Autor: cris

  • Sueños y visiones 2º parte

    He escuchado de creyentes que tienen sueños y visiones de parte de Dios. ¿Dios se está comunicando con su pueblo a través de sueños y visiones? 

    Al hablar de sueños y visiones y en general de cualquier otra forma de comunicación de parte de Dios, aparte de la Biblia, estamos entrando en un terreno bastante controversial. Lo que voy a exponer es mi convicción sobre esto, conforme a lo que yo conozco de la Biblia. De ninguna manera pretendo atacar a hombres y mujeres temerosos de Dios que de alguna manera, quizá por experiencia propia, han llegado a una conclusión diferente. parto de un principio importante, que ha sido bien declarado en Lucas 1:37 donde dice:

    «porque nada hay imposible para Dios».

    Dios es soberano y nada ni nadie puede limitarle de alguna manera. De modo que no se trata de saber si Dios puede o no comunicarse hoy en día con los hombres por medio de sueños o visiones o audiblemente. Dios puede hacerlo cuando le plazca y como le plazca. De hecho, la Biblia declara que Dios se comunicó con alguien a través de un burro y Jesucristo dijo que hasta las piedras hablarían. El asunto más bien debe ir por el lado de si la Biblia contiene alguna información relativa a si Dios está o no hablando con la gente hoy en día a través de sueños, o visiones o audiblemente. Examinemos pues la información que la misma Biblia nos provee.

    primeramente, vemos que la última vez que Dios se comunicó con un ser humano mediante sueños, fue con José, el esposo de María, la madre de Jesús y le dio a conocer que debía ir con Jesús y María a la región de Galilea. Mateo 2:22 dice:

    «pero oyendo que Arquelao reinaba en Judea en lugar de Herodes su padre, tuvo temor de ir allá; pero avisado por revelación en sueños, se fue a la región de Galilea».

    Existe otra mención de un sueño, en Mateo 27:19, en el cual la esposa de pilato padeció mucho en sueños por causa de Jesucristo, quien estaba por ser crucificado, sin embargo, no se declara que hubiera habido algún mensaje específico de parte de Dios. Después de esto, la Biblia no declara absolutamente nada más en cuanto a personas que recibieron algún mensaje de Dios por medio de sueños. Si este fuera el método de Dios para revelar su voluntad hoy en día, ¿no le parece que debería haber bastante evidencia de ello en las Epístolas que son los libros en los cuales la iglesia basa mayormente su doctrina y práctica? pero la realidad es que no existe ninguna evidencia y por tanto es lógico pensar que en la actualidad, Dios debe haber escogido revelar su voluntad por medio de alguna forma distinta a los sueños.

    Otra razón poderosa para dudar que Dios hable por medio de sueños, es el peligro de que en los sueños no hable Dios sino Satanás disfrazado de Dios. Antes de que me tilde de ver a Satanás hasta en la sopa, considere este razonamiento. Leamos Judas 8 donde dice:

    «No obstante, de la misma manera también estos soñadores mancillan la carne, rechazan la autoridad y blasfeman de las potestades superiores.»

    Según lo que hemos leído, había gente que tenía sueños en la etapa temprana de la existencia de la iglesia, allá en el primer siglo, y sin lugar a dudas decía que a quien vieron o escucharon en sueños era al Señor, pero fijémonos bien quienes eran estos soñadores. pues los soñadores eran nada más y nada menos que falsos maestros o apóstatas, quienes de ninguna manera podían haber estado recibiendo mensajes de Dios. ¿Quién era el que estaba comunicándose en sueños con estos soñadores apóstatas? La respuesta es obvia.

    Otra razón adicional para dudar que Dios se revele en sueños en la actualidad es porque todo lo que Dios tenía para revelar ya ha sido revelado en su palabra, la Biblia. Ya no queda nada más por revelar. Siendo así, ¿para qué Dios va a usar sueños para comunicar su voluntad? A este respecto, el apóstol pedro, quien vio con sus propios ojos la gloria de Cristo en la transfiguración y oyó con sus propios oídos la voz del cielo, dijo que hay una palabra más segura que todo eso. Esa palabra es la Biblia. Note lo que dice 1 pedro 1:19 donde leemos:

    “Tenemos también la palabra profética más segura a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar obscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones.»

    En esencia lo que pedro está diciendo es: Miren creyentes, ustedes tienen la Biblia en sus manos, ésa es la palabra profética más segura. No anden por tanto por aquí y por allá buscando revelaciones en sueños. Aún el profeta Jeremías quien vivió en una época en la cual ciertamente Dios se estaba comunicando a veces por medio de sueños, dijo que los sueños eran como la paja cuando se compara con la profecía que era como el trigo. Jeremías 23:28 dice:

    «El profeta que tuviere un sueño, cuente el sueño; y aquel a quien fuere mi palabra, cuente mi palabra verdadera. ¿Qué tiene que ver la paja con el trigo? Dice Jehová.»

    Que triste es constatar hoy en día personas que siguen el consejo de sus sueños y desprecian la palabra de Dios aún cuando lo que sus sueños aconsejan es algo contrario a lo que la palabra de Dios enseña. Estas personas prefieren la paja y desprecian el trigo. En conclusión, la evidencia bíblica no apoya la idea que Dios se está comunicando por medio de sueños hoy en día.

    Con las visiones acontece básicamente lo mismo que con los sueños. La última visión de la cual nos habla la Biblia fue la de Juan en la isla de patmos y resultado de ello tenemos el libro de Apocalipsis. Después nada más. De ser un método que iba a ser usado por Dios para revelar su voluntad, hubiera sido de esperarse que se hable de ello en las epístolas, pero las epístolas guardan silencio. Todo lo dicho, no nos libera de hallar una explicación acerca de las experiencias de sueños y visiones que algunas personas han tenido. Es difícil saber a ciencia cierta.

