Autor: cris

  • Jesús es Dios

    Me gustaría que me proporcionaran una lista de versículos bíblicos en donde se declara que Jesús es Dios, para poder refutar la doctrina de una secta falsa que sostiene que Jesús no es Dios.

    La Biblia provee de amplia e irrefutable evidencia tanto de la humanidad como la deidad de Jesucristo. Por eso es que sostenemos que Jesucristo es 100% hombre y 100% Dios. Permítame señalar algunos textos que demuestran la deidad de Jesucristo.

    En primer lugar, Jesucristo es Dios porque la Biblia lo declara así. 1ª Juan 5:20 dice así: «Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.»

    Hablando del Hijo de Dios, Jesucristo, la Biblia declara que es el verdadero Dios, y la vida eterna.

    En segundo lugar, Jesucristo es Dios porque fue adorado como Dios. Juan 14:33 dice: «Entonces los que estaban en la barca vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios.»

    Este texto está hablando de Jesús. Como antecedente, Jesús había hecho el milagro de alimentar a los 5000 partiendo de cinco panes y dos peces. Luego Jesús caminó sobre el mar para dar encuentro a sus discípulos que estaban en la barca. Después Jesús hizo calmar el viento. Al mirar todo esto, los discípulos llegaron a la única conclusión posible. Jesús es Dios. Acto seguido le adoraron. Si Jesús no fuera Dios, jamás hubiera aceptado la adoración de sus discípulos. Fue Jesús mismo quien afirmó que la adoración está reservada únicamente para Dios. Si él aceptó ser adorado, es porque él es Dios.

    En tercer lugar, Jesucristo es Dios porque hace obras que solamente Dios puede hacer. Por ejemplo, Jesucristo es el creador del universo. Juan 1:3 dice: «Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho»

    El sujeto de este texto es Jesucristo. El es el creador de todas las cosas. Sin él, nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. Solo Dios puede crear cosas de la nada. Jesucristo lo hizo y por tanto él es Dios. Jesús también perdonó pecados. Esto es algo que solamente Dios puede hacer. Marcos 2:5 dice: «Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados.»

    Tan pronto Jesús pronunció estas palabras, los escribas protestaron diciendo: ¿Quien puede perdonar pecados, sino sólo Dios? Es decir, que el perdón de pecados es una prerrogativa que pertenece exclusivamente a Dios. Puesto que Jesús perdonó pecados, entonces Jesús es Dios. Esto es un breve resumen de lo que la Biblia enseña en cuanto a la deidad de Jesús. Afirmar que Jesús no es Dios es pisotear con conocimiento de causa lo que la Biblia ha testimoniado.

  • Divorcio por la culpa del esposo

    Es creyente y está casada con un esposo incrédulo que dista mucho de ser un buen esposo. Muchas veces se ha sentido desfallecer y rendirse, pero hasta ahora se ha mantenido confiando en Cristo. Últimamente ha estado pensando muy seriamente en divorciarse. Nos pide nuestra opinión.

    Como Ud. podrá notar, hemos omitido intencionalmente algunos detalles personales de su consulta para proteger su identidad. Ud. nos pide nuestra opinión sobre su idea de divorciarse de su esposo.

    Permítame compartir con Ud. lo que Dios dice en su palabra la Biblia. 1ª Corintios 7:12-16 dice: «Y a los demás yo digo, no el Señor: Si algún hermano tiene mujer que no sea creyente, y ella consciente en vivir con él, no la abandone. Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y él consciente en vivir con ella, no lo abandone. Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos. Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios. Porque ¿qué sabes tú, oh mujer, si quizá harás salvo a tu marido? ¿O qué sabes tú, oh marido, si quizá harás salva a tu mujer?»

    Este pasaje bíblico da la respuesta a su inquietud. Dice que si una mujer creyente tiene marido que no sea creyente, y él consciente en vivir con ella, la responsabilidad de la mujer creyente es no abandonar o no divorciarse del marido incrédulo. La razón para esto es porque el marido incrédulo es santificado en la mujer creyente. Esto significa que el marido incrédulo está expuesto a la influencia piadosa de su esposa mientras ella está junto a él.

