Vamos a leer el pasaje bíblico en el cual se relata este episodio. Se encuentra en 1 Samuel 28:3-20. “Ya Samuel había muerto, y todo Israel lo había lamentado, y le habían sepultado en Ramá, su ciudad. Y Saúl había arrojado de la tierra a los encantadores y adivinos. Se juntaron, pues, los filisteos, y vinieron y acamparon en Sunem; y Saúl juntó a todo Israel, y acamparon en Gilboa. Y cuando vio Saúl el campamento de los filisteos, tuvo miedo, y se turbó su corazón en gran manera. Y consultó Saúl a Jehová; pero Jehová no le respondió ni por sueños, ni por Urim, ni por profetas. Entonces Saúl dijo a sus criados: Buscadme una mujer que tenga espíritu de adivinación, para que yo vaya a ella y por medio de ella pregunte. Y sus criados le respondieron: He aquí hay una mujer en Endor que tiene espíritu de adivinación. Y se disfrazó Saúl, y se puso otros vestido, y se fue con dos hombres, y vinieron a aquella mujer de noche; y él dijo: Yo te ruego que me adivines por el espíritu de adivinación, y me hagas subir a quien yo te dijere. Y la mujer le dijo: He aquí tú sabes lo que Saúl ha hecho, como ha cortado de la tierra a los evocadores y a los adivinos. ¿Por qué, pues, pones tropiezo a mi vida, para hacerme morir? Entonces Saúl le juró por Jehová, diciendo: Vive Jehová, que ningún mal te vendrá por esto. La mujer entonces dijo: ¿A quién te haré venir? Y él respondió: Hazme venir a Samuel. Y viendo la mujer a Samuel, clamó en alta voz, y habló aquella mujer a Saúl, diciendo: ¿Por qué me has engañado? Pues tú eres Saúl. Y el rey le dijo: No temas, ¿Qué has visto? Y la mujer respondió a Saúl: He visto dioses que suben de la tierra. El le dijo: ¿Cuál es su forma? Y ella respondió: Un hombre anciano viene, cubierto de un manto. Saúl entonces entendió que era Samuel, y humillando el rostro a tierra, hizo gran reverencia. Y Samuel dijo a Saúl: ¿Por qué me has inquietado haciéndome venir? Y Saúl respondió: Estoy muy angustiado, pues los filisteos pelean contra mí, y Dios se ha apartado de mí, y no me responde más, ni por medio de profetas ni por sueños; por esto te he llamado, para que me declares lo que tengo que hacer. Entonces Samuel dijo: ¿Y para qué me preguntas a mí, si Jehová se apartado de ti y es tu enemigo? Jehová te ha hecho como dijo por medio de mí; pues Jehová ha quitado el reino de tu mano, y lo ha dado a tu compañero, David. Como tú no obedeciste a la voz de Jehová, ni cumpliste el ardor de su ira contra Amalec, por eso Jehová te ha hecho esto hoy. Y Jehová entregará a Israel también contigo en manos de los filisteos; y mañana estaréis conmigo, tú y tus hijos; y Jehová entregará también al ejército de Israel en mano de los filisteos. Entonces Saúl cayó en tierra cuan grande era, y tuvo gran temor por las palabras de Samuel; y estaba sin fuerzas, porque en todo aquel día y aquella noche no había comido pan.” Este es el recuento de los hechos tal cual como relata la Biblia. Antes de emitir nuestra opinión sobre este debatido asunto, me gustaría puntualizar algunos elementos muy importantes. Número uno, la necromancia, o lo que es lo mismo, la adivinación por medio de la invocación a los muertos es condenada por Dios en su palabra. Deuteronomio 18:10-12 dice: “No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti.” Saúl estaba al tanto de esta palabra de Dios. Incluso la adivina de Endor estaba consciente de que la necromancia está en contra de la voluntad de Dios. Número dos, Saúl se encontraba presa del pánico a causa de la superioridad militar de los filisteos, contra quienes estaba por entrar en batalla. El pasaje bíblico que fue leído dice que Saúl tuvo miedo, y se turbó su corazón en gran manera. El miedo en Saúl le hizo actuar locamente. Una persona controlada por el miedo es capaz de hacer cosas totalmente absurdas. Saúl es un buen ejemplo. Número tres, Saúl había sido desechado por Jehová a causa de su desobediencia. Jehová había decidido no comunicarse con Saúl por los medios que normalmente lo hacía. Dice el texto que Jehová no respondía a Saúl ni por sueños, ni por Urim, ni por profetas. Número cuatro, Saúl se encontraba muy débil tanto físicamente como espiritualmente. Según lo que leímos, Saúl estaba sin fuerzas, porque en todo aquel día y aquella noche no había comido pan. Número cinco, la escena entre la adivina de Endor y Saúl tuvo lugar a la noche. Las sombras de la noche impiden apreciar las cosas con claridad. Con