Un verdadero seguidor de Cristo

¿Quién soy yo para ustedes? Esta es la pregunta que Jesús te hace el día de hoy

Las personas pueden creer lo que quieran, pero si su fe no está sólidamente puesta en la persona y obra del Señor Jesús, tal cual como aparece en la Biblia, esas personas no tienen comunión personal con Dios. En este programa conoceremos a Jesús como el único camino hacia el Padre, Este camino es uno solo, y no es precisamente tener una religión.

En el programa anterior aprendimos una importante lección de los discípulos de Jesús. Estos doce hombres que acompañaron diariamente a Jesús, sabían bien quien era Jesús, ellos estaban bien informados, no caminaban siguiendo a Jesús con su mirada en la arena, ellos sabían lo que pasaba a su alrededor y lo que se decía de este hombre a quien decidieron seguir.

Hay todo tipo de opiniones sobre Jesús, se dice que Él es: un Maestro, un hacedor de milagros, el fundador de una nueva religión al igual que Mahoma o Buda, y otras ideas más, pero aquí está la verdadera pregunta; ¿Quién es Jesús? Tú, ¿cómo responderías ante esto? Mira la respuesta de Pedro al final del verso 29 del capítulo 8, “Respondiendo Pedro, le dijo: Tú eres el Cristo” La palabra “Cristo” significa el Ungido, “Tú eres el Ungido” en hebreo esa es la palabra para Mesías, en griego la palabra es “Chrestos” de manera que tú puedes ver al Ungido, al Mesías o a Cristo, es lo mismo, este es al único que hemos estado esperando, mira el verso 30, “Pero él les mandó que no dijesen esto de Él a ninguno”

¿Por qué haría esto? ¿No se supone que debemos decirle al mundo entero sobre Jesús? Pero esto es lo que Él dice a sus discípulos, de hecho, en el griego Él les ordenó que no le dijeran esto a nadie, ¿Por qué hizo esto? Marcos lo llama “el secreto mesiánico” En muchas ocasiones Jesús les dice “no se lo digan a nadie” y esto lo podemos ver en Marcos del capítulo 1 al 7, pero ahora, en el capítulo 8 hay un cambio de dirección, Jesús quiere explicarles quien es El, y la razón por la que quiere hacer esto es, porque ellos no entendían claramente quien era y que es lo que el Mesías vino a hacer. Ellos tenían el concepto del Antiguo Testamento, del Mesías que iba a venir como Moisés, del que viene como un líder político, como un líder militar, pues cada vez que Jesús hacia un milagro la gente se entusiasmaba y querían declararlo Rey a la fuerza, querían convertirlo en un líder político y militar.

Ahora, cuando Jesús venga por segunda vez esto es lo que va a suceder, toda rodilla se doblará y toda lengua confesará que el es el Señor, pero la primera vez que Él vino, fue por motivos diferentes, sus discípulos no lo entendían y la gente tampoco, Él vino a sufrir como el Mesías, su sufrimiento es algo contrario a lo que se esperaba del Mesías, pero esa es la misión de su primera venida, esto es lo que Jesús quiere enseñarles, mira el capítulo 8 verso 31, “Y comenzó a enseñarles” en el griego quiere decir que les enseñaba repetidamente, esto pudo haber durado muchas horas, Marcos nos lo resume de esta manera, pero este es un punto crítico en el ministerio de Jesús y él quiere dejarles muy en claro lo que va a suceder, Él les dice que el Hijo del Hombre va a sufrir y esto estaba en los planes de Dios.

Este era el plan de los hombres pero no era el plan de Dios, Jesús vino a morir en una cruz por nuestros pecados, cuando venga por segunda vez, entonces “toda rodilla se doblara” pero esta vez Él vino a morir por nuestros pecados. El hombre y Dios han sido separados y no podemos llegar a Dios por nuestros propios méritos, aunque tu hagas tu mejor esfuerzo, nadie puede llegar al Padre sino es a través de Jesús, Él pagó el precio, Él murió para que nosotros vivamos, su muerte en la cruz fue el pago, así que cuando confiamos en Él estamos confiando en su sacrificio, Él vino para morir, “Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”. (Marcos 10:45)

Vamos a Marcos capítulo 8, Jesús quiere estar seguro de que todos entendamos perfectamente que esta vida no se trata de un desfile militar o de un derrocamiento político, algo diferente va a suceder, y esto es lo que Él les dice a sus discípulos, si quieren seguirme de verdad algunas cosas tienen que ser evidentes en sus vidas, mira el verso 34, “Y llamando a la gente y a sus discípulos” apenas Jesús, había terminado de reprender a Pedro, su tono se torna familiar y empieza a darnos algunas instrucciones específicas como creyentes. Quiero ser muy cuidadoso con esto, ser cristiano no es algo que se gana, es algo que viene como un don gratuito por la gracia de Dios, no hay que merecerlo, todo es por su sola gracia Efesios 2:8 dice, “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios”

Cuando esto sucede, cuando realmente sucede esto en tu vida, tu cambias desde el interior, eres restaurado, la vieja naturaleza del pecado ya no está sobre ti, estas desconectado, y cuando Jesús nos cambia internamente se producen acciones externas, no son estas acciones externas las que nos salvan pero son la demostración de que hemos sido cambiados, y de esta manera somos conocidos a través de ellas, estas son las cosas que hacemos como cristianos, Jesús nos está diciendo, si tú quieres seguirme si de verdad quieres ser un seguidor mío, estas son las cosas que debes hacer, esto es lo que debes hacer para que podamos cambiar el mundo juntos.

