexual merece, lo que el afeminado merece, lo que el travesti merece.

    Finalmente es necesario recibir a Cristo como Salvador. Entonces Dios hará el milagro de lavar, santificar y justificar. El homosexual o el afeminado o el travesti tendrán un poder que nunca antes tuvo para decir no al homosexualismo. No al ser afeminado. No al ser travestí. Es la promesa de la infalible palabra de Dios.

  • Homosexuales

    ¿Qué dice la Biblia sobre la imposibilidad de conversión y por ende de salvación y cambio de personas como homosexuales, afeminados, travestís, etc.?

    Las palabras de Jesús que se encuentran en Lucas 5:31-32 son el preámbulo excelente para responder a su consulta.

    «Respondiendo Jesús, les dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.»

    Como antecedente, Jesús y sus discípulos habían sido criticados por los escribas y fariseos quienes murmuraban, diciendo: ¿por qué coméis y bebéis con publícanos y pecadores? Jesús respondió estas críticas con una parábola. Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos.

    Luego Jesús aplicó la parábola diciendo: Yo, no he venido a llamar al arrepentimiento a los justos o a los que se creen justos, como era el caso de esos escribas y fariseos, sino a los pecadores, donde estaban los publícanos, las rameras, los homosexuales, los afeminados, etc. Esta era la razón por la cual Jesús y sus discípulos frecuentaban los círculos despreciados por los que se creían justos a sus propios ojos. De aquí podemos sacar que existe esperanza para todo pecador, no importa cual haya sido su pecado. La gracia de Dios es tan basta que cubre todo pecado. Mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia dice Dios en Romanos 5:20. Solo así se podría dar lo que encontramos en 1 Corintios 6:9-11:

    «¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ha habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.»

    Entre los creyentes de Corinto había algunos que en el pasado eran homosexuales. Dice el texto que se echaban con varones. Otros eran afeminados y otros eran todo lo que aparece en la lista leída. Pero esta condición fue el pasado. El presente es totalmente diferente. La Biblia dice que esos homosexuales fueron lavados, santificados y justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.

    La Biblia dice que esos afeminados fueron lavados, santificados y justificados en el nombre del Señor Jesús y por el Espíritu de nuestro Dios. Esto es grandioso. Pecados como el homosexualismo dejan una profunda huella en la conciencia del homosexual. Pero el poder de Dios es tal que puede lavar esa conciencia. El poder de Dios es tal que puede tomar al homosexual del mundo del homosexualismo y ponerlo aparte para Dios. Eso es santificación. El poder de Dios es tal que puede hacer que el homosexual sea declarado justo delante de Dios. Eso es justificación.

    Ciertamente que existe esperanza para el homosexual, para el afeminado para el travestí. Lo único que hace falta para hacer real esta esperanza es reconocer el pecado de homosexualismo o de ser afeminado o de ser travestí. Luego hace falta reconocer que este pecado y también otros pecados, hacen separación entre Dios y el ser humano.

    Después hay que reconocer que Cristo ya pagó en la Cruz del Calvario lo que el homosexual merece, lo que el afeminado merece, lo que el travesti merece.

    Finalmente es necesario recibir a Cristo como Salvador. Entonces Dios hará el milagro de lavar, santificar y justificar. El homosexual o el afeminado o el travesti tendrán un poder que nunca antes tuvo para decir no al homosexualismo. No al ser afeminado. No al ser travestí. Es la promesa de la infalible palabra de Dios.

  • Nueva era

    Quisiera saber sobre esta corriente llamada Nueva Era. Algo sé sobre esto, pero quisiera conocer algo más. ¿Qué es lo que pretenden y cómo se están metiendo en las iglesias?

    Para responder a esta pregunta, tomemos como referencia el artículo que bajo el título La Nueva Era, aparece en la revista «Sendas de Luz» No. 2-1996. Cerrar los ojos a una realidad tan evidente como el auge del movimiento de la Nueva Era, e ignorar sus métodos de infiltración en la sociedad, pondría a los creyentes en una posición de seres anacrónicos, que predican el Evangelio sin tomar en cuenta el mundo en el que viven. Es necesario por tanto desenmascarar este movimiento que va alcanzando proporciones gigantescas. Es necesario alertar al pueblo de Dios sobre los sutiles métodos de la Nueva Era para aglutinar adherentes, muchas veces sin saberlo, a través de emblemas adhesivos en vehículos, frases o figuras en la vestimenta, dibujos animados en la televisión, música, educación, etc.

    La Nueva Era, es en realidad un movimiento que tiene que ver con una cosmovisión o una filosofía de vida. Tiene caracteres religiosos y por eso es catalogada como una religión igual que todas las que existen en el mundo.

