Qué grato es saludarle amable oyente. Soy David Logacho dándole la bienvenida al estudio bíblico de hoy. El Señor Jesús y sus discípulos estaban camino hacia Jerusalén, en donde el Señor Jesús iba a tomar el lugar del pecador para recibir el castigo que todo pecador merece, esto es la muerte. Pero, como adelantándose a lo que iba a suceder, el Señor Jesús comienza a hablar sobre su segunda venida, lo cual presupone que después de muerto, iba a resucitar e iba a volver a la gloria de su Padre. ¿Cuál debería ser la actitud y la conducta de sus discípulos mientras el Señor Jesús esté ausente físicamente en este mundo entre su primera y su segunda venida? Esto es el tema del estudio bíblico de hoy.
Si tiene una Biblia a la mano, ábrala en Lucas 12:35-48. En la primera parte de este pasaje bíblico el Señor Jesús enseña acerca de la necesidad de estar siempre listos para la segunda venida del Señor Jesús. Lucas 12:35-40 dice: Estén ceñidos vuestros lomos, y vuestras lámparas encendidas;(F)
Luk 12:36 y vosotros sed semejantes a hombres que aguardan a que su señor regrese(G) de las bodas, para que cuando llegue y llame, le abran en seguida.
Luk 12:37 Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y vendrá a servirles.
Luk 12:38 Y aunque venga a la segunda vigilia, y aunque venga a la tercera vigilia, si los hallare así, bienaventurados son aquellos siervos.
Luk 12:39 Pero sabed esto, que si supiese el padre de familia a qué hora el ladrón había de venir, velaría ciertamente, y no dejaría minar su casa.
Luk 12:40 Vosotros, pues, también, estad preparados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá.(H)
Para enfatizar la necesidad de estar siempre listos para la segunda venida, el Señor Jesús usa una parábola. No olvide que una parábola es una historia ampliamente conocida por los oyentes, de la cual se extrae una enseñanza espiritual. En la época que el Señor Jesús estaba físicamente en este mundo, las bodas judías se llevaban a cabo por la noche, de manera que los siervos tenían que estar listos para la llegada de su amo, acompañado de su flamante esposa. Sería algo totalmente impropio que el amo llegue a la casa por la noche con su esposa, y encuentre a sus siervos durmiendo. El mandato: Ceñid vuestros lomos, lo usaban los amos para ordenar a sus siervos a estar listos para algún trabajo que demandaba esfuerzo físico y agilidad. Lo que pasa es que en aquellos tiempos, los judíos vestían con largas túnicas, de modo que para trabajar, tenían que recogerlas y asegurarlas bien alrededor de su cintura o sus lomos. Como todo ocurría por la noche, los siervos necesitaban también lámparas para alumbrar. Por eso tiene sentido el mandato: Estén ceñidos vuestros lomos, y vuestras lámparas encendidas. De esta manera, los siervos tenían que estar aguardando o esperando el regreso de su amo con su esposa, de modo que tan pronto llegue y llame, le abran inmediatamente. Los siervos que estén velando o esperando de esta forma serán considerados como bienaventurados. Esta palabra significa muy dichosos, o extremadamente felices. ¿Por qué? No sólo por la satisfacción natural del deber cumplido, sino también por la recompensa que recibirán. ¿Cuál es la recompensa? El Señor Jesús dijo: De cierto os digo que el amo se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y vendrá a servirles. Interesante, ¿No le parece? Un siervo normalmente sirve a su amo, pero en este caso, la recompensa es que el amo sirve al siervo. Pero esta recompensa no es fácil obtener, porque puede ser que el amo con su esposa llegue a la segunda vigila de la noche, esto es de 9 de la noche a 12 de la noche, o a la tercera vigilia de la noche, esto es de 12 de la noche a 3 de la mañana, no hay forma de saber con certeza la hora de llegada. En todo caso, los siervos que estén listos sin importar la hora de la noche a la que llegue su amo con su esposa, serán bienaventurados. Aquí cabe una pregunta. ¿Cómo se puede estar listo, si no se sabe a qué hora de la noche llegará el amo con su esposa? La respuesta es sencilla: Estando listo en todo instante de la noche. Si un padre de familia supiera a qué hora va a venir un ladrón a robar su casa, estaría listo para enfrentarlo y evitaría que su casa sea robada. La lección es obvia. Para no ser sorprendido por el ladrón es necesario estar listo en todo instante para la defensa. De igual manera, para que la segunda venida del Señor Jesús, no nos sorprenda, es necesario estar preparado en todo instante del tiempo, porque el Señor Jesús, el Hijo del Hombre, vendrá a la hora que nadie piensa. Así que, ¿Está listo para la segunda venida del Señor Jesús, amable oyente? Una vez pregunté a un grupo de jóvenes ¿Qué harían de diferente hoy si supieran que mañana va a venir el Señor Jesús a llevar a su iglesia? Las respuestas fueron muchas y variadas. Había los que decían: Dejaría de pecar. Otros decían: Me pondría a leer la Biblia. Otros decían: Comenzaría a orar desde este momento. Otros decían: Recibiría a Cristo como mi Salvador. Después de oír las respuestas les dije: Será mejor que hagan todo esto que han dicho, porque ciertamente, el Señor Jesús podría venir mañana. ¿Y qué de Usted, amable oyente? ¿Haría algo diferente hoy si supiera que mañana vendrá el Señor Jesús a llevar a su iglesia? Pues hágalo. Porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá. En este punto del discurso del Señor Jesús, el apóstol Pedro tomó la palabra y dijo lo que tenemos en Lucas 12:41. La Biblia dice: Entonces Pedro le dijo: Señor, ¿dices esta parábola a nosotros, o también a todos?