Ahora hablemos de un hombre conforme al corazón de Dios, el se llama David, mira el libro de los Salmos capítulo 13, David era un hombre conforme al corazón de Dios, David estaba lejos de ser perfecto, pero él agradaba a Dios por dos razones: Uno, cuando David pecaba él se arrepentía y pedía perdón. Y dos; él era honesto con Dios, un ejemplo de esto está en el Salmo 13, no sabemos lo que está pasando en la vida de David, pero escucha lo que él dice; “¿Hasta cuándo, Jehová? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí? ¿Hasta cuándo pondré consejos en mi alma, ¿Con tristezas en mi corazón cada día? ¿Hasta cuándo será enaltecido mi enemigo sobre mí? Mira, respóndeme, oh Jehová Dios mío; Alumbra mis ojos, para que no duerma de muerte” Y podemos leer a lo largo de todos los salmos que David es honesto con Dios, quizás hasta demasiado honesto, los discípulos eran honestos con Jesús, quizás demasiado.

Entonces, tú tienes que ser diferente a todo lo de este mundo, “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo” esto no significa que debes cambiar de auto o cambiarte de casa, hacer eso sería como poner un curita sobre el cáncer, negarse a si mismo es algo muy profundo; un comentarista dice; “negarnos a nosotros mismos no es odiarnos o vivir alejados del mundo, o repudiar nuestros pecados particulares, porque también pecamos como creyentes, negarnos a nosotros mismos es renunciar a lo que nos domina en esta vida, es colocar la voluntad divina por encima de nuestra voluntad” Esto sería lo que conocemos como una “monarquía”

Entonces, ¿quién está en el trono de tu vida? ¿quién toma las decisiones en tu caminar? ¿quién dirige tus pasos? Jesús te dice; Yo Soy el que ha cambiado tu vida, tengo planes para ti, pero debes negarte a ti mismo, debes entregarme el trono de tu vida, en el momento que dejas de hacer lo que tú quieres también necesitas arrepentirte y caminar junto a Él, “niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame”

Imagínate esta imagen, Jesús cargando una cruz, pero esto no es lo que sucedió, Jesús llevaba un madero grande atado a sus hombres, el madero vertical siempre estuvo en el monte de la crucifixión, y ahora es paseado por la ciudad, por pequeñas y angostas callejuelas, la gente le gritaba y le escupía y es que esa era la suerte de los criminales que estaban bajo la autoridad del imperio de Roma, así que cuando Jesús dice que llevemos su cruz está hablando en un sentido figurado y posiblemente hablaba de lo que les sucedería también a sus discípulos, algunos de ellos fueron también crucificados como mártires. Pero hoy nos está hablando de caminar por la vida mostrándoles a otros que estamos sometidos a Jesús, que vivimos bajo su autoridad, “niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame” la expresión indica un presente activo, significa caminar en una determinada dirección y hacerlo cada día. Muchas veces nos salimos del camino y queremos diseñar nuestra propia ruta, a veces sólo caminamos en automático, entonces debemos cargar su cruz, vivir bajo su autoridad y caminar con Él.

J.C. Ryle un viejo comentarista dice; “estos son proverbios que no admiten evasión” las palabras de Jesús son claras, inconfundibles, si no llevamos la cruz tampoco podremos llevar la corona. Mira los versos 35 y 36, “Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará”. Algunos discípulos perdieron su vida por Jesús, muchos de nosotros podríamos perder la vida por Jesús, no sabemos lo que puede pasar más adelante, pero debemos estar dispuestos a esto, ¿estás dispuesto a perder tu vida para vivir eternamente?

Mira el verso 37, “Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?” ¿Cuánto vale tu alma? ¿quieres hacer eso toda tu vida y a cambio perder tu alma? Esto es lo que Jesús está diciendo, mira el verso 38, “Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles”.

Jesús está diciendo que, si tú eres el gobernador de tu vida y te avergüenzas de Él, entonces nada ha cambiado en tu interior y cuando estés frente a Jesús, Él te dirá apártate de mí, no te conozco, ¿No quisieras que fuera diferente? ¿no quisieras escuchar; bien buen siervo y fiel? Si te has avergonzado de Él hasta ahora, hoy puedes empezar de nuevo.

De la misma manera que a los discípulos, el miedo puede paralizarnos, entonces llega Jesús y sentimos ese toque familiar que nos dice: ¡Levántate, vamos, no tengas miedo! “Yo soy” está contigo cada momento.

Esperamos que puedas acompañarnos en esta apasionante serie sobre la vida de Jesús y así poder conocer más sobre su perfecta obra de amor. Bendiciones

 

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