    El movimiento de la Nueva Era pretende establecer un nuevo estado de cosas, a través de la unificación política, económica y religiosa de todos los seres humanos del mundo. Trata de reemplazar la era astrológica del pez, el pez es símbolo del cristianismo, por la era astrológica de Acuario. Es decir, plantea un cambio total de los principios cristianos por otros principios. Esta sustitución de valores está simbolizada por el proceso de metamorfosis o transformación, que partiendo de la crisálida, que representa el estado actual del mundo, se convierte en mariposa, que representa el estado prometido por la Nueva Era, lo cual garantiza paz, seguridad y felicidad para la humanidad entera. Para que esto acontezca, es necesario acabar con los valores y principios cristianos y propiciar el surgimiento de un nuevo estilo de vida, diametralmente opuesto a las enseñanzas del Señor Jesucristo.

    La Nueva Era no tiene una ruta definida, sino que es un sincretismo de doctrinas y pensamientos, que son variantes de una ideología general. Por esta razón es difícil delinear este movimiento, ya que incluye dentro de sus filas una gran diversidad de prácticas e ideas, por ejemplo, brujería medieval, movimientos «holísticos», ufología (o todo lo que se relaciona con lo extra terrestre), prácticas de adivinación, ocultismo, movimientos ecológicos, movimientos místicos y esotéricos, elementos de platón, Confucio, Buda, Zoroastro, medicina alternativa, pensamiento positivo, terapias de relajamiento, meditación trascendental, yoga, pacifismo, dieta de la nueva era, arquitectura de la nueva era, etc.

    El movimiento de la Nueva Era debe poner en estado de alerta a la iglesia de Jesucristo, porque se van sentando las bases para la unificación total, que es requisito indispensable para la manifestación del Anticristo.

    No es posible hablar de alguien como fundador de la Nueva Era. Si se mira al pasado se llegará a la conclusión que quien está detrás de todo lo que la Nueva Era impulsa no es otro sino el mismo Satanás.

    Es en realidad el viejo truco de Satanás con nuevo disfraz. No obstante, la Nueva Era como movimiento global, visible, palpable y definido surgió en el año 1875.

    Fue una rusa llamada Helena Petrovna Blavatsky, fundadora de la Sociedad Teosófica, residente en Nueva York, quien al regresar de un viaje por la India, donde tuvo contacto con religiones y cultos paganos, recibió un mensaje directo de un «maestro cósmico quien le propuso un plan para la implantación de un nuevo orden mundial.»

    Este maestro cósmico no puede ser otro sino un espíritu maligno o un demonio, Dentro de ese plan se establecía que durante los primeros 100 años todo debería permanecer oculto, excepto para algunos iluminados como médium, espiritistas y ocultistas. Posteriormente, la divulgación de la Nueva Era sería masiva con la finalidad de abarcar todos los aspectos de la vida cotidiana.

    La Nueva Era ha tenido adherentes importantes desde sus comienzos, entre ellos podemos citar a Helena Petrovna Blavatsky, quien podría ser la madrina del movimiento de la Nueva Era. Ella fue el canal humano usado por Satanás para el lanzamiento de la Nueva Era. Ella también fue instrumental en el comienzo o desarrollo de prácticas como meditación trascendental, zen, hare krishna, yoga, vegetarianismo, karma, reencarnación, etc.

    Otro prominente personaje de la Nueva Era es Alice Bailey, inglesa de nacimiento. Fue médium y es considerada una de las más importantes de la historia. Fue ella quien acuñó el término Nueva Era y llegó a establecer las bases del movimiento, transformándose en su engranaje principal. Bailey es considerada como la sumo sacerdotisa de la Nueva Era.

    Otro miembro ilustre fue Marilyn Ferguson, socióloga. En 1980 escribió un libro titulado: La Conspiración de Acuario, el cual es considerado por algunos como la Biblia de la Nueva Era. Este éxito literario analiza las transformaciones personales y sociales que se experimentarán en la Nueva Era.

    Y por supuesto, dentro de la Nueva Era está también la famosa actriz Shirley McLaine. Considerada la primera sacerdotisa. Su fama mundial le valió para transformarse en la principal difusora del movimiento. Ha escrito varios libros sobre sus experiencias esotéricas.

    Como hemos dicho, los rasgos de la Nueva Era están en todo el mundo. ¿Cómo identificarlos? pues a través del lenguaje que usan sus adeptos y por algunos símbolos que son propios de la Nueva Era.

    En cuanto al lenguaje, la Nueva Era maneja tres palabras claves que lo identifican. El cosmos, que se refiere a todo lo que está relacionado con lo extraterrestre y los espíritus. Energía, que se refiere a la fuerza espiritual que fluye de la persona a medida que la persona va adquiriendo conciencia de su divinidad. Holismo, que se deriva de la palabra griega Holes que significa «total» En el sentido de algo unificado, entero.

    El movimiento puede adoptar diversos nombres como Nueva Era, Conspiración Acuariana, Era Acuariana, Nuevo Orden Mundial, Nuevo Orden Internacional, Nueva Conciencia.