    Juan Wesley escribió sobre esto hace mucho tiempo en estos términos: “No os apresuréis a atribuir cosas a Dios. No asumáis que sueños, voces, impresiones, visiones son revelaciones de Dios. pueden ser de él, pueden ser naturales, o pueden ser del diablo. por tanto no creáis a todo espíritu, antes probad los espíritus si son de Dios.” Hasta aquí la cita de Juan Wesley.

    Respetando este criterio, a mí me parece que el terreno seguro siempre será aquel determinado por la palabra de Dios. La gente puede experimentar sueños, puede imaginar que ha tenido visiones, puede pensar que ha oído voces, pero una cosa es real, estos sueños, visiones, voces, etc. son solo el resultado de nuestros anhelos, de nuestros temores, de nuestras dudas, de nuestras frustraciones, de forma que es riesgoso soñar algo, o ver algo o escuchar algo y concluir que aquello es la voluntad de Dios sobre determinado asunto. Los sentidos a veces pueden desviarnos de la sincera fidelidad a Dios. pero la palabra de Dios nunca nos va a desviar de la sincera fidelidad a Dios. para conocer la voluntad de Dios sobre determinado asunto, todo lo que tenemos que hacer es conocer la palabra de Dios. No tenemos que depender de sueños o visiones sino de lo que dice la palabra de Dios.

    Me causa tristeza ver cantidad de creyentes que viven tensionados por no saber la voluntad de Dios para sus vidas. No pocas veces me han confesado: No te imaginas cuanto daría por conocer la voluntad de Dios para mi vida. Cuando yo les pregunto si están leyendo y estudiando la Biblia, me contestan que no. Esta es justamente la razón por la cual no conocen la voluntad de Dios para sus vidas. Como humanos nos gusta el camino más fácil, la ley del menor esfuerzo. Qué fácil conocer la voluntad de Dios para nuestra vida acostándonos a dormir para esperar un sueño de Dios o una visión celestial, porque así nos ahorramos el trabajo de escudriñar la Biblia. pero no prefiera la paja desechando el trigo.

  • Diezmo ¿A quién entregarlo?

    ¿Puedo dar el diezmo a una persona necesitada o se debe entregar en su totalidad a la iglesia local donde uno asiste?

    Veamos qué es lo que el Nuevo Testamento enseña con respecto a la ofrenda. Tomemos como punto de partida lo que encontramos en 1 Corintios 16:2 donde leemos lo siguiente: «Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas.»

    Vemos en este texto bíblico que esto de ofrendar no es un asunto ligero o algo que se puede manejar ligeramente. El ofrendar es un asunto serio que demanda preparación, principalmente de las actitudes del corazón y secundariamente de los montos y las maneras de ofrendar. Se lo debe llevar a cabo cuando la iglesia está reunida, en el primer día de la semana y se lo debe poner aparte, guardándolo.

    En cuanto a la actitud para ofrendar, El apóstol pablo se ocupa de este tema, dejando una enseñanza clara y precisa sobre el privilegio de ofrendar. En esencia se ve que el ofrendar es una gracia, es decir un favor inmerecido que recibe el creyente. Observe lo que dice 2 Corintios 8:7 «por tanto, como en todo abundáis, en fe, en palabra, en ciencia, en toda solicitud, y en vuestro amor para con nosotros, abundad también en esta gracia”.

    El dar es entonces una gracia de parte de Dios en favor del creyente. Esto es notable. Al dar al Señor la ofrenda, estamos haciéndonos un favor a nosotros mismos, porque el dar trae aparejados un cúmulo de beneficios para el que da. En esto se cumple la palabra de Dios cuando en proverbios 11:24 dice: «Hay quienes reparten, y les es añadido más; y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza.»

    De modo que Pablo no habla de la ofrenda como una gracia. Cuando ofrendamos, a veces tenemos la tendencia a pensar que estamos haciendo un favor a la iglesia, o a un hermano o a un misionero o inclusive a Dios. pero podemos ver cuan equivocados estamos, porque el ofrendar es una gracia, es decir un favor inmerecido que nosotros mismos recibimos. También encontramos que en contraste con la ley, que imponía un determinado porcentaje para ser entregado al Señor, el Nuevo Testamento muestra que la ofrenda es un acto voluntario que parte del amor sincero al Señor. En 2 Corintios 9:5 dice: «por tanto, tuve por necesario exhortar a los hermanos que fuesen primero a vosotros y preparasen primero vuestra generosidad antes prometida, para que esté lista como de generosidad, y no como de exigencia nuestra.»

    ¿Cómo diezmar correctamente?

    Para Dios, lo importante es la actitud que tenemos para hacer las cosas. puede ser que ofrendemos abundantemente, pero si no tenemos una actitud correcta, esto no será agradable a Dios. Dios mira el corazón más que los billetes que están en la mano al momento de ofrendar. También encontramos que el privilegio de ofrendar es universal a los creyentes.

    No son pocos los creyentes que piensan que esto de ofrendar es exclusivo de los creyentes ricos, pero recordemos que los calificativos rico o pobre son bastante relativos. por ejemplo, un creyente que percibe cierta cantidad de dinero en calidad de salario, puede ser pobre en relación a otro creyente que percibe el doble o el triple de ese salario, pero ese mismo creyente puede ser rico en relación a otro creyente que percibe la mitad o la cuarta parte de ese salario. Es por esto que la gracia de ofrendar es para todos. Cada uno de vosotros dice el apóstol Pablo, en esto están incluidos tanto los pobres como los ricos. Al decir esto, por supuesto que el apóstol pablo no esperaba que todos los creyentes ofrenden la misma cantidad ni siquiera la misma proporción.

