“Viviendo Juntos en Unidad”

La imagen aquí es de un grupo de personas que viajan juntas, cantan juntas, van a Jerusalén por un propósito común y ese propósito es celebrar la bondad de Dios.

Piensa en las mejores canciones de viajes que se hayan escrito. ¿Recuerdas cómo unieron a todos en el viaje mientras cantas hoy? Bueno, en la transmisión de hoy, Ron Moore repasa una de esas canciones del desfile bíblico. En sus letras se le recordará lo bueno que es cantar y vivir en unidad.

Hoy vamos a ver el Salmo 133. Toma tu Biblia y vamos hacia allí, hoy vamos a ver un Salmo que aborda el tema de la unidad. Este salmo fue escrito por David y ahí él pinta tres imágenes de la unidad, después iremos al Nuevo Testamento y ampliaremos este tema mirando: los ingredientes de la unidad, qué es lo que lleva a la unidad real, las cosas que la destruyen y, a continuación, algunas excepciones a la unidad. ¿Has tenido momentos en que la unidad simplemente no está realmente en la línea que debería estar?

Leamos juntos el Salmo 133. «¡!Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía! Es como el buen óleo sobre la cabeza, El cual desciende sobre la barba, La barba de Aarón, Y baja hasta el borde de sus vestiduras; Como el rocío de Hermón, Que desciende sobre los montes de Sion; Porque allí envía Jehová bendición, Y vida eterna.» (Salmo 133: 1-3).

En este salmo hay tres bellas imágenes de unidad, veámoslas:

La primera imagen es la imagen del propósito común. Ahora mira la introducción del Salmo en tu Biblia y verás que esta es una canción de ascensos, una canción para subir. Desde el salmo 120 hasta el 134 vemos canciones de ascenso escritas cuando el pueblo de Dios subió a Jerusalén para celebrar un festival.

Jerusalén está situada en una colina, y no todos vivían en la ciudad, sino que muchas personas vivían en las áreas circundantes y durante el festival la gente subía las colinas hasta llegar a adorar en Jerusalén. Y estas canciones de ascenso eran las canciones que cantaban mientras ellos subían.

El salmo 133 fue escrito por David, durante los festivales él mira hacia abajo desde su palacio, y ve a estos grupos de personas acercándose a Jerusalén llenos de gozo, cantando, riendo, y hablando, entonces él dice: «¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!” Hermosa imagen ¿verdad?

La segunda imagen es la imagen de singularidad. «Es como el buen óleo sobre la cabeza, El cual desciende sobre la barba, La barba de Aarón, Y baja hasta el borde de sus vestiduras;» David compara esa imagen con la de un hombre separado para servir como sumo sacerdote. Un hombre que se para frente a la congregación y literalmente se vierte aceite sobre su cabeza, es consagrado, y este era un tiempo de consagración para el pueblo judío, era un momento para apartarse. El aceite precioso probablemente significa aceite fragante, por lo que sale un olor único. Un olor que sólo huele cuando el sumo sacerdote está siendo consagrado. Este aceite es único, no se usa para cualquier hombre, se usa sólo para el sumo sacerdote y ese aceite se vierte en su cabeza. Y es una imagen única ver a este pueblo con su coraza de todas las 12 tribus y este aceite cayendo sobre sus cabezas, demostrando una singularidad y demostrando la unidad.

La tercera imagen que David pinta es una imagen de refresco y nutrición. Ahora mira la primera parte del versículo 3 «Como el rocío de Hermón, Que desciende sobre los montes de Sion;» Ahora el Monte Hermón no estaba tan cerca de Jerusalén de hecho estaba lejos. Aquí David hace una declaración proverbial porque el rocío del Monte Hermón era un rocío pesado y David dice que ver ascender al pueblo junto es como este rocío pesado; está por todo Jerusalén cubriéndolo, es refrescante, es nutritivo y es por eso que venimos a adorar, es por eso que es tan importante que nos unamos como un pueblo del Seños, que cantemos canciones juntos. Todos nosotros venimos con un propósito común, adorar a Dios, levantar nuestra voz y proclamar las grandezas del Señor.

Proclamar las grandezas del Señor es refrescante ya sea que lo hagamos individual o colectivamente, pero cuando lo hacemos juntos entendemos que todos nosotros tenemos como único propósito de vida glorificar la grandeza del Señor, tal como David lo relató en el Antiguo Testamento. Esta singularidad nos mueve a esparcirnos por las naciones proclamando la gloria de Dios y lo que hacemos es refrescante y nutritivo para nosotros, es algo que simplemente no puedes cuantificar pero que refresca el alma.

