Ir hacia otro punto dentro del primer viaje misionero de Pablo

Que privilegio es para todos los que hacemos La Biblia Dice… Contar con su compañía en esta oportunidad. Si esta es la primera vez que nos sintoniza le contamos que estamos desarrollando un interesante estudio que se titula: “La obra de Jesucristo después de su ascensión, por medio del Espíritu Santo”. Quédese con nosotros y conozca que es lo que dios quiere que aprenda en esta oportunidad con respecto a este tema.

I. Introducción. Saludos y bienvenida. Estudio del libro de Hechos en la serie titulada: La obra de Jesucristo después de su ascensión, realizada por medio del Espíritu Santo. Pablo y su equipo misionero dejaron en Pafos, un puerto en la isla de Chipre, a un grupo de fieles creyentes, algunos judíos, otros gentiles, algunos que eran personas importantes en la sociedad de su tiempo, otros que eran personas comunes y corrientes. Entre las personas importantes se destaca el procónsul romano Sergio Paulo. Había así llegado el momento de zarpar de Pafos e ir hacia otro punto dentro del primer viaje misionero de Pablo. Si tiene una Biblia a la mano, ábrala en Hechos 13 a partir del versículo 13.

II. Lo primero que vamos a notar es el arribo a Perge y la deserción de Juan Marcos. Hechos 13:13 dice: Habiendo zarpado de Pafos, Pablo y sus compañeros arribaron a Perge de Panfilia; pero Juan, apartándose de ellos, volvió a Jerusalén.
El siguiente punto en el primer viaje misionero de Pablo, es en el continente. Se hizo necesario por tanto que Pablo y su equipo misionero naveguen del puerto de Pafos en Chipre y toquen tierra en la provincia romana de Panfilia, una de cuyas ciudades más importantes se llamaba Perge. Todo iba muy bien hasta ese momento, pero… Allí lo tiene. El infaltable pero… Es uno de los acontecimientos no muy gratos que siempre se presentan sin que nadie los invite. En este caso, el actor fue Juan Marcos, el sobrino de Bernabé, quien, según el texto se apartó del equipo misionero y contra la voluntad de Pablo se volvió a Jerusalén. No olvide que Juan Marcos era un judío oriundo de Jerusalén. ¿Por qué se apartó del equipo misionero? La Biblia no indica la razón precisa. Tal vez fue porque se sintió incómodo con que su tío Bernabé no esté liderando el equipo misionero, por cuanto Pablo asumió el liderazgo. Lucas pone esto muy en claro cuando dice que Pablo y sus compañeros arribaron a Perge. No dice Bernabé y sus compañeros arribaron a Perge. Pablo era quien llevaba la batuta. A veces los celos nos pueden conducir a tomar decisiones contrarias a la voluntad de Dios. Tal vez fue porque Juan Marcos vio como el mensaje del Evangelio era mejor recibido por los gentiles que por los judíos y eso le hizo sentir algo incómodo porque él era un devoto judío. Tal vez fue porque el viaje misionero se hizo muy difícil de sobrellevar por el clima, la incomodidad, la alimentación. Algunos comentaristas opinan que el clima en Perge era muy cálido y húmedo y en consecuencia había muchos mosquitos. Puede haber sido algo así o alguna otra cosa. En todo caso, en lugar de continuar con el equipo misionero, Juan Marcos empacó y se fue hacia su tierra en Jerusalén. A Pablo no le gustó para nada la decisión de Juan Marcos y más tarde rehusó incluir a Juan Marcos en el equipo misionero, lo cual provocó una discusión no pequeña con Bernabé e inclusive la separación de Pablo y Bernabé. Los dos siguieron haciendo la obra pero cada uno por su lado. Pero lo interesante es que más tarde, Pablo cambió su actitud hacia Juan Marcos y pidió que colabore con él. 2 Timoteo 4:11 dice: Sólo Lucas está conmigo. Toma a Marcos y tráele contigo, porque me es útil para el ministerio.
Los que antes estaban distanciados en algún momento estaban colaborando juntos. Los desacuerdos no deben durar para siempre. Qué hermoso es ver como el Señor vuelve a unir a personas que por alguna razón justificada o no se separaron. Pablo llegó a comprender que el error que cometió Juan Marcos no debe anularle para siempre y por eso le extendió una nueva oportunidad. Muy bien. En segundo lugar tenemos la llegada de Pablo y su equipo misionero a Antioquía de Pisidia. Hechos 13:14-15 dice: Ellos, pasando de Perge, llegaron a Antioquía de Pisidia; y entraron en la sinagoga un día de reposo y se sentaron. Y después de la lectura de la ley y de los profetas, los principales de la sinagoga mandaron a decirles: Varones hermanos, si tenéis alguna palabra de exhortación para el pueblo, hablad.
Pablo y su equipo misionero viajaron hacia el norte por unos 160 Km. y ascendieron a unos 1200 m. para llegar a la ciudad de Antioquía de Pisidia, localizada en una zona montañosa en lo que hoy es parte de Turquía. Esta ciudad no debe ser confundida con Antioquía de Siria, donde estaba la base de la obra misionera de Pablo. Note como Pablo escogía ciudades importantes para establecer iglesias y luego lanzarse a evangelizar las áreas contiguas. También note como, al menos donde era posible, Pablo llegaba primero a la sinagoga. Aquí lo tenemos sentado en la sinagoga en un día de reposo, día en el cual los judíos se congregaban en la sinagoga para oír y estudiar el Antiguo Testamento. Pablo tenía especial interés por alcanzar a los judíos. Romanos 10:1 dice: Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi oración a Dios por Israel, es para salvación.