    Esta influencia piadosa de la esposa creyente, podría ser lo que eventualmente lleve a los pies del Señor al marido incrédulo. Pero si el marido incrédulo no desea continuar viviendo junto a su mujer creyente y él toma la iniciativa para divorciarse de su mujer creyente, entonces la mujer creyente no debe oponerse o no debe forzar a su marido incrédulo a vivir con ella. La razón para esto es porque la hermana no está sujeta a servidumbre en semejante caso sino que a paz nos llamó Dios.

    Quizá Ud. dirá, pero mi marido no quiere saber nada de Dios ni de su palabra, no me deja ir al templo, se emborracha, me humilla, no toma en cuenta mi opinión, no me ama, etc. ¿Aún así debo someterme a vivir con él? La respuesta es sí, siempre y cuando él consienta a vivir con Ud. No digo que es fácil o placentero para una esposa creyente el vivir con un marido incrédulo, pero eso es lo que demanda Dios y Dios le dará el poder y la paciencia para soportar a su marido incrédulo. Hasta aquí parece que no hay problemas en poner en práctica este mandato.

    El problema se agrava cuando el marido incrédulo usa la violencia y amenaza la integridad física de la esposa creyente o de los hijos, al punto de poner en riesgo la vida de los miembros del hogar. En este caso, lo prudente podría ser que la esposa creyente explore la posibilidad de separarse de su esposo incrédulo. No estoy hablando de divorciarse sino separarse. En estas condiciones se aplicaría lo que la Biblia aconseja a las parejas casadas, creyentes, que por alguna razón deciden separarse, no divorciarse.

    1ª Corintios 7: 10-11 dice: «Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido; y si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a su mujer.»

    Ahora bien, cuando existe inmoralidad sexual en el marido incrédulo, y éste se niega totalmente a abandonar su vida de pecado pretendiendo hacer de la fornicación su norma de vida, y todos los medios posibles para que cambie su conducta han fracasado, entonces y solo entonces, la esposa creyente podría pensar en un divorcio, amparada por la enseñanza de Jesús en pasajes como Mateo 5:32 que dice: «Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio.»

    Esto no debe ser entendido en el sentido que Jesús está de acuerdo con el divorcio o que la Biblia aconseja el divorcio o que la voluntad de Dios es el divorcio. Nada de esto. Este texto simplemente señala que cuando hay fornicación, o inmoralidad sexual, de por medio, entonces y solo entonces, un divorcio sería justificado. Solo Ud. y Dios pueden saber si se ha llegado a este punto. Mientras no haya total seguridad de que esto es lo que se debe hacer, es mejor revestirse de paciencia y permanecer unida al esposo incrédulo. Insisto en el hecho que no estoy recomendando el divorcio. Lo único que digo es lo mismo que Jesús dijo cuando enseñó sobre el divorcio. Espero que estas ideas le ayuden en su situación particular.

  • Explicación sobre el Seol, el Hades, el Infierno y el Lago de Fuego

    Hablemos primeramente del Seol. Esta palabra de origen Hebreo aparece unas 66 veces en el Antiguo Testamento. Tiene básicamente dos significados.

    En primer lugar significa sepulcro. Este es el significado en textos como por ejemplo Números 16:30 que dice: «Mas si Jehová hiciere algo nuevo, y la tierra abriere su boca y los tragare con todas sus cosas, y descendieren vivos al Seol, entonces conoceréis que estos hombres irritaron a Jehová»

    Note que el Seol simplemente describe el sepulcro al cual van los cuerpos de los muertos sin distinción. En segundo lugar, Seol significa un lugar de existencia consciente después de la muerte.

    Esto es evidente en textos Salmo 31:17 que dice: «No sea yo avergonzado, oh Jehová, ya que te he invocado; sean avergonzados los impíos, estén mudos en el Seol.»

    Note que los impíos estarán avergonzados y mudos en el Seol. Es decir que el Seol describe un estado de existencia consciente donde están las almas y los espíritus de los que han muerto. Esta existencia consciente puede ser en dos diferentes lugares. Uno de estos lugares, llamado simplemente Seol, está reservado para los impíos.

    De esto nos habla por ejemplo Job 24: 19 que dice: «La sequía y el calor arrebatan las aguas de la nieve, así también el Seol a los pecadores.»

    La sequía y el calor castigan, arrebatan a las aguas de la nieve. Así también el Seol castiga, arrebata a los pecadores. El otro lugar del Seol, estaba reservado para los justos. Era un lugar de descanso, de bendición.

