Conducta de los apóstatas mientras vivieron en este mundo

Saludos amigos oyentes. Qué privilegio poder compartir con Ud. estos pocos minutos a la luz de la Palabra de Dios. En nuestro último estudio bíblico en la epístola de Judas vimos cuan triste es el destino final de los apóstatas. En algún momento escucharán las palabras fatídicas del Señor. Apartaos de mi, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Para algunos esto es demasiado drástico. Cómo, dicen ellos, un Dios de amor puede arrojar a una persona por la eternidad en un infierno de fuego. No, esto es ofensivo, Dios no lo haría jamás. Mejor pensemos en que los malvados se extinguen. Por sus obras malas, simplemente, puf¡ Desaparecen. ¿Pero qué hacemos con la clara enseñanza bíblica que Dios premiará a los justos y castigará a los impíos? Mateo 25:46 dice «E Irán éstos, es decir los impíos, al castigo eterno, y los justos a la vida eterna» Dios es amor, pero al mismo tiempo Dios es justo. En su amor ha provisto a todo pecador la oportunidad de ser perdonado, pero en su justicia, condenará en el infierno de fuego a los que voluntariamente han decidido rechazar su oportunidad de ser perdonados. Esto es lo que enseña la Biblia. De ninguna manera, entonces Dios es injusto o drástico al condenar por la eternidad a los apóstatas en el infierno. Para que Ud. y yo veamos cuan merecido es el castigo para los apóstatas, Judas nos muestra cuál fue su conducta mientras vivieron en este mundo y eso será el tema de nuestro estudio bíblico de hoy.

