“Impactando con Mi Influencia 2”

Hoy te invito a que esa sea tu oración para Dios, para que puedas encontrar tus errores y para que empieces haciéndolo dentro de tu hogar, con tu matrimonio. Eso es lo más importante.

Aquí está la pregunta de hoy, ¿cuál será tu legado de vida? ¿Cuál será nuestro legado? Al final del día esa es la pregunta. Así que toma tu Biblia y volvamos al Libro del Nuevo Testamento de 1 Timoteo. Estamos usando tres cartas cortas en el Nuevo Testamento: 1 Timoteo, 2 Timoteo y Tito, escritas por el apóstol Pablo para Timoteo y Tito. Ahora, hemos empezado a introducirnos aún más en tu vida y queremos entrar en las paredes de tu hogar.

Para empezar este estudio debo preguntarte, ¿eres un obispo irreprensible? Mira, si Dios te bendice con tus hijos, esto no se detiene allí, ¿verdad? Debes ser el padre que Dios te ha llamado a ser. No debes ser un padre o una madre pasiva, debes involucrarte en la vida de tus hijos de una manera saludable. Dentro de tu hogar es donde se realiza el arduo trabajo del legado y las Escrituras lo dicen claramente. 1 Timoteo, capítulo 3, versículo 4 dice: «que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad» La palabra administrar en realidad es un término militar. Describe a un general que arregla a los soldados en batallones. Y me encanta esa imagen porque muestra que un influyente, una madre o un padre, tiene que involucrarse en las vidas de sus hijos, organizándolos de la manera que más les convenga para la batalla, para la batalla de la vida.

Ahora, escucha esto, ser una buena madre o un buen padre no quiere decir que seas el mejor amigo de tu hijo. Tú debes ser un padre que brinde protección, orientación y disciplina. Usted es el padre y sus hijos deben obedecerlo con respeto. Eso no excluye el amor, la gracia, la misericordia, la compasión, o las peleas de almohadas en el piso y la cama. Que en tu casa exista respeto no debe evitar que tú casa este llena de risas y diversión. Pero sí significa que Dios te dé a ti como padre, la responsabilidad de moldear esa pequeña vida y dirigirla en la dirección correcta. Dios te da la responsabilidad de enseñarles a tus hijos lo que significa amar al Padre celestial y servirlo. Dios te dio la responsabilidad de ayudar a tus hijos a tomar buenas decisiones. Dios te dio la responsabilidad de ayudar a tus hijos a respetar la autoridad, porque si no te respetan a ti, no van a respetar a sus maestros, no van a respetar a su entrenador, no van a respetar a su jefe, y no van a respetar al Padre celestial.

Eres tú quien tienes que enseñarles a tus hijos lo que significa seguir a Jesucristo. Dirígete a Tito capítulo 1 versículo 6. Aquí Pablo le da la misma instrucción a Tito y él agrega «el que fuere irreprensible, marido de una sola mujer, y tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía.» Ahora nuestros hijos van a ser niños y no serán perfectos, pero cuando poseas tu influencia como padre, no aceptarás el hecho de que tu hijo sea desobediente, en el fondo todos tienen rebeldía en su corazón, pero eres tú, como su padre, el que está a cargo de su hijo. No debes darles todo lo que quieran. Debes darles las cosas que necesitan para protegerlos, aunque no siempre les gustarán tus decisiones. Pero tú eres el padre.

Entonces dime: ¿Estás dispuesto a luchar por tus hijos? Mira, estos son tiempos muy difíciles, esta es una dura generación en la que ellos crecen. Vamos nuevamente a Tito 6: «el que fuere irreprensible, marido de una sola mujer, y tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía.» Ahora, esto habla sobre los hijos en el hogar. No podemos hacer creer a nuestros hijos que no tienen ninguna responsabilidad. Nuestro trabajo es demostrarles y contarles, de una manera atractiva, lo que significa vivir para Dios, no sólo hablar de Su Palabra, sino vivirla. Por cierto, cuando no haces eso, déjame decirte que has perdido el juego.

Tito capítulo 2:10 dice esto: «no defraudando, sino mostrándose fieles en todo, para que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador.» No puedes engañar a tus hijos, pero debes vivir tu vida íntegramente dentro de tu hogar, sí, ahí donde es más difícil vivir la vida cristiana y es precisamente por eso, por lo que debes hacer atractiva tu vida cristiana para tus hijos. Regresemos a 1 Timoteo capítulo 3 versículos 5 “nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,» De nuevo, esto está escrito principalmente para los ancianos, sin embargo, la aplicación es amplia. Tu familia es la organización más importante que liderarás.

