¿Qué quiso decir Dios cuando según Génesis 1:26 dijo: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza?

Gracias por su consulta. Vamos a dar lectura al texto que se encuentra en Génesis 1:26 donde dice: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.” Aunque no es parte de su consulta, es necesario señalar que en este versículo aparece el primer indicio de pluralidad en la Deidad, lo cual se hace totalmente evidente en el resto de la revelación bíblica al mostrar que Dios existe en tres personas, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. El nombre Hebreo para Dios en este versículo, Elohim, es la forma plural del nombre El. Pero su inquietud apunta al significado de imagen y semejanza. ¿Qué quiso decir Dios cuando dijo que el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios? Bueno, amigo oyente, el hecho que el hombre fue creado a imagen de Dios significa que el hombre fue puesto en la tierra como el representante de Dios. Como tal, el hombre es un ser espiritual. En esas condiciones, el hombre tenía la capacidad de mantener contacto íntimo con Dios. Esta particularidad hacía al hombre totalmente diferente del resto de la creación. Se dice por tanto que el hombre es la corona de la creación. Ahora, el hecho que el hombre fue creado a semejanza de Dios significa que el hombre reflejaba la calidad moral de Dios. A estas alturas de la existencia del hombre, el pecado todavía no había hecho su entrada en el mundo y el hombre, aunque inocente, era santo como Dios es santo. La caída del hombre en pecado distorsionó la imagen y semejanza de Dios en el hombre. Note lo que dice Génesis 5:3 “Y vivió Adán ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre Set.” El hijo de Adán, Set ya no conservaba la imagen y semejanza de Dios, sino la imagen y semejanza de Adán. Esto significa que la imagen y semejanza de Dios que tenía el hombre antes de la caída quedó gravemente distorsionada por el pecado. Cuando el hombre nace de nuevo como resultado de recibir a Cristo como Salvador, el Espíritu de Dios comienza una obra maravillosa de conformar al hombre a la imagen de Cristo y cuando por fin Cristo se manifieste en su gloria, el hombre volverá a tener la imagen y semejanza de Dios como Adán antes de la caída en el pecado.