estos elementos de juicio, existen tres posibles explicaciones a lo que realmente sucedió. Demás está decir que los teólogos jamás se han puesto de acuerdo en este asunto. La primera explicación es que todo fue un fraude bien montado por la adivina de Endor. Los que así piensan fundamentan sus conclusiones en lo siguiente: Número uno, la adivina de Endor sabía del estado de ánimo de Saúl y es probable que inventara algo para tranquilizarlo de alguna manera. Número dos, la vida de la adivina de Endor estaba en peligro, porque Saúl había dado órdenes de cortar de la tierra a los adivinos. A lo mejor, la adivina de Endor inventó todo el asunto para que Saúl no se enoje y le mate. Número tres, la adivina de Endor conocía a Samuel, y lo describió basándose en este conocimiento, y no basándose en algo que ese momento estaba viendo. Número cuatro, Saúl en realidad no pudo haber visto claramente a Samuel, porque estaba postrado en tierra y además era de noche. Saúl dio crédito a lo que decía la adivina de Endor sin comprobarlo. Quien habló pudo haber sido la misma adivina de Endor fingiendo la voz, o pudo haber sido algún cómplice de ella. La segunda posible explicación es que en realidad se trató de algún espíritu malo o que era el mismo Satanás disfrazado de Samuel. Los que defienden esta posición, basan su creencia en lo siguiente. Número uno, Saúl tocó las puertas del cielo para buscar el consejo de Dios, pero Dios había decidido no responder. Como no se abrió la puerta del cielo, Saúl fue a tocar la puerta del infierno, al recurrir a la adivina de Endor, y Satanás o alguno de sus demonios, le abrió la puerta con gusto. Número dos, los adivinos tienen poderes conferidos por Satanás o sus demonios, por eso su práctica fue prohibida por la ley de Dios. Tuvo que haber sido Satanás o un demonio quien se preste para colaborar con la adivina de Endor. Número tres, Saúl estaba en pecado y añadió pecado al pecado cuando fue a consultar a los muertos. Solamente Satanás podía satisfacer la curiosidad de un pecador a quien Dios ya había negado darle respuestas. La tercera explicación posible es que por permiso especial de Dios, fue verdaderamente el espíritu de Samuel quien retornó del más allá para dar un mensaje a Saúl. Los que sostienen esta posición se fundamentan en lo siguiente: Número uno, la aparición ocurrió antes que la adivina de Endor pusiera en juego sus artes mágicas, como para dar a entender que Samuel no estaba apareciendo como resultado de lo que la adivina de Endor estaba acostumbrada a hacer. Número dos, la misma adivina de Endor se asustó mucho con la aparición de Samuel. ¿Por qué se asustó tanto? Seguramente porque ella misma no esperaba que apareciera Samuel. Estaba ocurriendo algo que ella jamás había experimentado. Por eso se asustó. Numero tres, por el mensaje profético que recibió Saúl, el cual se cumplió totalmente. Esto estaba fuera de los supuestos poderes de la adivina de Endor. Esto estaba también fuera de los poderes de Satanás o sus demonios. Ni Satanás ni sus demonios pueden saber con total certeza lo que va a acontecer mañana o la próxima semana o el próximo año, etc. Solo Dios puede saber con absoluta certeza lo que va a suceder mañana o la próxima semana o el próximo año, etc. Cada una de estas tres explicaciones tiene sus pro y sus contra y entre los intérpretes bíblicos no existe unanimidad en cuanto a esto. El Dr. Charles Ryrie, en la nota explicativa sobre este episodio dice lo siguiente: En esta ocasión Dios milagrosamente permitió que el mismo espíritu de Samuel hablase y anunciase la muerte inminente de Saúl. Sobre el mismo asunto, John McArthur dice lo siguiente en la nota explicativa sobre este pasaje bíblico: Dios milagrosamente permitió que hable el mismo espíritu de Samuel. Por cuanto la adivina de Endor entendió que ella era incapaz de levantar a alguien de los muertos de esta manera, inmediatamente supo, primero, que lo que sucedió debió ser el resultado del poder de Dios y segundo que el hombre disfrazado que vino a ella debe haber sido Saúl. Le desafío amigo oyente a considerar estas tres posibles explicaciones y adoptar la que mejor se adapte a sus propias conclusiones. Si decide que la tercera explicación es la más coherente, yo estoy de acuerdo con Usted y Usted estará en compañía de muchos maestros bíblicos que piensan así. Si adopta otra posición, no hay problema. En esto no se puede dogmático.