Le invito a abrir su Biblia en la epístola de Judas, versículo 16. La palabra de Dios dice axial «Estos son murmuradores, querellosos, que andan según sus propios deseos, cuya boca habla cosas infladas, adulando a las personas para sacar provecho» Judas está hablando de los apóstatas, y luego de afirmar que quedarán convictos ante el Señor quien vendrá con sus santas decenas de millares, nos muestra los motivos por los cuales serán condenados. En el texto leído tenemos cinco características de su conducta. Primero. Porque son murmuradores. La palabra griega que se ha traducido como murmuradores, significa uno que se queja en voz baja especialmente contra Dios. Hace referencia a lo que hicieron los Israelitas cuando anduvieron por el desierto. Ud. seguramente recordará la historia. Desde que el pueblo de Israel salió de Egipto, fueron testigos de la más diáfana manifestación del poder de Dios en todo momento. Tenían una nube que les cubría durante el día y una columna de fuego que les alumbraba durante la noche. Dios abrió el mar rojo para que ellos pudieran pasar en seco y cerró el mar rojo cuando estaban pasando sus perseguidores. Dios les dio agua de una roca, les dio maná del cielo, les dio codornices y cuantas más cosas. Sin embargo de ello, ¿qué hicieron los Israelitas? Se quejaron contra Dios y contra Moisés. Mejor hubiera sido quedarnos en Egipto decían. Mejor estábamos cuando comíamos las cebollas y los ajos en Egipto. Por qué nos ha traído Dios a este desierto a matar a nuestras mujeres y nuestros hijos. Murmuración, queja, inconformidad, fue lo que percibió Dios de este pueblo duro de corazón. Como resultado Dios los condenó a vagar 40 años en el desierto hasta que mueran todos los que tenían más de 20 años. Los apóstatas son expertos en quejarse. No ven lo positivo en nada de lo que pasa a su alrededor. Solo viven quejándose contra Dios. Si hace calor se quejan del calor, si hace frío se quejan del frío, si no llueve se quejan de la sequía, si llueve se quejan de las inundaciones. Si trabajan se quejan de su trabajo, si no trabajan se quejan porque no encuentran trabajo. Nada les agrada, parece que nacieron para quejarse. Lo peor es que arrastran a otros a vivir quejándose a pesar de que la Palabra de Dios dice en 1ª Timoteo 6:8 «axial que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto» Todo lo que sucede a nuestro alrededor está controlado por el Señor y hay un propósito bueno en ello. Debemos estar agradecidos y contentos para no caer en algo que es típico de los apóstatas. Segundo, los apóstatas son querellosos. En griego esta es una palabra compuesta, contiene la idea de censurar y culpar. Por eso la versión moderna la traduce como criticar. Dice que los apóstatas todo lo critican. La crítica va dirigida a Dios o a sus siervos. El apóstata querelloso, encuentra en Dios el culpable de todo lo malo que pasa en el mundo y lo censura acremente. Ha escuchado a personas decir. ¿Por qué si Dios es todo poderoso, no evita que haya guerras en el mundo? O por qué si Dios es poderoso no quita la pobreza del mundo. O por qué si Dios es poderoso no sana a todos los enfermos. ¿O por qué si Dios es poderoso no evita las catástrofes naturales? Por qué, por qué, y por qué. Y lo peor es la conclusión a la que llegan. Dicen: Ya que Dios no puede eliminar esto o aquello, entonces Dios no es poderoso, en definitiva Dios no es Dios o Dios ha muerto. Así actúa el apóstata, critica a Dios, critica la palabra de Dios, y critica a los que servimos a Dios. No para nunca de criticar. Su condenación por tanto es justa. Tercero, el apóstata anda según sus propios deseos. Una traducción literal diría que el apóstata vive buscando únicamente satisfacer su bajas pasiones. Por la forma presente del verbo andar, sabernos que el satisfacer sus propios deseos es algo habitual en los apóstatas. No es alguien que esporádicamente cae en algún tipo de pecado, es alguien que constantemente vive en pecado. Hablando de ellos, 2ª Pedro 2:10 dice que siguiendo la carne andan en concupiscencia e inmundicia. Son como animales en celo, que arrastrados por su irrefrenable instinto se dedican a cometer todo tipo de actos inmorales. Por supuesto que por fuera se esforzarán por mantener una imagen de personas honestas y decentes, pero en el fondo no habrá sino podredumbre. Esto ha sido la norma de casi todos los fundadores de las modernas sectas falsas. Cuidado amigos oyentes con seguir a predicadores o maestros que no apoyan con sus actos lo que dicen con su boca. Cuarto, los apóstatas hablan cosas infladas. Esto no significa que dicen cosas profundas, significa que hablan con jactancia. Quizá tienen un léxico exuberante y una dicción envidiable. Cuando hablan todos se detienen a oír, pero el contenido de su mensaje es de queja contra los propósitos de Dios, critica contra lo que según ellos es una injusticia de Dios, critica contra lo que dice la palabra de Dios. Critica contra los que tratan de vivir de acuerdo a lo que la palabra de Dios dice. Los tildaran de anticuados, de supersticiosos, de que tienen una mente estrecha. Criticarán a las autoridades civiles y a las autoridades de la iglesia. Criticarán a los que con sencillez y verdad exponen lo que la palabra de Dios dice. Esto es hablar cosas infladas y los apóstatas son hábiles en ello. Cuidado con ellos. Quinto y último. Adulan a las personas para, sacar provecho de ellas. El verbo que se ha traducido como adular, literalmente significa tener en admiración. Los apóstatas tienen en admiración a mucha gente no porque esta gente tenga virtudes o porque estén viviendo conforme a lo que Dios dice en su Palabra, sino porque quieren sacar provecho de ellas. Los apóstatas proclaman un mensaje que produce comezón de oír, algo agradable al oído, pero algo que no confronta el pecado en la vida de los individuos. Muchas iglesias tienen este tipo de predicadores o maestros. Un hermano una ves: me dijo: Qué hermoso que habla tal predicador. Yo le pregunté: Qué es lo que más te gusta de lo que dice. Me respondió diciendo: Nunca me hace sentir mal por las cosas malas que hago. Esta es la típica predicación de los apóstatas. No importa como Ud. viva, Ud. está bien haga lo que haga. ¿Cual es el motivo para hablar axial? Los apóstatas buscan su propio provecho. Si no denuncian y confrontan el pecado sus iglesias estarán siempre repletas de gente y siempre habrá bastante dinero en las arcas de la iglesia, lo cual garantiza su propia holgura económica. Lucas escribió los Hechos de los Apóstoles, Judas ha escrito los hechos de los apóstatas. La descripción que Judas hace de ellos nos lleva a pensar que su condenación es merecida. Dios no es injusto cuando deja convicto a un apóstata que es murmurador, querelloso, que anda según sus propios deseos, que habla cosas infladas y que adula a las personas para sacar provecho de ellas. Cuidado amigos oyentes con seguir a personas así. Ud ahora ya sabe como actúan los apóstatas, que por la gracia de Dios Ud se aleje lo más posible de ellos.

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