Los ángeles de quienes se habla en Judas 6, quienes dejaron sus propias moradas y están en prisiones eternas, ¿son los hijos de Dios que tomaron para sí mujeres de los hijos de los hombres relatado en Génesis 6:1-2?.
Demos lectura al texto que se encuentra en Judas 6. Dice así:
«Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día».
En su libro, Judas trata el tema de la apostasía y como ejemplo de apostasía toma a estos ángeles que pecaron. De su pecado solo se sabe que tiene que ver con el abandono de su propia morada. Nuevamente aquí, sin pretender ser dogmático, pienso yo que estos ángeles que pecaron son los mismos ángeles de Génesis 6:2 quienes abandonando su estado normal de ángeles vinieron a la tierra en forma humana para unirse sexualmente con las hijas de los hombres. Contra esta interpretación se argumenta que Génesis 6:2 no dice que fueron ángeles sino hijos de Dios. Que los ángeles son seres asexuales y que los ángeles no se pueden casar. pero a este respecto podemos decir que la expresión hijos de Dios se aplica fuera de toda duda a los ángeles en el libro de Job y que la Biblia registra episodios en los cuales los ángeles aparecieron en forma humana, con apetitos humanos y que cuando la Biblia dice que los ángeles no se casan es en el ambiente del cielo, mas no en la tierra.
Ahora leamos Job 2:1 donde dice:
Terminando ya, permítame señalar que hemos tocado un tema bastante controversial. Sobre este asunto existen casi tantas interpretaciones como intérpretes. Estoy consciente que habrá muchos hermanos, fieles al Señor que discrepan con mis conclusiones. Lejos de tildarles de herejes por no pensar como yo en este debatido asunto, quiero decirles que les amo en el Señor y respeto como el que más la posición que Ustedes tienen. De ninguna manera pienso hacer de esto un motivo de división, lo hermoso de la comunión cristiana es que podemos vivir juntos en armonía respetando nuestras divergencias en asuntos que no son de vital importancia como el que hemos tocado aquí. En las cosas fundamentales debemos tener todos el mismo pensamiento para poder tener comunión, pero en las cosas secundarias como el asunto tratado aquí podemos tener diferentes puntos de vista, y a pesar de eso disfrutar de una edificante comunión.