Autor: cris

  • El anticristo

    Muchos aseveran que la 1 bestia de Apocalipsis 13 es el anticristo, pero si observamos cuidadosamente el pasaje, el panorama es diferente. 2 Tesalonicenses dice que el anticristo es obra de Satanás, con gran poder y señales y milagros mentirosos, en Apocalipsis 13 estas señales y prodigios solo las hace la 2 bestia de Apocalipsis 13; la 1 bestia no realizó ninguna señal o milagro alguno, vs. 1-10, la descripción de la 2 bestia identifica al anticristo, pues se asemeja a un cordero,v.11, esto solo se atribuye al Señor en Apocalipsis. 5: 6, 6: 16; el poder de esta bestia es limitado solo tiene 2 cuernos, mientras que el Señor tiene 7. En Daniel. 11: 36-45 hay la referencia del anticristo la bestia que sale de la tierra (Israel) del Dios de sus padres, un descendiente de Abraham, Jacob, así esta claro que el falso Cristo solo se atribuye a un judío, no a un gentil; Si no es judío, no será reconocido por Israel; Será de Palestina, no del mundo gentil; será reconocido como su líder religioso; él será su protector(hipócritamente). Debo decirle que mi posición también esta apoyada en eminentes hermanos eruditos en la Biblia tales como: h.l.heijkoop en su libro el porvenir pag. 93-100; Harry A. Ironside en su libro notas sobre Apocalipsis pag. 141-154; J. Vernon Mc Gee en su programa a través de la Biblia, narrado por Samuel Montoya, y Semillas al aire por Raúl Ferrero, por la bbn, no creo hermano mío, que hayamos errado en estas meditaciones con referencia al anticristo, inclusive se llega a la conclusión de que será de la tribu de dan, no olvidemos que esta tribu fue la primera en darse a la idolatría, y su nombre no aparece en Apocalipsis, 7 entre los 144000 sellados, si meditamos en su bendición del capítulo 49 del Génesis. Solo nos queda una preocupación ¿como quedó este oyente por una errada respuesta? Pero algo más, los miles y miles de oyentes que están frente al receptor cada día, que el Señor nos perdone, bendiciones, hasta pronto.

    Gracias por su preocupación en cuanto al efecto que puede tener una respuesta errada en el alma y espíritu de los oyentes. Nosotros compartimos también esa preocupación y por eso procuramos que las respuestas que damos a las consultas estén fundamentadas en la Biblia. Por supuesto que como pecadores redimidos que somos, no somos infalibles mientras estemos a este lado del cielo, y por tanto podríamos fallar en alguna interpretación, pero nos esforzamos mucho para eso no acontezca. El asunto materia de su consulta. Tiene que ver con el trasfondo racial del Anticristo. En todos los programas y artículos al respecto, hemos indicado que es de origen gentil. Usted no está de acuerdo con esto y piensa que es de origen judío, por las razones que manifiesta en su consulta. Apoya su conclusión en algunos eruditos bíblicos, que según Usted han llegado a la misma conclusión suya. Cita a algunos de ellos, pero lamentablemente yo no tengo a disposición el material escrito o emitido al aire por ellos, de modo que no puedo comprobar lo que Usted ha dicho. Al menos a uno de los citados por Usted lo conozco personalmente y fue mi maestro en el Instituto Bíblico y a no ser que haya cambiado su posición en cuanto al tema, él sostiene que el Anticristo será de origen gentil. Permítame por tanto hacer algunas acotaciones sobre lo que Usted afirma en cuanto a este asunto. Usted dice que la primera bestia descrita en Apocalipsis 13:1-10 no puede ser el Anticristo, porque hablando del Anticristo, 2 Tesalonicenses, me imagino que se refiere a 2 Tesalonicenses 2:9, dice: inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos. Usted concluye que quien hizo señales y prodigios mentirosos fue la segunda bestia descrita en Apocalipsis 13:11-18, mas no la primera bestia descrita en Apocalipsis 13:1-10. Al respecto, debo indicarle que la cita en 2 Tesalonicenses 2:9 no se está refiriendo a lo que hará el Anticristo cuando se manifieste, sino a que el advenimiento del Anticristo será la obra maestra de Satanás y su manifestación estará rodeada de gran poder y señales y prodigios mentirosos. Note lo que dice: inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos,

    En Apocalipsis 13 se ve que a quien le corresponderá hacer las señales y prodigios mentirosos energizados por Satanás fue a la segunda bestia, al falso profeta. Apocalipsis 13:13-14 dice: También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres. Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espada, y vivió.

    De manera que no existe ningún problema con atribuir el pasaje de Apocalipsis 13:1-10 a la primera bestia o al Anticristo y no al falso profeta o la segunda bestia. Por otro lado, Usted dice que la descripción de la segunda bestia en Apocalipsis 13:11-18 correspondería al Anticristo pues la bestia se asemeja a un cordero, según el versículo 11 y esto tendría su correspondencia a lo que dicen textos como Apocalipsis 5:6 y 6:16 acerca de Cristo como un cordero. Afirma que el poder de esta bestia es limitado, pues sólo tiene dos cuernos, mientras que Cristo tiene poder ilimitado pues tiene siete cuernos. Al respecto me gustaría citar textualmente lo que dice Charles Ryrie en la nota de estudio al pie de página correspondiente a Apocalipsis 13:11 dice así: Esta persona es el lugarteniente del Anticristo, y va a intimar por medio de milagros la adoración del Anticristo, según el versículo 13, haciendo y dando vida a una imagen del Anticristo, según versículos 14 y 15, sentenciando a muerte a los que desobedezcan, según el versículo 15, y exigiendo que se imprima, en la mano y/o en la frente una marca como requisito para que los hombres puedan comprar y vender, según los versículos 16-17. Otro autor, John McArthur, en la nota de estudio al pie de página correspondiente a Apocalipsis 13:11 dice: Esta bestia compañera de la otra será el proponente más importante y persuasivo de la religión satánica. El Anticristo será principalmente un líder político militar, pero el falso profeta será un líder religioso. La política y la religión se unirán para formar una religión mundial de adoración al Anticristo. En cuanto a los dos cuernos de este cordero que representa al falso profeta, John McArthur dice en sus notas al pie de página, que esto describe la relativa inferioridad en poder del falso profeta comparada con el poder del Anticristo, quien tiene diez cuernos. Un cordero tiene solamente dos protuberancias pequeñas en su cabeza, nada comparables a los 10 cuernos de la primera bestia, que representa al Anticristo. La imagen del cordero también puede implicar que el falso profeta tratará de aparecer como un falso Cristo imitando al verdadero Cordero con “c” mayúscula. Contrario al Anticristo, el falso profeta no vendrá como un animal asesino y destructor, sino como alguien que parece gentil y engañosamente atractivo. Muchos judíos serán engañados por esta apariencia y se rendirán a la persuasión del falso profeta para rendir adoración al Anticristo. Además Usted se apoya en Daniel 11:36-45 para afirmar que el Anticristo es de origen judío porque específicamente en el versículo 37 dice que del Dios de sus padres no hará caso. Pero no es así, amable oyente. Comentando sobre este versículo, John McArthur dice lo siguiente: La palabra que se ha traducido como “Dios” es Elohim, una palabra que es plural, de modo que en su contexto probablemente se refiere a dioses. Los gentiles paganos tienen sus dioses tradicionales que pasan de padres a hijos, pero el Anticristo no tendrá respeto a ninguno de los dioses de sus antepasados. Su único dios es el poder. Por eso el texto en los versículos 37 y 38 dice que el Anticristo no respetará a dios alguno, porque sobre todo se engrandecerá, mas honrará en su lugar al dios de las fortalezas, dios que sus padres no conocieron. Finalmente, quisiera referirme a la profecía de las setenta de Daniel, en la cual, en cuanto a mí, existe una prueba contundente de que el Anticristo es de origen gentil. Permítame leer el texto en Daniel 9:24-27. Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos. Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos. Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones. Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador.

