Comencemos leyendo el pasaje bíblico que se encuentra en números 16:31-33 donde dice: Y aconteció que cuando cesó él de hablar todas estas palabras, se abrió la tierra que estaba debajo de ellos. Abrió la tierra su boca, y los tragó a ellos, a sus casas, a todos los hombres de Coré, y a todos sus bienes. Y ellos, con todo lo que tenían, descendieron vivos al Seol, y los cubrió la tierra, y perecieron de en medio de la congregación.» Además de mostrar la severidad con la cual Dios castiga el pecado de rebeldía, este pasaje indica simplemente que los hombres de Coré descendieron vivos al sepulcro. Normalmente se sepulta a las personas muertas, pero en el caso de los hombres de Coré, la tierra se abrió debajo de ellos y fueron sepultados estando vivos. Fue el juicio de Dios por su rebeldía.
Para entender el significado de la palabra Seol, es necesario observar atentamente el contexto, porque esta palabra puede tener varios significados. A veces significa el lugar donde se sepulta los restos mortales de una persona. Otras veces significa el mundo de los muertos o el lugar donde van las personas que han muerto. Hablando del mundo de los muertos o del lugar donde van las personas que han muerto, la Biblia nos habla de que antes de Cristo, el Seol estaba dividido en dos partes, una para los condenados y otra para los salvos. La parte del Seol destinada a los salvos se llamaba el paraíso o el Seno de Abraham. Los salvos estaban junto a Abraham, eran conscientes de su estado y recibían consolación.
Los condenados estaban separados de los salvos por una gran sima, y estaban plenamente conscientes, en pleno uso de sus facultades, con la memoria muy despierta, pero en tormento en fuego. Así que en cuanto a los hombres de Coré, cuando la Biblia dice que descendieron vivos al Seol, significa que fueron enterrados vivos y como eran impíos, sus almas y espíritus fueron a parar al lugar de condenación en el Seol, en donde están en tormento en fuego hasta ahora. Ahora pasemos a la otra cita bíblica que menciona en su consulta, se encuentra en Mateo 12:40 donde leemos lo siguiente: «porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.» Como antecedente, diremos que los escribas y fariseos querían ver a Jesús haciendo señales, no para creer en él sino para satisfacer su curiosidad. La experiencia de Jonás siendo tragado por un gran pez, y siendo luego vomitado en tierra, era un tipo o un cuadro o prefiguraba la muerte, sepultura y resurrección de Cristo.
Así como Jonás estuvo confinado en el vientre del gran pez tres días y tres noches, el Señor Jesucristo también estará confinado a un sepulcro tres días y tres noches. Note que Jesús dijo que estará tres días y tres noches en el corazón de la tierra, no en el infierno. No existe fundamento alguno para afirmar que el Señor Jesús descendió al infierno después de su muerte y antes de su resurrección.