    De este lugar nos habla por ejemplo Job 14:13 que dice: «¡Oh, quién me diera que me escondieses en el Seol, que me encubrieses hasta apaciguarse tu ira, que me pusieses plazo, y de mí te acordaras!»

    Job deseaba ser escondido por Dios en el Seol para evitar el sufrimiento que estaba soportando mientras estaba vivo. Consecuentemente, Job tenía una idea de un lugar de paz, de descanso en el Seol. Ahora bien, en el Nuevo Testamento se traduce la palabra Seol del Antiguo Testamento por Hades. Esto nos conduce a hablar entonces del Hades. El pasaje que mejor describe el Hades está en Lucas 16:19-31 en la historia del rico y Lázaro. Allí se confirma que el Seol o Hades es el lugar al que van todos los muertos, pero como ya hemos dicho, el Seol o Hades tenía dos divisiones.

    Lucas 16:22-24 dice: «Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama.»

    Como Ud. podrá notar, el Seol o Hades es un lugar donde existen conscientemente las almas y espíritus de los que han muerto. Los justos, como es el caso de Lázaro, van a esa parte del Seol o Hades llamado aquí, el Seno de Abraham. El seno de Abraham se lo conoce también como el paraíso. Esto lo sabemos por lo que Jesús dijo al ladrón que estaba junto a él en la cruz del calvario.

    Lucas 23:43 dice: «Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso»

    Seno de Abraham es sinónimo de paraíso. Una vez que Cristo murió y resucitó, el paraíso pasó a la presencia inmediata de Dios. Esto lo sabemos por lo que Pablo el apóstol relató en 2 Corintios 12:1-4 que dice: «Ciertamente no me conviene gloriarme; pero vendré a las visiones y a las revelaciones del Señor. Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo. Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar.»

    Podemos entonces decir con propiedad que después de la muerte y resurrección de Cristo, el paraíso o el Seno de Abraham pasó a la presencia inmediata de Dios. Pero volvamos al Seol o Hades. La segunda sección está reservada para los impíos, como es el caso del rico, un lugar caracterizado por tormento en fuego. Note que hasta ahora no interviene para nada el Infierno. Las almas y espíritus de los que mueren en Cristo van al cielo inmediatamente y las almas y espíritus de los que mueren sin Cristo, los incrédulos, van a ese tormento en fuego del Seol o Hades.

    Esto nos lleva a considerar lo que la Biblia dice sobre el Infierno. Esta palabra es exclusiva del Nuevo Testamento, aparece trece veces, doce de las cuales es la traducción de la palabra griega Geenna que es la palabra que se usaba para designar el valle de Hinom o el valle de Tofet. Este valle es el lugar donde se depositaba los desperdicios de la ciudad de Jerusalén. Era un lugar pestilente, lleno de humo y hogueras aisladas, como todo lugar donde se arrojan los desperdicios de cualquier gran ciudad. Este cuadro macabro era un perfecto símbolo o tipo de lo que es el lugar donde serán castigados los impíos por la eternidad. Note como describe el Señor Jesucristo al Infierno.

    Marcos 9: 43-44 dice: «Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga»

    Al hablar del infierno, Jesús no podía estar refiriéndose al valle de Hinom, porque el valle de Hinom tenía fuego, pero no era un fuego que nunca se apaga, ni tampoco era un lugar donde los que allí estaban no se extinguían jamás. Al hablar de Infierno, Jesús se estaba refiriendo a otra cosa mucho más severa que el simple valle de Hinom. ¿Qué es esa cosa mucho más severa que el valle de Hinom o geenna? Pues no puede ser otra cosa que lo que el Nuevo Testamento llama el Lago de fuego en el libro de Apocalipsis.

    Apocalipsis 20:10 dice: «Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos»

    Aquí tenemos un lago de fuego, donde están personas en tormento sin extinguirse día y noche por los siglos de los siglos. ¿No le parece una descripción semejante a la que hizo Cristo del infierno, cuando dijo que es un fuego que no puede ser apagado donde el gusano de los que están allí no muere y el fuego nunca se apaga? Es por esto que sostenemos que el infierno es equivalente al lago de fuego. Dando esto por sentado, entonces cuando un incrédulo muere, su cuerpo va a la tumba o al sepulcro, pero su alma y su espíritu no va al infierno sino al lugar de tormento en el Seol o Hades. Allí permanecerá hasta la resurrección de los incrédulos. Cuando los incrédulos resuciten, se presentarán al juicio del gran trono blanco.