    Los intérpretes bíblicos unánimemente admiten que cuando el pasaje habla del pueblo de un príncipe que ha de venir, se está refiriendo al pueblo romano, pueblo que arrasó con la ciudad de Jerusalén y su templo en el año 70 DC. El príncipe que ha de venir, esto es el Anticristo, pertenece a ese pueblo, un pueblo gentil. Por eso es que al Anticristo se le conoce también como la cabeza del imperio romano revivido. Será la cabeza de la forma final del dominio gentil final por cuanto será como un leopardo, un oso y un león. Por estas consideraciones mi convicción personal, compartida por muchos otros intérpretes bíblicos, como Dwight Pentecost es que el Anticristo es de origen gentil, no judío.

  • Fracaso en los estudios

    Un joven amigo quien es muy fiel al Señor testificando a sus compañeros en la universidad, lo cual le ha traído como consecuencia el rechazo y el desprecio de algunos de ellos. A pesar del esfuerzo que ha hecho para estudiar la carrera que está siguiendo, sus calificaciones no son del todo buenas y teme que de continuar así no pueda seguir estudiando esta carrera. Piensa que si esto llegara a suceder sería algo muy difícil de soportar para él porque se sentiría un fracasado. Nos pide un consejo.

    Gracias por haber tomado tiempo para compartir con nosotros acerca de esta situación. En primer lugar, me gustaría felicitarle y animarle a seguir siendo fiel al Señor a pesar de las pruebas. Es en las pruebas donde se manifiesta el verdadero carácter del creyente. Las pruebas en realidad son los medios que Dios utiliza para formar nuestro carácter. Note lo que dice Santiago 1:2-4 Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.
    Así que, ánimo amigo. Si está siendo probado es porque Dios está moldeando su carácter para que sea lo que Él quiere. Por otro lado, el sufrir por la causa de Cristo es una bendición. Observe lo que dice 1 Pedro 4:14-16 Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado. Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno; pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello.
    Cuando Usted dice que por testificar de Cristo en la universidad es rechazado y despreciado, está siendo vituperado por el nombre de Cristo. Siendo este el caso, en lugar de desanimarse, Usted debe sentirse bienaventurado, esto significa dichoso, muy feliz, no porque sea agradable ser rechazado o despreciado, sino porque el rechazo y el desprecio por la causa de Cristo es una evidencia concluyente de que el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre Usted. El mundo odia y desprecia a Cristo y es natural que también odie y desprecie a los que somos sus seguidores. Juan 15:18-19 dice: Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece.
    Con el odio y el desprecio por la causa de Cristo que recibe el creyente, el mundo blasfema contra Cristo, pero con el mismo odio y el desprecio por la causa de Cristo que recibe el creyente, el creyente glorifica a Cristo. De manera que Pedro aconseja a sus lectores que ningún creyente padezca como homicida o ladrón o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno, pero si un creyente padece por la causa de Cristo, que no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello. Muy bien. Ahora vamos a la otra prueba. Me refiero a sus estudios en la universidad en la carrera que está siguiendo. Usted dice que a pesar de todo el esfuerzo que está haciendo, sus calificaciones no son buenas. Teme que le saquen de la carrera por no llegar a los mínimos requeridos en cuanto a calificaciones. Si esto llegara a pasar, Usted piensa que sería algo muy frustrante. Bueno, amigo, permítame compartir algunos consejos al respecto. En primer lugar, ore al Señor sobre esta situación. Abra su corazón delante de Dios. Dígale como se siente por lo que está pasando, pero sobre todo dígale que lo que más desea en la vida es hacer lo que Dios quiere. Dígale que si la voluntad de Dios es que no continúe estudiando esa carrera, que Dios le dé la suficiente sabiduría para discernir cual es la voluntad de Dios. Dígale que Usted va a estar gozoso tanto si deja de estudiar esa carrera como si sigue estudiando esa carrera. También dígales que si la voluntad de Dios es que estudie otra carrera, que Dios mismo le guíe a saber cuál. En segundo lugar, organice su tiempo para disponer de al menos unos 30 minutos diarios para leer, estudiar, meditar y memorizar la Biblia. La voluntad de Dios jamás está separada de la palabra de Dios. En tercer lugar, hasta que no esté seguro de cuál es la voluntad de Dios en cuanto a la carrera que está estudiando haga todo lo humanamente posible para obtener las mejores calificaciones. Ore como si todo dependiera de Dios y estudie como si todo dependiera de Usted. Este es el equilibrio perfecto. Si haciendo esto mejoran sus calificaciones, es muy posible que Dios le esté diciendo que su voluntad es que siga en esta carrera, pero si haciendo esto, sus calificaciones siguen en descenso, entonces es muy posible que Dios le esté diciendo que su voluntad es que cambien de carrera. Si este fuera el caso, no lo tome como algo personal, como un fracaso de su parte. Simplemente tómelo como algo que Dios está queriendo hacer en su vida. Podría ser inclusive que la voluntad de Dios es que no estudie ninguna carrera en la universidad y que dedique su vida a prepararse para servir al Señor como misionero u obrero en una iglesia local. También podría ser que la voluntad de Dios es que Usted no estudie ninguna carrera sino que trabaje en alguna actividad legítima. Después de todo, es bueno obtener un título superior en alguna carrera, pero no es indispensable. No olvide jamás que hacer lo que Dios quiere siempre es lo mejor para cada uno de sus hijos. En cuarto lugar, busque el consejo de sus padres, de los pastores o ancianos y de personas maduras en la fe que le orienten en la decisión que debe tomar. Espero que estas ideas le ayuden a sortear satisfactoriamente esta prueba. Que el Señor le bendiga.

