“Encendiendo un corazón para Dios 2”

Bueno, cuando Dios tiene tu corazón, hay algunas cosas que Él hará para movernos más allá de las cosas externas. Cuando Él tiene tu corazón, Él te hará pasar por cosas difíciles.

 Mira, si realmente queremos que nuestros corazones se encienden por Dios, con una pasión ardiente de seguirlo, a través de cada área de la vida, pues tenemos que empezar por superar el tema de la apariencia externa.

Bien, en el programa anterior empezamos una nueva serie titulada “Encendiendo un corazón para Dios 2” y dijimos que para poder tener un corazón apasionado por Dios es necesario que dejemos a un lado nuestra preocupación por el tema físico, el mayor ejemplo de ello es David. Así que vamos a 1 Samuel capítulo 16.

Recuerdas que «El Señor le dijo a Samuel:» ¿Hasta cuándo llorarás a Saúl, ya que lo he rechazado como rey sobre Israel? E inmediatamente, Dios ordenó a Samuel ir a Belén.  Entonces Samuel fue a Belén y encontró a Isaí y le pidió que trajera a todos sus hijos ante él para poder elegir al próximo rey de Israel. Mira el capítulo 16 versículo 6: «Y aconteció que cuando ellos vinieron, él vio a Eliab, y dijo: De cierto delante de Jehová está su ungido. Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón. » (1 Samuel 16:6-7).

Siete hijos pasaron frente a Samuel y a cada uno Dios dijo: “¡No, este No!” Mire el capítulo 16 versículo 11: «Entonces dijo Samuel a Isaí: ¿Son estos todos tus hijos? Y él respondió: Queda aún el menor, que apacienta las ovejas” Ahora vamos a Salmos 78: “Eligió a David su siervo, Y lo tomó de las majadas de las ovejas; De tras las paridas lo trajo, Para que apacentase a Jacob su pueblo, Y a Israel su heredad. Y los apacentó conforme a la integridad de su corazón, Los pastoreó con la pericia de sus manos» (Salmo 78: 70-72).

Ahora, cuando piensas en un pastor y piensas en David, debes olvidar esa imagen de la escuela dominical donde David está sentado en la ladera, en una brisa suave escribiendo el Salmo 23. Cuando piensas en David, debes saber que pastorear era un trabajo solitario, peligroso y difícil. Y fue, Dios mismo quien usó los corrales de las ovejas para encender el corazón de David y que él lo siga con todas sus fuerzas. Dios enciende nuestros corazones con una ardiente pasión por seguirlo cuando lo dejamos hacer su trabajo en los corrales de ovejas de nuestra vida. Fue en esos tiempos de pastoreo solitarios, cuando Dios le habló a David y fue en la quietud y soledad de una noche, cuando David pudo escuchar el corazón de Dios. Fue en esos tiempos cuando David aprendió a proteger y administrar lo que Dios le había dado. Dios le enseñó a David habilidades que se transfirieron para guiar al pueblo de Israel.

Y tú ¿estás dispuesto a dejar que Dios trabaje en el corral de tu vida? Sé que muchos están pasando por momentos muy difíciles en su vida, hoy te pido que te aferres a ella. En lugar de irritarte, entristecerte o sentirte totalmente desesperado, preséntate ante Dios y pregúntale: “¿qué me estás enseñando mientras estoy aquí? Enséñame aquí para poder transferir estos principios a otras áreas de mi vida”

Ahora otra cosa. Dios enciende nuestro corazón con una ardiente pasión por seguirlo con firmeza cuando nos sometemos a Él y a su formación. Cuando David fue ungido como rey, comenzaron a suceder cosas extrañas. Cuando Samuel fue y vio a David allí, atendiendo a las ovejas, Josefo, el historiador judío, dice que Samuel se inclinó y le susurró al oído de David: “tú eres el Rey de Israel” e inmediatamente después, Samuel tomó el aceite y lo derramó sobre la cabeza de David. Así que, aquí David pasó de ser pastor de ovejas a ser el rey de Israel en cuestión de un minuto. Ahora sólo hay un problema. Nadie le dijo a Saul que él ya no era más el rey. Saúl aun creía que él era el rey. Y cuando el Espíritu de Dios lo dejó, Saúl se volvió loco. Se volvió tan loco que dijo: necesito ayuda, necesito un poco de musicoterapia, necesito que alguien toque para mí. Y alguien dijo: hey, conozco a este tipo llamado David. él es genial en el arpa. Lo buscaremos y él puede tocar un poco de música para calmarlo. Ahora, piensa en esa imagen: el Rey David va a la presencia del hombre que todavía cree ser un rey y su primera tarea es tocar una suave música para Saúl.

Dios dice, está bien David, aquí vamos, tu primer acto de rey no es algo inspirador. Dios dice: David, quiero que sirvas al hombre que todavía piensa que es el rey, de hecho, quiero que seas su portador de armadura, quiero que permanezcas a su servicio. ¿Lo ves? A menudo, Dios utiliza planes inusuales para desarrollar nuestro corazón. Nosotros decimos: ¡basta! Dios dice: ¡espera! Decimos: ¡estoy listo! Dios dice: ¡todavía no! Decimos ¡déjame liderar! Dios dice: ¡aprende a servir!