Autor: cris
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¿Qué representan los «hijos de Dios» según Génesis (6:2) ?
¿Qué representan los «hijos de Dios» de quienes habla el versículo 2 del capítulo 6 de Génesis? ¿Son ángeles u hombres? Si representan ángeles, ¿cómo es que un ser espiritual como es un ángel puede engendrar hijos y enamorarse de mujeres humanas? ¿Quiénes son los valientes que alcanzaron renombre en la antigüedad y los gigantes que nacieron producto de la relación que mantuvieron los hijos de Dios y las mujeres humanas lo cual se relata en el versículo 4 del capítulo 6 de Génesis?
Que tal si damos lectura al texto bíblico que se encuentra en Génesis 6:1-4. La Biblia dice: Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas, que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas. Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años. Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos. Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre.
Como la gente vivía tantos años como se muestra en el capítulo 5 de Génesis, no es sorpresa que los habitantes de la tierra se hayan multiplicado grandemente y rápidamente. Dice la Biblia que las hijas de los hombres, o las mujeres, además de muchas eran hermosas. No hay la más mínima duda en cuanto a que estas mujeres eran descendientes de Adán y Eva. Donde existe bastante controversia entre los intérpretes bíblicos es en la identidad de los personajes que en el texto se los llama: hijos de Dios. Algunos de los intérpretes bíblicos identifican a los hijos de Dios como la descendencia piadosa de Set. Otros intérpretes bíblicos identifican a los hijos de Dios con hombres ricos y poderosos de la época. Finalmente, otros intérpretes identificamos a los hijos de Dios como ángeles caídos o demonios, quienes adoptaron forma humana. La razón para esto es porque la frase: hijos de Dios, en el Antiguo Testamento se usa única y exclusivamente para los ángeles, independientemente de su carácter moral. La frase: hijos de Dios, aparece únicamente cinco veces en el Antiguo Testamento. Tres veces en el libro de Job, y dos veces en el libro de Génesis, en el capítulo 6. Permítame leer los textos bíblicos en los cuales aparece la frase hijos de Dios en el libro de Job, para después proponer una conclusión. El primer texto es Job 1:6 Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los cuales vino también Satanás.
El segundo texto es Job 2:1 Aconteció que otro día vinieron los hijos de Dios para presentarse delante de Jehová, y Satanás vino también entre ellos presentándose delante de Jehová.
El tercer texto es Job 38:7 Cuando alababan todas las estrellas del alba,
Y se regocijaban todos los hijos de Dios?