  • Quisiera saber sobre el matrimonio civil y eclesiástico.

    Al matrimonio se lo ve como un compromiso ante Dios, ante las autoridades y ante la sociedad. El compromiso ante Dios lo hacen los contrayentes cuando ante Dios se comprometen a unirse el uno al otro como marido y mujer, siguiendo el principio que aparece en varios pasajes de la Biblia como por ejemplo Génesis 2:24 donde dice: Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.
    El compromiso ante las autoridades lo hacen los contrayentes cuando recurren a las autoridades civiles conforme a lo que establece la legislación de cada país para ser declarados marido y mujer. Esto es lo que se conoce como el matrimonio civil. La sumisión a las autoridades civiles es un principio ampliamente fundamentado en la palabra de Dios como por ejemplo Romanos 13:1-5 donde dice: Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos. Porque los magistrados no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer la autoridad? Haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella; porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo. Por lo cual es necesario estarle sujetos, no solamente por razón del castigo, sino también por causa de la conciencia.
    El compromiso ante la sociedad lo hacen los contrayentes cuando participan a sus familiares y amigos, que se han unido en matrimonio. Este compromiso es motivo de regocijo para todos. En esto consiste el matrimonio, amable oyente. Como Usted habrá notado, son los contrayentes los que por voluntad propia contraen este solemne compromiso. El Nuevo Testamento no ordena a la iglesia local a efectuar matrimonios, o lo que comúnmente se llama el matrimonio eclesiástico. El matrimonio no es una ordenanza para la iglesia local. Esto sin embargo no significa que sea malo realizar una ceremonia matrimonial en una iglesia local, pero no es indispensable para que una pareja se considere casada. Cuando una pareja de creyentes ha decidido casarse, en algún momento deberían los dos solos ante Dios comprometerse el uno al otro a amarse, respetarse, y ser mutuamente fieles. Luego deberían recurrir a las autoridades civiles de su país para que sean declarados marido y mujer por las leyes de ese país. Después deberían comunicar a sus familiares y amigos el feliz acontecimiento y si esto se realiza en una iglesia local, no hay problema con ello, pero si no se lo hace, tampoco hay problema con ello.

  • ¿Qué debo hacer para esperar tanto a un esposo?

    Soy una persona que conoció a Dios y me aparté luego y ahora he vuelto a los caminos de Dios y me siento muy triste ya que hice mal conociendo muchas cosas, pero no entiendo por qué Dios se tarda tanto en responder la petición de un esposo, y es que de hecho tengo muchos pretendientes y ninguno me ha parecido que sea ya que son personas que no tienen a Dios en su corazón. ¿Qué debo hacer para esperar tanto sin el cariño de un esposo que me ame de verdad y me respete como Dios dice y sin pecar ante Dios?

    Gracias por su consulta. Es muy bueno que Usted haya conocido a Dios. Espero que haya sido de la forma bíblica, por medio de recibir a Cristo como su Salvador, mas no por medio de algún rito, cualquiera que sea, porque no existe rito alguno que pueda poner al hombre incrédulo en unidad con Dios. Siento mucho por el tiempo que ha vivido alejada de Dios. Me imagino que habrá comprobado que la felicidad que el mundo da es una felicidad pasajera que sin embargo demanda un elevado precio. Me parece que su caso se parece al de la parábola del hijo pródigo. Después de tratar de encontrar satisfacción permanente en las cosas de este mundo, se encontró vacía. Eso debe haberle hecho reflexionar mucho y gracias a Dios, como el hijo pródigo, ha vuelto al calor del hogar, de donde jamás debió haberse alejado. Pero ahora está enfrentando una situación que le tiene perpleja. Por bastante tiempo ha estado orando por un esposo, pero hasta ahora el Señor no ha respondido su oración. Nos comparte que ha tenido muchos pretendientes, pero ninguno de ellos conoce al Señor y eso ha impedido que tenga una relación de enamoramiento con ninguno de ellos. Primeramente, le felicito por incluir a Dios en esto tan importante para la vida de las personas, me refiero al asunto de saber con quién se va a casar. Dios le conoce mejor de lo que Usted se conoce a Usted misma y por tanto Dios sabe lo que es mejor para Usted. Está bien que esté orando a Dios por un esposo, pero a la par debe perseverar en la palabra de Dios y en la oración. Note lo que dice Salmo 37:4-5 Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará.