    Y note lo que va a pasar entonces Apocalipsis 20: 11-15 dice: «Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie antes Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él, y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.»

    La muerte entrega sus muertos. Una referencia a los cuerpos de los que han muerto. El Hades entrega sus muertos, una referencia a las almas y espíritus de los que han muerto. Habrá una resurrección de incrédulos. Una vez juzgados por sus obras, estos muertos incrédulos, ahora resucitados, son lanzados al Infierno o al lago de fuego.

  • Diferencia en las genealogias

    En los evangelios de Lucas y Mateo existen genealogías de Jesús. ¿Por qué son diferentes?

    La razón para esto, es porque en el evangelio de Mateo, encontramos la genealogía de Jesús, a través de su padre legal, José el esposo de María, aunque todos sabemos que José no fue el padre natural de Jesús.

    Esta genealogía establece su demanda y su derecho a ocupar el trono de David. En cambio, en el evangelio de Lucas encontramos la genealogía de Jesús a través de María, su madre.

    Tanto por el lado de su padre legal como por su madre natural, Jesús es descendiente de David según la carne y por tanto tiene todo el derecho a sentarse sobre el trono de David como Rey de Israel.

  • David peco al hacer el censo

    ¿Por qué se tomó como pecado a David el haber censado al pueblo de Israel?

    Este relato se encuentra en 1ª Crónicas capítulo 21. Vamos a leer solamente los primeros 4 versículos.

    1ª Crónicas 21:1-4 dice: «Pero Satanás se levantó contra Israel, e incitó a David que hiciese censo de Israel. Y dijo David a Joab y a los príncipes del pueblo: Id, haced censo de Israel desde Beerseba hasta Dan, e informadme sobre el número de ellos para que yo lo sepa. Y dijo Joab: Añada Jehová a su pueblo cien veces más, rey señor mío; ¿no son todos estos siervos de mi señor? ¿Para qué procura mi señor esto, que será para pecado a Israel? Mas la orden del rey pudo más que Joab. Salió, por tanto Joab, y recorrió todo Israel, y volvió a Jerusalén y dio la cuenta del número del pueblo a David.»

    El relato paralelo de este evento que se halla en 2ª Samuel capítulo 24 dice que Jehová incitó a David contra Israel para hacer este censo. En el pasaje leído dice que Satanás se levantó contra Israel e incitó a David que hiciese censo de Israel. ¿Como reconciliar esta aparente contradicción? William MacDonald sugiere la siguiente explicación: Satanás lo incitó, David lo realizó y Dios lo permitió. Lo que hizo David fue un censo. El censo daría a David motivos más que suficientes para sentirse orgulloso de sus logros. David reconoció que había pecado contra Dios.

    2ª Samuel 24:10 dice: «Después que David hubo censado al pueblo, le pesó en su corazón; y dijo David a Jehová: Yo he pecado gravemente por haber hecho esto; mas ahora, oh Jehová, te ruego que quites el pecado de tu siervo, porque yo he hecho muy neciamente.»

    Note que es el mismo David quien reconoce haber pecado gravemente contra Dios. David confiesa su pecado pero nadie le puede librar de las consecuencias de ese pecado. Consecuencias que se manifestaron con severidad. Así que, el pecado de David al levantar el censo, tuvo que ver con la actitud o la motivación que había en el corazón de David para hacerlo. Fue el orgullo lo que motivó a David a censar el pueblo. El censo permitió a David confiar más en el número de sus soldados que en el brazo del Señor.

  • Ángeles caídos, Los Espíritus inmaduros y los demonios

    ¿Existe diferencia entre los ángeles caídos, los espíritus inmundos y los demonios?

    De un análisis de los textos que tratan este asunto parece que ángeles caídos, espíritus inmundos y demonios son términos sinónimos. Permítame mencionar los siguientes textos a manera de descargo por lo dicho.

    Primero, Marcos 1:26 dice: «Y el espíritu inmundo, sacudiéndole con violencia, y clamando a gran voz salió de él»

    Lo que este texto dice es parte del relato de una experiencia de Jesús en Capernaúm, cuando mientras enseñaba en la sinagoga, un hombre endemoniado comenzó a gritar: ¡Ah! ¿Qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé quien eres, el Santo de Dios. Ante esto, Jesús le reprendió, diciendo: ¡Cállate, y sal de él! Lo que pasó luego es lo que Nancy dio lectura. Note que el escritor dice que el espíritu inmundo salió de ese hombre sacudiéndole con violencia y clamando a gran voz.