Un examen de estos textos mostrará que la frase hijos de Dios se refiere a seres angélicos, dentro de los cuales ciertamente está Satanás y sus demonios, porque ellos también son seres angélicos, aunque a raíz de su caída son contrarios a Dios. Prácticamente todos los intérpretes bíblicos reconocen que la frase hijos de Dios en Job, significa seres angélicos. Entonces ¿cuál es la razón para identificar a la misma frase las dos veces que aparece en el libro de Génesis 6 con algo diferente a seres angélicos, como la descendencia piadosa de Set o personajes ricos y poderosos de la época? Al menos yo no encuentro razón para esto. De este razonamiento se concluye entonces que los hijos de Dios en Génesis 6:2 y Génesis 6:4 eran seres angélicos, en este caso, ángeles caídos, por las malas obras que hicieron. Dice el texto que cuando estos ángeles caídos vieron que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para ellos mismos mujeres, escogiendo entre todas y les engendraron hijos. La gran pregunta es entonces: ¿Cómo es posible que seres angélicos, puedan unirse sexualmente, con seres humanos, con las mujeres, hijas de los hombres y engendrarles hijos? Pues, para que esto pueda ocurrir fue necesario que esos seres angélicos adopten forma humana, algo que es factible no sólo para los ángeles malos sino también para los ángeles buenos. Cuando un ángel adopta forma humana, parece que podía relacionarse sexualmente con los humanos. Esto se desprende de aquel incidente cuando dos ángeles llegaron a Sodoma y fueron recibidos por Lot. Génesis 19:1 dice: Llegaron, pues, los dos ángeles a Sodoma a la caída de la tarde; y Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma. Y viéndolos Lot, se levantó a recibirlos, y se inclinó hacia el suelo,
Para que Lot se relaciones así con los ángeles, los ángeles deben haber adoptado forma humana. Tanto es así que Lot se mostró hospitalario con ellos y les invitó a hospedarse en su casa. Génesis 19:2-3 dice: y dijo: Ahora, mis señores, os ruego que vengáis a casa de vuestro siervo y os hospedéis, y lavaréis vuestros pies; y por la mañana os levantaréis, y seguiréis vuestro camino. Y ellos respondieron: No, que en la calle nos quedaremos esta noche. Mas él porfió con ellos mucho, y fueron con él, y entraron en su casa; y les hizo banquete, y coció panes sin levadura, y comieron.
Fue en estas circunstancias que los perversos habitantes de Sodoma trataron de abusar sexualmente de los ángeles. Note lo que dice Génesis 19:4-5 Pero antes que se acostasen, rodearon la casa los hombres de la ciudad, los varones de Sodoma, todo el pueblo junto, desde el más joven hasta el más viejo. Y llamaron a Lot, y le dijeron: ¿Dónde están los varones que vinieron a ti esta noche? Sácalos, para que los conozcamos.
Cuando este texto habla de que los hombres de Sodoma querían que Lot saque a los ángeles para conocerlos, no significa que querían darles la bienvenida y hablar con ellos. Significa que querían abusar sexualmente de ellos. Los hombres de Sodoma eran reconocidos por su homosexualidad. Por eso es que al pecado de homosexualidad se le conoce como también como sodomía. Esta acción malvada de los hombres de Sodoma, implica que cuando los ángeles adoptaron forma humana podían relacionarse sexualmente con seres humanos. Lot estaba tan atribulado por lo que los habitantes de Sodoma querían hacer a los ángeles hospedados en su casa que ofreció una terrible salida. Génesis 19:6-8 dice: Entonces Lot salió a ellos a la puerta, y cerró la puerta tras sí, y dijo: Os ruego, hermanos míos, que no hagáis tal maldad. He aquí ahora yo tengo dos hijas que no han conocido varón; os las sacaré fuera, y haced de ellas como bien os pareciere; solamente que a estos varones no hagáis nada, pues que vinieron a la sombra de mi tejado.
El desenlace de todo esto fue que los hombres de Sodoma rechazaron la propuesta de Lot porque estaban resueltos a abusar de los ángeles y ellos tuvieron que usar su poder para evitarlo. Génesis 19:9-11 dice: Y ellos respondieron: Quita allá; y añadieron: Vino este extraño para habitar entre nosotros, ¿y habrá de erigirse en juez? Ahora te haremos más mal que a ellos. Y hacían gran violencia al varón, a Lot, y se acercaron para romper la puerta. Entonces los varones alargaron la mano, y metieron a Lot en casa con ellos, y cerraron la puerta. Y a los hombres que estaban a la puerta de la casa hirieron con ceguera desde el menor hasta el mayor, de manera que se fatigaban buscando la puerta.
Así concluyó esta parte de esta historia, que ilustra que ángeles en forma humana fueron codiciados sexualmente por hombres perversos de Sodoma. Ahora bien, uno de los argumentos que más se utilizan para rebatir la interpretación que los hijos de Dios en Génesis 6 son ángeles es que los ángeles son seres asexuales y no podrían tener relaciones sexuales con mujeres y engendrarles hijos. Los que así piensan se apoyan en el texto de Mateo 22:30 donde dice: Porque en la resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles de Dios en el cielo.