    Mi consejo es que profundice su relación con el Señor por medio de escudriñar su palabra y orar, y de esa manera podrá encontrar su deleite en Él. Cuando eso pase, su mente estará en sintonía con la mente de Dios y sus pedidos serán lo que Dios también quiere y en consecuencia Dios mismo se encargará de responder su oración. Vale la pena encomendar a Jehová nuestro camino. Cuando confiamos plena y absolutamente en Él, Él mismo se encargará de que se cumplan nuestros más caros anhelos. Por otro lado, me gustaría aconsejarle que no se obsesione con la idea de casarse. Está bien que desee casarse, y está bien que ore al Señor sobre esto, pero no está bien que haga depender su gozo y su felicidad del hecho de estar casada. Más bien dígale al Señor algo como esto: Señor, mi anhelo es casarme con un hombre que te ame a ti y también a mí, pero tú, Señor, sabes lo que es mejor para mi vida y yo me someto a tu voluntad para mi vida. Si me das un esposo estaré muy agradecida, pero si no me das un esposo también estaré agradecida, porque aunque por ahora yo no lo entienda, esto será lo mejor para mí. Si Usted dice al Señor algo como esto, estará librándose de estar obsesionada con su matrimonio. Hace algún tiempo atrás conocí a una fiel hermana en Cristo, cuyo lema para su vida era: Mi meta es casarme y si no me caso jamás seré feliz en la vida. El tiempo iba pasando y no aparecía el hombre que tomaría como esposa a esta hermana. Pero un día esta hermana colocó en el altar del sacrificio a Dios, esta obsesión por casarse y dejó todo en las manos de Dios, aceptando gozosa de antemano cualquiera que sea la decisión de Dios. No pasaron ni seis meses desde que hizo esto, hasta que Dios en su gracia trajo a esta hermana un hombre temeroso de Dios para que sea su esposo. Es de esto de lo que le estoy hablando amiga oyente. Además, me gustaría aconsejarle que se involucre en el servicio ferviente al Señor en la iglesia local donde se congrega. Hable con los ancianos o pastores de la iglesia y ofrezca su servicio en lo que sea. Muchos son los casos en los cuales hermanos han encontrado a sus parejas mientras están en el servicio fiel al Señor. Algo que me gustaría advertirle, aunque seguramente Usted ya lo sabe, es que la Biblia ordena que un creyente no se case con alguien que no es creyente. 2 Corintios 6:14 dice: No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?

    La desobediencia a este claro mandato bíblico produce serias consecuencias que duran toda la vida. La obsesión por casarse ha llevado tanto a hombres como a mujeres, tal vez más a mujeres, a violar este mandato bíblico disfrazándolo con el razonamiento nada bíblico de que si me caso con un incrédulo, lo podré ganar para Cristo una vez que me case. Hasta donde yo sé, puedo contar con los dedos de una mano los casos cuando esta expectativa se ha cumplido, pero en la basta mayoría de los casos la parte creyente es arrastrada por la parte no creyente a alejarse del Señor. No ponga en riesgo su vida futura amable oyente. Es preferible vivir deseando casarse que vivir deseando no haberse casado. En Ecuador dicen que las solteronas se han quedado para vestir santos y sobre esto existe un dicho que más o menos reza así: Más vale quedarse soltera para vestir santos, que casarse al apuro para desvestir borrachos. La sabiduría popular tiene la razón. Que Dios le bendiga ricamente.

  • ¿Quienes resucitaron cuando murió Jesús?

    La Biblia dice que cuando Jesús murió se abrieron los sepulcros y que muchas personas resucitaron. ¿Quiénes eran estas personas? ¿A quienes se les aparecieron, y a dónde fueron después? ¿Continuaron una vida normal después que resucitaron?

    El pasaje bíblico que trata el tema de su consulta se encuentra en Mateo 27:45-53. Permítame leerlo: Y desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena. Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? Algunos de los que estaban allí decían, al oírlo: A Elías llama éste. Y al instante, corriendo uno de ellos, tomó una esponja, y la empapó de vinagre, y poniéndola en una caña, le dio a beber. Pero los otros decían: Deja, veamos si viene Elías a librarle. Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu. Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron; y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron; y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos.

    Así es como Mateo registra lo que sucedió aquel aciago día. Densas tinieblas rodeaban la escena del Gólgota desde el medio día. A las tres de la tarde el Señor Jesús entregó su espíritu al Padre. El mismo instante acontecieron algunos eventos sobrenaturales. El pesado velo del templo que dividía el lugar santo del lugar santísimo se rasgó en dos, de arriba abajo, indicando que por la obra perfecta de Cristo en la cruz se había abierto el camino al Padre para todo pecador que recibe a Cristo como Salvador. Al mismo tiempo, se produjo un gran terremoto. La tierra se sacudía en convulsión descontrolada. Las rocas de los montes se partieron y como los judíos tenían la costumbre de sepultar a sus muertos en cuevas rocosas y cubrir la entrada con grandes rocas, muchas quedaron expuestas. Mateo relata que se abrieron los sepulcros. Lo maravilloso es que después que resucitó el Señor Jesucristo, muchos santos que habían muerto, resucitaron también y saliendo de sus sepulcros, vinieron a Jerusalén y aparecieron a muchos, como para no dejar duda en cuanto a la autenticidad del milagro. Esto es todo lo que con la autoridad del relato bíblico podemos afirmar. Cuando Mateo habla de los santos se está refiriendo a judíos que habían antes de morir habían sido perdonados de sus pecados. ¿Cuántos eran? No se puede precisar, pero eran muchos. ¿Quiénes fueron específicamente? No se puede saber, sus nombres no han sido revelados. ¿Qué pasó después con ellos? Pues los intérpretes bíblicos se agrupan en dos bandos. El primero dice que volvieron a morir, al igual que Lázaro, el hermano de María y Marta, quien también resucitó para volver a morir. El segundo dice que estos santos resucitaron con cuerpos glorificados y que en algún momento posterior fueron arrebatados al cielo como una muestra de lo que más tarde sucederá cuando los muertos en Cristo resuciten y sean arrebatados al cielo. No se puede ser dogmático en esto, así que, Usted puede integrarse a cualquiera de los dos bandos. En cuánto a quiénes se aparecieron, no se puede saber con certeza, deben haber sido gente en Jerusalén.

  • Soy divorciada y vivía con mis padres ¿qué hago?

    Estoy divorciada y no tengo hijos y estaba viviendo con mis padres, pero por un desacuerdo con mi madre decidí salir de su casa a vivir sola. Sin embargo, ahora me siento mal porque siento que he defraudado a mis padres al dejarles solos. Necesito un consejo.