No me digas qué gran líder eres, no me digas cuánto vale tu empresa, no me cuentes tus increíbles bonos, no me diga que tu última venta envió a todos tus hijos a la universidad, si tu hogar esta desamorándose, porque eso no es reflejo de tu éxito, no a los ojos de Dios. Y si no puedes cuidar a tu propia familia, ¿cómo podemos cuidar de la iglesia de Dios? Si no puedes cuidar de tus hombres de negocios, ¿cómo puedes manejar un negocio con principios piadosos? Si no puedes o no vas a dirigir a tu familia espiritualmente, ¿cómo puede esperar liderar algo que Dios te ha dado y dejar un impacto y un legado? ¿Cómo esperas hacer eso?

Dos cosas más, o bueno quizás tres, la verdad, eso depende del tiempo que nos quede. Bueno, empecemos, número uno, estamos en esta batalla juntos y queremos ayudarte. Tú puedes ir a nuestro sitio web, labibliadice.org, y escuchar todo tipo de estudios, enseñanzas y recursos sobre el matrimonio y la familia. Ve a nuestro sitio web, y encontraras estudios que edificarán tu vida. Aquí encontrarás enseñanzas bíblicas que debes estudiar antes de comenzar cualquier relación, esos son complementos muy buenos y sería grandioso que los estudies, pero, aunque sería fabuloso que lo puedas hacer eso no es obligatorio. Esta debe ser una decisión personal y eres tú quien debes repasar eso con tus hijos.

Por cierto, recibimos aproximadamente 10,000 descargas al mes de nuestras series, pero cuando hicimos la serie bíblica de hombría con nuestro compañero Tunch Link, esto se duplicó, y bueno, hay una razón para esto, las familias necesitan desesperadamente una guía, necesitan poner a Cristo en el trono de su hogar y eso es justamente lo que nosotros queremos hacer, queremos emplear la palabra de Dios como la mejor guía para salvar nuestro hogar. Recuerda, debemos ser moldeados y debemos ser enseñados, sólo así podremos enseñar a nuestros hijos siendo ejemplo de lo que implica una vida para Cristo. Esa es una responsabilidad no sólo con nuestra familia sino con Dios mismo. Debemos se compasivos, honestos y respetuoso.

Aquí está lo segundo. Si podemos mantener un matrimonio unido, hemos hecho algo bueno y esto es algo que me apasiona y que me encanta enseñar. Pero tengo que decirte que, cada vez son más los divorcios, y mira, si tú eres parte de esto, sé que será muy difícil para ti porque tal vez aun cargas con la culpa de que en el pasado lo arruinaste y tal vez desearías no lo haberlo hecho, pero la verdad es que lo arruinaron juntos. Así que, siempre que toco este tipo de temas tengo este sentimiento mixto porque sé que para algunos es como poner carbón encendido en su cabeza.

Pero hoy quiero decirte esto, nuestro legado aún se está escribiendo y algunos de ustedes pueden tener algunas cosas en su pasado que desearían que no esté allí. Todos lo hacemos, a todos nos sucede, pero no puedes hacer como si nada sucedió, Pero hoy si quiero desafiar a algunos de ustedes que ahora están en una segunda relación y tienen hijos desde el principio, no los olviden. Tú eres su madre, eres su padre y si tienes una relación extraña con ellos, llámalos, diles que lo sientes, diles que sabes que no puedes arreglar el pasado, pero de ahora en adelante quieres hacer las cosas bien. Y si eres tú la esposa o el esposo de quien ha tenido un segundo matrimonio, aliente a su pareja a que busque a sus hijos, a que mantenga viva la relación con ellos. No estés celosa, cuando decidiste casarte con él, también lo aceptaste con sus hijos. Así que al menos déjelo intentar escribir un legado hoy que sea positivo y tal vez por la gracia de Dios algunas cosas se pueden restaurar allí.

Lo que sea que haya pasado ayer, hoy puedes escribir un legado que contar. No sé cómo terminará para ti tu vida. No sé cómo va a terminar para mí, mi vida, pero te digo que he estado en la habitación del hospital y en la sala de hospicio de mucha gente mientras respiraban por última vez y esas personas nunca dijeron, “quiero tener a mi jefe aquí, quiero tener a todos mis clientes con lo que he salido y comido”. Ellos querían tener en su último momento de vida a su familia, porque al final del día, la familia es lo único que importa. Un legado sin tu familia no es un legado en absoluto y Dios dice que si vas a ser un hombre y una mujer que deja un legado, que tiene un impacto, que posee tu influencia, es mejor que tengas a tu familia contigo, porque eso es lo único que de verdad importa. Recuerda esto, los niños siempre buscaran la comodidad, pero los hombres y las mujeres son hombres de compromiso.

Ser templado significa estar sobrio y no ser dado a los extremos. En una palabra que significa “equilibrio”. La persona que vive con la templanza mantiene el equilibrio independientemente de las circunstancias. La templanza es ese indicador interno que mantiene el control de tu vida.

 

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