    ¿Cúanto se debe ofrendar?

    En el texto que leímos anteriormente, 1 Corintios 16:2 se nos dice que la cantidad a ofrendar es: «según haya prosperado». El monto de ofrenda debe ser entonces proporcional a los ingresos del ofrendante. Esto permite que el creyente tenga la libertad de ofrendar en la cantidad que el creyente y Dios se pongan de acuerdo. Es un asunto estrictamente privado entre el creyente y Dios. pero siendo que el ofrendar es una gracia, debemos esperar beneficios del acto de ofrendar.

    Beneficios de diezmar

    No ofrendamos por el interés de recibir los beneficios, pero esto no elimina los beneficios que están aparejados al ofrendar. Entre estos beneficios podemos mencionar el gozo. Los creyentes de Macedonia ofrendaron sacrificadamente y esto produjo abundancia de su gozo según 2 Corintios 8:2 donde leemos: «que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad.»

    Otro beneficio de ofrendar es la multiplicación de recursos para poder ofrendar más. Mientras más ofrendamos, el Señor nos dará más, no para que tengamos más sino para que podamos dar más. Note lo que dice 2 Corintios 9:6 «pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente, y el que siembra generosamente, generosamente también segará.»

    Pablo tomó un ejemplo de la agricultura para ilustrar que la magnitud de las bendiciones que resultan de ofrendar tiene relación directa a la magnitud de nuestra ofrenda. por supuesto que estas bendiciones no son exclusivamente materiales, sino principalmente espirituales.

    Otro beneficio de ofrendar es que el nombre de Dios es objeto de acciones de gracias por parte de los que han sido ayudados con la ofrenda. ponga atención a lo que dice 2 Corintios 9:12 «porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios.»

    Esto es fantástico, cuando ofrendamos, la gente que recibe algún beneficio de esa ofrenda agradecerá a Dios, no a nosotros, y esto traerá gloria al nombre de Dios, lo cual es justamente lo que todo creyente debe buscar.

    ¿A quién se le da el diezmo?

    En uno de los textos que leímos es claro que la iglesia local tiene la responsabilidad de administrar las ofrendas y esto con un triple propósito. primero, para ayudar a los necesitados de la congregación. 1 Timoteo 5:16 dice: «Si algún creyente o alguna creyente tiene viudas, que las mantenga, y no sea gravada la iglesia, a fin de que haya lo suficiente para las que en verdad son viudas.»

    Segundo, para apoyar económicamente a algunos pastores o ancianos que están dedicados a enseñar en la iglesia local. 1Timoteo 5:17 dice: «Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar.»

    Tercero, para solventar los gastos que la propia iglesia local incurre para poder funcionar adecuadamente, tales como pagos por servicios de agua, luz eléctrica, teléfono, gastos en actividades de la iglesia, etc. Pero la administración de las ofrendas no es responsabilidad exclusiva de la iglesia local.

    La Biblia muestra que los creyentes tienen también la libertad de administrar directamente sus ofrendas para ayudar a los necesitados, para ayudar a los misioneros, para ayudar a los Aprendiendo con la Biblias. ponga atención a lo que dice Deuteronomio 15:11 «porque no faltarán menesterosos en medio de la tierra; por eso yo te mando diciendo: Abrirás tu mano al hermano, al pobre y al menesteroso en tu tierra.»

  • Genesis ¿Revelación?

    ¿Cómo supo Moisés, lo que se relata en el libro de Génesis si no vivió cuando ocurrieron esos eventos?. 

    para comprender esto es necesario entender el concepto de un término teológico denominado revelación. Revelación es la obra sobrenatural de Dios por la cual un pensamiento en la mente de Dios es transferido a la mente de un ser humano. Este mecanismo es el único medio posible para llegar a conocer lo que está en la mente de Dios. De otra manera sería imposible para el hombre poder conocer a Dios y su obra.

    En cuanto al libro de Génesis, gran parte de su contenido, como la creación, la caída del hombre, el diluvio, la torre de Babel, etc. fueron recibidos por Moisés directamente de Dios por medio de revelación. La revelación se daba algunas veces por medio de sueños, otras veces por medio de visiones, otras veces audiblemente, como fue el caso de Moisés cuando recibió las tablas de la ley. La Biblia no muestra el método de revelación que experimentó Moisés para recibir la información relativa al libro de Génesis. Lo único que sabemos es que Dios, de alguna manera, puso en la mente de Moisés la información precisa para que él la escriba sin error. Esto último, es decir la escritura sin error de lo que previamente Dios ha revelado a un hombre, o está en la mente de un hombre, se conoce como la inspiración. El hecho que el libro de Génesis es un libro totalmente verídico y aceptado por todos, queda demostrado por las abundantes referencias que de este libro hizo el Señor Jesucristo. Note lo que leemos en Mateo 19:4-6 donde dice: «Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.» Esta cita bíblica de Génesis 2:24 proclamada por Jesús, certifica que el relato de Génesis es verídico, dado por Dios a Moisés por medio de revelación y escrito sin error por Moisés como resultado de la inspiración.

  • Apocalipsis

    ¿Es el Apocalipsis un libro simbólico? y ¿lo que allí se ha profetizado ya se ha cumplido?. 

    Con mucho gusto abordaré este tema. En realidad son dos tópicos a desarrollar. El primero tiene que ver con elsimbolismo del libro de Apocalipsis y el segundo tiene que ver con el cumplimiento de lo que allí se profetiza.

