Autor: cris

  • Quiero que mi familia se convierta

    Mi deseo es ver a toda mi familia convertida al Señor Jesucristo. ¿Podría mostrarme o leerme algún versículo apropiado para que yo les pueda mostrar a cada uno de ellos en particular, para que ellos volteen sus ojos al Señor y puedan alcanzar la salvación?

    Nos da mucho gozo saber que Ud. está interesado en la salvación de su familia. Me gustaría recomendarle tres cosas importantes a este respecto.

    Primero, ore a Dios por la salvación de su familia. Aun cuando su familia se muestre apática o inclusive opuesta al mensaje del Evangelio, no se desanime, persista en oración ferviente por la salvación de ellos. La oración eficaz del justo puede mucho dice la palabra de Dios.

    Segundo, aproveche cada oportunidad que se presente para compartir el mensaje del Evangelio tanto en forma verbal como sin palabras. En forma verbal cuando haya ocasión de testificar a favor de Cristo, mostrando que él es el único camino al Padre. En forma no verbal o sin palabras, en toda otra ocasión. Esto tiene que ver con su conducta como creyente. Deje que sus acciones brillen como una lámpara en un lugar obscuro. A veces una acción habla mejor que mil palabras. Procure servir a su familia, recordando aquel axioma que aquel que no vive para servir no sirve para vivir.

    Tercero, aproveche las oportunidades que brinda su iglesia local para invitar a su familia a actividades especiales donde se va a predicar la palabra de Dios. Puede ser que Dios toque el corazón de alguno de sus familiares por medio del mensaje de algún vocero de Dios.

    Pero su consulta tiene que ver con algún pasaje bíblico que Ud. podría usar para testificar a su familia. Bueno, existen tantos pasajes bíblicos pero Ud. básicamente debe pensar en cuatro cosas importantes.

    Primero, debe pensar en hacer que sus familiares reconozcan que son pecadores. Es posible que sus familiares piensen que son buenas personas y que por tanto no necesitan de la salvación. Pero Ud. podría utilizar pasajes como Romanos 3:23 para mostrar que según Dios todos somos pecadores aunque nosotros no pensemos así de nosotros mismos.

    Romanos 3:23 dice: «Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios»

    Las demandas de Dios son demasiado elevadas. Son tan elevadas que no existe ser humano que pueda cumplirlas. Por eso dice la Biblia que todos quedamos cortos del ideal de Dios. Sus familiares son pecadores aunque no hayan cometido todos los pecados de la lista.

    Segundo, debe pensar en hacer que sus familiares reconozcan que por ser pecadores están en peligro de ser condenados al castigo eterno. Es algo muy serio ser pecador. Para mostrar el peligro en el cual está todo pecador podría usar textos como la primera parte de Romanos 6:23 que dice: «Porque la paga del pecado es muerte»

    En este punto es necesario que Ud. explique que cuando este texto habla de muerte, no se está refiriendo solo a la muerte física, sino a algo mucho más serio. Se refiere también a la muerte eterna o dicho en otras palabras a una eterna separación de Dios en un lugar de tormento en fuego. No tenga temor de hablar del castigo en fuego para el pecador que rehusa la salvación en Cristo. Eso es lo que enseña la Biblia. Mire lo que dice Apocalipsis 20:15 que dice: «Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego»

    Tercero, debe pensar en hacer que sus familiares reconozcan que Dios ama al pecador aunque aborrece el pecado y que por ese amor, Dios ha diseñado una forma por la cual el pecador pueda librarse del castigo eterno. Para mostrar esta verdad puede usar ese hermoso versículo que se encuentra en Juan 3:16 que dice: «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.»

    El amor de Dios al pecador es de tal magnitud, que le movió a hacer algo maravilloso, algo imposible de ser entendido por la mente finita. Dios entregó a su Hijo amado, a su Unigénito, para que tome el lugar del pecador y reciba de Dios todo el castigo que el pecador merece. Fue por esto que Jesucristo murió en la cruz del calvario. Note lo que dice Romanos 5:8 que dice: «Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros»

    Cuando en este texto leemos que Cristo murió por nosotros, significa que Cristo murió en lugar de nosotros, en lugar del pecador. En mi lugar y en su lugar. Cristo pagó todo lo que todo pecador debe pagar por su pecado. En cuarto lugar, debe pensar en hacer que sus familiares reconozcan que para recibir el perdón de sus pecados y la vida eterna, lo único que necesitan hacer es recibir por fe el regalo de Dios. Para mostrar esta verdad, puede usar textos como Juan 1:12 que dice: «Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios»

    La obra de Dios para perdonar y salvar al pecador está terminada. Pero no solo que está terminada, sino que está disponible para todo pecador que quiera aprovechar de sus beneficios. Lo único que tiene que hacer el pecador es recibir esa obra de Dios. Recibir significa un acto de fe por el cual el pecador acepta que Jesucristo ha muerto en el lugar que a ese pecador le correspondía y que por tanto ese pecador ya no tiene que pagar por sus pecados por cuanto Cristo ya pagó por ellos.

    El pecador entonces tiene que hablar con Dios y decirle algo como esto: Dios, soy pecador, estoy separado de ti, estoy en camino a la condenación eterna, pero sé que tú me amas y que diste a tu Hijo para que muera por mi en la cruz. En este momento yo recibo a Cristo como mi Salvador. Gracias por darme la vida eterna.

    Cuando un pecador habla a Dios en estos términos, totalmente convencido de lo que está diciendo, entonces ese pecador queda perdonado de sus pecados y llega a ser hijo de Dios y dueño de la vida eterna. Llegar a este punto no es cosa fácil para el pecador. Es un proceso que toma tiempo y esfuerzo para vencer los obstáculos en el camino. Es algo en lo cual debe intervenir el intelecto, por medio de conocer intelectualmente los hechos que hemos señalado.