    No nos especifica si Usted es o no creyente. Si lo es, gracias a Dios. Si no lo es, es necesario que reconozca su necesidad espiritual de obtener el perdón de sus pecados por medio de recibir a Cristo como su único y personal Salvador. Muy bien. La responsabilidad de los hijos hacia los padres ha sido claramente establecida en la palabra de Dios. Efesios 6:1-3 dice: Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.
    Se trata de un mandato. Mientras los hijos están bajo el mismo techo de sus padres, están en obligación de obedecer a sus padres, independientemente de la edad de los hijos y de la preparación académica de los hijos. Pero cuando los hijos forman su propio hogar, deben dejar padre y madre y deben unirse a sus cónyuges. Génesis 2:24 dice: Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.
    En estas circunstancias, los hijos ya no están más bajo la autoridad de sus padres. Pero algo que no cambia, aún cuando los hijos formen su propio hogar, es el honrar a sus padres. Esto de honrar no sólo tiene que ver con respetar o tener en alto concepto a los padres, sino también tiene que ver con apoyar a los padres inclusive económicamente. Por supuesto que cuando los hijos son menores de edad, son los padres quienes satisfacen las necesidades económicas de ellos, pero cuando los padres llegan a la ancianidad y no pueden valerse por sí mismos, es responsabilidad de los hijos el ayudar a los padres inclusive económicamente. Ahora apliquemos estos principios a su caso. Usted, siendo mayor de edad, inclusive divorciada y sin hijos, había estado viviendo en la casa de sus padres. Su responsabilidad era someterse en obediencia a sus padres. Por alguna razón hubo desacuerdos con su madre y Usted decidió salir de la casa de sus padres y se fue a vivir sola. Con esto no hay problema, aunque mi consejo sería en el sentido que arregle el conflicto que tuvo con su madre, cualquiera que haya sido. Usted debe perdonar a su madre y su madre debe perdonarle a Usted. Es importante que se reconcilie con su madre. Si desea seguir viviendo sola, puede seguir haciéndolo, pero lo que no debería hacer es ignorar o abandonar a sus padres. Le aconsejo que los visite con frecuencia, que busque maneras para ayudarlos, y si es necesario inclusive provea ayuda económica para ellos. Tal vez en algún momento Usted se sienta inclinada a volver a vivir en la casa de sus padres, con lo cual no habría ningún problema. Si es fiel en honrar a sus padres, estará cumpliendo con lo que la palabra de Dios demanda de Usted y no habrá motivo para que se sienta mal por haber defraudado a sus padres.

  • Mi novio me trata mal

    Necesito un consejo, estoy de novia y comprometida con un joven creyente, quien le ha mentido reiteradamente, me ha hecho quedar mal ante otras personas, me hace sentir que soy menos que él y que jamás podré ser feliz con ninguna persona aparte de él. Amo sinceramente a mi novio, pero me preocupan mucho las actitudes de él, al punto que he perdido mucho peso y estoy emocionalmente desecha, pensando inclusive en el suicidio. Siento que nadie le ama ni siquiera Dios.

    El noviazgo tiene como propósito que la pareja pueda conocerse espiritualmente y emocionalmente, dejando lo físico para el matrimonio. En su caso personal, Usted tiene evidencias comprobadas de las fallas espirituales en su novio. Un hombre espiritual no hará de la mentira un estilo de vida, un hombre espiritual no lastima a la persona que ama haciéndola quedar mal ante otras personas, o hablando mal a espaldas de la persona que ama. Un hombre espiritual evitará considerarse superior a la persona que ama, evitará sentirse tan importante al punto que hace sentir a la persona que ama como que le está haciendo un favor al estar con ella. Un hombre espiritual no se dará aires de grandeza afirmando que la persona que ama no tiene esperanza de ser feliz a no ser que sea por medio de él. Asumiendo que todo lo que Usted ve en su novio es verdadero, a mí me parece que su novio tiene serios problemas espirituales. Obviamente yo no soy Dios para afirmar que su novio no es creyente, pero el fruto de su vida, me deja mucha duda en cuanto a si en verdad es creyente. Digamos entonces, amable oyente, que en el plano espiritual su novio deja mucho que desear y Usted debe ejercer mucho discernimiento espiritual para decidir si debe seguir o no con su relación con él. Pero también existen problemas emocionales. Su novio le está maltratando emocionalmente. Como su novio sabe que Usted le ama mucho, está abusando de Usted, manipulándole, anulando su voluntad. Su novio se cree el mismo Dios cuando piensa que sólo con él Usted puede ser feliz. No es así amable oyente. Solamente Dios es fuente infalible de felicidad. Su novio le tiene en calidad de alfombra, o tapete como dicen en algunos países, y por eso le pisotea cuando se le viene en gana. Esta no es una relación sana en lo emocional. Usted dice que no siente que él le ama. Con el trato que su novio le está dando, me sorprendería mucho que Usted me dijera que se siente amada de él. En las condiciones que está, es natural que se sienta abusada, no amada de él. Esto le ha conducido a dudar hasta del amor de Dios. Pero no debe sentir esto, mi amiga. Dios le ama como Usted no tiene idea. Le ama tanto al punto que si Usted fuera la única persona pecadora en el mundo, aún así Dios hubiera enviado a su Hijo unigénito para que muera por Usted. Así es el amor de Dios hacia Usted. No dude jamás del amor de Dios. Sobre la base de todo lo que le he dicho, mi consejo es que no se case hasta que no vea cambios importantes en las actitudes de su novio. Hable con él franca y abiertamente y dígale como se siente y cuáles son sus preocupaciones. Luego dése un tiempo prudencial para ver si se producen los cambios que está buscando. Si se dan esos cambios podría continuar con la relación y casarse con él, pero si no se dan esos cambios será preferible para Usted terminar su relación de noviazgo con él. Si esto llegara a pasar, será algo muy duro para Usted, pero si Dios le guía a tomar esa decisión, Dios mismo le dará las fuerzas para soportar el dolor. Más vale recibir un solo golpe ahora que tener que vivir toda la vida recibiendo golpes. Le aconsejo también que durante todo este proceso, busque consejo de los pastores o ancianos de su iglesia. Sería bueno que también tome en cuenta el consejo de sus padres. Si ahora que son solamente novios, su novio actúa de la manera que lo está haciendo, no le quepa la menor duda que si se casa con él así como está, su vida será un infierno en el mundo. En cuanto a esas ideas de suicidarse por lo que está viviendo, esto es algo demasiadamente serio amable oyente. No luche sola contra estos pensamientos. Busque primeramente el auxilio de Dios por medio de su Espíritu y por medio de su palabra, y luego hable de esto con los pastores o ancianos de su iglesia. Los pensamientos suicidas son muy traicioneros y si no habla de esto con alguno de confianza que esté cerca de Usted, puede conducir a una desgracia. Pero después de todo, amable oyente, no vale la pena poner en riesgo su vida por un hombre que no ha sabido valorarle siendo su novio. Usted es una joya a los ojos de Dios. Busque su sentido de satisfacción en Él. Dios jamás le va a fallar. Que Dios le bendiga ricamente.