    Para expresar la unificación de la humanidad usan términos como interdependencia, fraternidad universal, familia global, ciudadano del mundo, holístico, aldea global.

    Para describir la relación de los hombres con los espíritus usan palabras como: Canalización, canal, nivel de conciencia superior. Para nombrar a los espíritus con quienes establecen contactos usan palabras como: Maestros cósmicos, maestros universales, extraterrestres, espíritus cósmicos, espíritus guías.

    Para designar ha su ser superior usan términos como: Lucifer, El Mayor, Absoluto, Gran Mente Universal, La Fuerza.

    Para designar al líder mundial usan palabras como: El Ungido, Instructor del Mundo.

    En cuanto a los símbolos propios de la Nueva Era, tenemos el arco iris, o una especie de puente que simboliza la unión entre los seres terrestres y los extraterrestres en el nuevo mundo. Luego la mariposa, símbolo de la nueva libertad de la Era Acuariana. El Ying-Yang, antiguo símbolo oriental que representa lo negativo y positivo. Simboliza el equilibrio de las energías cósmicas en sus dos polos opuestos. Lazo, representa la interdependencia global como una unificación de todos los sectores. Pirámide, utilizada como captadora de energía cósmica. Unicornio, significa la absoluta libertad en el campo sexual.

    ¿Cómo se infiltra la Nueva Era en la sociedad en general? Usa la música, de alto nivel artístico con acordes creativos y suaves que invitan a relajar la mente. La mayoría de los compositores usan el método de la canalización o trance para componer su música.

    La música tiene la finalidad de transmitir mensajes para facilitar contactos con espíritus y conseguir experiencias paranormales. Usa también el cine y la televisión con películas como La Guerra de las Estrellas, ET, Fantasma. Series de dibujos animados como Alf, Tortugas Ninjas, pokemon, Dragon Ball, etc.

    También se mete en la política propiciando la unificación, la globalización, el fin de la guerra, eliminación de fronteras. Justo lo que hace falta para la manifestación del Anticristo. Echan mano de la educación con universidades holísticas, Congresos para enseñar el holismo, libros, boletines, casas editoras propias que publican sus libros.

    Se valen también de la medicina alternativa. Aquí han logrado muy buenos resultados. Sostienen que el hombre posee un cuerpo energético de donde provienen las enfermedades. El cuerpo energético tiene siete chakras o áreas. Sistema óseo, reproductivo, medular y digestivo, circulatorio, crecimiento, endocrino y nervioso. Según la enfermedad, se efectúa un tratamiento en la zona energética. La enfermedad es producto de la falta de energía en una chakra. Los tratamientos pueden ser, energizar a través de pirámides, acupuntura, flores de Bach, yoga, shiatsu, etc.

    La Nueva Era se ha infiltrado también en la ciencia, la psicología, el comercio, las empresas, en fin, en todas las ares de la vida humana.

    Para combatir la Nueva Era es necesario que hoy más que nunca la iglesia se aferre a la palabra de Dios y al Dios de la palabra.

  • Sueño (no puedo dormir en paz)

    El temor a la muerte no se apartará de Ud. por el solo hecho de que alguien ore a su favor. Para vencer el temor a la muerte, Ud. debe tener una esperanza viva. Si Ud. tiene temor a la muerte seguramente podría ser por dos razones, bien sea porque no sabe a dónde va a ir cuando muera, o bien sea porque sabe que cuando muera va a ir a un lugar de tormento a causa de su pecado. Pero Ud. no tienen por qué vivir en esta incertidumbre o con esta angustia de que en algún momento Ud. morirá y en el mismo instante estará en tormento.

    Mateo 11:28 dice: «Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.»

    Si Ud. se encuentra trabajado, cargado y no puede dormir en paz pensando que la muerte se puede presentar mientras está dormido, es hora que acepte la invitación que Jesús hace en el versículo leído.

    El pasaje bíblico arriba citado es para personas como Ud. Jesucristo le está diciendo: Ven a mí y yo te daré el descanso. En su caso, este descanso implica una certeza de que su vida está en las manos de Dios mientras Ud. esté en este mundo. Y una certeza de que Dios tiene preparado un lugar para Ud. cuando Ud. salga de este mundo. Esta es la esperanza viva. Esto es lo que Ud. necesita como antídoto para su temor a la muerte.

    Los que tenemos esta esperanza viva, no nos preocupamos por el presente mientras estamos en el mundo, porque Dios se encarga de proveer lo que necesitamos. Salmos 37:25 dice: «Joven fui, y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni su descendencia que mendigue pan.»

    Esta es una hermosa promesa, no para toda persona, sino para aquellos que han encontrado el descanso que Cristo ofrece a los que acuden a él. Dios se compromete a no desampararlos y a proveer para todas sus necesidades básicas, de modo que no tengan que andar mendigando. Por esto los creyentes no debemos preocuparnos por qué comeremos o qué beberemos o qué vestiremos. Dios se encarga de estas cosas. Esta es la esencia de la enseñanza de Jesús en Mateo 6:33:

    «Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.»