    Luego debe intervenir las emociones por medio de una tristeza por haber ofendido a Dios con el pecado y por el elevado precio que tuvo que pagar Dios para resolver el problema del pecado del hombre, finalmente debe intervenir la voluntad por medio de recibir a Cristo como Salvador. Cuando sea el tiempo de Dios actuará la voluntad y la persona llegará a ser salva. Así que no se desanime si sus familiares actúan como si no lo entendiera o como si no estuvieran interesados en esto. Persevere en oración y con su testimonio con palabras y sin palabras y confíe en Dios en que él hará la obra en su debido tiempo.

  • Casarse con una persona divorciada

    Para emitir una opinión más acertada sería necesario conocer algunos detalles importantes.

    Primero, ¿son creyentes los que piensan casarse, aún cuando uno de ellos sea divorciado? La Biblia enseña que un creyente no debe casarse con un incrédulo.

    Segundo, asumiendo que la persona divorciada es creyente, el divorcio de esta persona ¿ocurrió antes o después de haber recibido a Cristo como Salvador? Esto es muy importante por cuanto si el divorcio ocurrió antes de ser creyente y sin importar el motivo para ese divorcio, este pecado, porque todo divorcio es pecado, está perdonado y cubierto con la preciosa sangre de Cristo.

    La Biblia dice que cuando una persona recibe a Cristo como Salvador, es una nueva criatura y como tal, todas las cosas viejas pasaron y he aquí todas son hechas nuevas. Asumiendo entonces que el divorcio de esa persona ahora creyente ocurrió antes de ser creyente, yo no veo impedimento para que esta persona creyente divorciada antes de conocer al Señor como su Salvador se case con otra persona del sexo opuesto también creyente.

    El panorama se complica cuando la persona creyente divorciada se divorció mientras ya era creyente. En este caso es necesario saber el motivo que tuvo esta persona para divorciarse. Si el motivo para el divorcio fue la típica incompatibilidad de caracteres o cualquier otra causa que no sea fornicación, entonces a los ojos de Dios esa persona creyente sigue siendo persona casada aunque no esté viviendo con su legítimo marido y aunque los jueces de la tierra le hayan declarado persona divorciada.

    En este caso esta persona creyente divorciada por una causa que no fue fornicación, no debería volver a casarse, porque estaría cometiendo adulterio y la persona que se case con ella también estaría cometiendo adulterio.

    Esto se fundamenta en lo que dijo el Señor Jesucristo en Mateo 5:31 y 32 que dice: «Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio.»

    Estas son palabras del Señor Jesucristo. Está hablando de un hombre que se ha divorciado de su mujer por cualquier causa que no sea fornicación. Esta decisión es contraria a la voluntad de Dios y como cualquier otro pecado, desata una cantidad de consecuencias muy funestas.

    Una de las muchas consecuencias funestas es que desencadena una avalancha de adulterio. ¿En qué sentido? Pues note.

    Primer adulterio, cuando el divorciado en estas condiciones se vuelve a casar. Claro, como su motivo para el divorcio no fue fornicación, a los ojos de Dios sigue siendo hombre casado y cuando se vuelve a casar está en adulterio.

    Segundo adulterio, cuando la mujer del divorciado en estas condiciones, se vuelve a casar con otro hombre. Nuevamente aquí, como el motivo para el divorcio no fue fornicación, a los ojos de Dios la mujer sigue siendo mujer casada y al volver a casarse con otro hombre está en adulterio.

    Tercer adulterio, la infeliz mujer que se case con el divorciado por cualquier motivo que no sea fornicación. Esta mujer también caerá en adulterio por unirse a un hombre que a los ojos de Dios es hombre casado porque su divorcio no fue por fornicación.

    Cuarto adulterio. El infeliz varón que se case con la divorciada por cualquier motivo que no sea fornicación. Este hombre también caerá en el adulterio por unirse a una mujer que a los ojos de Dios es mujer casada porque su divorcio no fue por fornicación.

    Fácilmente se puede notar que un divorcio por equis causa excepto fornicación desencadena un torrente de adulterio en muchas personas. No esta por demás intentar una definición de fornicación. Fornicación proviene de la palabra griega porneia, de la cual proviene también nuestra palabra pornografía, por ejemplo. Porneia era el término que se utilizaba para hablar de cualquier desviación del correcto uso del sexo en el matrimonio.

    Una persona que cae en cosas como relaciones sexuales prematrimoniales, adulterio, homosexualismo, lesbianismo, bestialismo, prostitución, pornografía, etc., ha caído en lo que la Biblia llama fornicación. Cuando se da la fornicación en una pareja de casados y el fornicario se rehúsa totalmente a abandonar su pecado, entonces, según mi forma de entender la Escritura, se ha configurado una causal válida para un divorcio.

    Yo estoy consciente que muchos intérpretes de la Biblia no lo entienden así, pero yo lo entiendo así. Cuando ha habido una causal válida para el divorcio, y se ha consumado el divorcio, entonces la obra de Dios que hizo uno de dos personas, se muere, y cuando muere, la parte inocente queda en libertad de volver a casarse en la voluntad de Dios, es decir con otro creyente.

    Al decir todo esto, no estoy dando a entender que la voluntad de Dios es que exista el divorcio en las parejas donde uno de ellos ha caído en fornicación. La voluntad de Dios es que no haya fornicación en ningún ser humano. La voluntad de Dios es que el matrimonio no se separe mientras haya vida. La voluntad de Dios es que si por desgracia uno de los cónyuges cae en adulterio, reconozca la gravedad de su pecado, lo confiese a Dios, lo confiese a su esposa, lo confiese a la iglesia y se aparte totalmente de la fornicación y restaure su relación con su legítima pareja. Pero como dijo Jesús, por la dureza del corazón del hombre, Moisés mandó dar carta de divorcio y repudiar a una mujer.