  • ¿Puede una persona que no es salva, sentir la presencia del Espíritu de Dios?

    ¿Puede una persona que no es salva, sentir la presencia del Espíritu de Dios y recibir bendiciones sólo con asistir a una iglesia y compartir con cristianos en las reuniones y fuera de ellas? ¿Como puede estar realmente segura una persona de su salvación?

    Una persona incrédula no tiene el Espíritu Santo en su vida. Hablando a los creyentes, Pablo les dice lo que aparece en Romanos 8:9: Mas vosotros no vivís según la carne,  sino según el Espíritu,  si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros.  Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo,  no es de él.

    Un incrédulo por tanto no tiene el Espíritu Santo en su vida. Siendo así, el incrédulo no puede ver el fruto del Espíritu Santo en su vida. A propósito he evitado usar la palabra “sentir” porque en la vida cristiana las cosas se aceptan o se rechazan por la fe, no por los sentimientos. Un creyente puede no sentirse salvo, pero si ha depositado su fe en la persona y obra del Señor Jesucristo, es salvo, porque eso es lo que dice la palabra de Dios, a pesar que no se sienta salvo. Por otro lado, todo incrédulo recibe bendiciones de Dios, por lo que los teólogos llaman la gracia común. Según Mateo 5:45, el Señor Jesús dijo que Dios hace salir el sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos. Esta gracia común sin embargo, no significa que los que la reciben son automáticamente salvos. Hace falta que el incrédulo reciba a Cristo como Salvador para que la gracia salvífica de Cristo se derrame sobre el incrédulo y llegue a ser salvo. Cuando un incrédulo entra a un templo y recibe bendiciones de Dios, está recibiendo los beneficios de la gracia común, pero eso no le hace salvo. Necesita recibir a Cristo como Salvador para ser salvo. El creyente puede estar seguro de su salvación cuando conoce y sabe lo que dice la palabra de Dios sobre la salvación. Cuando por ejemplo, toma para sí lo que dicen textos como Juan 3:36 donde dice: El que cree en el Hijo tiene vida eterna;  pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida,  sino que la ira de Dios está sobre él.

    Creer en Cristo, lo cual es equivalente a recibirlo como Salvador, resulta en tener vida eterna. Esto es la palabra de Dios y si lo acepto sin reservas, puedo disfrutar de estar seguro de mi salvación.

  • Malos pensamientos

    Estoy confundido, estoy desanimado, no puedo orar, no quiero leer la Biblia y si leo no entiendo, mis pensamientos están todo el tiempo en las mujeres. Necesito su consejo.

    Antes de sugerir algunas pautas para solucionar su problema, me gustaría hacerle la siguiente pregunta: ¿Ha recibido al Señor Jesucristo como su único y personal Salvador? Si lo ha hecho, gracias a Dios, porque Usted tiene todo lo que necesita para arreglar su situación espiritual y emocional, si no lo ha hecho, debe hacerlo lo antes posible porque de esta manera, no solo obtendrá perdón de pecados y vida eterna sino que también tendrá el poder para vivir la vida abundante que nos prometió el Señor Jesucristo. No está por demás al menos mencionar que para ser salvo necesita primeramente reconocer que es pecador, Romanos 3:23 dice que todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios. También tiene que reconocer que por ser pecador está en peligro de recibir eterna condenación. Romanos 6:23 dice que la paga o el castigo por el pecado es la muerte. Además debe reconocer que Dios ama al pecador y por ese amor dio a su Hijo unigénito para que muera en lugar del pecador, de modo que el pecador que cree en él tenga vida eterna. Juan 3:16 dice: Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Si Usted reconoce todo esto y lo acepta sin reparo alguno, entonces debe recibir al Señor Jesucristo, el Hijo unigénito, como su único y personal Salvador. Es un acto de fe sobre la base de lo que dice la Biblia. Juan 1:12 dice: Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios. Hable con Dios en oración y exprésele su deseo de recibir a Cristo. Dios oirá su clamor y llegará a ser salvo. Muy bien. Asumamos que ya ha tomado esta decisión, bien sea este momento o anteriormente. Usted dice que no logra concentrarse en lo que lee en la Biblia, y por tanto no entiende lo que está leyendo, porque su mente está ocupada con las mujeres. Siendo este el caso, no es de sorprenderse que se sienta confundido, desanimado, sin deseos de orar o leer la Biblia. ¿Qué hacer en esta situación? La solución a su problema aparece en Filipenses 4:8. La Biblia dice: Por lo demás,  hermanos,  todo lo que es verdadero,  todo lo honesto,  todo lo justo,  todo lo puro,  todo lo amable,  todo lo que es de buen nombre;  si hay virtud alguna,  si algo digno de alabanza,  en esto pensad.