    Dios se compromete a proveer de lo básico para aquellos que ponen en el primer lugar de sus vidas a Cristo Jesús. Es la seguridad que yo tengo y lo que me permite dormir bien sin la ansiedad por el mañana. Pero la esperanza viva no solo sirve para el presente, mientras estamos en este mundo, sino también para el futuro, cuando salgamos de este mundo.

    Juan 14:1-3 dice: «No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.»

    Cristo Jesús nos ha preparado morada en el cielo para todos aquellos que hemos creído en él y le hemos recibido como nuestro Salvador personal. De modo que no tenemos que preocuparnos cuando venga la muerte. La muerte para el creyente es solamente un siervo dócil que nos conduce a las moradas celestiales en el cielo. Pero para el incrédulo, la muerte es el verdugo que conduce al incrédulo a su castigo eterno. Al mirar de este modo a la muerte, los creyentes hemos perdido todo temor a ella. Mire por ejemplo cual ha sido el testimonio del apóstol pablo sobre la muerte. 1ª Corintios 15: 54-57 dice:

    «Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? Ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley. Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.»

    ¿Notó como la muerte ha perdido todo su poder para los que somos creyentes? Cristo Jesús, con su muerte, nos ha dado victoria sobre la muerte. Por eso es que el mismo apóstol Pablo pudo decir que para él, el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. Esta es la confianza que Ud. debe tener para vencer sus temores sobre la muerte.

    La gran pregunta es ¿Cómo puede Ud. tener la esperanza viva de la cual hemos estado hablando? Lo único que Ud. necesita es reconocer que Ud. es pecador, porque la Biblia así lo dice. Dios dice en su palabra que por cuanto todos pecaron están destituidos de la gloria de Dios. También necesita reconocer que Dios ha establecido un castigo para el pecador por su pecado. Dios dice en su palabra que la paga del pecado es muerte. Luego necesita reconocer que Dios le ama a pesar de que Ud. es pecador y por ese amor, Dios diseñó la forma para que Ud. no tenga que morir eternamente por su pecado.

    Por ello el Hijo de Dios vino a este mundo en forma humana. Como humano, el Hijo de Dios murió en lugar del pecador. Como Dios, su sacrificio basta y sobra para limpiar el pecado de todo aquel que en él cree. Después necesita reconocer que si Ud. desea tener la esperanza viva, la vida eterna, lo único que necesita hacer es recibir el regalo que Dios le ofrece en Cristo. Ud. necesita recibir a Cristo como su Salvador. Cuando lo haga, llegará a ser un hijo de Dios, capaz de disfrutar de las bendiciones de Dios mientras esté en este mundo y capaz de morar junto a Dios en el cielo, una vez que salga de este mundo.

    ¿No le gustaría hoy mismo recibir a Cristo como su Salvador? Si lo hace, comuníquese con nosotros para que podamos enviarle literatura que le ayudará a conocer mucho más a aquel que murió y resucitó por Ud. Esta es la única garantía para que Ud. pueda liberarse del temor a la muerte. No existe otra forma de hacerlo.

    David, el rey de Israel tenía esta esperanza viva y escribió acerca de la muerte lo siguiente en el Salmo 23:4;

    «Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento.»

    La muerte no producía ningún sentimiento de temor en David, porque él sabía que Dios estaba con él. Ud. también, si recibe a Cristo como su Salvador personal, tendrá a Dios de su lado para siempre y como consecuencia, no temerá en absoluto a la muerte.

  • Temor a la muerte

    El temor a la muerte no se apartará de Ud. por el solo hecho de que alguien ore a su favor. Para vencer el temor a la muerte, Ud. debe tener una esperanza viva. Si Ud. tiene temor a la muerte seguramente podría ser por dos razones, bien sea porque no sabe a dónde va a ir cuando muera, o bien sea porque sabe que cuando muera va a ir a un lugar de tormento a causa de su pecado. Pero Ud. no tienen por qué vivir en esta incertidumbre o con esta angustia de que en algún momento Ud. morirá y en el mismo instante estará en tormento.

    Mateo 11:28 dice: «Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.»

    Si Ud. se encuentra trabajado, cargado y no puede dormir en paz pensando que la muerte se puede presentar mientras está dormido, es hora que acepte la invitación que Jesús hace en el versículo leído.

    El pasaje bíblico arriba citado es para personas como Ud. Jesucristo le está diciendo: Ven a mí y yo te daré el descanso. En su caso, este descanso implica una certeza de que su vida está en las manos de Dios mientras Ud. esté en este mundo. Y una certeza de que Dios tiene preparado un lugar para Ud. cuando Ud. salga de este mundo. Esta es la esperanza viva. Esto es lo que Ud. necesita como antídoto para su temor a la muerte.

    Los que tenemos esta esperanza viva, no nos preocupamos por el presente mientras estamos en el mundo, porque Dios se encarga de proveer lo que necesitamos. Salmos 37:25 dice: «Joven fui, y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni su descendencia que mendigue pan.»

    Esta es una hermosa promesa, no para toda persona, sino para aquellos que han encontrado el descanso que Cristo ofrece a los que acuden a él. Dios se compromete a no desampararlos y a proveer para todas sus necesidades básicas, de modo que no tengan que andar mendigando. Por esto los creyentes no debemos preocuparnos por qué comeremos o qué beberemos o qué vestiremos. Dios se encarga de estas cosas. Esta es la esencia de la enseñanza de Jesús en Mateo 6:33:

    «Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.»

    Dios se compromete a proveer de lo básico para aquellos que ponen en el primer lugar de sus vidas a Cristo Jesús. Es la seguridad que yo tengo y lo que me permite dormir bien sin la ansiedad por el mañana. Pero la esperanza viva no solo sirve para el presente, mientras estamos en este mundo, sino también para el futuro, cuando salgamos de este mundo.

    Juan 14:1-3 dice: «No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.»

    Cristo Jesús nos ha preparado morada en el cielo para todos aquellos que hemos creído en él y le hemos recibido como nuestro Salvador personal. De modo que no tenemos que preocuparnos cuando venga la muerte. La muerte para el creyente es solamente un siervo dócil que nos conduce a las moradas celestiales en el cielo. Pero para el incrédulo, la muerte es el verdugo que conduce al incrédulo a su castigo eterno. Al mirar de este modo a la muerte, los creyentes hemos perdido todo temor a ella. Mire por ejemplo cual ha sido el testimonio del apóstol pablo sobre la muerte. 1ª Corintios 15: 54-57 dice:

    «Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? Ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley. Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.»

    ¿Notó como la muerte ha perdido todo su poder para los que somos creyentes? Cristo Jesús, con su muerte, nos ha dado victoria sobre la muerte. Por eso es que el mismo apóstol Pablo pudo decir que para él, el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. Esta es la confianza que Ud. debe tener para vencer sus temores sobre la muerte.

    La gran pregunta es ¿Cómo puede Ud. tener la esperanza viva de la cual hemos estado hablando? Lo único que Ud. necesita es reconocer que Ud. es pecador, porque la Biblia así lo dice. Dios dice en su palabra que por cuanto todos pecaron están destituidos de la gloria de Dios. También necesita reconocer que Dios ha establecido un castigo para el pecador por su pecado. Dios dice en su palabra que la paga del pecado es muerte. Luego necesita reconocer que Dios le ama a pesar de que Ud. es pecador y por ese amor, Dios diseñó la forma para que Ud. no tenga que morir eternamente por su pecado.

    Por ello el Hijo de Dios vino a este mundo en forma humana. Como humano, el Hijo de Dios murió en lugar del pecador. Como Dios, su sacrificio basta y sobra para limpiar el pecado de todo aquel que en él cree. Después necesita reconocer que si Ud. desea tener la esperanza viva, la vida eterna, lo único que necesita hacer es recibir el regalo que Dios le ofrece en Cristo. Ud. necesita recibir a Cristo como su Salvador. Cuando lo haga, llegará a ser un hijo de Dios, capaz de disfrutar de las bendiciones de Dios mientras esté en este mundo y capaz de morar junto a Dios en el cielo, una vez que salga de este mundo.

    ¿No le gustaría hoy mismo recibir a Cristo como su Salvador? Si lo hace, comuníquese con nosotros para que podamos enviarle literatura que le ayudará a conocer mucho más a aquel que murió y resucitó por Ud. Esta es la única garantía para que Ud. pueda liberarse del temor a la muerte. No existe otra forma de hacerlo.

    David, el rey de Israel tenía esta esperanza viva y escribió acerca de la muerte lo siguiente en el Salmo 23:4;

    «Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento.»

    La muerte no producía ningún sentimiento de temor en David, porque él sabía que Dios estaba con él. Ud. también, si recibe a Cristo como su Salvador personal, tendrá a Dios de su lado para siempre y como consecuencia, no temerá en absoluto a la muerte.

  • Noviazgo y la manera de Dios

    ¿Cómo sé que estoy realmente enamorado de alguien y que es la voluntad de Dios?

    Asumiendo que Ud. es creyente por el hecho de haber recibido a Cristo como su Salvador personal voy a proseguir adelante.

    Bajo esta premisa, Ud. podría saber si está enamorado haciéndose las siguientes preguntas:

    Primero: ¿He orado fervientemente al Señor por una enamorada, aún antes de conocer a la chica que ahora me gusta? En el caso del creyente, el enamoramiento comienza no cuando se encuentra con una chica que es muy atractiva físicamente y su corazón late más aprisa cuando se encuentra con ella, sino cuando en la comunión íntima con el Señor en su palabra y la oración ruega a Dios por que Dios traiga a su vida la persona con quien Ud. va a compartir el resto de sus días como esposa.

    Ningún joven creyente debería entrar al enamoramiento sin antes haber cultivado una íntima comunión con el Señor. Me imagino que Ud. conoce a una chica que le gusta mucho. Si Ud. no ha estado en comunión con el Señor con anterioridad, y siente una atracción hacia esa chica, seguramente no es Dios quien esté poniendo esa atracción en Ud. sino sus hormonas, su instinto por tener una compañera. La base del enamoramiento no es el atractivo físico entre la pareja de enamorados, tampoco es el amor entre enamorados. La base del enamoramiento debe ser la voluntad de Dios, quien pone en el corazón de los dos el deseo de unir sus vidas en matrimonio.

    Ya que hemos hablado de matrimonio, permítame una advertencia: Si no piensa casarse con aquella chica, no pierda su tiempo y su santidad enamorándose de esa chica. El enamoramiento no es un pasatiempo. El enamoramiento no es un día sí y el siguiente no. El enamoramiento guiado por el Señor es la antesala del matrimonio.

    Segundo: ¿Es esa chica creyente? La Biblia es clara en manifestar que la voluntad de Dios es que un creyente se enamore y se case exclusivamente con otro creyente del sexo opuesto.

    2ª Corintios 6:14 dice: «No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? «

    Un enamoramiento entre un creyente y un incrédulo es contrario a la voluntad de Dios. Si la chica que a Ud. le gusta no es creyente y Ud. siente una atracción hacia ella, no es Dios quien ha puesto esa atracción en Ud. Esa atracción es fruto de su propio deseo, de su propia pasión. Si Ud. persiste en esa unión desigual, Ud. lo lamentará grandemente tarde o temprano, probablemente más temprano que tarde.

    Cuando alguien está en este caso, la pasión es tan fuerte que anula a la razón. El joven o la joven creyente razona más o menos de la siguiente manera. Bueno, yo soy creyente, él o ella no es. Qué buena oportunidad para guiarle en los caminos del Señor por medio de enamorarme de él o de ella.

    Parece lógico, pero el problema está en que este razonamiento contradice la palabra de Dios cuando dice que los creyentes no deben unirse en yugo desigual con los incrédulos. Un buen fin, que es llevar a un incrédulo a los pies del Señor, no debe llevarse a cabo con un mal medio, como esto de unirse en yugo desigual con un incrédulo. El fin no justifica el medio.

    Tercero: Asumamos que Ud. ha orado al Señor por una enamorada y la chica que le gusta es creyente. Entonces debería hacerse la siguiente pregunta: ¿Están mis padres, los padres de ella y los líderes de la iglesia de acuerdo con esta relación? Quizá Ud. dirá: ¿Qué tienen que ver mis padres en algo que es asunto mío? ¿Qué tienen que ver los líderes de la iglesia en mis cosas personales? Estas preguntas tienen respuesta en la palabra de Dios.

    Colosenses 3:20 dice: «Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor.»

    Los hijos creyentes deben andar en sumisión a sus padres, aún cuando sean mayores de edad. Por tanto, una decisión tan importante como aquella de enamorarse de alguien debe ser en total acuerdo con los padres tanto suyos como de la chica que a Ud. le gusta. No es prudente un enamoramiento a espaldas de los padres o peor todavía, en contra de la voluntad de los padres.

    Hebreos 13:17 dice: «Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no es provechoso.»

    Los pastores o líderes de la iglesia local donde Ud. se congrega han sido puestos por Dios como autoridades sobre la congregación. Su responsabilidad es sujetarse a ellos. Ud. por tanto está en la obligación de buscar el asesoramiento de ellos para saber si debe o no entablar una relación de enamoramiento con alguien. No desprecie a los pastores de su iglesia haciendo casas que ellos no han sido al menos informados.

    Cuarto: Asumamos que tanto sus padres como los líderes de la iglesia están de acuerdo con su probable relación de enamoramiento. La pregunta que debe hacerse sería: ¿Está la chica que me gusta, dispuesta a tener una relación de enamoramiento conmigo? Ud. puede haber estado orando por una enamorada, esta chica puede ser creyente, Ud. puede haber obtenido el apoyo de sus padres y de los líderes de la iglesia local, pero eso no significa que ya es enamorado de ella, porque falta que ella dé su palabra de aceptación.

    Para eso, yo le recomendaría que Ud. de una manera muy madura y respetuosa hable con ella para indicarle que Ud. ha estado orando por ella para que sea su enamorada y que le gustaría saber si ella está de acuerdo con eso. No cometa el error de exigir una respuesta ese mismo instante o al día siguiente o la semana siguiente, etc. Recuerde que Ud. está tratando de hacer las cosas en la voluntad de Dios y si es de Dios, Ud. no tiene por qué apresurar las cosas. Pida a la chica que comience a orar por este asunto, y cuando ella esté segura que Dios ha respondido a su oración sobre este asunto, que le haga conocer.

