“Jehová-Mekaddesh 2”

PABLO// Es Dios quien nos hace santos a través de la obra de Jesucristo, es Dios quien nos busca y nos ve como a sus hijos, estamos cubiertos por su sangre y Dios ve la muerte de Cristo como sustituto de nuestra muerte.

NELSON// Jesús ha pagado el precio con su muerte y ahora podemos tener una relación eterna con el Dios santo. Pero esto, sólo puede suceder cuando nos humillamos lo suficiente para entender que no podemos hacer nada para forjar nuestro propio camino hacia Dios.

Dios es nuestro “Jehová-Mekaddesh” Él es quien nos hace santos. Hoy te animo a poner tu confianza en Jesucristo solamente, cuando tú haces esto, varias cosas ocurrirán, veamos cuales son:

Primero, Cuando Dios nos santifica, siempre vamos a ser santos ante sus ojos.

Segundo, cuando confiamos en Dios nuestra identidad está solo en Él. Debes estar convencido y seguro de que tu identidad está en Cristo.

Otros ponen su seguridad en sus relaciones, esto es muy común en los solteros. Muchas chicas van de una relación a otra, muchos chicos van de una cita a otra, pues su identidad se basa en quien está a su lado. En el fondo tienen miedo de estar solos, pues su identidad está en sus relaciones.

Ahora, los matrimonios son tan fuertes como son sus relaciones, tu no podrás encontrar realización absoluta en otra persona, esto sólo puede llegar cuando tienes identidad en Cristo. A menos que tengas una pareja que este íntimamente relacionada con Dios, frecuentemente te hallaras haciendo cosas no tan santas. Tu relación tiene que estar centrada en Dios, pues tu identidad debe estar fundamentada en Él, allí es donde está tu identidad.

Algunos creen que su identidad está en donde viven o en las cosas que tiene, todo esto es una mentira, Dios nos ha hecho santos, nos ha apartado y hasta que no entendamos esto, estaremos luchando por encontrar nuestra identidad en cualquier otra cosa. Tu identidad está en Cristo.

Una cosa más, cuando Dios nos hace santos, debemos vivir de manera santa, tenemos santidad posicional, no se puede perder, no se puede cambiar, Dios es quien nos hace santos.

Veras, la santidad posicional es algo que no se puede cambiar, eso es quién eres, eres un hijo de Dios, Él te ha hecho santo. No es lo que haces, no es lo que tú tienes, es lo que Dios ha hecho por ti, la santidad practica es lo que hacemos cada día para aplicar esta santidad posicional. La santidad práctica es la manera en que vivimos nuestras vidas cada día.

Podemos vivir de una manera agradable a Dios por el poder del Espíritu Santo, váyamos a Colosenses capítulo 3, no voy a leer el capítulo completo, pero aquí están algunas normas para vivir una santidad práctica. Mira los versos del 5 en adelante: Pablo dice: “Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas.” Nosotros hemos sido apartados para otras cosas, “dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.” Y la lista continua.

Ahora, mira el verso 12, “Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros” Hemos sido llamados para vivir de manera santa, una santidad práctica que debemos ejercer cada día de nuestras vidas: somos santos, y su santidad está escrita en nuestros corazones.

Eres santo, no estas para cosas comunes; Dios te ha apartado, eres su hijo, estas aquí para anunciar las virtudes de Aquel que nos sacó de las tinieblas y nos puso en su luz admirable, ¿No deberíamos estar sumamente agradecidos por esto? Deberíamos inclinarnos humildemente ante Dios y agradecerle por todo lo que Él ha hecho por nosotros.

Estamos expuestos por Dios mismo, Él quiere que seamos las personas que otros puedan ver y que puedan conocer lo que significa vivir la vida cristiana. Dios quiere mostrarnos al mundo, a un mundo que desesperadamente necesita ver que significa ser santos, separados, y lo que significa ser hijos de un Dios Santo.

Hoy hemos aprendido que Dios es santo, esto significa que Él es perfecto, no hay pecado alguno en Él, me encanta la manera como lo expresa A.W. Tozer, él dice lo siguiente: “La Santidad de Dios es simplemente lo más grande que podemos conocer, es algo infinitamente excelso, no existe nada como la santidad divina, es única, inconmensurable, incomprensible e inalcanzable.”

Dios es Santo, de la única manera en la que Él puede ser santo, su santidad no se ajusta a ningún estándar porque Él es el estándar. Él es absolutamente santo, lo infinito de su santidad es incomprensible, su pureza es plena, no existe nada con lo que pueda ser comparado, Dios es totalmente Santo. No hay nada que podamos hacer nosotros mismos para llegar hasta su santidad, somos pecadores, siempre nos quedaremos cortos en nuestros intentos por encontrar la santidad.

Piensa en nuestra situación como en un gran cañón, Dios está en un extremo y nosotros estamos totalmente en el otro extremo, no hay manera de que nosotros podamos llegar hasta Él. Entonces Dios envió a su hijo para saltar este gran abismo que separa al hombre pecador del Dios santo.

Ahora quiero contarte algo, desde el 19 de febrero hasta el 26 de marzo ocurrió una batalla muy grande. Y cuando todo terminó, más de 6.800 tropas estadounidenses habían perdido sus vidas, sin contar con las tropas japonesas. Es tiste tener esta idea de aquella masacre, a pesar de la importancia de la batalla. Hemos visto muchas veces la fotografía famosa que fue tomada justo cuando los seis soldados levantaban la bandera americana en esa pequeña isla de “Iwo Jima” en el Pacífico Occidental.