Lo que el Señor Jesús dijo en su discurso es en extremo importante para los apóstoles. La pregunta de Pedro es muy legítima. ¿Es algo que solamente se aplica a los apóstoles o a todos los discípulos del Señor Jesús. Veamos cuál fue la respuesta del Señor Jesús. Lucas 12:42-48 dice: Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al cual su señor pondrá sobre su casa, para que a tiempo les dé su ración?
Luk 12:43 Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así.
Luk 12:44 En verdad os digo que le pondrá sobre todos sus bienes.
Luk 12:45 Mas si aquel siervo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir; y comenzare a golpear a los criados y a las criadas, y a comer y beber y embriagarse,
Luk 12:46 vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe, y le castigará duramente, y le pondrá con los infieles.
Luk 12:47 Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor, no se preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes.
Luk 12:48 Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá.
El Señor Jesús responde la pregunta de Pedro con una pregunta retórica. ¿A quién pondrá un amo como mayordomo sobre toda su casa, de modo que a ninguno en la casa le falte absolutamente nada? Pondría a un mayordomo que sea fiel y prudente. Fiel denota alguien que cumple a cabalidad con la voluntad de su amo. Prudente denota alguien que además de cumplir con la voluntad de su amo, lo hace con excelencia o con inteligencia. Un mayordomo así, ganará la confianza de su amo y en consecuencia el amo lo pondrá sobre todos los bienes de su propiedad. Pero por contraste, si ese mayordomo es infiel y negligente, y pensando que su amo tardará en venir, o definitivamente no vendrá, comienza a tratar mal a sus consiervos, a los criados y criadas, y a vivir en disipación dedicado a comer bien, a beber y a emborracharse, el momento menos pensado vendrá el amo, el día que no esperaba y a la hora que no pensaba, y al constatar la conducta de ese mayordomo malvado, no hará otra cosa sino castigarlo y catalogarlo como infiel. Esto no tiene nada que ver con la salvación. El Señor Jesús no está hablando de salvación sino de servicio. El siervo malo y negligente recibirá la consecuencia de sus malas acciones. A manera de aplicación, el Señor Jesús dice que si un siervo conoce la voluntad de su amo, pero no se prepara para cumplir con esa voluntad, recibirá muchos azotes. Es el castigo por su falta de disposición y acción para cumplir con la voluntad del amo. Esto sin embargo, no significa que si un siervo no conoce la voluntad de su amo y hace cosas que son dignas de azotes, no va a recibir castigo. Recibirá castigo, pero la severidad del castigo no será tanta como el castigo que merece el siervo que conociendo la voluntad del amo no cumple con la voluntad de su amo. El Señor Jesús lo pone de una manera absolutamente clara cuando dice: Porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá. La gente que estaba oyendo lo que el Señor Jesús decía, incluyendo los apóstoles, era más responsable que los que nunca habían oído esas palabras, porque habían recibido mucho y en consecuencia mucho se les demandará. Lo que el Señor Jesús dijo se aplica a todos, a los apóstoles, a la gente que oía su palabra y también a la gente que no había oído su palabra. Usted amable oyente, ha recibido mucha luz espiritual para conocer la voluntad de Dios para su vida. Por ese motivo, es más responsable que aquellos que no han recibido la misma luz espiritual, para conocer la voluntad de Dios para su vida. A mayor luz espiritual, mayor el castigo si se ignora esa luz espiritual.
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