“El Rey Josías”

 

51 Personajes de Influencia. El Rey Josías I (Haz clic y descarga el texto)

Josías conocía el poder de la Palabra de Dios ¿verdad? Y nosotros sabemos esto; Hebreos 4:12 dice “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.”

Las reformas espirituales comienzan con un corazón apasionado y obediente, cuando este renacimiento ocurre en la vida de una persona o un país, tiene un impacto que perdura a través de los años, para todos aquellos que vienen por delante. Hoy examinaremos los resultados de la renovación espiritual y lo que esto puede significar para tu vida.

Toma tu Biblia y regresemos al libro de 2 de Crónicas capítulo 34, estamos estudiando la vida de los reyes del Antiguo Testamento, para mostrar el impacto que una vida puede tener, no solamente en el presente, sino también en las futuras generaciones, aprendiendo que lo que hacemos en nuestra vida presente, realmente tiene influencia en el futuro, hemos tenido el privilegio de estudiar las vidas de estos reyes. Dios escogió a la nación de Israel para que fueran sus representantes en la tierra, Dios quería mostrarle al mundo su bondadoso obrar a través de la vida de este pueblo, entonces puso sobre Israel a un hombre llamado Samuel, él fue un profeta, estaba encargado de la enseñanza y de juzgar al pueblo de Dios, pero la gente dijo que estaban cansados de este viejo profeta, que solamente montaba en un burro, y andaba por los pueblos, ellos querían parecerse a las otras naciones.

Queremos a un hombre que monte a caballo, y escogieron a un hombre llamado Saúl, porque era un hombre que montaba su carruaje dorado con soldaos armados a su alrededor, él fue el primer rey de Israel, ellos habían puesto sus ojos en él sólo por su apariencia, pues Saúl era un hombre alto y hermoso, pero tenía su corazón marchito, era impaciente, indeciso, y cruel y por lo tanto Dios lo desecho. Entonces Dios llamó a David. Él fue su siguiente Rey, pero lejos de ser un hombre perfecto, era un hombre conforme al corazón de Dios, pues era un hombre que siempre se arrepentía y regresaba a Dios. David era un hombre conforme al corazón de Dios, Y después de él llegó su hijo Salomón, y Salomón fue el hombre más sabio y más rico que jamás haya existido, el problema con Salomón era que no podía controlar sus pasiones desenfrenadas, y estas le llevaron a su perdición, tuvo 700 esposas y 300 concubinas y la Escritura dice que cuando se hizo más viejo, sus mujeres inclinaron su corazón a los dioses falsos, esto provocó una guerra civil en el país y todo esto desembocó en una inminente división, y entonces este pequeño país que Dios quería utilizar para que sea de bendición para el mundo entero se dividió, en el norte, se estableció el reino de Israel, y en el sur el reino de Judá. El reino nunca más volvió a restaurarse, en el año 722 A.C. los asirios entraron en Jerusalén y pusieron cautivos a todos los habitantes del Reino del Norte, Dios le concedió a Judá un poco más de tiempo, en general no hubo Reyes buenos, unos cuantos de los que hemos estado estudiando, hicieron lo recto delante de Dios.

Asa fue el que comenzó bien, fue un gran líder, pero abandonó la carrera tempranamente, Josafat fue un fiel seguidor de las cosas de Dios, pero después de un tiempo, se alejó nuevamente, Joas estuvo en el trono durante 7 años, y mientras su consejero estaba con él siguió los caminos de Dios, pero tan pronto como el sacerdote murió, él también abandonó a Dios, él fue alguien que nunca profesó su fe, Uzías fue uno de los líderes más fuertes de todos los reyes, Ezequías fue tomado por el orgullo y al final su hijo Manasés tomó el trono. Manasés reinó durante más tiempo que cualquier otro rey, él reinó durante 55 años, su reino fue el más largo y el más perverso de todo Israel, 2 de Reyes capítulo 21 versos del 10 al 12 dice, “Habló, pues, Jehová por medio de sus siervos los profetas, diciendo: Por cuanto Manasés rey de Judá ha hecho estas abominaciones, y ha hecho más mal que todo lo que hicieron los amorreos que fueron antes de él, y también ha hecho pecar a Judá con sus ídolos; por tanto, así ha dicho Jehová el Dios de Israel: He aquí yo traigo tal mal sobre Jerusalén y sobre Judá, que al que lo oyere le retiñirán ambos oídos.”