Esta imagen retornó a los Estados Unidos, junto con estos seis individuos, inspirando y conmoviendo a los ciudadanos de nuestro país. Y cuando nos fijamos en esta fotografía, esto significa algo muy valioso y para nuestro país esto un símbolo muy especial. Y aún hoy en día hay algo acerca de esa imagen que nos conmueve. Es un acto de unidad.

Bien, toma tu Biblia y busca Éxodo capítulo 17. Hoy vamos a considerar un nombre de Dios que Moisés menciona en Éxodo capítulo 17. Permítanme establecer el contexto. Israel ha sido esclavizado durante 400 años. Y un día, Dios envío a Moisés como libertador de su pueblo. Acto seguido, viene una serie de devastadoras plagas para convencer a Faraón de que la gente debe ser liberada, luego ellos cruzan el Mar Rojo, los Israelitas cantan una canción de gratitud que se encuentra en el capítulo 15 de Génesis, piensen en la emoción del momento. Habían sido esclavos durante mucho tiempo, ahora Dios los ha liberado. Ahora pueden ver personalmente el poder de Dios. El mar está frente a ellos y el ejército del Faraón, a sus espaldas, ellos están sin salida, pero Dios no los abandona; el Mar Rojo se abre y cruzan sobre tierra seca. Imaginar esto nos conmueve. Pensemos ahora en sus emociones mientras cantan esta canción. Vamos a Éxodo capítulo 15 versículo 1, y esto dice así:

Cantaré yo a Jehová, porque se ha magnificado grandemente; Ha echado en el mar al caballo y al jinete. Jehová es mi fortaleza y mi cántico, Y ha sido mi salvación. Este es mi Dios, y lo alabaré; Dios de mi padre, y lo enalteceré. Jehová es varón de guerra; Jehová es su nombre. Echó en el mar los carros de Faraón y su ejército; Y sus capitanes escogidos fueron hundidos en el Mar Rojo. Los abismos los cubrieron; Descendieron a las profundidades como piedra. Tu diestra, oh Jehová, ha sido magnificada en poder; Tu diestra, oh Jehová, ha quebrantado al enemigo. Y con la grandeza de tu poder has derribado a los que se levantaron contra ti. Enviaste tu ira; los consumió como a hojarasca. (Éxodo 15: 1-7)

Este canto de alabanza a Dios nace de la gratitud. Es increíble cómo la alabanza puede fortalecer rápidamente nuestra vida en momentos de victoria. Pero tres días más tarde, ellos están en el desierto, sin agua. Y todo aquello que habían mencionado en sus canticos quedó atrás, el pueblo empezó a quejarse. Entonces Dios suministra agua, Dios hace un nuevo milagro, y luego, un mes más tarde, nuevamente están murmurando porque no había comida, entonces, Dios envía una vez más, el maná y codornices.

Seguimos leyendo y, en la primera parte del capítulo 17, ellos están quejándose de nuevo, ellos están en el desierto sin agua, entonces, Moisés golpea la roca y ahora tienen agua. ¿Puedes ver el patrón? Quiero decir, cruzan el Mar Rojo y tres días más tarde están murmurando. Esto es el mismo cuento de nuestras vidas, ¿verdad? Alabamos a Dios por sus milagros, pasa un tiempo, vuelve la necesidad, y junto con ella, la queja.

La liberación de Egipto fue impresionante, pero se borra cada vez que están muriendo de sed. Ellos lo están alabando cuando cruzan el Mar Rojo, y su alabanza dura hasta que están hambrientos. Pueden elevar su ánimo por los milagros, pero caen aplastados bajo el peso de una apremiante necesidad.

Mira, las murmuraciones no son la respuesta. Dios quiere que seamos totalmente dependientes de Él, incluso cuando las necesidades básicas falten. Dios quiere que confiemos en Él: cuando estamos hambrientos, cuando parece que estamos muriendo de sed, aun cuando parece que el mundo se está desmoronando a nuestro alrededor.

Recuerda la definición misma de la fe, Hebreos capítulo 11 versículo 1 dice: “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” Ahora, aquí está la pregunta; ¿Has puesto tu confianza en Cristo? Jesús es la única manera de lograr una relación eterna con este Dios santo, y tú debes hacer una oración y pedir a Dios que te permita tener esa relación, si deseas puedes hacer hoy esta oración conmigo, ¿estás listo? Empecemos,

“Querido Padre Celestial, vengo ante ti, estoy al otro lado del abismo, no puedo llegar hasta el otro lado, te agradezco por haber enviado a tu hijo para morir sacrificado por mis pecados, hoy quiero confiar en Cristo y quiero tener una relación eterna contigo Dios. Hago esta oración en el nombre de Jesús, amen”

Si hiciste esta oración junto a mí, nos gustaría saber de ti, escríbenos o visita nuestra página web, www.labibliadice.org y permíteme saber que hiciste esta oración.

Nos veremos en el próximo programa para considerar otro nombre precioso de Dios, “Jehová-Nissi” Dios es nuestro estandarte. Que Dios te bendiga

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