    En relación con lo primero, podemos afirmar con propiedad que mucho del lenguaje de Apocalipsis, mas no todo, es simbólico. En Apocalipsis se nos habla de números, de colores, de minerales, de joyas, de animales, de estrellas, de candeleros, etc. y cada una de estas cosas representan a personas, a cosas o principios espirituales. Gracias a Dios, algunas de las simbologías son explicadas en el mismo libro. por ejemplo, las siete estrellas de las cuales nos habla Apocalipsis 1:16 se explican en Apocalipsis 1:20 diciendo que son los siete ángeles de las siete iglesias. El gran dragón de quien nos habla Apocalipsis 12:9 es identificado como Satanás en el mismo versículo. Cuando el mismo libro no explica la simbología, es necesario recurrir a otras partes de la Biblia para apreciar su significado. por ejemplo, los cuatro seres vivientes de los cuales nos habla Apocalipsis 4:6 son parecidos a los seres vivientes de los cuales nos habla Ezequiel 1:5-14 y en Ezequiel 10:20 se afirma que eran querubines. El leopardo, el oso y el león de los cuales se nos habla en Apocalipsis 13:2 nos lleva a pensar en la visión de Daniel en el capítulo 7 de su libro, en el cual, estos animales representan a los imperios mundiales de Grecia, persia y Babilonia respectivamente. pero existen otros símbolos cuya identificación precisa no es muy fácil y debemos ser muy cuidadosos para no asignar un significado que distorsione la correcta interpretación del pasaje bíblico. Así que, Apocalipsis es en efecto un libro que contiene muchos símbolos, pero esto de ninguna manera hace del libro de Apocalipsis un libro simbólico en el sentido de no ser útil. El simbolismo es un recurso literario muy válido para expresar cualquier tipo de verdad ya sea espiritual o de cualquier otra índole.

    En relación con lo segundo, sobre si lo que dice el libro de Apocalipsis se ha cumplido o no, podemos afirmar con propiedad que una parte de lo que ha sido profetizado en el libro ya se ha cumplido, pero es solo una mínima parte porque la gran mayoría del libro está todavía por cumplirse. para ser claro permítame hacer un bosquejo sencillo del contenido del libro de Apocalipsis. Apocalipsis se divide en tres partes principales. La primera podría titularse: Las cosas que Juan vio y abarca el capítulo 1. En este capítulo, Juan describe la visión que tuvo, en la cual el Señor Jesucristo aparece como un Juez que se levanta en medio de las siete iglesias. La segunda división de Apocalipsis podría llamarse las cosas que son y comprende los capítulos 2 y 3. Aquí encontramos una mirada al período de la iglesia, desde la muerte de los apóstoles hasta el momento cuando Cristo tomará a los suyos al cielo en lo que se conoce como el Arrebatamiento. Es en esta parte en la cual algunas cosas ya se han cumplido, porque hoy en día la iglesia como cuerpo de Cristo está viviendo como 19 siglos después que murieron los apóstoles. por supuesto que aún aquí, falta algo por cumplirse, esto es, lo que corresponde desde este momento hasta que venga el Señor para llevarnos al cielo en el Arrebatamiento, lo cual parece que está a las puertas. La tercera división del libro de Apocalipsis podría llamarse: Las cosas que sucederán después de éstas y contempla los capítulos 4 a 22. Nada de esto se ha cumplido todavía. Aquí encontramos una mirada a los eventos que acontecerán a partir del arrebatamiento de la iglesia. En los capítulos 4-19 se describe la tribulación, un período de siete años durante el cual Dios juzgará a la nación incrédula de Israel así como también a los gentiles incrédulos. Los juicios que ejecutará el Juez justo son los de los sellos, de las trompetas y de las copas. En los capítulos 20 a 22 tenemos el relato de la segunda venida de Cristo, su reinado terrenal, el juicio del gran trono blanco y el estado eterno.

    En resumen entonces, nosotros estamos convencidos que Apocalipsis es un libro con mucho simbolismo, una mínima parte del cual ya se ha cumplido en la iglesia, pero la gran parte de su mensaje espera todavía un cumplimiento literal. Concluyendo, permítame añadir un pensamiento final. para los creyentes, el libro de Apocalipsis muestra lo absurdo de vivir amando las cosas de este mundo porque estas cosas son muy pasajeras. También motiva a testificar a los perdidos y anima a esperar con paciencia el regreso del Señor. para los incrédulos, el libro de Apocalipsis es una solemne advertencia del terrible castigo que espera a todos los que rechazan al Salvador.

  • Consagración

    ¿Cómo debo consagrar mi vida totalmente a Dios?. 

    La palabra consagración significa simplemente dedicación. ¿Qué es lo que tiene que dedicar a Dios un creyente? pues, lo más precioso que ese creyente posee. ¿Qué es lo más precioso que posee un creyente? Seguramente, no es su fortuna, ni su talento, ni su conocimiento. Lo más precioso que tiene todo creyente es su vida misma. Es así como en Romanos 6:13 se nos dice: «presentaos vosotros mismos a Dios» o en Romanos 12:1 cuando dice: «que presentéis vuestros cuerpos» o en 1 Corintios 6:20 cuando dice: «glorificad pues a Dios en vuestro cuerpo». De esto se deduce que la consagración o dedicación se refiere a los años de la vida, ya que es ese el único período en que funciona el cuerpo. La dedicación tiene que ver con la vida de hoy, no con la otra vida. Si la dedicación se refiere a los años de nuestra vida, entonces tiene por objeto principal el dominio de esa vida. Dicho en términos más sencillos, la dedicación o consagración se refiere a la decisión de quien va a controlar la vida de uno. Cristo o yo mismo. Cuando una persona nace de nuevo, viene al mundo espiritual con su vida controlada por sí mismo. En algún momento de su existencia debe entonces ceder el control de su vida a Dios.