    Este es el texto lema para mantener bajo control nuestros pensamientos. Algo muy útil que Usted debe saber es que la Biblia enseña que los creyentes tenemos la capacidad de controlar lo que pensamos. No tiene sentido adoptar una actitud fatalista al afirmar que no podemos evitar el pensar en cosas que no son loables. El hecho real es que Usted o yo, o en general cualquier creyente, tenemos la capacidad de decidir sobre aquello que va a ocupar nuestra mente, es decir, nuestros pensamientos. El secreto consiste en un acto voluntario de pensar en cosas loables. Un mal pensamiento se saca de la mente cuando entra un buen pensamiento. Una persona no puede abrigar malos pensamientos y pensamientos sobre el Señor Jesús, al mismo tiempo. En la práctica esto funciona de la siguiente manera: Si un mal pensamiento surge en mi mente, lo debo desechar inmediatamente por medio de pensar en la Persona y Obra del Señor Jesucristo. No se necesita de mucha indagación para saber que el versículo de Filipenses 4:8 habla del carácter de la persona del Señor Jesucristo. En Él encontramos todo lo verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, todo lo que es virtuoso, todo lo que es digno de alabanza. Veamos de qué se trata cada una de estas cualidades. Lo verdadero es lo que se encuentra en Dios, en su Hijo el Señor Jesucristo, en el Espíritu Santo y en las Escrituras. Lo honesto significa lo que es digno de respeto. Los creyentes debemos pensar en lo que sea digno de admiración y adoración, es decir en lo sagrado y no en lo profano. Lo justo se refiere a lo que es correcto. El creyente debe pensar en armonía con los estándares divinos de la santidad. Lo puro es todo lo moralmente limpio y sin mancha. Lo amable se refiere a aquello que es agradable. Lo que es de buen nombre es aquello que es considerado como bueno en el mundo, tal como la cortesía, la amabilidad, el respeto a otros. En general, el creyente debe ocupar su mente en pensar en todo aquello que tenga alguna virtud o excelencia moral y en todo aquello que sea digno de alabanza o algo recomendable. Así que, amable oyente, Usted necesita organizar su vida de manera que dedique al menos unos treinta minutos cada día, a leer una pequeña porción de las Escrituras. Trate de ir ordenadamente por alguno de los libros de la Biblia, tal vez el Evangelio de Juan. Tome unos pocos versículos y léalos en voz alta, pausadamente, varias veces, tratando de entender lo que ha leído. Una vez que ha entendido lo que ha leído, escriba un corto resumen en un papel. Luego medite en lo que acaba de escribir. De esta manera, en su mente se irán almacenando los pensamientos de Dios, y poco a poco irán desapareciendo los malos pensamientos. Luego de meditar en esa corta porción de las Escrituras, le sugiero que tome unos minutos para hablar con Dios en oración acerca de lo que ha guardado en su mente en cuanto a las Escrituras. Este ejercicio espiritual diario, tiene la virtud de llenar su mente de la palabra de Dios y es un gran antídoto para alejar al pecado en general de su vida. Note lo que dice Salmo 119:9-11. ¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra. Con todo mi corazón te he buscado; No me dejes desviarme de tus mandamientos. En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti.

    Si es fiel adoptando esta práctica, podrá mirar con claridad lo que Dios quiere para su vida, experimentará el gozo de ser un hijo de Dios, y dentro de Usted comenzará a surgir un deseo profundo por conocer más de la palabra de Dios. Cuando eso pase, podrá vivir en la práctica lo que dice Dios en Isaías 26:3 donde dice: Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera;  porque en ti ha confiado.

  • ¿Es pecado maldecir?

    Maldecir, literalmente significa condenar algo a destrucción. Cuando alguien maldice a una persona o cosa, está condenando a esa persona o cosa a destrucción. Por eso es que el diccionario afirma que maldecir es el deseo que al prójimo le venga algún daño. Siendo así, es natural pensar que la Biblia prohíbe maldecir. Específicamente, el Antiguo Testamento condena el maldecir a los padres. Voy a leer el texto en Éxodo 21:17. La Biblia dice: Igualmente el que maldijere a su padre o a su madre, morirá. Fíjese cuán terrible era maldecir al padre o a la madre. El castigo según la ley de Moisés era la pena de muerte. Si se aplicara este principio en la actualidad, me temo que muchos, especialmente jóvenes, estarían bajo un montón de piedras, porque la pena de muerte bajo la ley de Moisés, era normalmente por apedreamiento. Tenga mucho cuidado con maldecir a su padre o a su madre, amable oyente. El Antiguo Testamento también prohibía maldecir a una autoridad. Note lo que dice Éxodo 22:28: No injuriarás a los jueces, ni maldecirás al príncipe de tu pueblo. Algo interesante es lo que encontramos en Levítico 19:14. La Biblia dice: No maldecirás al sordo, y delante del ciego no pondrás tropiezo, sino que tendrás temor de tu Dios. Yo Jehová. El sordo, obviamente, no tiene capacidad de oír una maldición, pero aún así el Antiguo Testamento prohíbe que se le maldiga, por cuanto maldecir afecta más al que maldice que al que recibe la maldición. Maldecir es como escupir hacia arriba. Usted sabe en lo que termina. El mal es para quien lo hace. Pero no sólo el Antiguo Testamento condena el maldecir, el Nuevo Testamento lo hace tal vez con más fuerza. En Romanos 3:14 se ve que maldecir es propio de los incrédulos, no de los creyentes. Hablando de los incrédulos, note lo que tenemos en Romanos 3:14. La Biblia dice: Su boca está llena de maldición y de amargura. Maldecir es el fruto de un corazón entregado al pecado, amable oyente. En el Sermón del Monte, Jesús se refirió a la prohibición de maldecir. Observe lo que dice Mateo 5:44. Pero yo os digo:  Amad a vuestros enemigos,  bendecid a los que os maldicen,  haced bien a los que os aborrecen,  y orad por los que os ultrajan y os persiguen;

    En el mundo en el cual vivimos, es inevitable que alguien nos maldiga, pero como creyentes, no debemos responde con maldición a los que nos maldicen. Todo lo contrario, debemos responder con bendición a los que nos maldicen. El mejor ejemplo de esta conducta fue el mismo Señor Jesucristo. 1 Pedro 2:23 dice: quien cuando le maldecían,  no respondía con maldición;  cuando padecía,  no amenazaba,  sino encomendaba la causa al que juzga justamente;

    El apóstol Pablo también exhorta a los creyentes a no maldecir. Leo en Romanos 12:14. La Biblia dice: Bendecid a los que os persiguen;  bendecid,  y no maldigáis.

    Así que, amable oyente, no maldecir en este texto es una orden. No existe justificación alguna para que un creyente maldiga a otro. Santiago lo puso muy bien cuando dijo lo siguiente. Leo en Santiago 3:7-12. La Biblia dice: Porque toda naturaleza de bestias,  y de aves,  y de serpientes,  y de seres del mar,  se doma y ha sido domada por la naturaleza humana;  pero ningún hombre puede domar la lengua,  que es un mal que no puede ser refrenado,  llena de veneno mortal.  Con ella bendecimos al Dios y Padre,  y con ella maldecimos a los hombres,  que están hechos a la semejanza de Dios.  De una misma boca proceden bendición y maldición.  Hermanos míos,  esto no debe ser así.  ¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga?  Hermanos míos,  ¿puede acaso la higuera producir aceitunas,  o la vid higos?  Así también ninguna fuente puede dar agua salada y dulce.