Dios permitió que el rey de Asiria capturara a Manasés, puso un gancho en su nariz y lo envío a Babilonia, y de esta manera lo humilló terriblemente, Manasés levantó su voz hacia el cielo, y Dios lo escuchó, entonces le permitieron regresar a Judá y dice en 2 Crónicas 33:13, “Y habiendo orado a él, fue atendido; pues Dios oyó su oración, y lo restauró a Jerusalén, a su reino. Entonces reconoció Manasés que Jehová era Dios.”

Pero Manasés había pervertido tan terriblemente y por tanto tiempo a su pueblo, que muchos ya no pudieron volver atrás. Después de Manasés, que reinó durante 55 años, vino su hijo Amón, él fue Rey únicamente por dos años, Amón era tan malo como Manasés y fue asesinado por sus sirvientes, entonces su hijo asumió el reino, y este es el rey qué vamos a estudiar el día de hoy. Su nombre era Josías, 2 de crónicas 34 verso 1 dice, “De ocho años era Josías cuando comenzó a reinar, y treinta y un años reinó en Jerusalén.”

Tal vez fueron las historias que había oído de su bisabuelo Ezequías, la verdad no lo sé, pero de alguna manera, Dios capturó su corazón, 2 de Reyes 22:2 dice, “E hizo lo recto ante los ojos de Jehová, y anduvo en todo el camino de David su padre, sin apartarse a derecha ni a izquierda.” es muy interesante notar que David siempre fue el estándar “sin apartarse a derecha ni a izquierda.”

En el octavo año de su reinado, cuando apenas tenía 16 años, Josías, realmente tomo las cosas de Dios en serio. Cuando este joven rey tenía 20 años comenzó a derribar todos los altares, ídolos y becerros de oro que Manases había levantado por todo el reino, luego, cuando tenía 26 años, decidió reparar el Templo, que era el lugar más importante que el pueblo tenía para adorar a Dios, este templo había estado abandonado durante 57 años, y nadie lo había mantenido, entonces, entra a este lugar y mira lo que se encontró, leamos 2 de Crónicas 34:14, “Y al sacar el dinero que había sido traído a la casa de Jehová, el sacerdote Hilcías halló el libro de la ley de Jehová dada por medio de Moisés.”

La palabra de Dios había desaparecido durante mucho tiempo, este libro estaba escondido en un agujero y cubierto de polvo. Por mucho tiempo la palabra de Dios no estuvo en las vidas de las personas, la palabra de Dios no se estaba leyendo, por lo tanto, no la estaban siguiendo. Entonces Josías tomó esta palabra de Dios y comenzó a leerla, los comentaristas dicen qué pudo haber sido el libro de Deuteronomio, posiblemente pudo ser todo el Pentateuco es decir; Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio, los 5 primeros libros, no estamos seguros de esto, el hecho importante es que comenzaron a leerlo inmediatamente, y tan pronto como comenzaron a leer esta palabra, mira lo que sucedió, vamos al capítulo 34 verso 19, “Luego que el rey oyó las palabras de la ley, rasgó sus vestidos;”

¿Hubieras tenido esa misma respuesta a la Palabra de Dios? lo que Josías está diciendo es; ¿Cómo fue que no supimos de esto antes? y por lo tanto escoge a cinco de sus consejeros y los envía para que busquen al profeta más cercano, ellos se encuentran a una profetisa, a una mujer, y le dicen; “hemos estado lejos de la palabra de Dios, y al leer todas estas advertencias en el Pentateuco, no queremos que el juicio de Dios venga sobre nosotros en cualquier momento” entonces le preguntan ¿qué podemos esperar nosotros? y la profetisa responde; “el juicio de Dios viene, pero quiero que le digan a Josías, que esto no va a suceder durante su reinado” ahora, ¿recuerdas la vez pasada cuando algo parecido se le dijo a Ezequías?