    Ahora que tenemos claro lo que significa consagración, hagámonos la pregunta: ¿Cómo podemos entonces dedicar o consagrar la vida a Dios? para esto es necesario referirnos a Romanos 12:1-2 donde leemos:

    «Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.»

    En este texto podemos distinguir al menos tres pasos necesarios para consagrar o dedicar nuestras vidas a Dios. El primer paso tiene que ver con una presentación inicial. El texto dice: “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios que es vuestro culto racional”. Aquí vemos que la presentación del cuerpo es un solo acto simple e irrevocable de entrega a Dios. Esta presentación del cuerpo es razonable, racional o lógica, en vista de la grandeza de las misericordias de Dios en la salvación. También es una cuestión de sacrificio porque se nos pide vivir para Cristo en la rutina diaria como igualmente en las más inesperadas ocurrencias de la vida. Dios quiere que seamos sacrificios vivos, no muertos. Y desde luego, semejante presentación ha de ser completa. Esto significa una presentación total, no parcial, e incluye todo cuanto sabemos de nosotros mismos en el momento de la presentación y todo lo que vendrá a futuro, por ahora desconocido, lo cual incluye tanto las virtudes del ser como las debilidades, tanto las posesiones como las carencias. Es en resumen decir al Señor: Aquí estoy, todo lo que tengo, todo lo que soy, lo poco o lo mucho te lo entrego totalmente a ti. No entreguemos al Señor solamente aquellos aspectos de nuestra vida que escapan a nuestro control o de los cuales deseamos deshacernos, sino démosle todo para que Él lo use o deje de usarlo según él estime conveniente.

    Luego de esta presentación inicial tenemos el segundo paso para la consagración a Dios. Es una separación o no conformidad con el tiempo malo en el cual vivimos. Romanos 12:2 continúa diciendo: “No os conforméis a este siglo”. Quizá podamos captar de una mejor manera esto de no conformarnos a este siglo, por medio de mirar lo opuesto. El carácter de la conformidad es realmente hipocresía, ya que el sentido de la palabra que aquí se emplea es que la apariencia externa se parece a la del mundo, aunque interiormente ha existido el nuevo nacimiento. por esto pablo, el autor del libro a los Romanos dice: “No os conforméis”. Esto es: No se disfracen como hijos del maligno cuando en la realidad son hijos de Dios. No adoptar el modelo del mundo, o la no conformidad con el mundo significa no seguir la costumbre o la forma del mundo, y es un paso importantísimo en la vida dedicada o consagrada a Dios.

    El tercer paso para consagrar la vida a Dios es la transformación. Romanos 12:2 sigue diciendo: “Sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento”. Tanto la no conformación como la transformación son imprescindibles. La una es negativa, no os conforméis. La otra es positiva, sino transformaos. La una es más externa, la otra es más interna. La transformación positiva es la obra del Espíritu Santo y apunta hacia la mente del individuo. Quizá esto sorprenda a muchos, pues normalmente pensamos que lo más importante es tener el corazón limpio o la vida limpia. pero no, lo que se necesita es una mente limpia. Una mente limpia resultará en un corazón limpio y en una vida limpia. Es por tanto la mente, según este texto, el centro de la actividad transformadora del Espíritu Santo en la vida del creyente. Con demasiada frecuencia pensamos en la total depravación como si afectara al hombre desde el cuello hacia abajo y de modo inconsciente eliminamos la cabeza de los efectos del pecado. Esto nos ha llevado a pensar que las actitudes que formamos están libres de los efectos de la caída en pecado. pero no es así, y el hecho de que la obra de transformación realizada por el Espíritu Santo, apunta a la mente lo demuestra. Tenemos que pensar según las normas de Dios y eso resultará en una gradual transformación de nuestra vida para conformarse más y más a la imagen de Dios. Dios, quien es luz, santidad y verdad es nuestro ejemplo y no el mundo con todas sus falsificaciones.

    Veamos finalmente cuál es el resultado de una vida consagrada a Dios. Romanos 12:2 termina diciendo: “para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios agradable y perfecta”. Esto significa que la consagración lleva consigo el conocimiento. El hacer y el gozar de la voluntad de Dios para la vida. Una vida vivida a la luz de la voluntad de Dios no es una vida sin pecado, sino que es una vida dirigida por el camino recto, una vida que crece y madura cada día. La dedicación, además tiene relación con la llenura del Espíritu Santo. El ser llenos del Espíritu Santo significa ser guiados por el Espíritu Santo. El dedicar la vida a Dios es dejar que sea Él quien la dirija. Una vida que no se ha dedicado al Señor se reserva la dirección para sí mismo y de esta forma impide que el Espíritu Santo llene a la persona.

    ¿Cómo consagrar mi vida a Dios? pues por hacer una dedicación inicial, seguida de una no conformación a la práctica de este mundo y culminada por una renovación de la mente por el Espíritu Santo y la palabra de Dios. Una persona consagrada a Dios se deleitará en hacer la voluntad de Dios y vivirá llena del Espíritu Santo.

  • Estado del alma post- muerte

    Estudiemos entonces el estado del alma después de la muerte física de una persona. Normalmente se toma el texto que está en Eclesiastés 9:5 para afirmar la inconsciencia o sueño del alma después de la muerte. Veamos qué es lo que dice este texto: 

    «porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido».