    Ahora leamos una porción acerca de este mismo incidente pero en el libro de Lucas. Ponga atención. Lucas 4:35 dice: «Y Jesús le reprendió, diciendo: Cállate, y sal de él. Entonces el demonio, derribándole en medio de ellos, salió de él, y no le hizo daño alguno»

    Aquí lo tiene. Lo que Marcos llamó espíritu inmundo, Lucas llamó demonio. La conclusión es que espíritu inmundo y demonio son sinónimos. Ahora vayamos al asunto de los ángeles caídos.

    Para esto, quisiera que leamos un texto que se encuentra en el libro de Apocalipsis capítulo 12 versículo 9 que dice: «Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él»

    Este texto nos habla de los ángeles de Satanás. ¿Quiénes son estos ángeles? No pueden ser otros sino aquellos que se unieron a Satanás en su rebelión contra Dios. De Satanás y sus ángeles nos habla también Mateo 25:41 que dice: «Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.»

    De estos dos textos podemos saber que Satanás es el jefe o amo o líder de un grupo de seres angélicos.

    Dicho esto consideremos otro texto. Se encuentra en Mateo 12:24 que vamos a leer «Mas los fariseos, al oírlo, decían: Este no echa fuera los demonios sino por Belcebú, príncipe de los demonios.»

    Según este texto, Satanás o Belcebú, es el príncipe o jefe o amo o líder de los demonios. Pero según lo que vimos antes, Satanás también es el jefe o amo o líder de los ángeles que se unieron a él en su rebelión contra Dios. La conclusión es que esos ángeles caídos son los demonios o los espíritus inmundos.

  • Dudas y temores de fallar

    Soy una persona convertida a Cristo desde hace como mes y medio y tengo muchas dudas y por qué no decirlo, hasta temores de fallar. Necesito toda la ayuda que me puedan brindar y colaborar. Se lo agradeceré.

    Felicitaciones por haber tomado la mejor de las decisiones posibles. Me refiero a recibir a Cristo como su Salvador personal. Lo que está sintiendo, es hasta cierto punto normal para un nuevo creyente. Todos hemos pasado por las luchas que Ud. tiene en estos momentos. No es malo o pecaminoso dudar como Ud. lo está haciendo. Lo malo y ciertamente pecaminoso es dejar que esas dudas controlen de tal modo su vida, al punto que Ud. se vea impedida de crecer espiritualmente.

    A mi me gustaría hacerle dos recomendaciones para salir de ese estado de duda.

    Primero, es imperativo que Ud. aprenda a andar por fe y no por vista. 2ª Corintios 5:7 dice: «Porque por fe andamos, no por vista»

    Esta es una buena recomendación para Ud. Andar por fe significa vivir, pensar y actuar conforme a lo que Dios dice en su palabra. Lo contrario a esto es andar por vista. Los que andan por vista son aquellos quienes quieren ver para creer. Dios demanda creer para ver. Los que andan por vista son los que no están satisfechos con lo que dice la palabra de Dios, sino que quieren sentir, quieren ver, quieren palpar las cosas sobrenaturales. Si no pasa esto, se sienten insatisfechos, piensan que a lo mejor todo es una farsa esto de ser una nueva persona en Cristo. De aquí, que es imprescindible que Ud. comience lo antes posible a estudiar la palabra de Dios para saber qué es lo que ella dice.

    Por ejemplo, note lo que encontramos en Juan 10:27-29 que dice: «Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatara de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.»

    Esta es la palabra de Dios. Lo que Dios está diciendo es que si Ud. ha recibido a Cristo como su Salvador personal y Ud. se sincera en su decisión, entonces Ud. es una oveja del redil de Jesucristo. Como tal, Ud. está en capacidad de oír la voz de Jesucristo por medio de su palabra. Ud. conoce a Jesucristo. Ud. está siendo guiada por Jesucristo y Ud. tiene vida eterna. Esto garantiza que no perecerá jamás y que nadie, absolutamente nadie puede arrebatarle de la mano de Jesucristo.