  • Caigo reiteradamente en pecado

    Soy un creyente nuevo. Acepté a Cristo como mi Salvador personal hace pocos meses. Al momento me siento muy mal porque no soy persistente en los caminos del Señor. Caigo reiteradamente en los males que hacía antes de recibir a Cristo y me da vergüenza recurrir a nuestro Padre en oración. Quiero ser un buen cristiano… en el nombre de Dios. ¿Puede ayudarme?

    Comenzaré por felicitarle por haber recibido a Cristo como su Salvador personal. Es la mejor de las decisiones que pudo haber tomado. Esta decisión significa la diferencia entre la vida y la muerte para Ud. Antes de recibir a Cristo como su Salvador, Ud. estaba muerto espiritualmente hablando y condenado al castigo eterno en el infierno. Pero a partir del momento que Ud., con sinceridad, recibió a Cristo como Salvador Ud. llegó a tener vida espiritual, y su destino eterno ya no es el infierno sino el cielo.

    Muchas cosas sucedieron el instante mismo que Ud. confesó a Cristo como su Salvador. Una de ellas es que Ud. llegó a ser una nueva criatura, un bebé espiritualmente hablando, un recién nacido a la familia de Dios. Como bebé es natural que Ud. haga cosas propias de los bebés. Una de las cosas típicas de los bebés es que tropiezan al caminar. Ningún bebé nace caminando y mientras aprende a caminar no son novedad las caídas. Pero una caída en un bebé que está aprendiendo a caminar no significa que ese bebé nunca va a caminar, solamente significa que todavía no está totalmente maduro.

    En el campo espiritual es igual. Los bebés espirituales están en proceso de aprendizaje y no es novedad que caigan en pecado de vez en cuando. Esas caídas esporádicas, son la manifestación de que Ud. es todavía un bebé. Con esto no estoy justificando el pecado en su vida. No estoy diciendo que no importa cometer pecado cualquiera que sea, porque Ud. es tierno espiritualmente hablando. El pecado es ofensivo a Dios no importa si es cometido por una persona tierna espiritualmente hablando o por una persona madura espiritualmente hablando.

    Lo que estoy diciendo es que Ud. no debe desanimarse por haber caído en algún momento de su etapa de crecimiento a la madurez. En otras palabras no se desespere porque todavía no logra total victoria sobre el pecado. Tenga paciencia. Recuerde que el camino hacia la madurez toma tiempo y esfuerzo y el proceso no está libre de caídas y retrocesos. Lo importante es que Ud. reconozca sus errores, los confiese al Señor y se aparte del pecado.

    Proverbios 28:13 dice: «El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia»

    Cada vez que caiga en el pecado, reconózcalo, admítalo, no se auto justifique, no eche la culpa al mundo o al diablo o a su débil carne. Reconozca que Ud. tiene el poder para no haber hecho lo que hizo, pero de todas maneras lo hizo porque Ud. quiso hacerlo. Vaya a Dios en oración y confiese su pecado. La confesión a Dios es la simple comparecencia ante Dios para decirle: Dios, esto que hice ofende tu santidad. Lo hice sabiendo que no debí hacerlo. Soy culpable. Estoy de acuerdo contigo en que esto que hice es contrario a tu voluntad.

    Como resultado de su confesión, Dios le perdonará y le limpiará. Esa es la promesa de 1 de Juan 1:9 que dice: «Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.»

    Una vez perdonado, diseñe algún plan para evitar volver a cometer lo que acaba de confesar. Supongamos que su pecado fue un mal pensamiento y ese mal pensamiento vino a su mente como resultado de mirar la tapa de una revista en un kiosco donde vende revistas pornográficas. Su plan para volver a caer en ese pecado, por ejemplo, podría ser sencillamente cambiar de acera cada vez que se aproxima a ese kiosco. De esa manera Ud. no estará dando oportunidad a la tentación. Esto es cuestión suya. Es su decisión voluntaria de apartarse del pecado.

    Ud. dice que le da vergüenza acercarse a Dios después de haber caído en pecado. Bueno, el pecado produce vergüenza en la gente. Adán y Eva tuvieron vergüenza de Dios después que pecaron y por eso trataron de esconderse de Dios. La vergüenza en su caso, es un claro indicio de que Ud. es verdaderamente del Señor, porque si no fuera del Señor no tuviera vergüenza ninguna ante Dios por su pecado. Pero por cuanto su vergüenza es por sentirse mal por haber pecado, Ud. debe vencer esa vergüenza y recurrir a Dios para confesar el pecado.

    Como vimos anteriormente, Dios le perdonará y le limpiará y Ud. dejará de sentir vergüenza ante Dios. Ud. afirma también que honesta y sinceramente desea ser un buen cristiano. Bueno, ese es un deseo loable. El problema es ¿Qué está haciendo para llegar a ser un buen cristiano? Los buenos cristianos no se hacen de la noche a la mañana o por el toque mágico de alguien. Un buen cristiano se hace por aprender a caminar poco a poco como Dios quiere que caminemos. Esto es algo que Ud. no va a poder lograrlo solo. Ud. necesita primeramente la ayuda de Dios por medio del poder de su Santo Espíritu y después de personas maduras espiritualmente hablando que le ayuden a crecer espiritualmente.

    Esto es lo que se llama el discipulado. Busque una persona madura espiritualmente hablando en la iglesia que le guíe en la senda hacia la madurez cristiana. Yo fui discipulado por un misionero. Después de Dios es a él a quien debo en gran parte lo que soy ahora. Este misionero tomó tiempo para reunirse a solas conmigo al menos una vez por semana por espacio de una hora como mínimo. El me mostró en la Biblia que yo tengo seguridad de Salvación, no porque la merezca sino porque puse mi esperanza en Cristo mi Salvador. Esto me libró de vivir en la permanente duda de saber si seré o no seré salvo.

    Luego este misionero me enseño que la Biblia dice que los creyentes debemos bautizarnos. Esto es un mandato y es una muestra de obediencia a Dios. Si Cristo se bautizó, entonces ¿Por qué no yo? Fue así como me bauticé en agua. Si Ud. todavía no se ha bautizado en agua, debe hacerlo lo antes posible para no seguir en desobediencia a la palabra de Dios. Este misionero me enseñó con su ejemplo que debo ser fiel a las reuniones de la iglesia evangélica, porque la palabra de Dios dice que los creyentes no debemos dejar de congregarnos como algunos tienen por costumbre, o por mala costumbre como digo yo. Esto se hizo carne en mí y si he faltado algún domingo al templo habrá sido porque estuve muy enfermo o de viaje a algún lado.

    Este misionero me enseñó a ofrendar al Señor porque la palabra de Dios dice que debemos honrar al Señor con nuestros bienes. Esto me ha servido mucho para formar en mí un verdadero interés por sostener económicamente a la iglesia y a los ministerios cristianos como La Biblia Dice…

    Fue durante el discipulado que aprendí a como seleccionar a mis amistades para que las amistades no sean un tropiezo en mi vida. Recuerde el popular dicho: Quien con lobos se junta, a aullar aprende. En el discipulado también aprendí a compartir el mensaje del evangelio con otros para que de esa manera yo pueda ser utilizado por Dios para guiar a otros a los pies de Cristo.

    El misionero que me discípulo me enseñó a reconocer una tentación y enfrentar esa tentación usando la palabra de Dios siguiendo el ejemplo de Cristo cuando enfrentó él también la tentación. En el discipulado aprendí a memorizar la Biblia y a meditar en la bendita palabra de Dios. Si no hubiera sido por el discipulado, yo hubiera sido un creyente de montón, como muchos hoy en día.

    Pero Ud. no debe ser un creyente de montón. Ud. debe ser un creyente fuerte y maduro. Un creyente que se levanta como un faro en medio de las tinieblas de este mundo, pero para lograrlo, Ud. debe pagar el precio. El precio es el discipulado que toma tiempo y esfuerzo. Yo le desafío a buscar de cualquier manera ser discipulado.

  • No decir las cosas seriamente

    Mi problema es que muchas veces me gusta jugarme de palabras con las personas. Quisiera dejar esto, pero no puedo. Parece que es parte de mi personalidad. No distingo entre el juego y la seriedad. Por este motivo la gente no me toma en serio. Esto perturba mi vida. ¿Pueden aconsejarme sobre esto?

    Bueno, Ud. ha identificado un problema con el hablar. Su forma de decir las cosas ha hecho que la gente no le tome en serio. Es sabio tener un sano equilibrio entre decir cosas que hacen sonreír al oyente, y cosas que hacen reflexionar y meditar al oyente por su importancia.

    Parece que Ud. ha ido al extremo de hablar solamente lo que produce risa en el oyente. Permítame citar un texto bíblico que trata el tema de nuestro hablar.

    Efesios 4:29 dice: «Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes»

    Allí lo tiene. El creyente no debe usar palabras corrompidas o palabras sucias en su conversación. Todo lo contrario, el creyente debe usar palabras y hablar de temas que traigan la necesaria edificación al oyente. Es poco probable que el oyente se edifique oyendo cosas que solamente hacen reír. Está bien la risa por un rato. Yo valoro el sentido del humor de la gente, pero si la gente se pasa solo haciendo bromas, me temo que difícilmente estará edificando al oyente.

    El texto también dice que nuestro hablar debe estar orientado a dar gracia a los oyentes. Esto significa entregar algo que para ellos sea valioso. Por tanto, sin abandonar su sentido del humor totalmente, que me imagino Ud. lo tendrá en abundancia, Ud. debe procurar tocar temas que sean de alto valor para los que le oyen. Su pregunta será: ¿Cómo? Sobre esto, me gustaría que Ud. tome muy en cuenta lo que Mateo 12:34 dice: «¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca.»

    Estas son palabras de Jesús. Lo que está diciendo básicamente tiene que ver con el hecho que la gente habla lo que con anterioridad ha dejado entrar en la mente. Es por esto que si Ud. quiere comenzar a hablar en serio de cosas de valor, de asuntos importantes de la vida, es necesario que con anticipación Ud. permita que esas cosas de valor entren a su mente.

    La manera de hacerlo es por medio de leer la palabra de Dios, luego estudiar la palabra de Dios, después meditar en la palabra de Dios, luego memorizar la palabra de Dios. Quizá Ud. puede tomar algunos versículos de la Biblia, leerlos, estudiarlos, meditar en ellos y memorizarlos. A medida que lo vaya haciendo, Ud. estará alimentando su mente para que cuando tenga la oportunidad de hablar, no diga cosas simples que solamente hacen reír sino que diga cosas de valor eterno que llevan a la reflexión a sus oyentes.

    Si Ud. persiste en jugar con las palabras para decir mucho pero nada de valor, Ud. se expone a la disciplina de Dios. Ponga atención a lo que dice Mateo 12:36 «Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio»

    Ciertamente si Ud. ha recibido a Cristo como Salvador, Ud. está libre de ser condenado por la eternidad en el infierno, pero eso no le faculta para hablar cosas vanas todo el tiempo. Dios escucha atentamente lo que sale de nuestros labios y cuando de nuestros labios salen palabras ociosas, Dios lo disciplinará con severidad.

    Así que, no piense que Ud. nació con la falla de andar diciendo cosas sin valor y que va a morir así, porque así es su personalidad. Ud. puede cambiar y el cambio vendrá cuando Ud. permita que la palabra de Dios sature su mente.

  • Charles Spurgeon

    Charles Haddon Spurgeon nació el 19 de Junio de 1834, en Kelveden, en el condado de Essex, Inglaterra. Desde muy tierno su madre le encaminó en las cosas de Dios, pero no fue sino hasta el 6 de Enero de 1950 cuando Charles H. Spurgeon lavó sus pecados en la sangre preciosa de Cristo.

    Inmediatamente después de haber recibido a Cristo como su Salvador se bautizó y comenzó de inmediato a trabajar por el Señor enseñando una clase de niños en la escuela dominical, repartiendo tratados y visitando a los pebres. «No hay mejor tiempo para trabajar que las primeras horas del día, ni mejor tiempo para servir al Señor que los días tempranos de la juventud» solía decir. Se levantaba muy temprano para leer la palabra de Dios y para orar y luego pasaba el resto del día en sus estudios.

    A los dieciséis años se inscribió en una escuela de predicadores y predicó su primer sermón en una casa rural cerca de Cambridge. La fama del muchacho predicador se extendió rápidamente. Pronto estaba predicando en capillas, casas, reuniones al aire libre, en trece poblados diferentes alrededor de Cambridge. Esto lo hacía por las tardes, después de cumplir con sus deberes escolares.

    A los dieciocho años aceptó su primer pastorado en Waterbeach, a diez kilómetros de Cambridge. Allí permaneció dos años y medio. Cuando tenía diecinueve años, Spurgeon predicó en la Unión de Escuelas Dominicales en Cambridge. Los dirigentes, todos personas de mayor edad que él, lo criticaron severamente, diciendo que a él no le correspondía tratar de enseñar a sus mayores. Le dijeron que debía haberse quedado en su iglesia, por lo menos hasta que tuviera edad como para que le creciera la barba. No obstante, como resultado de ese mensaje recibió una invitación de parte de una iglesia en Londres.

    El joven Spurgeon quedó tan sorprendido al recibir la invitación de una iglesia tan grande que escribió una carta diciéndoles que seguramente se habían equivocado. A vuelta de correo le vino la respuesta: La invitación es para Ud. mismo. No hay ningún error. Todavía perplejo hizo arreglos para predicar en la iglesia de la calle New Park el 18 de Diciembre de 1853. Fue recibido fríamente, y eso le hizo sentirse tentado, al último momento, de evadir la tarea.

    Sin embargo, una vez que estuvo frente a la congregación se sintió más tranquilo. La asistencia no era muy numerosa. Había más o menos unas 80 personas presentes. La fama del maravilloso joven campesino se propagó el mismo día. Antes de que Spurgeon abandonara el recinto, había recibido la invitación de volver. Tan grande fue el éxito de su ministerio que el 25 de Enero fue invitado a ocupar el púlpito por seis meses, con miras a aceptar el pastorado permanentemente.

    Antes de que se cumplieran los seis meses, los diáconos de la iglesia convocaron a una sesión especial, durante la cual la congregación acordó invitar a Spurgeon para que fuera su ministro permanente. Era un predicador tan popular que la gente se aglomeraba inclusive en las calles laterales para escuchar sus mensajes. El templo fue ampliado vez tras vez, pero al poco tiempo, nuevamente resultaba estrecho para la gente que concurría.

    Cuando llegó a la iglesia de la calle New Park, en 1854, la membresía era de 232. Para fines de 1891 había bautizado a 14.460 personas y la membresía de la iglesia era de 5311.

    Un domingo por la noche, cuando el salón estaba lleno hasta el tope, y había otras diez mil personas afuera, alguien dio alarma de incendio. Un terrible pánico se apoderó de la gente, y siete personas murieron atropelladas. Otras veintiocho quedaron gravemente heridas. Esta experiencia conmovió profundamente a Spurgeon. Quedó tan afligido, que pasó llorando toda la noche y todo el día siguiente.

    No obstante, como consecuencia de ello, se convirtió en un predicador sobresaliente, y todo Londres quería oírle. Durante los siguientes tres años predicó a multitudes de más de diez mil personas todos los domingos. A la edad de veintidós años era el predicador más popular de su día. Se ha dicho que Charles Spurgeon tenía más de tres mil quinientos sermones distintos. Los sermones dominicales eran reproducidos en forma impresa y se vendían profusamente.

    Además de sus tareas regulares como pastor y predicador, Spurgeon publicó un sermón por semana, comenzando en 1855 y también fundó un seminario para pastores. Su calidad como predicador dotado le valió el apodo de El Príncipe de los Predicadores. Estableció un círculo de escuelas dominicales e iglesias, era presidente de una sociedad para la distribución de Biblias y tratados, y estableció el orfanato de Stockwell con diez casas en las que podía acomodar a unos quinientos niños.

    Spurgeon predicó su último sermón el 7 de Junio de 1891, tenía solamente cincuenta y seis años de edad, pero estaba sumamente extenuado. El 31 de Enero de 1892, después de cuarenta años en el ministerio, Charles Haddon Spurgeon se fue para estar con su Señor.

  • El alma es inmortal

    ¿Dice la Biblia que el alma es inmortal? ¿Dónde? Porque se dice que el alma que pecare, ella misma morirá?.

    Para entender lo que la Biblia dice sobre el alma es necesario tener al menos una ligera noción de lo que es el alma. Se dice que el alma es la esencia misma del ser.

    El alma está compuesta de tres elementos, la conciencia, el intelecto y la voluntad.

    La conciencia es el asiento de nuestra vida emocional. Sentimientos como el amor, el dolor, el gozo, la ira, etc., tienen lugar en nuestra vida emocional. Toda decisión que tomamos en la vida, sin importar lo que sea, es influenciada en mayor o menor grado por nuestra conciencia.

    Luego tenemos el intelecto. Esto es el asiento de nuestra mente. Todo el conocimiento que poseemos, es decir la educación que recibimos en la escuela o el colegio o la universidad se inscribe dentro del campo del intelecto.

    Pero también tenemos una voluntad. Tenemos el poder para decidir por nosotros mismos. Todo esto forma parte del alma.

    La gran pregunta es: ¿Qué pasa con el alma cuando una persona muere? ¿Será que el alma muere? ¿Será que el alma es inmortal? Bueno, la Biblia muestra que el alma de la persona es inmortal, no importa si esa persona es creyente o incrédula.

    Permítame demostrarlo de la siguiente manera: Deuteronomio 34:5-6 dice: «Y murió allí Moisés siervo de Jehová, en la tierra de Moab, conforme al dicho de Jehová. Y lo enterró en el valle, en la tierra de Moab, enfrente de Betpeor; y ninguno conoce el lugar de su sepultura hasta hoy.»

    Luego de una vida cargada de años y logros, Moisés finalmente murió. Si el alma muriera también, o si el alma entrara a un estado de inconsciencia o de sueño, entonces sería de esperarse que no sepamos nada más de Moisés hasta su resurrección al menos.

    Pero note lo que sucedió en el pasaje que se encuentra en Mateo 17:3 «Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él.»

    El contexto de este pasaje bíblico es la transfiguración de Jesús. Allí tenemos a Jesús con su rostro resplandeciente como el sol, y sus vestidos blancos como la luz. Es decir rodeado de la gloria de Dios, la Shekina. Pero junto a Él aparecen Moisés y Elías, personajes que murieron hace miles de años. Esto es una prueba de que Moisés seguía existiendo después de muerto. Su cuerpo estaba descompuesto en algún lugar que ningún ser humano sabe, pero su alma estaba consciente y activa.

    Por esto es que sostenemos que el alma del hombre es inmortal, no importa si el hombre es creyente o incrédulo. El alma sigue existiendo después de la muerte física. En el caso del creyente, el alma sigue existiendo en el cielo y en el caso del incrédulo el alma sigue existiendo en un lugar de tormento en fuego.

    Parece que Ud. ha llegado a la conclusión que el alma del hombre muere por lo que Ezequiel 18:4 dice: «He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá.»

    Lo que este versículo está diciendo es que Dios no hace favoritismo a la hora de juzgar el pecado del hombre. Cada ser humano es responsable ante Dios por su propio pecado. La muerte de la cual habla este texto es una muerte física, que en muchos casos conduce a una muerte eterna.

    Pero no nos confundamos , pensando que la muerte es equivalente a extinción, a dejar de ser, a terminar con todo. No, la muerte significa separación. Cuando una persona muere físicamente, la parte material de esa persona, digamos su cuerpo, se separa de la parte inmaterial de esa persona, digamos su alma y espíritu. Si esa persona jamás recibió el perdón de sus pecados al recibir a Cristo como su Salvador, esa persona estaba muerta espiritualmente mientras vivía en este mundo, y si en esas condiciones le sobrevino la muerte, esa persona muerta espiritualmente pasa a lo que se conoce como la muerte eterna, lo cual significa a una eterna separación de Dios en un lugar de tormento en fuego.

    Como podrá ver, la muerte de ninguna manera significa cesación del ser, o del alma o del espíritu, sino separación. Algo digno de notarse y con lo cual yo quiero terminar, es que mientras la persona está viva en este mundo, con su alma muerta espiritualmente hablando, porque está separada de Dios a causa del pecado, existe oportunidad para que esa alma comience a tener vida, es decir una relación personal con Dios.

    Mientras haya vida en este mundo hay esperanza para dejar de estar muertos espiritualmente hablando y pasar a estar vivos no solo físicamente sino también espiritualmente. La única forma de lograrlo es por medio de recibir a Cristo como Salvador, por cuanto Cristo mismo dijo que él había venido a este mundo para darnos vida y vida en abundancia.

  • Salvos después del Juicio Final

    ¿A dónde van a vivir los salvos después del Juicio Final?

    Asumo que cuando Ud. habla del juicio final, se está refiriendo a lo que se llama el Juicio del Gran Trono Blanco, porque ciertamente acontece al final de la historia de la humanidad en la presente tierra tal como la conocemos en la actualidad, antes de que Dios cree los cielos nuevos y la tierra nueva.

    Apocalipsis 21:1 dice: «Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más.»

    Lo que relata este texto cronológicamente ocurre inmediatamente después del Juicio del Gran Trono Blanco. La presente creación será deshecha por fuego, a fin de que sea purificada de todos los efectos del pecado.

    Esto es lo que podemos apreciar en 2ª Pedro 3:10 que dice: «Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.»

    A todo esto, los salvos que habiten la tierra en ese momento, cuando llegue el final del reino milenial, serán puestos por Dios a buen recaudo, conforme a la promesa de 1ª Pedro 3:13 que dice: «Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia.»

    Tenemos entonces, que los salvos del milenio, se unirán a los salvos del Antiguo Testamento, a los salvos de la iglesia y a los salvos de la tribulación en la morada de Dios o el cielo o la nueva Jerusalén. Pero note lo que sucede después.

    Apocalipsis 21:2-3 dice: «Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos, y ellos serán sus pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.»

    Lo que estamos contemplando es una fusión de los cielos nuevos y la tierra nueva con la nueva Jerusalén y el resultado de esa fusión es lo que se llama el estado eterno, que no es otra cosa sino el cielo, la morada de Dios. Todo este razonamiento para llegar a la conclusión que los salvos en la tierra durante el milenio, pasarán a morar en el cielo por la eternidad.

  • Horóscopo

    ¿Por qué hay gente que cree en el horóscopo?

    La palabra horóscopo , viene del latín horoscópus, la cual proviene del griego joroskópos de jora que significa hora y skopéo que significa examinar.

    El horóscopo es la observación que los astrólogos hacen del estado del cielo al tiempo del nacimiento de alguien, mediante el cual pretenden adivinar los sucesos de la vida de esa persona. Esta técnica de adivinación se basa en al empírica premisa de que las estrellas y los planetas influyen misteriosamente en la vida de los hombres.

    Los astrólogos enseñan que esta influencia comienza en el nacimiento y continúa a lo largo de toda la vida de la persona. Es por esto que se dice que el horóscopo tiene que ver con el arte de juzgar la influencia oculta de las estrellas sobre los hechos humanos.

    Tanto la astrología como su producto el horóscopo caen dentro de lo que podríamos llamar la adivinación. La Biblia condena severamente la adivinación y dentro de ello ciertamente a la astrología con su popular horóscopo. Las naciones que moraban en la tierra prometida antes de ser ocupada por Israel, eran fanáticas de todas las formas de adivinanza y por supuesto de la astrología y el horóscopo, pero note como exhortó Dios a su pueblo Israel sobre este asunto.

    Deuteronomio 18:9-12 dice: «Cuando entres a la tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones. No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti.»

    De aquí sabemos a ciencia cierta que la astrología y su popular horóscopo es una práctica condenada por Dios y por tanto los creyentes maduros y consecuentemente interesados en obedecer a la palabra de Dios deben evitar todo contacto con la astrología y deben destruir los horóscopos si es que los tienen en su poder o ignorar los horóscopos que aparecen con profusión en diarios, revistas, televisión, radio, etc.

    Ahora bien, mucha gente, sabiendo lo que hemos dicho, aún asís sigue siendo fanática del horóscopo. ¿Por qué? Esto fue el motivo de su consulta. Sobre esto diremos que la astrología con su ahijado el horóscopo es tan popular porque pretende proveer información importante, cosa que la gente quiere conocer todo el tiempo.

    La astrología pretende impartir información para dar protección, traer éxito, brindar orientación, predecir el futuro y ayudar a entender a los demás y a sí mismo.

    La astrología ofrece a la gente la idea de que pueden controlar su propio destino y les da una justificación, ya preparada de antemano, para casos de fracaso o pecado.

    La astrología brinda la falsa esperanza de que por medio del conocimiento de las estrellas, uno puede manipular a las personas o los hechos para su propio beneficio o para satisfacer sus deseos egoístas.

    La astrología se especializa en contestar casi todas las preguntas que la gente se hace sobre el presente y el futuro.

    De hecho, la astrología pretende ofrecer el poder tan anhelado sobre la vida, la muerte, el amor, el sexo, las relaciones, el dinero, la salud, la felicidad, etc., etc.

    En definitiva, la astrología y el horóscopo es popular porque ofrece esperanza por medio de la manipulación de las influencias de los planetas y las estrellas. Con este conocimiento secreto, la gente cree que tiene más control de su persona, así como las circunstancias pasadas presentes y futuras.

  • Instrumentos Musicales

    Tengo inquietud acerca de los instrumentos musicales que se utiliza en la alabanza. He oído que la batería no se debe usar porque la utilizan grupos de rock y que su sonido atrae espíritus inmundos.

    En el uso de los instrumentos musicales para alabar al Señor, más prima el gusto personal de los que se congregan para alabar al Señor por cuanto la Biblia da libertad para usar cualquier cosa que esté a la mano y que se pueda sacar música, dígase guitarras, pianos, órganos, violines, baterías, timbales, panderetas, etc.

    Yo he estado en reuniones de alabanza en comunidades indígenas del Ecuador y en una ocasión vi un coro que cantó un himno acompañado de música de hoja de Capulí. El capulí es un árbol propio de la serranía ecuatoriana, y algunos hermanos se han ingeniado para tomar una de estas hojas, adherirla a los labios, soplar y de alguna manera sacar una música para nada ofensiva al oído.

    ¿Acaso yo podría decir: Esa alabanza no sirve porque la Biblia no ordena que se use hoja de capulí para alabar al Señor? Definitivamente no. En la Biblia vemos que se usaba todo lo que tenían a la mano para alabar al Señor. Salmo 150:3-5 dice: «Alabadle a son de bocina; alabadle con salterio y arpa. Alabadle con pandero y danza; alabadle con cuerdas y flautas. Alabadle con címbalos resonantes, alabadle con címbalos de júbilo»

    Parece que el salmista está echando mano de todo lo que podría sacar música para alabar al Señor. Estoy seguro que si en esa época se hubieran conocido instrumentos musicales como el piano, el órgano, el sintetizador, la batería, etc., también estos instrumentos hubieran estado en la lista. De modo que, si a determinada iglesia local le gusta alabar al Señor con batería, adelante, que lo hagan, no están contraviniendo ningún principio bíblico.

    Que la batería no se debe usar porque la usan para la música rock, bueno, entonces tampoco que usen pianos, guitarras, sintetizadores, violines, etc., e inclusive los equipos de amplificación, porque los grupos de música rock usan también estos instrumentos y estos aparatos. Porque algo se usa para algo nocivo para el ser humano, como es la música rock, eso no significa que ese algo sea intrínsecamente malo.