La costumbre de la época en las sinagogas era que después de leer las Escrituras, o la ley y los profetas, se tomaba un tiempo para explicar lo que se había leído, y como una muestra de identificación con los judíos que visitaban la sinagoga, se les otorgaba el privilegio de tomar la palabra. Por eso fue que los principales de la sinagoga mandaron a decir a Pablo y su equipo misionero: Varones hermanos, si tenéis alguna palabra de exhortación para el pueblo, hablad. Este era el momento que Pablo debe haber estado esperando tanto. Pablo no va a perder la oportunidad de testificar de su Salvador. En tercer lugar tenemos el mensaje de Pablo en la sinagoga de Antioquía de Pisidia. Este es el primer mensaje de Pablo que se registra en el libro de Hechos. El mensaje tiene tres partes. La primera, entre los versículos 16 a 25, la segunda entre los versículos 26 a 37 y la tercera entre los versículos 38 a 41. En la primera parte, Pablo hace un recuento de los hechos hasta el ministerio de Juan el Bautista. En la segunda parte, Pablo relata el cumplimiento de lo que Juan el Bautista anunció. En la tercera parte, Pablo hace la aplicación de su mensaje. Vayamos pues a la primera parte del mensaje de Pablo. Hechos 13:16-25 dice: Entonces Pablo, levantándose, hecha señal de silencio con la mano, dijo: Varones israelitas, y los que teméis a Dios, oíd: El Dios de este pueblo de Israel escogió a nuestros padres, y enalteció al pueblo, siendo ellos extranjeros en tierra de Egipto, y con brazo levantado los sacó de ella. Y por un tiempo como de cuarenta años los soportó en el desierto; y habiendo destruido siete naciones en la tierra de Canaán, les dio en herencia su territorio. Después, como por cuatrocientos cincuenta años, les dio jueces hasta el profeta Samuel. Luego pidieron rey, y Dios les dio a Saúl hijo de Cis, varón de la tribu de Benjamín, por cuarenta años. Quitado éste, les levantó por rey a David, de quien dio también testimonio diciendo: He hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero. De la descendencia de éste, y conforme a la promesa, Dios levantó a Jesús por Salvador a Israel. Antes de su venida, predicó Juan el bautismo de arrepentimiento a todo el pueblo de Israel. Mas cuando Juan terminaba su carrera, dijo: ¿Quién pensáis que soy? No soy yo él; mas he aquí viene tras mí uno de quien no soy digno de desatar el calzado de los pies.
Como líder del equipo misionero, Pablo toma la palabra. Su audiencia era mayormente judía, los varones israelitas, y tal vez algunos prosélitos, los que temen a Dios. Todos necesitaban oír lo que Pablo estaba por decir. Pablo se remonta a las raíces del pueblo de Israel y su tiempo en Egipto, donde el pueblo fue exaltado a pesar de ser extranjeros. Luego hace referencia a la manera poderosa como Dios los sacó al pueblo de Israel de Egipto, a pesar de toda la oposición de los gobernantes. Habla de los cuarenta años que el pueblo vagó por el desierto, antes de entrar a la tierra prometida, luego que Dios derrotó a siete naciones que vivían en ese territorio. Después por cuatrocientos cincuenta años, Dios gobernó a la nación de Israel por medio de los jueces, hasta el tiempo del profeta Samuel. En ese tiempo, el pueblo ser rebeló contra Dios y pidió un rey al estilo de las demás naciones gentiles. Dios accedió al pedido, a pesar que significaba un tácito rechazo a él y les levantó a Saúl, hijo de Cis, de la tribu de Benjamín, quien reinó por cuarenta años. Saúl no hizo la voluntad de Dios y fue reemplazado por David, de quien Dios dio testimonio diciendo: He hallado a David, hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero. Justamente Jesús, a quien Dios levantó por Salvador a Israel, fue, por el lado humano, un descendiente de David. La venida de Jesús, el Salvador de Israel, debía ser precedida por Juan el Bautista, quien predicaba el bautismo de arrepentimiento a todo el pueblo de Israel. Cuando a Juan el Bautista se le preguntó si él era el que había de venir, el Salvador de Israel, Juan el Bautista dijo: Yo no soy él, pero viene tras mí uno de quien no soy digno de desatar el calzado de los pies. Este era Jesús. Él es el que había de venir. En nuestro próximo estudio bíblico consideraremos el resto del mensaje de Pablo. Mientras tanto, Usted debe saber amable oyente que el Señor Jesús es aquel que Dios levantó por Salvador, no sólo a Israel, sino a todo el mundo. Él murió en la cruz del Calvario en lugar de todo pecador. Si Ud. quiere ser salvo, lo único que necesita es creer en él y recibirlo como su personal Salvador. Hágalo hoy mismo si no lo ha hecho anteriormente. Que disfrute de la bendición de Dios.

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