    Así dice la infalible palabra de Dios. ¿Qué va a hacer Ud. con esta palabra de Dios? Tiene dos alternativas. Creer o dudar. Si cree, amén. Ud. vivirá en eterna seguridad. Si duda, Ud. está en el fondo diciendo que Dios ha mentido y esto es muy serio y peligroso. NO exija pruebas a Dios. Recuerde que es necesario creer para ver, no ver para creer.

    La segunda cosa que me gustaría recomendarle es que lo antes posible, Ud. sea discipulada por alguna hermana madura en la fe. El discipulado es sencillamente el aprender de la vida de otro por medio del contacto cercano. Busque en su iglesia alguna hermana que conozca la Biblia y viva lo que la Biblia dice para que le ayude a crecer espiritualmente. Esto le ayudará a disipar las dudas y los temores que como recién convertida Ud. tiene.

    No tema. Note lo que Dios dice en Salmo 56:3-4 «En el día que temo, yo en ti confío. En Dios alabaré su palabra; en Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre?»

    Crea a Dios. No crea a sus sentimientos, ni siquiera a sus sentidos, porque tanto sus sentimientos como sus sentidos pueden ser distorsionados por el enemigo para hacerle desviar de su sencilla fe en Cristo Jesús.

  • Pablo orgulloso

    Quisiera saber si es cierto que Pablo tenía un pequeño problema con el orgullo.

    Quisiera que leamos un pasaje bíblico que nos ayudará a responder su consulta. Se encuentra en 2ª Corintios 12:7 y dice: «Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera»

    El contexto de este versículo tiene que ver con experiencias espirituales extraordinarias que vivió el apóstol Pablo. Al pensar en estas cosas, Pablo dice que ciertamente no le conviene gloriarse en ello. Esto deja la puerta abierta para pensar que si no había orgullo en Pablo, al menos había fuerte tentación a ello.

    Pablo está muy consciente de su situación y justamente por eso dice que para que la grandeza de las revelaciones no le exaltase desmedidamente o no le hiciese sentir orgullo espiritual por sus hazañas espirituales, le fue dado un aguijón en su carne.

    Este aguijón en su carne, cualquier cosa que eso sea, eso no nos concierne por ahora, fue el instrumento que Dios usó para mantener humilde a Pablo. A veces Dios nos introduce en situaciones difíciles no para causarnos daño o hacernos sufrir sin necesidad, sino para ayudarnos a permanecer dependientes de Dios, sumisos a Dios, humildes. Quizá inclusive Ud. habrá constatado eso.

    Cuando todo va bien en la vida, nos damos de merecedores de que Dios nos trate bien. Nos ponemos jactanciosos, u orgullosos de nuestra autosuficiencia. No necesitamos de nada ni de nadie, ni siquiera de Dios, pero cuando atravesamos por una prueba o enfrentamos una situación difícil nos vemos forzados a caer de rodillas delante de Dios en una actitud de humildad y dependencia de él.

    Pablo tuvo su aguijón en su carne para poder mantenerse humilde delante de Dios. ¿No será porque había un dejo de orgullo espiritual ante las maravillosas revelaciones que Dios en su gracia le permitió experimentar? Solo Pablo y Dios lo saben a ciencia cierta.

  • Amor sin temor

    ¿Cómo puedo sentir el amor que tuvo Cristo para predicar la palabra de Dios sin temor y así crecer espiritualmente?

    Bueno para dar sustento a mi respuesta, me gustaría que leamos el texto que se encuentra en Juan 15: 12-14 que dice: «Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.»

    Pienso que aquí descansa la respuesta a su consulta. Estas son palabras de Cristo Jesús, nuestro ejemplo en doctrina y práctica. Estamos ante una orden de parte de él. La orden es que nos amemos unos a otros. Pero el amor del cual nos habla este texto no es una emoción. No es sentir algo lindo hacia los demás.

    El amor del cual nos está hablando este texto es como el amor de Cristo a los suyos. Por eso Jesús dijo: Así como yo os he amado.

    El amor es acción de sacrificio en favor de la persona amada. Cristo amó al pecador y consecuentemente Cristo se sacrificó por el pecador. No es que el pecador merezca ser amado. El pecador merece la muerte a causa de su pecado. El pecador es enemigo de Dios. Pero a pesar de ello, Cristo amó al pecador y dio la vida por el pecador en la cruz del calvario.