    La chica entonces tendrá que seguir los mismos pasos que Ud. ha dado, es decir, debe esmerarse por tener una comunión íntima con el Señor, debe orar al Señor sobre este asunto, debe buscar la guía de la palabra de Dios, debe consultar a sus padres y a sus pastores y si todo concuerda debería hablar con Ud. para comenzar la relación de enamoramiento. Recién allí, se podría decir en honor a la verdad que Ud. sabe a ciencia cierta que está enamorado y que eso es la voluntad de Dios.

    Lo que hemos sugerido no concuerda con la costumbre de enamoramiento que prevalece en el mundo. La razón es muy sencilla. El enamoramiento al estilo del mundo se fundamenta en lo físico y deja a un lado lo espiritual. Según el mundo, si a Ud. le gusta una chica, simplemente va, le habla y de frente le dice que ella le gusta y que le encantaría ser enamorado de ella. Si Ud. cae bien a la chica, ella también dirá que Ud. le gusta y eso es todo. Ya son enamorados.

    Pero note que todo gira alrededor de lo físico, de lo que perciben los ojos, de lo material. Dios no tiene nada que ver en este plan. No es extraño que enamoramientos que comienzan así terminen mal y cuando llegan al matrimonio, la posibilidad de éxito es mínima. No juegue a la ruleta rusa. Usted conoce al Señor, deje que el Señor guíe el proceso de enamoramiento. Dios sabe lo que es mejor para Ud. y cuando permitimos que Dios maneje nuestros asuntos tenemos garantizado el éxito tanto en el enamoramiento como en el matrimonio.

  • Astrología

    Si Dios se opone a la astrología o a aquellos que consultan a los astros, ¿por qué Dios utilizó a los magos de oriente para buscar al niño que sería el Salvador del mundo?

    Usted tiene mucha razón al afirmar que Dios está opuesto a la astrología, lo cual tiene que ver con adivinar los sucesos por la situación y aspecto de los planetas. Una de las muchas razones por las cuales Dios castigó con severidad a su pueblo fue justamente porque se entregaron a la astrología.

    Isaías 47:13 dice: «Te has fatigado en tus muchos consejos. Comparezcan ahora y te defiendan los contempladores de los cielos, los que observan las estrellas, los que cuentan los meses, para pronosticar lo que vendrá sobre ti».

    Los astrólogos, supuestamente guiados por los astros, vaticinaron que todo estaba bien con Israel, pero Dios había decidido traer el mal sobre el pueblo a causa de su pecado. Por eso los astrólogos tendrán que comparecer para aclarar sus mentirosas adivinaciones. Como resultado, los astrólogos y los que confían en ellos serán como tamo, serán consumidos por el fuego, no salvarán sus vidas del poder de la llama. Es cosa seria meterse en la astrología. Ahora recuerde que el culpable no es solamente el astrólogo que monta su negocio de adivinación por medio de la astrología, sino el crédulo que recurre a él para que le adivine el futuro.

    Además, la astrología tiene como su principal aliado al aparentemente inocente y tan popular horóscopo. Pero todo horóscopo es parte de la astrología que es algo propio del ocultismo y por tanto condenado por Dios.

    Pero. ¿Existe una conexión entre la astrología y el nacimiento de Cristo? ¿Los magos de oriente que visitaron a Jesús en Belén no eran supuestamente astrólogos?

    Mateo 2:1 dice: «Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos.»

    Note que el texto simplemente hace referencia a unos magos que vinieron de Oriente. No se especifica cuántos eran ni de qué parte de oriente venían. Es decir, que a partir de este texto, es aventurado afirmar que estos magos eran astrólogos que se dedicaban a adivinar el futuro por medio de la observación de los astros. Sabiendo que Dios aborrece la astrología, es dudable que estos magos fueran astrólogos.

    Más adelante, el relato bíblico afirma que los magos, hablando de Jesús, dijeron: su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle. Quizá esta declaración es la que ha llevado a la conclusión que los magos eran astrólogos, pero no tiene que ser necesariamente así. Permítame proponer una explicación que no presenta problemas con la astrología.

    Los magos de quienes habla el relato Bíblico, fueron en realidad hombres sabios que gozaban de mucho respeto en su época. Su conocimiento profundo de las cosas incluía los escritos bíblicos y en especial las profecías. Estos magos por ejemplo sabían cosas como la que tenemos en Números 24:17 que dice así:

    «Lo veré, mas no ahora; Lo miraré, mas no de cerca; Saldrá Estrella de Jacob, Y se levantará cetro de Israel, Y herirá las sienes de Moab, Y destruirá a todos los hijos de Set.»