    Qué pensaría Ud. por ejemplo, si yo digo algo como esto: Un creyente jamás debe usar un cuchillo, porque los cuchillos son usados por los maleantes para asesinar a la gente. ¿Le parece sensato? Por supuesto que no.

    Igual es con la batería. Ud. ha oído que la música de batería atrae espíritus inmundos. Bueno lo mismo se pensó del piano cuando hace siglos se comenzó a usar para alabar al Señor. Lo mismo se pensó de las guitarras, cuando hace no mucho tiempo se comenzaron a usar para alabar al Señor. Yo me crié en una iglesia local donde se pensaba que las guitarras son diabólicas, porque con ellas se hace música que se oye en los bares donde se expende licor. Pero ahora, la misma iglesia usa guitarras y hasta batería.

    No estoy criticando, solamente estoy diciendo que la alabanza al Señor es dinámica, que va desarrollándose a medida que van apareciendo nuevas expresiones de alabar al Señor. Lo malo está más bien en hacer música con cualquier instrumento para agradar solamente al hombre y no para agradar a Dios.

  • La Teoría de la Brecha

    ¿Es cierto que entre los versículos 1 y 2 del capítulo 1 de Génesis existe un gran período de tiempo? Si es así, ¿Qué ocurrió en ese tiempo? Quizá vivieron los dinosaurios en esa época.

    El tema que Ud. ha planteado se lo conoce como la teoría de la brecha. Note que se trata de una simple teoría. Es decir que no se trata de algo científicamente comprobado o algo expresamente declarado en las Escrituras.

    La teoría de la brecha ha sido defendida de una o de otra forma, esporádicamente durante siglos, pero fue popularizada por primera vez por el Dr. Thomas Chalmers de la Universidad de Edimburgo en 1814.

    La teoría fue el resultado de un afán por armonizar el relato de la creación en Génesis con los vastos períodos de tiempo de historia terrestre exigidos por los geólogos uniformistas. Un geólogo uniformista es aquel que rechaza la existencia de eventos catastróficos en la historia de la humanidad como por ejemplo el Diluvio universal.

    La teoría de la brecha fue sistematizada en 1876 por George H. Pember y luego enormemente difundida en la Biblia anotada de Scofield en 1917. Recientemente, Arthur C. Constance, un científico canadiense, ha publicado una cuidadosa defensa de la teoría de la brecha. Los estudiantes de la Biblia por mucho tiempo han discutido la cuestión de sí la creación original de los cielos y la tierra debe entenderse como un acontecimiento dentro del primer día de la creación, o si entre la creación original de Génesis 1:1 y la condición desordenada y vacía que se describe en Génesis 1:2 transcurrió un vasto período de tiempo.

    La mayoría de los cristianos que están de acuerdo con la teoría de la brecha creen que la tierra original estaba poblada de plantas y animales, inclusive de hombres pre-adámicos, y que debido a la caída de Satanás, esa tierra creada en perfección, fue destruida por Dios mediante una inundación global y por tanto la tierra quedó sumergida en oscuridad total.

    Por eso la tierra, supuestamente, se volvió desordenada y vacía. Se piensa que las vastas edades de la tabla geocronológica ocurrieron durante dicho intervalo, por lo que las plantas y animales fósiles que se encuentran en la corteza de la tierra hoy, son reliquias del mundo originalmente perfecto que se supone fue destruido antes de los seis días literales de la creación, o más bien, de la re-creación. Es decir que el relato de la creación de Génesis a partir del versículo 3 no sería el relato de una creación, sino el relato de una re-creación, por cuanto Dios estaría volviendo a crear algo que él mismo creó antes y más tarde destruyó.

    Desde nuestro punto de vista, la teoría de la brecha debe ser rechazada, al menos por los siguientes argumentos:

    Primero, porque contradice la declaración de Dios en cuanto que lo que él creó Génesis 1:31 dice: «Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto.»

    Si la teoría de la brecha fuera verídica significaría que Adán habría sido colocado como alguien que llega muy tarde a un mundo que ya había sido destruido por Dios, por lo que Adán estaría literalmente caminando sobre un cementerio de miles de millones de criaturas, incluyendo los dinosaurios, sobre las cuales jamás ejerció dominio, a pesar que Dios dijo a Adán que lo haría.

    Segundo, porque si existió una brecha, en la cual murieron plantas y animales y probablemente hombres, entonces el pecado en el mundo debe haber entrado antes de lo que la Biblia relata en Génesis 3, puesto que la muerte es una de las funestas consecuencias del pecado en el mundo.

    Romanos 5:12 dice: «Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.»

    La Biblia es clara al manifestar que la muerte en el hombre fue el resultado de la entrada del pecado en el mundo por un hombre, Adán. La muerte no existía antes que Adán caiga en pecado. Dios por tanto no pudo haber matado plantas, animales y aún hombres antes de haber creado a Adán y antes de que Adán caiga en pecado.

    Tercero, si la teoría de la brecha fuera verídica, entonces Dios se ha reservado para sí los detalles de su primera creación. Estos detalles tan importantes no han sido revelados por Dios en ninguna parte ¿Cómo fue la creación de los primeros cielos y tierra que fueron posteriormente destruidos por Dios en su totalidad? Dios nos ha dejado en la ignorancia sobre la supuesta primera creación, porque lo que Génesis relata vendría a ser un recuento de una segunda creación o re-creación.

    Es muy dudable que Dios no hablara de algo tan importante como es la creación de ese supuesto mundo perfecto que existió antes de los cielos y la tierra que tenemos hoy. Por estos motivos no estamos de acuerdo con la teoría de la brecha y creemos que todo lo que existe en el mundo y fuera de él fue creado por Dios en seis días literales de 24 horas conforme a la interpretación gramático-histórico y literal de los primeros dos capítulos de Génesis.