    Lo que es necesario recordar es que aunque el libro de Eclesiastés es inspirado por Dios; ha sido escrito para dar a conocer el punto de vista de que todo es vanidad cuando se miran las cosas en el mundo quitando a Dios de en medio. El rey Salomón, el escritor del libro, se apartó de Dios en su vejez. En su libro, Salomón expone su experiencia de que la riqueza y el poder son inservibles si Dios no está controlando la vida de una persona. Salomón resumió su experiencia en estas palabras: Vanidad de vanidades, todo es vanidad. En Eclesiastés 9:5 comunica el punto de vista de la muerte desde una perspectiva en la cual no hay lugar para Dios. Esta es la perspectiva del mundo para la muerte. A los ojos del mundo, la tumba es el fin de todo, pero a los ojos de Dios la situación es enteramente distinta. Dios dice en su palabra que existe vida después de la muerte. Observe lo que dice Lucas 16:22-25

    «Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces, dijo: padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama. pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado.»

    Esto es lo que dice el texto bíblico. Muchos han tratado de debilitar la verdad presentada en este texto, argumentado falazmente que es una parábola y no una historia real. pero se trata de una historia, no una parábola porque Jesús no dijo que fuera parábola, además, en ninguna parábola aparecen nombres propios como aparece en este pasaje bíblico. Usted notó que se nos habla de un personaje llamado Lázaro y del renombrado Abraham. Muy bien, dando por sentado que estamos ante una historia, vemos que tanto el rico como Lázaro estaban muy conscientes después de muertos. El rico en un lugar de tormento en fuego y Lázaro en un lugar de dicha y felicidad llamado el Seno de Abraham. para hacer más trágica su situación, el rico no solo tenía conciencia de su estado desesperado en aquella llama, sino que también tenía conciencia de la bendición que rodeaba a Lázaro después de muerto. Interesante que el rico también tenía conciencia del mundo de los vivos, aunque obviamente no podía comunicarse con el mundo de los vivos. Solo así se explica que el rico dijera a Abraham lo que tenemos registrado en Lucas 16:27-28 donde leemos:

    «Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento».

    Es irrefutable el hecho que tanto el rico como Lázaro no estaban inconscientes o dormidos después de muertos. Tenían íntegras todas sus facultades. Recapitulando lo dicho hasta ahora, el alma de una persona existe después que la persona muere físicamente, esa existencia es eterna. El alma nunca muere, y esa existencia es consciente. De la historia del rico y Lázaro hemos aprendido también que el alma de las personas justas existe por la eternidad en un lugar de bendición, y que el alma de las personas injustas existe por la eternidad en un lugar de tormento en fuego. Hablando de esto último note lo que dice Apocalipsis 21:8

    «pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda».

    Este es el destino final del incrédulo, el lago de fuego y azufre. pero note el contraste. Veamos el destino final de los creyentes. 1pedro 1:3-4 dice:

    «Bendito el Dios y padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros.»

    Esto es lo que espera al creyente. Es algo muy diferente a lo que espera al incrédulo. En conclusión entonces, no vaya a dejarse engañar por doctrinas de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error. Es necesario que Usted se deje guiar solamente por lo que la Biblia dice. La palabra de Dios enseña, como hemos mostrado, que el alma del hombre es inmortal y que esa existencia es consciente, ya sea en el cielo para los que hemos recibido a Cristo como Salvador o en el infierno para los que han rechazado a Cristo como Salvador. ¿En qué lugar estará Usted? En cierto sentido es Usted quien debe decidir. La Biblia le ha mostrado lo que acontecerá con el alma después de la muerte. La Biblia le ha advertido sobre el peligro de que su alma vaya a parar al infierno. La Biblia le ha mostrado que para evitar eso, lo único que Usted necesita hacer es recibir a Cristo como su Salvador. Hasta allá llega la Biblia y hasta allá llega lo que yo puedo decirle. De aquí en adelante es cuestión de Usted. Si acepta el testimonio de la palabra de Dios y recibe a Cristo como Salvador el destino eterno de su alma será el cielo, pero si Usted rechaza el testimonio de la palabra de Dios y rehúsa recibir a Cristo como Salvador, el destino eterno de su alma será el infierno. ¿Qué decisión va a tomar? Si su decisión es recibir a Cristo como Salvador, comuníquese con nosotros inmediatamente, para poder enviarle literatura que le será de mucha ayuda para saber lo que debe hacer ahora que Usted es de Cristo.

  • Inmortalidad del alma

    La Biblia enseña que el alma no deja de existir cuando el cuerpo muere físicamente. ponga mucha atención a lo que dice Mateo 10:28. 

    «Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed mas bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.»

    ¿Cómo es esto de que es posible que el cuerpo muera mas el alma no muera? La única explicación posible es que el alma está en capacidad de tener una existencia aparte del cuerpo y que esta existencia no está amenazada por ningún ser humano. por lo pronto entonces sabemos que el alma puede existir perfectamente aparte o fuera del cuerpo. Una pregunta obligada es: ¿por cuánto tiempo puede vivir el alma fuera del cuerpo? para responder esto, veamos lo que dice Mateo 25:46.

    «E irán estos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna».

    para nuestro propósito enfoquemos solamente en los adjetivos que acompañan a los sustantivos castigo y vida. En ambos casos vemos que el texto dice que son «eternos». por lo dicho, entonces, la Biblia enseña que el alma de una persona está en capacidad de existir aparte o fuera del cuerpo y que esa existencia es por la eternidad.

  • ¿Qué es la unción?

    ¿Qué es la unción? ¿Es apropiado hablar de que alguien ha cantado o ha predicado o ha hecho alguna otra cosa con unción?. 