    Los magos sabían que una estrella saldría de Jacob. Lo único que tenían que hacer, sin despreciar lo hecho, fue observar el cielo para buscar esta estrella y cuando apareció la estrella sabían que había nacido el rey de los descendientes de Jacob. El resto era indagar el lugar donde había nacido el rey de los judíos. Es decir que la astrología no tuvo en absoluto ninguna vinculación con la visita de los magos al recién nacido Jesús.

  • Enamoramiento cuando los padres se oponen

    Una vez un joven me escribió pidiéndome le aconsejara en un difícil momento de su vida. Algunos años atrás había conocido a una hermana en la fe de quien se enamoró. Luego de hablar con ella y de ponerse de acuerdo, entre los dos para ser oficialmente enamorados, decidieron hablar con sus respectivos padres. Los padres de la joven no aprobaron la relación de enamoramiento, aduciendo que su hija debía primero terminar sus estudios universitarios. El joven entonces pensó que la falta de acuerdo de los padres de la joven se debía en realidad a un defecto físico que tiene y al hecho que no tiene un título universitario. Me preguntó si era opuesto a la voluntad de Dios que se casara con ella aun cuando los padres de ella no estaban de acuerdo. Entonces le referí estos prácticos consejos que ahora comparto con ustedes…

    Permítame comenzar señalando que el enamoramiento o noviazgo es algo en lo cual no solo interviene la voluntad de los enamorados o novios. Un enamoramiento que agrada a Dios, debe comenzar con la aprobación de Dios. Es decir que se deben respetar los principios bíblicos para el enamoramiento y se debe orar mucho para buscar la voluntad de Dios en cuanto a ello.

    Luego, es importante y necesario buscar el consejo de los ancianos o pastores de la iglesia. Estas personas han sido puestas por Dios en las iglesias locales para pastorear la grey. Es necesario por tanto pedir el consejo de ellos antes de entablar una relación de enamoramiento.

    Después es necesario pedir el consejo de los padres. Tanto del joven como de la joven. Si la voluntad de Dios parece ser que la relación prosiga y no hay oposición de los ancianos o pastores y tampoco de los padres, entonces recién allí se debe iniciar la relación de enamoramiento propiamente dicha.

    Usted debe saber que si Dios quiere que Usted se case con la joven de quien está enamorado, Dios mismo se encargará de que los ancianos o pastores apoyen la relación y que los padres tanto suyos como los de ella también apoyen la relación.

    En el caso de que los padres de la joven no estén de acuerdo con la relación, me daría la impresión que entonces Usted se ha apresurado al comenzar la relación de enamoramiento sin contar con la aprobación previa de los padres de ella. Esto traerá como consecuencia que la relación entre Ustedes dos no marche normalmente, porque tendrán que verse a escondidas de los padres de ella y lo peor, tendrán la conciencia manchada porque saben que están haciendo algo que no está bien del todo.

    Si los ancianos, pastores o los padres, no están de acuerdo, lo menos que Ustedes deberían hacer es postergar la relación de enamoramiento, hasta que Dios cambie el corazón y la mente de los ancianos de la iglesia o de los padres para apoyar la relación de enamoramiento. Si eso nunca pasa, entonces Ustedes ya tienen la respuesta de Dios sobre esa relación. Significará simplemente que eso no es la voluntad de Dios.

    En el supuesto de que los padres de la joven no aprobaran la relación de enamoramiento con Usted debido a algún defecto físico que Usted tenga o debido a que Usted no tiene un título universitario como ella, entonces le sugiero que con mucho tino y amor fraternal hable sobre eso con ellos. Quizá pueda hacerles notar que el valor de una persona no está dado por los rasgos físicos que posea ni por los títulos que se ostente. Recuerde el dicho: El hábito no hace al monje. El valor de la persona está dado por el carácter de la misma. Si Usted cultiva su carácter en el temor de Dios y es un hombre maduro en la fe y en la virtud cristiana, Usted es un hombre de gran valía. Trate de compartir este pensamiento con los padres de la joven.

    Por último quisiera referirme acerca de si será la voluntad de Dios que Usted se case con ella aún en contra de la voluntad los padres de ella. Yo tengo mis reservas en cuanto a esto. La Biblia enseña a honrar a los padres por medio de la obediencia. Si la joven vive con sus padres, es imprescindible que ella les obedezca en todo, sin importar la edad que tenga. Yo le aconsejaría que siga orando y esperando en Dios. Espere al menos hasta que la joven termine de estudiar para ver si mientras tanto el Señor cambia la mente de los padres de la joven para que apoyen la relación de enamoramiento con Usted. Ore mucho. Puede ser que el Señor tenga diferentes planes para Usted y para ella. Recuerde que los planes del Señor siempre serán los mejores planes. El hombre puede tener buenos planes, pero los mejores planes son siempre los del Señor.