Pero por un lado, este texto está hablando de los ángeles en el cielo, no en la tierra cuando adoptaron forma humana y por otro lado, este texto simplemente está afirmando que en el cielo los ángeles no celebran matrimonios entre ellos. Si es así como interpretamos, ¿entonces por qué es que los ángeles caídos o demonios en forma humana no están uniéndose sexualmente a mujeres y procreando hijos con ellas hoy en día? Pues la razón para eso es porque Dios tiene encerrados a los ángeles caídos que cometieron este pecado. Probablemente se refiere a ellos el pasaje bíblico en 2 Pedro 2:4 donde dice: Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio;
Finalmente, me gustaría referirme a la idea que los gigantes resultaron de aquellas uniones de los hijos de Dios con las hijas de los hombres. No es así amigo oyente. El texto en Génesis 6:4 simplemente está diciendo que había gigantes en la tierra tanto antes como después que los hijos de Dios tomaran mujeres de entre los hijos de los hombres y les engendraron hijos. -
¿Qué aplicación espiritual tiene la parábola de los talentos?
¿Qué aplicación espiritual tiene la parábola de los talentos de Mateo 25:14-30? Y ¿Qué interpretación tiene el verso 29 de Mateo 25?
Gracias por su consulta. La parábola de los talentos que se encuentra en Mateo 25:14-30 se aplica en el sentido que todos los creyentes hemos recibido del Señor diversas oportunidades para servir en su obra conforme a nuestras capacidades. Quien tiene más capacidad recibe más oportunidades, quien tiene menos capacidad recibe menos oportunidades. El Señor espera que seamos fieles aprovechando las oportunidades que él nos ha dado. La fidelidad en aprovechar las oportunidades que recibimos resultará en recompensa, la misma recompensa para todos. Tanto el que recibió cinco talentos y ganó cinco talentos más, como el que recibió dos talentos y ganó dos talentos más, recibieron la misma recompensa: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Pero el que recibió un talento no lo utilizó para que rinda fruto para su señor. Cuando le tocó rendir cuentas, trató de justificar su negligencia diciendo: Señor te conozco que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste, por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra. El señor reprendió a este siervo injusto y ordenó que se le quite el talento y se lo dé al que tiene diez talentos. La fidelidad en aprovechar las oportunidades tiene su recompensa, pero la negligencia en aprovechar las oportunidades tiene su retribución. Es a raíz de esto que aparece el versículo 29 donde dice: Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.
Esto significa que cuando aprovechamos las oportunidades para servir al Señor, más oportunidades nos dará el Señor para que le sirvamos. Pero cuando no aprovechamos las oportunidades para servir al Señor, esas oportunidades que eran nuestras, serán dadas a otros, a los que han demostrado ser fieles sirviendo al Señor, y nosotros sufriremos gran pérdida. -
¿La serpiente es un emblema del mal?
Según la Biblia la serpiente es un emblema del mal y de Satanás. Entonces ¿por qué Jesús les dijo a sus discípulos: He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas? ¿Qué significado tiene este proverbio?.
Gracias una vez más por hacernos esta consulta. El texto bíblico al cual su consulta hace referencia se encuentra en Mateo 10:16 donde dice: He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas.
El contexto de este versículo tiene que ver con la misión de los doce, cuando el Señor Jesús envió a sus apóstoles a las ovejas perdidas de la casa de Israel para predicar un mensaje que en esencia afirmaba que el reino de los cielos se ha acercado. A pesar de las señales sobrenaturales que acompañaban al ministerio de los apóstoles, había algunos que no estaban dispuestos a recibir el mensaje. El nivel de oposición y antagonismo iba a ser de tal que el Señor Jesús dijo que era como enviar a sus ovejas en medio de lobos. ¿Cómo debían conducirse los apóstoles en este ambiente saturado de hostilidad? Pues, siendo prudentes como serpientes y a la vez siendo sencillos como palomas. Por medio de una figura retórica conocida como símil, el Señor Jesús está mostrando a sus apóstoles como debían actuar en medio de la feroz oposición. El primer símil es: Prudentes como serpientes. Esto tiene que ver con un estilo de vida de mucha sabiduría para no dar ocasión de que los enemigos blasfemen el nombre de nuestro Señor. Cuando una serpiente sabe que su vida está en peligro, tal vez por la presencia de algún predador, usa todo su ingenio para no exponerse al peligro y buscar algún refugio seguro. Igual tenían que hacer los apóstoles, no debían exponerse a situaciones peligrosas que podrían echar a perder su efectividad como comunicadores de un mensaje divino. El segundo símil es: Sencillos como palomas. Esto habla de un estilo de vida que de mucha humildad para no aparecer como una amenaza para nadie. Las palomas son animales que inspiran confianza. La gente se siente atraída hacia ellas porque no significan ningún peligro. Así debían conducirse los apóstoles en su misión de predicar la palabra. Su conducta, su modo de ser, debía ser tal que la gente que les oía no se asustaba por su presencia, no pensaba que se trata de alguien que está buscando sacar provecho personal. Se nota, amable oyente que tanto serpientes como palomas son meramente símiles para entender mejor una verdad espiritual. En este caso, serpientes y palomas no se están utilizando como símbolos de nada. Las normas de interpretación demandan que cuando la interpretación literal hace sentido, no se debe buscar una interpretación simbólica, justamente como en este caso, cuando en el texto leído se habla de serpientes, significa eso, serpientes. Cuando en el texto leído se habla de palomas, significa eso, palomas. -
¿Por qué y con qué propósitos creó Dios la muerte para todo ser humano?