Dios le dijo que iba a concederle 15 años más de vida, y cuando sucedió esto el corazón de Ezequías se llenó de orgullo y pecó, entonces, el profeta Isaías le dijo de parte de Dios, que la destrucción de su reino era evidente, que después de su muerte sus propios hijos iban a ser llevados a la cautividad, ¿recuerdas lo que dijo Ezequías? Bien, esto es muy malo para ellos, pero es bueno para mí. Pero Josías tiene un espíritu diferente, sabe que no va a ver personalmente la destrucción con sus propios ojos, pero no está dispuesto a quedarse sin hacer nada al respecto, sabe que no puede salvar a la nación entera, pero puede rescatar a las personas de su tiempo, por tanto los reúne a todos, mira los versos del 29 al 30 de 2 Crónicas 34, “Entonces el rey envió y reunió todos los ancianos de Judá y de Jerusalén y subió el rey a la casa de Jehová, y con él todos los varones de Judá, y los moradores de Jerusalén, y los sacerdotes, los levitas y todo el pueblo desde el mayor hasta el más pequeño; y leyó a oídos de ellos todas las palabras del libro del pacto que había sido hallado en la casa de Jehová.”

Josías no excluyó a nadie, todos tenían que oír la Palabra de Dios, 2 Crónicas 34:30 y 31 dice “Y subió el rey a la casa de Jehová, y con él todos los varones de Judá, y los moradores de Jerusalén, y los sacerdotes, los levitas y todo el pueblo desde el mayor hasta el más pequeño; y leyó a oídos de ellos todas las palabras del libro del pacto que había sido hallado en la casa de Jehová. Y estando el rey en pie en su sitio, hizo delante de Jehová pacto de caminar en pos de Jehová y de guardar sus mandamientos, sus testimonios y sus estatutos, con todo su corazón y con toda su alma, poniendo por obra las palabras del pacto que estaban escritas en aquel libro.” Pero Josías no sólo hizo eso, sino que los desafío para que todos siguieran su ejemplo, leamos el verso 33, “Y quitó Josías todas las abominaciones de toda la tierra de los hijos de Israel, e hizo que todos los que se hallaron en Israel sirviesen a Jehová su Dios. No se apartaron de en pos de Jehová el Dios de sus padres, todo el tiempo que él vivió.” El libro de hebreos dice, “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.” (Hebreos 4:12)

Si no estamos leyendo la palabra de Dios, deberíamos tener el mismo dolor que tuvo Josías por haberse descuidado de este libro. Aun podemos recuperar el tiempo perdido, ¿Estás leyendo la Palabra de Dios? Ya sé que me has oído decir esto muchas veces, pero te lo voy a decir una vez más, “no hay ningún sustituto para la Palabra de Dios” Josías también sabía que leer la Palabra de Dios lo convertiría en un adorador verdadero, por lo tanto él también instituyo nuevamente la Pascua de los Judíos, él quería que todo la gente supiera que había un día especial separado para recordar como Dios rescató a su pueblo de la esclavitud de Egipto, ellos no podían hacer nada, pero por el poder de Dios fueron liberados.

La última plaga era el sacrificio de los primogénitos, y en cada familia debían sacrificar un cordero, y la sangre de este cordero debían ponerla en los dinteles de las puertas, para que cuando el ángel de la muerte pase sobre la ciudad, sólo aquellos que tengan la sangre del cordero en su puerta puedan ser salvados, Josías quería que su pueblo recordará este cuadro tan vivido de lo que también Jesús ha hecho por nosotros. ¿Recuerdas cuando Juan El Bautista presentó a Cristo como el Cordero de Dios? Juan 1:29 dice, “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.” hay dos cosas que son fundamentales en la vida de todo creyente, la palabra de Dios, y la adoración personal y comunitaria, cuando pensamos en Josías, pensamos en el renacimiento espiritual, pensamos en la reforma de una persona.

El pecado en algún momento nos alcanzará. A veces cometemos algo que sabemos que no debemos hacer y no vemos ninguna consecuencia inmediata. Esto nos suele llevar a pensar que podemos pecar todo lo que queramos y no va a haber ninguna consecuencia. Pero esto es un engaño, porque en algún momento vamos a ver las consecuencias de nuestro pecado. No podemos burlarnos de Dios. Gálatas 6:7 dice al respecto: “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”.

El pecado parece muy atractivo a primera vista, pero cuando se lo comete, produce una secuela de angustia, dolor y destrucción. Dios sabe sobre esto y por eso de diversas maneras nos exhorta a no cometer pecado.

Esperamos que puedas acompañarnos en nuestro próximo programa para conocer más acerca de Josías, este rey que fue capaz de reinstituir la palabra de Dios en todo un pueblo. Bendiciones

 

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