    Con razón Jesús dijo: Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. Esto es interesante. El pecador es enemigo de Jesús, pero Jesús dice que son sus amigos. Jesús murió por ellos. Ud. dice que quiere tener el amor de Cristo para predicar su palabra sin temor. Yo le recomiendo que imite a Cristo sacrificándose por aquellos que necesitan de él.

    Sacrificarse por ellos significa atender no solo a sus necesidades espirituales, sino también a sus necesidades emocionales y aún físicas. Sacrificarse por ellos significa poner a ellos por sobre Ud. mismo. Que las necesidades de ellos sean más importantes que sus propias necesidades. Que los intereses de ellos sean más importantes que sus propios intereses.

    Cuando Ud. mire a las personas de esta manera, Ud. tendrá el amor que tuvo Cristo para los que escuchaban su mensaje. Pero también note lo que dijo Jesús: Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.

    ¿Quiere Ud. saber si tiene el amor de Cristo? La manera es muy sencilla. ¿Qué está haciendo con los mandamientos de Cristo? Si los está cumpliendo, entonces Ud. tiene el amor de Cristo. Si Ud. no lo está haciendo, entonces Ud. simplemente no tiene el amor de Cristo.

    Así de sencillo. Amar como Cristo amó no es cuestión de que alguien le toque con una varita mágica en la cabeza para que Ud. sienta este amor. Tampoco es cuestión de que alguien le imponga las manos. Amar como Cristo amó es un acto voluntario de sacrificarse por los demás. Esto es lo que Ud. y yo necesitamos.

  • Todos los cristianos deben hablar en lenguas

    Permítame hacer una aclaración antes de responder su pregunta. Cuando yo me refiera a hablar en lenguas estoy refiriéndome al don de lenguas, que es la capacidad sobrenatural dada por Dios a algunos creyentes por medio del Espíritu Santo, por la cual estos creyentes hablaron en un idioma que nunca fue aprendido por ellos.

    El don de lenguas fue una señal dada por Dios a algunos creyentes para autenticar el mensaje y el mensajero. Esta señal fue eminentemente para los judíos incrédulos. Esto es lo que enseña la Biblia en 1ª Corintios 14:21-22 que nos dice: «En la ley está escrito: En otras lenguas y con otros labios hablaré a este pueblo; y ni aún así me oirán, dice el Señor. Así que, las lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos; pero la profecía, no a los incrédulos, sino a los creyentes.»

    Cuando este pasaje bíblico habla de la ley, se está refiriendo al Antiguo Testamento. Allí, en el Antiguo Testamento, en Isaías 28:11 encontramos esa porción que dice: En otras lenguas y con otros labios hablaré a este pueblo; y ni aún así me oirán, dice el Señor.

    Cuando este pasaje en habla de «este pueblo», se está refiriendo al pueblo judío y más específicamente al pueblo judío incrédulo. Las lenguas eran una señal para ellos, mostrando el enojo de Dios contra ellos por la dureza de su corazón para dar oído a la palabra de Dios.

    Dicho esto, vamos a responder a su consulta. Ud. se pregunta si todo creyente debe hablar en lenguas. Dicho lo mismo pero en otras palabras sería: ¿Todo creyente tiene el don de lenguas? La respuesta es un rotundo ¡No! La razón es bíblica. 1ª Corintios 12:27-30 dice: «Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular. Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas. ¿Son todos apóstoles? ¿Son todos profetas? ¿Todos maestros? ¿Hacen todos milagros? ¿Tienen todos dones de sanidad? ¿Hablan todos lenguas? ¿Interpretan todos?»

    Cada creyente tiene una función particular en el cuerpo de Cristo que es la iglesia. Algunos son apóstoles, otros son profetas, otros son maestros, otros hacen milagros, otros sanan, otros ayudan, otros administran, otros tienen don de lenguas.

    Luego viene una serie de preguntas retóricas. Una pregunta retórica es aquella cuya respuesta es obvia. Bien sea afirmativa o negativa. En este caso, la respuesta obvia es negativa. Si por ejemplo, solo algunos son apóstoles, entonces: ¿Son todos apóstoles? La respuesta es: No. Igualmente, si solo algunos tienen don de lenguas, entonces ¿Tienen todos don de lenguas? La respuesta es: No. Allí lo tiene No todo creyente tiene el don de lenguas. Lo hemos demostrado bíblicamente.