Reciba cordiales saludos amable oyente. Le habla David Logacho dándole la bienvenida al estudio bíblico de hoy en el evangelio según Lucas. En nuestro estudio bíblico anterior, vimos al ángel Gabriel anunciando a Zacarías el nacimiento de su hijo Juan, conocido como Juan el Bautista. En el estudio bíblico de hoy, veremos al mismo ángel, Gabriel, anunciando, esta vez a una virgen el nacimiento de Jesús.
Si tiene una Biblia a la mano, ábrala en Lucas 1:26-38. En este pasaje bíblico, Lucas relata el anuncio del nacimiento de Jesús, el Hijo del Hombre. Permítame leer este pasaje bíblico. La Biblia dice: Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret,
Luk 1:27 a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María.(E)
Luk 1:28 Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres.
Luk 1:29 Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta.
Luk 1:30 Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios.
Luk 1:31 Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS.(F)
Luk 1:32 Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre;
Luk 1:33 y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.(G)
Luk 1:34 Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón.
Luk 1:35 Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.
Luk 1:36 Y he aquí tu parienta Elisabet, ella también ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril;
Luk 1:37 porque nada hay imposible para Dios.(H)
Luk 1:38 Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.
Cuando Elisabet cumplió su sexto mes de embarazo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret. Galilea era una zona no muy apreciada por los judíos, debido a su cercanía el territorio gentil. De hecho, el profeta Isaías se refiere a Galilea como Galilea de los gentiles en Isaías 9:2. Como si esto no fuera suficiente, el pueblo de Nazaret era tal vez el lugar menos importante de Galilea de los gentiles. La fama que tenía no era muy buena que digamos. Cuando Felipe dio la noticia a Natanael que había hallado al Mesías de Israel en Nazaret, la reacción de Natanael fue: ¿De Nazaret puede salir algo de bueno? Pues así es Dios. Usa los instrumentos menos indicados para hacer las cosas más espectaculares. Nazaret estaba a más de 100 Km al norte de Jerusalén. En este pueblo vivía una joven virgen que se llamaba María, desposada con José. El desposorio era un compromiso solemne, normalmente efectuado por los padres de los contrayentes, cuando estos todavía eran niños, por el cual se comprometían a hacerlos casar en algún momento futuro. Los desposados eran considerados como si ya se hubieran casado, aunque todavía no habían vivido juntos como marido y mujer. Era necesario un divorcio para terminar la relación entre un hombre y una mujer que habían sido desposados. En estas condiciones estaban la virgen María y José. Lucas pone especial cuidado en cuanto a manifestar que María era virgen. En el versículo 27 aparece por dos veces la palabra virgen para referirse a María. Además Lucas señala que la virgen María era de la casa de David. Esto significa que un hijo suyo tenía sangre real, capaz de reinar sobre Israel. Cierto día, María estaba sola en algún lugar, tal vez en su casa de Nazaret. De pronto se le apareció un ángel y dirigiéndole la palabra le dijo: Salve, muy favorecida. El Señor es contigo. Salve era el saludo normal de la época. Con esto no había problema. Pero esto de muy favorecida es algo que debe haber sorprendido mucho a la virgen María. Muy favorecida significa llena eres de gracia. Gracia significa un favor no merecido. Lo que Dios estaba por hacer con la virgen María era algo grandioso, pero no porque la virgen María lo mereciera, sino porque Dios le estaba haciendo un favor que ella no merecía. Solamente en otro pasaje bíblico aparece la palabra que se ha traducido como muy favorecida, y sorpréndase amable oyente, se refiere a nosotros los creyentes. Está en Efesios 1:6 y ha sido traducido como “aceptos” Dios nos ha llenado de su gracia cuando nos salvó en Cristo y nosotros también hemos sido muy favorecidos o llenos de gracia. Esto denota que la virgen María fue la receptora de gracia divina, mas no la dispensadora de gracia divina como muchos piensan hoy en día. Al saludar, el ángel Gabriel también dijo a la virgen María: Bendita tú entre las mujeres. El favor que Dios estaba haciendo a la virgen María era una bendición que Dios no dio a ninguna otra mujer. Al oír este saludo, la virgen María quedó turbada, al igual que