    ¿Qué es la unción? Hoy en día se piensa que la unción es una experiencia sobrenatural que la viven algunos creyentes privilegiados por medio de la cual pueden hacer todo tipo de obras milagrosas. pero un examen minucioso de lo que es la unción bíblicamente hablando mostrará algo totalmente diferente. La palabra unción es la traducción de la palabra griega «crisma» que significa ungüento. Hace referencia al ungüento con el cual se ungía a los profetas, sacerdotes y reyes del Antiguo Testamento y se preparaba a base de aceite y hierbas aromáticas. El aceite simboliza al Espíritu Santo que estaba sobre estos profetas, sacerdotes y reyes, capacitándolos para el Ministerio que tenían que realizar. Este ungimiento era el privilegio de unos pocos escogidos únicamente. pero vino Cristo y cambió esto. Cristo fue ungido en su bautismo en agua, no con aceite, el símbolo del Espíritu Santo, sino con el mismo Espíritu Santo.

    Hechos 10:38, hablando de Cristo dice: «cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo porque Dios estaba con él.»

    La Biblia declara que a partir de la muerte, y resurrección de Cristo, los ungidos no son solo los profetas, sacerdotes y reyes sino todos y cada uno de los creyentes.

    Note lo que dice 1 Corintios 1:21-22 «Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios, el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones.»

    Aquí vemos que ha sido Dios quien ha ungido a todo creyente. El ungüento con el cual Dios ha ungido a todo creyente es el Espíritu Santo. Es decir, que la unción es un hecho real en todo creyente. Ningún creyente debe buscar la unción, porque ya la tiene.

    Note lo que dice 1 Juan 2:20 «pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas».

    Juan se está refiriendo a creyentes como Usted y como yo, y está diciendo que tenemos por siempre, eternamente, la unción del Santo. ¿Qué es esta unción del Santo? pues la presencia gloriosa del Espíritu Santo en nuestras vidas. En ningún lugar del Nuevo Testamento Usted encontrará la más mínima insinuación a que los creyentes busquen la unción. ¿por qué será? La respuesta es obvia. porque todos los creyentes verdaderos tenemos la unción desde el momento que recibimos a Cristo como Salvador. Hoy en día no hace falta exhortar a los creyentes que busquen la unción, porque los creyentes ya la tienen. Lo que sí hace mucha falta, es exhortar a los creyentes a que escudriñen la palabra de Dios y obedezcan lo que dice la palabra de Dios para que la unción que ya tienen se manifieste en ellos por medio de una vida llena del Espíritu Santo, por medio de una vida que muestre el carácter de Cristo. La gente, y dentro de ello muchos creyentes, está fascinada por codearse con lo sobrenatural, está desesperada por ver milagros señales y prodigios, y más fascinada aún por hacer milagros, señales y prodigios, y se les ha hecho creer que cuando reciban la unción van a poder realizar todas estas cosas. por eso buscan con afán la unción, cuando no saben que ya la tienen.

    La falla también tiene que ver con pensar que la unción es sinónimo de poder para hacer milagros, señales y prodigios. La unción en el creyente no tiene ese propósito. La unción en el creyente le sirve para dos cosas fundamentales. La primera se encuentra en Juan 14:26 donde dice: «Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho». La unción nos ha sido dada para poder entender y aprender lo que Dios nos ha dicho en su palabra. Sin la presencia del Espíritu Santo en la vida de una persona es imposible entender y aprender lo que se encuentra en la Biblia. En segundo lugar, la unción ha sido dada a todos los creyentes para que no se dejen engañar de los falsos maestros. 1 Juan 2:26-27 dice: «Os he escrito esto sobre los que os engañan. pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.»

    Los falsos maestros son expertos en engañar a la gente, aún a los creyentes. Si no fuera por la presencia del Espíritu Santo en la vida de los creyentes verdaderos, éstos serian fácilmente arrastrados en el error. pero la unción o la presencia del Espíritu Santo en el verdadero creyente le enseña lo que es verdadero para que el creyente no tropiece. La gente dice: Así como cuando Jesús fue ungido con el Espíritu Santo y anduvo sanando, resucitando muertos, haciendo milagros, etc. Entonces los creyentes afortunados que hallan la unción también harán todas las cosas que Jesús hizo. pero esto no es así. Cuando el Nuevo Testamento declara que Jesús fue ungido con el Espíritu Santo y salió e hizo señales prodigios y milagros, lo que está diciendo es que todo lo que hizo y dijo Jesús durante su ministerio en la tierra fue en el poder y en total dependencia del Espíritu Santo. Si el Nuevo Testamento diera a entender que los creyentes ungidos o que tienen la unción están en capacidad de hacer lo mismo que hizo Jesús, entonces sería de esperarse que todos los creyentes también levanten muertos, den de comer a multitudes partiendo de pocos panes y peces, hagan calmar tempestades en el mar, sanen a los paralíticos, mueran crucificados, resuciten al tercer día, y asciendan al cielo. Todo lo cual es absurdo, por decir lo menos.

    ¿Es propio decir que tal o cual persona ha hecho algo con unción. Bueno, todo creyente tiene la unción, es decir que todo creyente, hace todo con unción. pero yo entiendo que cuando la gente dice que alguien hizo algo con unción está dando a entender que lo hizo de una manera excelente para dar gloria a Dios. Sería mejor entonces decir eso, para evitar un mal uso de lo que la unción significa bíblicamente.

  • Raza negra

    ¿De dónde proviene la raza negra?. 