    El asunto es sencillo. Así como una fuente no puede dar agua dulce y agua salada a la vez, así también un creyente no puede bendecir a Dios y maldecir al prójimo. De manera que, a su consulta de si maldecir es pecado, la respuesta enfática es sí. Tanto el Antiguo, como el Nuevo Testamento lo condenan enfáticamente. Es imprescindible por tanto que los creyentes refrenemos nuestra lengua para no proferir maldiciones a nadie, y si ya lo hemos hecho, aunque pensemos que teníamos razón para hacerlo, debemos reconocer que pecamos, debemos confesar a Dios ese pecado y debemos prometer que nunca jamás lo vamos a hacer con la ayuda del Señor. ¿Sabe una cosa, amable oyente? Cuando usted llena su mente con la palabra de Dios, será harto difícil que de su boca salgan maldiciones, porque de la abundancia del corazón habla la boca. ¿Quiere evitar decir maldiciones, o decir cualquier palabra obscena o hiriente? Llene su mente de la palabra de Dios, óigala, léala, estúdiela, medite en ella y sobre todo practíquela.

    ​La segunda consulta también nos ha sido hecha por Internet. Es acerca de una iglesia que está pensando realizar un bingo para levantar fondos para financiar algunos ministerios. Nos pregunta si esto estará correcto porque no quieren desobedecer ni desagradar a Dios. Aparte de esto, quiere saber en qué parte de la Biblia dice que es pecado participar en la lotería, las rifas y las tómbolas. Ha leído Deuteronomio 18:10-11, pero no le ha quedado claro lo que significa agorero y sortílego.

    No se imagina cuanto le agradezco por esta consulta amable oyente, porque me brinda la oportunidad de tocar varios asuntos que son conflictivos en la vida cristiana. A lo largo de toda la Biblia se evidencia un principio importante. El fin no justifica los medios. Es un excelente fin o propósito el levantar fondos para financiar los ministerios que realiza la iglesia, pero eso no transforma en algo bueno el robar, o el mentir o el estafar, para obtener ese dinero. Dentro de esto justamente cae el tan popular bingo. Si en su país el bingo es lo mismo que en mi país, se trata de un juego de azar. Los participantes compran una cartilla con números impresos al azar. Luego, de una esfera giratoria van saliendo números también al azar. El ganador del premio es aquel que primero llena su cartilla con los números que han salido de la esfera. Note que el azar o la suerte determina quien es el ganador. En el mundo existe un dicho: No todo depende de la suerte, porque es necesario buscar la suerte. Buscar la suerte en este caso, implica asistir al sitio donde se va a jugar al bingo, implica comprar la cartilla y sobre todo, implica la fe en que los números de la cartilla coincidan con los números que salen de la esfera. Todo es suerte amable oyente. Pero ¿qué dice la Biblia acerca de la suerte o la fortuna? Observe este texto en Isaías 65:11-12. La Biblia dice: Pero vosotros los que dejáis a Jehová,  que olvidáis mi santo monte,  que ponéis mesa para la Fortuna,  y suministráis libaciones para el Destino;  yo también os destinaré a la espada,  y todos vosotros os arrodillaréis al degolladero,  por cuanto llamé,  y no respondisteis;  hablé,  y no oísteis,  sino que hicisteis lo malo delante de mis ojos,  y escogisteis lo que me desagrada.

    Esta es una reprensión contra Israel. Habían dejado a Jehová y ahora confiaban en dioses paganos llamados Fortuna y Destino. Poner mesa y suministrar libaciones a estos dioses significa adorarlos, poner su esperanza en ellos. Dios estaba tan enojado por esto, que entregó a su pueblo a espada y destrucción. Me aterra lo último que dice el pasaje. Por confiar en Fortuna y Destino, los de Israel hicieron lo que desagrada a Dios. No es prudente por tanto que los creyentes participen en cualquier cosa donde se dependa del azar, de la suerte, de la fortuna. Está bien levantar fondos para la iglesia, pero la mejor manera es por medio de las contribuciones generosas y sacrificadas de los creyentes que se congregan en la iglesia. ¿Qué le parecería si para construir el tabernáculo, Moisés hubiera organizado un bingo? Terrible, ¿verdad? Lo que ordenó Dios a su pueblo por medio de Moisés fue que cada uno traiga ofrenda para la construcción del Tabernáculo. Éxodo 25:2 en su primera parte dice: Di a los hijos de Israel que tomen para mí ofrenda. Cuando el pueblo obedeció a Dios, había tal abundancia que sobraba y Moisés tuvo que ordenar al pueblo que dejen de traer más ofrendas. La obra de Dios amable oyente, se hace con las ofrendas del pueblo de Dios, no con bingos, ni rifas, ni loterías. Es suficientemente malo que los creyentes confían en Fortuna y por eso participen en loterías, rifas y tómbolas, pero más malo es que la iglesia toda participe en cualquiera de estas cosas. Usted también nos ha pedido explicación sobre las palabras agorero y sortílego que aparecen en Deuteronomio 18:10-11. Permítame leer este pasaje bíblico. La Biblia dice: No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego,  ni quien practique adivinación,  ni agorero,  ni sortílego,  ni hechicero,  ni encantador,  ni adivino,  ni mago,  ni quien consulte a los muertos.

    En este pasaje bíblico, Dios está demandando que su pueblo escogido se aparte de las prácticas propias de los paganos. En el paganismo era ampliamente aceptado hacer sacrificios humanos y lo típico, practicar adivinación, practicar agorero, lo cual se refiere a predecir males y desdichas mediante el presagio originado en el canto y vuelo u otros indicios que observaban en las aves, ya de señales que notaban en animales cuadrúpedos y ya de fenómenos meteorológicos. Los paganos también practicaban sortílego, esto significa adivinar o pronosticar una cosa por medio de suertes supersticiosas. Los paganos eran dados a la brujería, la hechicería, a los encantamientos. Tenían predilección por los adivinos, los magos y los que supuestamente podían comunicarse con los muertos, es decir el espiritismo. Todas estas prácticas debían ser desechadas por el pueblo de Dios y también por nosotros los creyentes. Dios lo considera como abominación. Note lo que dice Deuteronomio 18:12. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas,  y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti.