“Poseer mi influencia 2”

Aquí está la razón por la cual la Palabra de Dios es tan importante «a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.»

Para que sepamos en qué creemos, necesitamos saber lo que creemos. Mira, tenemos que entender las Escrituras para que podamos afirmar con confianza la verdad; no basta con conocer el montón de teorías que se proclaman hoy en día, es necesario leer la Palabra de Dios, leer su carta de amor para nosotros. Pero luego debemos profundizar y estudiar la palabra de Dios.

¿Cuáles son los hitos que debemos señalar? Bueno, hay cinco hitos heredados encontrados en 1 y 2 Timoteo y Tito. A medida que avanzamos en estos cinco hitos, quiero que le preguntes a Dios en oración, en que es en lo que tienes que trabajar, cuál es el área que tiene que cambiar. En el programa anterior vimos el primero de ellos: “identidad espiritual” y hoy quiero continuar con los demás hitos para vivir una vida conforme a Cristo y ser de influencia para los demás, para que al final de nuestros días podamos dejar un legado eterno para quienes amamos.

Ahora, el segundo hito es “la Palabra de Dios”. No hay excusa para que no estemos en la Palabra de Dios regularmente. Necesitamos hacer dos cosas con la Palabra de Dios: estar en ella y estudiarla. Necesitamos leerlo a diario, aquellos que son atletas, saben que se debe entrenar y trabajar duro, se debe ser tan disciplinado que no se pueden perder sus entrenamientos ¿verdad? Bueno, pues tú debes ser un atleta espiritual y no puedes perder tu entrenamiento. Pablo dice que el entrenamiento físico es grandioso mientras estás aquí en la tierra, pero la disciplina espiritual dura por la eternidad. Tenemos que estar en la Palabra de Dios diariamente, esa es su carta de amor para nosotros, nos ama tanto que envió a su Hijo a morir por nosotros en una cruz y luego nos dio la Palabra para que podamos saber cómo vivir esta vida.

Tenemos que estar en la Palabra de Dios pero también necesitamos estudiar la Palabra de Dios. Pablo le dice a Tito que «mantenga firme la palabra de verdad». Pablo le dijo a Timoteo, “Hay maestros que quieren ser maestros de la ley, pero no saben de lo que están hablando”

Tercer hito, “legado histórico”, propósito de vida; eres un hijo del Dios viviente, Jesús vino y murió por ti, estás perdonado, eres significativo, eres aceptado, estás seguro, estas facultado por el Espíritu Santo. La pregunta es, ¿para qué? ¿Qué quiere Dios que hagas? Al igual que cada uno de nosotros tiene una huella digital única, Dios tiene su huella digital única en nuestra vida y hay algo especial y único que Él tiene para ti.

Mira 1 Timoteo capítulo 1 versículo 12 Pablo dice: «Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio,» Pablo dice: Yo sé esto, Dios me ha designado para su servicio. Y dices, “bueno, me gustaría hacerlo, pero mi pasado no es muy bueno. Si supieras algunas de las cosas que he hecho, no sé si Dios puede usarme” Pues mira el versículo 13, Pablo dice: «habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad. Pero la gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es en Cristo Jesús.» Entonces no tienes una excusa para tu propósito. Dios tiene algo específico, único y poderoso para que hagas hoy.

Cada creyente es un ministro de Jesucristo. La gente está viendo tu vida. Nadie, puede llegar a tu mundo como tú lo haces. Dios te tiene allí y Él tiene algo especial para que hagas y debes saber qué es eso. Y cuando conoces tu propósito, entonces tienes energía y pasión para levantarte por la mañana y hacer lo que Dios te ha llamado a hacer. Ese es un hito heredado. Entonces ¿quieres que las personas que te rodean sepan que estás viviendo con pasión? ¿Quieres que las personas que te rodean sepan que estás viviendo con alegría? ¿Quieres que las personas a tu alrededor vean estos puntos de referencia para que sepan quién eres en Jesucristo, que estás en Su Palabra y estás escuchando de Él? La Biblia, es la inspiración de Dios, ¿verdad? Y Su Espíritu vive dentro de nosotros, así que, al leer Su Palabra, Su Espíritu nos dice lo que necesitamos saber y lo que Dios nos ha llamado a hacer.

Cuarto hito, “toma una posición”. Un legado histórico que demuestre que estás tomando una posición. Cuando seguimos a Jesucristo, habrá cosas que debemos defender. Mira el capítulo 4 de 2 Timoteo, en el versículo 2 Pablo dice: «que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina» Así que debes tomar una posición sobre las cosas que Dios dice, pero escucha esto: si tomas una posición y luego no la vives, ¿cómo se llama eso? Pues se llama hipocresía. Así que tienes que asegurarte de que tu vida coincida con mis palabras. Mira 2 Timoteo capítulo 2:25 y 26 » que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él.»

Mira, Pablo dice que debes instruir gentilmente; pero no puedes alcanzar el corazón de alguien y cambiarlo. Lo que puedes hacer es orar para que Dios tome tus palabras y las use para guiar a esa persona al arrepentimiento, al conocimiento de la verdad, que recobren sus sentidos espirituales, y escapen de la trampa en la que Satanás los tiene, eso es algo poderoso. Y todo lo que tenemos que hacer es asegurarnos de tomar una posición no ofensivamente ante ellos, pero debes tomar una posición para que puedas decir: “Te amo, me preocupo por ti, pero debo decirte que no estoy de acuerdo contigo en lo que estás haciendo” Pablo dice que debemos estar todo el tiempo orando para que Dios actué en su corazón. Ahora a veces el Evangelio es ofensivo, ¿verdad? a veces las personas se irán, pero nuestro trabajo es hacerlo como Pablo nos ha dicho que seamos, atractivos en nuestro caminar espiritual. Y si no has sido bautizado como un creyente, voy a animarte a hacerlo y tomar una posición.

El bautismo no te hace cristiano, no completa tu cristianismo, pero es una forma de declarar en público que has confiado sólo en Jesucristo como la única forma en que puedes tener una relación personal con el Dios viviente. Y vas al agua identificándote con Su muerte, vas bajo el agua identificándote con Su entierro y sales del agua identificándote con Su gloriosa Resurrección. Ahora que estás tomando una posición, ese es el siguiente paso para tomar una posición pública.

Entonces, necesitamos conocer nuestra identidad espiritual, necesitamos estar en la Palabra de Dios, tenemos que tomar una posición y el último hito es “participar en la batalla”. La vida cristiana no es para un espectador pasivo que adora mirar desde las gradas, estamos llamados a participar en una batalla. Dos veces en 1 Timoteo Pablo le dice al joven Timoteo que pelee la buena batalla. Entra allí, participa en la batalla. Y Pablo escribió eso mientras estaba ocupado en la batalla. Mira 2 Timoteo capítulo 4 versículo 6, estas son algunas de las últimas palabras que Pablo escribió antes de morir, él sabía que su vida había terminado y esto es lo que dice: «Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano.» ¿No quieres decir eso? ¿No quieres darlo todo para Cristo hasta el final? pero esto es lo que él dice «He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.» (2 Timoteo 4: 7 y 8) Para todos aquellos que luchan la buena batalla, para todos aquellos que terminan la carrera, para todos aquellos que guardan la fe. Pero tienes que participar en la batalla, no debemos ser pasivos.

En el Imperio Romano durante el tiempo en que se escribieron 1 de Timoteo, 2 Timoteo y Tito, los gladiadores que lucharon en coliseos por toda Roma. El nombre de gladiador significa «espadachín» y la mayoría de ellos perdieron la vida al final de una espada. Entonces, cuando estaban peleando y sabían que serían derrotados, un gladiador nunca le pedía su vida a su oponente, para ellos era noble morir bien. Según el historiador de la iglesia Theodoret en 404 un monje, por la razón que sea, asistió a una pelea de gladiadores en el coliseo. El nombre del monje era Telémaco y mientras miraba esto, estaba tan disgustado por lo que sucedía entre todos estos gladiadores que en algún momento se levantó y entró en la arena y corrió e intentó separar a estos dos gladiadores que luchaban. La multitud estaba tan indignada que este monje estaba interrumpiendo su entretenimiento, que arrojaron rocas alrededor del coliseo, lo acorralaron y lo mataron allí mismo. Theodoret, dice que cuando el emperador romano se enteró de esto, quedó tan impresionado por el coraje del monje que prohibió las peleas de gladiadores. La última pelea de gladiadores conocida en Roma fue el 1 de enero de 404 A.D. el día en que Telémaco murió.

Así que aquí está mi pregunta, ¿qué batallas emprenderás en tu vida? Acaso es una batalla por tu matrimonio, no te rindas, lucha por tu matrimonio, participa en la batalla. Es acaso una batalla por tu familia; es posible que algunos niños encabecen el camino equivocado, lucha por ellos, lucha en oración por ellos. Hazles saber cuánto los amas, es posible que hayas descuidado a tus hijos, ora por ellos, es posible que hayas descuidad a tus padres, llámalos, hazles saber que los amas, tus padres no son perfectos, pero sé que los amas, llámalos, a ellos les encantaría recuperar esta relación. Tal vez son batallas por la obediencia, cada uno de nosotros tenemos un área de nuestra vida que nos persigue, es un área especial de tentación y tenemos que luchar todos los días para que no caigamos en esa tentación. Participando en la batalla. Ahora te vuelvo a preguntar ¿En qué batalla vas a participar? La vida cristiana a la que Dios te ha llamado no es una participación pasiva. ¿Qué vas a hacer?

¿Realmente se ha ido lo viejo? ¿Realmente ha venido lo nuevo? Eso es lo que sucede cuando una persona tiene un encuentro con Jesucristo. Porque cuando la luz del mundo toca tu vida, las cosas cambian.

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