Dios escogió a David de entre los corrales de las ovejas, lo ungió como rey y le dio esa primera asignación, pero justo después de que David sostuvo el arpa en su mano, ¿sabes qué es lo siguiente que tenía en la mano? La cabeza de Goliat. En 1 de Samuel 17, vemos a David con el Espíritu de Dios sobre él, entonces él mata a Goliat, e inmediatamente se dispara a la condición de estrella de rock de la noche a la mañana. David se convirtió en el soltero más elegible de Israel. Literalmente, las Escrituras dicen que las jóvenes doncellas escribieron y cantaron canciones sobre David. ¿Pero sabes lo que Dios dijo? David, estas yendo demasiado rápido, ve más despacio.

Después de Goliat, después de que las canciones fueron escritas, incluso después de que David llega y lidera algunas victorias en la guerra, Dios todavía lo tiene tocando música de arpa para Saúl; y un día, David levanta la vista y ve el brazo de Saul con una lanza apuntando a su cabeza. Él se agacha y hay un gran pasaje en las Escrituras que dice: «entonces David sabía que era hora de escapar». Y se fue. Durante 10 años, David corrió y fue en esos 10 años que Dios afinó su corazón con fuego.

Debo decirte algo, no puedes ir a un retiro de fin de semana y pensar que vas a volver a arder por Dios, no puedes ir a un seminario, leer un libro o asistir a una clase y pensar que tu corazón arderá de pasión por Dios. Mira, los períodos de entrenamiento bíblicos, pueden ser el comienzo, pueden ser la chispa que inicie el fuego, pero solo son el comienzo. Es Dios quien enciende el corazón con fuego, tal y como lo hizo con David. Verán, Dios enciende nuestro corazón con una ardiente pasión para seguirlo cuando nos sometemos a Él en los fuegos de la vida. Y les prometo que si ceden a Él y le permiten encender su corazón con una ardiente pasión para seguirlo a través de todo lo que Él tiene reservado, vamos a ver a Dios haciendo cosas tremendas, milagrosas y poderosas.

Ahora, quiero contarte algo, recuerdo que allá por 1966 John Lennon y Paul McCartney escribieron una canción, se tituló «Eleanor Rigby». Ahora sé que los Beatles no escribieron esta canción para el impacto espiritual y así brindar un aporte al área espiritual, pero esta es una muy buena introducción de la que me gustaría hablarles por un momento. La canción dice así: “Eleanor Rigby recoge el arroz de la iglesia donde ha tenido lugar una boda. Vive en un sueño espera tras la ventana con una expresión que guarda en un jarrón junto a la puerta ¿Para quién es? (Coro:) Toda la gente solitaria ¿De dónde viene? Toda la gente solitaria ¿A dónde pertenece?”

Lamentablemente esta canción refleja mucho de nuestra realidad, pues cuando salgas de tu casa, tienes que ponerte esa máscara, ¿verdad? Máscara de la iglesia, máscara cristiana, máscara espiritual. «Toda la gente solitaria. ¿De dónde vienen todos ellos? Toda la gente solitaria. ¿A dónde pertenecen todos?

Déjame hacerte una pregunta. ¿Crees que hay algún «Eleanor Rigby’s» entre nosotros? Puede que no parezca porque siempre se lo ve feliz, siempre con una máscara. Una máscara que cubre todos los sentimientos de soledad, pero Dios mira al hombre interior mientras el hombre mira hacia el exterior. Dios ve el corazón Entonces, te vuelvo a preguntar ¿Crees que tal vez haya un par de «Eleanor Rigby’s» entre nosotros?

En fin, creo que hay tres tipos de soledad:

  • El primero es la soledad física; un individuo que vive la vida solo o un individuo que debido a su situación está solo la mayor parte del tiempo.
  • El segundo es la soledad emocional; hay algunas personas que nunca están solas pero que siempre están solas. Siempre están cerca de las personas y la gente siempre está cerca de ellos, pero detrás de todas las relaciones superficiales, más allá de los 15 diferentes estudios bíblicos en los que están involucrados existe esta soledad emocional. Estoy hablando de esa necesidad emocional que no se cumple en lo más profundo del corazón.
  • Por último: soledad posicional; a veces estás en una posición de poder: son líderes en compañías, eres tú quien toma las decisiones en las diversas organizaciones, eres parte de un equipo, en dónde quien tiene la última palabra eres tú, pero al final del día, esas decisiones que tomas van a afectar la vida de las personas. Lamentablemente cualquier experiencia de liderazgo puede ser un lugar muy solitario.

Muchas veces nos preguntamos, ¿De dónde viene toda la gente solitaria? Pero la verdadera pregunta debería ser, ¿a dónde pertenecen? Estamos involucrados en esta serie de sermones que titulamos encender y el objetivo de nuestro estudio es simplemente esto, encender el corazón de cada creyente con una ardiente pasión por seguir a Dios tras todos los fuegos de la vida. Y nuestro deseo en esta serie es ayudarnos a ver desde la Palabra de Dios y ayudarnos a orar para que Dios encienda nuestro corazón con esta pasión ardiente, este único deseo, esta magnífica obsesión, esta santa ambición de seguirlo duramente porque cuando hacemos eso, todas las cosas en la vida tienen sentido.

 

El mejor ejemplo de un corazón sincero es David, y espero que puedas acompañarnos en nuestro próximo programa para conocer qué fue lo qué pasó con él corazón de David

 

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