    La raza negra al igual que absolutamente todas las otras razas que existen en el mundo, tienen su origen en la primera pareja que Dios creó y puso en el huerto de Edén. Cuando Dios creó a Adán y Eva puso en la composición genética de ambos todas las posibles combinaciones genéticas para que de ellos se deriven todas las razas existentes en el mundo. Es decir que los descendientes de Adán y Eva pudieron perfectamente haber sido, blancos, negros, amarillos, etc. A medida que transcurría el tiempo, la composición genética de los descendientes de Adán se fue especializando, si cabe el término, al punto que miles de años más tarde, los negros solamente tenían descendientes negros, los blancos solamente descendientes blancos, etc., sin mencionar las mezclas de razas que han dado lugar a la hermosa variedad que hoy existe en el mundo. Es interesante notar en Génesis 10:6-20 que fueron los descendientes de Cam, uno de los hijos de Noé quienes poblaron la parte norte de Africa y seguramente se extendieron más tarde hacia todo el continente Africano. Es por esto que normalmente se da por sentado que la raza negra se deriva de Adán y Eva, a través de Cam hijo de Noé.

  • Religiones

    Algunas personas dicen lo siguiente: Siendo que existen muchas religiones en el mundo y el Señor dice que solo una es la verdadera, ¿Qué será de las otras religiones?. 

    El Señor Jesucristo jamás ha hablado de una religión verdadera. ¿Significará esto que todas las religiones son verdaderas? ¡De ninguna manera! Lo que en verdad significa, es que ninguna religión es verdadera. Antes de que me tilde de hereje, permítame explicarle. La palabra religión viene de la palabra «religare» que en latín significa re-ligar o volver a unir. Diríamos entonces que la religión, cualquiera que sea, es el esfuerzo humano tendiente a unir al hombre con Dios. Al hablar de la religión verdadera, se da a entender que existe una sola religión capaz de juntar al hombre con Dios. Entonces hagámonos la pregunta. ¿Existe algún esfuerzo humano capaz de unir al hombre con Dios? La respuesta es un no rotundo. por tanto cualquier religión, vista como el conjunto de requisitos o dogmas, para unir al hombre con Dios, es el fracaso más rotundo que se pueda imaginar. ¿Se da cuenta ahora por qué afirmamos que no existe lo que se da por llamar la religión verdadera?.

    ¿Le gustaría saber lo que piensa Dios del esfuerzo humano como medio para lograr unir al hombre con Dios? Note lo que dice Isaías 64:6.

    «Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento.»

    El mejor esfuerzo del hombre para volver a unirse con Dios, es catalogado por Dios como un trapo de inmundicia. Si el hombre confía en su religión, cualquiera que sea, como medio para llegar a Dios, Dios lo ve como un trapo de inmundicia. Ahora bien, si no es por medio de la religión que el hombre pueda llegar a Dios, entonces ¿Cómo puede hacerlo?.

    pues el hombre tiene que dejar que Dios tome la iniciativa. Esa iniciativa se dio cuando Dios envió a su Hijo único al mundo. Hace casi 2000 años, el Hijo de Dios se hizo carne, nació como un bebé, vivió en santidad, a los 33 años fue crucificado, murió, fue sepultado y tres días después resucitó. Su sacrificio abrió el camino a Dios para salvarnos. Es por eso que para ser salvos no tenemos que confiar en las demandas o lo preceptos o los dogmas o los ritos de cualquier religión, sino única y exclusivamente en la persona y obra de Cristo quien murió por nosotros en la cruz del calvario. Fue la muerte de Cristo lo que sirvió para que nosotros quedemos libres de la condenación y el poder del pecado. Al recibir a Cristo como nuestro Salvador, no estamos recibiendo una religión, sino recibiendo a una persona. De esa manera llegamos a ser uno con Cristo, y mediante esa relación tan estrecha e íntima con él, tenemos acceso a Dios puesto que estamos en su Hijo y su Hijo está en nosotros. Cuando me preguntan en qué me baso para decir que soy salvo, jamás digo que soy salvo porque soy cristiano evangélico, porque el mero hecho de ser cristiano evangélico no me hace automáticamente salvo. Siempre digo que soy salvo porque tiempo atrás decidí recibir a Cristo como mi único y personal Salvador dejando a un lado la religión y cualquier otro esfuerzo humano que pensaba me traería la salvación. Es por esto que perfectamente puedo decir que soy salvo porque tengo una relación personal con Cristo, no porque tengo una religión. Este mundo está lleno de personas que confían en su religión para ser salvos.

    A personas así, les quiero decir con mucho amor, que el infierno es la reunión ecuménica más grande que podamos imaginar, digo ecuménica porque allí están católicos romanos, evangélicos, musulmanes, budistas, testigos de Jehová, mormones, ateos, seguidores de la Nueva Era, etc., etc. Todas estas personas confiaron en su religión, pero descuidaron su relación personal con Jesucristo. De modo que no importa que haya cientos o miles de religiones en el mundo y cientos y miles de sectas dentro de esas religiones. Todas y cada una de esas religiones o sectas fracasan en el intento de unir al hombre con Dios. Usted no debe estar preocupado por hallar la religión verdadera entre comillas. Lo que debe preocuparle es si ha recibido o no a Jesucristo como su Salvador personal. Si lo ha hecho ya tiene una relación personal con él y es un hijo de Dios. Lo que le recomiendo es que procure conocer más de la palabra de Dios para saber lo que Dios demanda de usted y vivir en obediencia a su palabra. procure también tener comunión con otros creyentes que al igual que Usted están creciendo en el conocimiento de su Salvador. Alabe al Señor, congréguese para edificar a otros espiritualmente y ser edificado por otros espiritualmente. pero si usted nunca ha recibido a Cristo como su Salvador personal, entonces no importa de que religión usted sea miembro, de todos modos usted está muerto espiritualmente hablando y en serio peligro de terminar condenado en el infierno por la eternidad.