Ahora mira el final del versículo 3 pero vayamos estableciendo esta conexión, veamos el verso 1: “¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!” ahora el final del versículo 3: «Porque allí» en esa convivencia, en esa unidad «allí envía Jehová bendición, y vida eterna.»

Ahora, sé que todos nosotros deseamos la unidad, pero la unidad no sucede sola, la unidad llega cuando trabajamos juntos. La armonía, es un trabajo duro, ¿verdad? El hecho es que la unidad no sucede y no puede suceder y no sucederá a menos que las personas trabajen individualmente para que esto suceda. Y mientras que las imágenes de la unidad son hermosas y mientras que la sensación de unidad es muy satisfactoria, el proceso de unidad es un trabajo arduo y muy cansado.

Permítanme presentar tres ingredientes esenciales de la unidad:

Número uno, “visión compartida”. Ya sea que esté hablando de un matrimonio, un negocio o una unidad de la iglesia, este va a ser un gran desafiado. Mira, la unidad no existirá a menos que haya una visión compartida. Es decir, y espero aclararlo con esta pregunta: los miembros de tu empresa, matrimonio o iglesia ¿están yendo en la misma dirección? ¿desean lograr las mismas cosas y las anhelan tanto que están dispuestos a sacrificar cualquier cosa para dejar a un lado sus asuntos personales para lograrlas? De eso se trata una visión compartida. La visión compartida es esencial para la unidad.

Proverbios 29 verso 18 dice: «Sin profecía el pueblo se desenfrena; Mas el que guarda la ley es bienaventurado.» Y New American Standard dice: «Donde no hay visión, la gente no tiene límites» Mira, cuando no tienes ese objetivo común, ese enfoque común, la gente no tiene límites y no sabe a dónde ir. Si en tu iglesia, trabajo o matrimonio hay división entonces no podrá existir unidad.

Segundo ingrediente esencial “valores compartidos” pero ¿cómo vamos a llegar allí? ¿Qué vamos a hacer para obtener lo que queremos? Mira la visión compartida se asemeja a cuando todos están leyendo del mismo libro, pero los valores compartidos tienen que ver con que todos estén leyendo la misma página del mismo libro, es decir, que bajo cualquier tipo de situación se manejen bajo los mismos valores y principios aprendidos en la Palabra del Señor.

El tercer ingrediente son las “expectativas compartidas” con respecto al comportamiento personal. En Colosenses hay un pasaje que presenta algunas expectativas compartidas con respecto al comportamiento personal y hoy quiero leerlo junto a ti. En Colosenses 3:12 Pablo dice: «Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;»

Este es el comportamiento esperado de un creyente. «Vístete de entrañable misericordia». La misericordia significa que realmente demuestro mi preocupación por otras personas. «Vístete de benignidad» la cual debe estar expresada no sólo en tus palabras sino también en tus acciones. «Vístete de humildad» no presumas ni te jactes de lo que Él Señor, por su infinita misericordia ha puesto en ti. “Vístete de mansedumbre” No te irrites fácilmente con los errores de los demás, sino que llénate con el amor de Dios. Se considerado con otras personas, pensando en ellos antes que tú “Vístete de paciencia” No trates de ir por tu propio camino, o de hacerlo a tu manera porque las cosas no van al ritmo que tú quisieras, eso destruye la unidad. Debes ponerte de pie bajo las inevitables dificultades de la vida, sabiendo que se tienen los unos a los otros aun cuando existan cosas que no te agraden de los demás.

“Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.» (Colosenses 3:13). Así como Dios te ha perdonado incondicionalmente para que perdones a los demás. Y luego el versículo 14 «Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.» Encima de todo, ata esto con amor mutuo, que lo une en perfecta unidad. 1 Pedro dice «Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados.» (1 Pedro 4: 8).

Entonces, si estás buscando los ingredientes esenciales de la unidad, si lo que quieres es lograr una verdadera unidad con quienes compartes tu vida, debes acudir a la Palabra de Dios, porque estos ingredientes están pintados como una bella imagen en los Salmos; debemos tener una visión compartida, valores compartidos y un comportamiento compartido el cual también esta descrito en la Palabra de Dios.

Deja una respuesta