Zacarías cuando vio al mismo ángel a la derecha del altar de incienso. Lo que hizo turbar a la virgen María no sólo era la presencia del ángel, sino el saludo del ángel. La virgen María necesitaba una explicación y el ángel está listo para darla. En primer lugar, el ángel comunica seguridad. No temas. No estás en peligro. Todo lo contrario, has hallado gracia delante de Dios. Una vez más note que lo que estaba por pasar con María, era una obra de gracia de Dios, no era algo que María merecía por su buena conducta. Inmediatamente después, el ángel comunica el meollo del asunto. Dijo a la virgen: Ahora concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. El hijo que iba a nacer iba a ser totalmente humano, con la única salvedad que no iba a ser engendrado por un hombre sino engendrado sobrenaturalmente en una virgen, sin la intervención de un hombre. Esto garantiza que el niño Jesús no tendría la mancha de pecado con la cual todos nacemos en este mundo. El nombre JESÚS significa: Jehová salva o Jehová es salvación. Pero el ángel dijo más cosas a la virgen María. Jesús va a ser grande. Esto abre la puerta a la descripción de la deidad de Jesús. Tan grande que será llamado Hijo del Altísimo. La palabra Altísimo es uno de los nombres para Dios. El Elyón. El Hijo tiene la misma naturaleza que el Padre. Hijo del Altísimo manifiesta la deidad de Jesús. En Jesús se entrelaza la naturaleza humana y la naturaleza divina. Él es 100% hombre, nacido de mujer, y 100% Dios, Hijo del Altísimo. Pero hay más, el ángel también dijo a la virgen María que el Señor Dios dará a Jesús el trono de David su padre; y reinará sobre Israel, la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin. Esto es maravilloso. Jesús es Rey de Israel, nació para reinar en el trono de su ilustre antepasado. David. Este reino no tiene fin. Hoy en día Jesús reina a la diestra de su Padre en el cielo, pero está cercano el día cuando venga por segunda vez, para reinar también en la tierra. Imagine como habrá quedado la virgen María al oír todo esto. Por eso, hizo la pregunta al ángel: ¿Cómo será esto? Pues no conozco varón. No es que la virgen María estaba dudando sobre lo que le anunció el ángel. Simplemente quería saber el cómo de esto de engendrar un hijo, puesto que era virgen, no había tenido jamás relaciones sexuales con un hombre. A esto se refirió Maria cuando dijo que no ha conocido varón. El ángel estuvo dispuesto a responder la pregunta de la virgen. Le explicó diciendo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra, por lo cual el santo ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios. Maravilloso amable oyente. Estas palabras del ángel nos introducen al misterio de la encarnación. El cuerpo de Jesús que se iba a gestar en el vientre virginal de María era la obra creativa del Espíritu Santo. De esta manera, el poder del Altísimo iba a cubrir con su sombra a la virgen María, por esta razón el ser que iba a nacer es un santo ser, un ser sin la más mínima contaminación con el pecado. Esto es motivo para que Jesús sea llamado con propiedad Hijo de Dios. Esto es lo que la virgen María necesitaba saber. Su pregunta fue respondida adecuadamente por el ángel. Pero el ángel Gabriel añadió algo que la virgen María no pidió. La virgen no pidió pruebas como lo hizo Zacarías cuando el mismo ángel le anunció el nacimiento de Juan el Bautista. Pero a pesar que no lo pidió, el ángel Gabriel dio pruebas del anuncio que acabó de hacer. El ángel dijo a la virgen María que su parienta Elisabet había concebido en su vejez y ya era el sexto mes de embarazo de aquella quien era estéril, porque nada hay imposible para Dios. María y Elisabet eran parientes. Elisabet era descendiente de la casa de Aarón, lo cual obliga a pensar que el parentesco era a través de la madre de María, quien habría sido también descendiente de Aarón. Esto significa que María era descendiente de David a través de su padre. Antes de terminar su visita, el ángel Gabriel escuchó palabras llenas de significado por parte de la virgen María. A pesar de todo lo que tendría que pasar por concebir sin haberse casado, María hizo una oración a Dios diciendo: He aquí, la sierva del Señor. La palabra sierva significa la esclava de menor rango en una casa. En este plano se puso la virgen María, para que Dios haga todo lo que quiera con ella. Oyendo esto, el ángel partió a la presencia del Señor. Hermoso relato. En nuestro próximo estudio bíblico veremos qué pasó después.
Leave a comment