Gracias por su consulta. Dios no es el autor de la muerte en el ser humano. La primera vez que aparece el verbo morir en la Biblia, es en relación con lo que pasaría si el hombre desobedecía a Dios. Note lo que dice Génesis 2:15-17 Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase.
Gen 2:16 Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer;
Gen 2:17 mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.
En este pasaje bíblico queda claro que la muerte iba a ser la consecuencia de la desobediencia del hombre a lo que Dios había ordenado. Lamentablemente, el hombre desobedeció a Dios y por tanto el hombre recibió el castigo que Dios anunció. Además de morir, el hombre pasó la muerte a toda su descendencia. Así fue como se introdujo la muerte en toda la raza humana. Romanos 5:12 dice: Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.
Pero las buenas noticias son que en Cristo los seres humanos podemos vencer a la muerte. 1 Corintios 15:51-57 dice: He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados,
1Co 15:52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.
1Co 15:53 Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.
1Co 15:54 Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria.
1Co 15:55 ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?
1Co 15:56 ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley.
1Co 15:57 Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.
Así que, Dios no es el autor de la muerte. Tampoco la muerte es meramente el resultado de una ley natural. Si el pecado no hubiera entrado en el mundo no habría muerte en el mundo. En el cielo no existe pecado y como sería de esperarse, en el cielo tampoco existe la muerte. -
La salvación no se pierde y los genuinamente salvos jamás van a vivir en pecado o practicar el pecado
Entiendo que Usted enseña que la salvación no se pierde. Pues yo sé de un caso muy triste de un pastor que también enseña esta doctrina. Me consta que este pastor es un hombre totalmente impío y sin embargo, dice que como es salvo nunca va a perder su salvación. ¿Qué piensa Usted de esto?
Asumiendo que lo que Usted dice sobre este pastor es absolutamente verídico, me refiero a que este pastor vive en pecado, entonces se aplicaría a él lo que dice 1 Juan 3:7-9 donde leemos: “Hijitos, nadie os engañe; el que hace justicia es justo, como él es justo. El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.” El texto no puede ser más claro. El que practica el pecado es del diablo. El hecho que esta persona, aunque llamándose pastor, practica el pecado, o vive en pecado, es señal de que esta persona no es de Dios sino del diablo. Por tanto no es salvo aunque se llene la boca diciendo que lo es. Si fuera salvo, no practicaría el pecado, o no viviría en pecado. No olvide lo que dijo el Señor Jesucristo en Mateo 7:20 “Así que, por sus frutos los conoceréis” La salvación no se pierde y los genuinamente salvos jamás van a vivir en pecado o practicar el pecado.
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¿Adónde van los católicos al morir?
La salvación, amigo no es cuestión de religión sino de relación. El destino de una persona al morir no depende en absoluto de la religión que esa persona profesa, sino de la relación que esa persona tiene con Cristo. Si una persona conoce a Cristo y le ha recibido como su Salvador personal, esa persona irá al cielo cuando muera. Si no le conoce y jamás ha recibido a Cristo como Salvador, esa persona irá al castigo eterno cuando muera. La gente piensa que todas las religiones llevan a Dios así como los antiguos pensaban que todos los caminos conducen a Roma. Pero no hay tal amigo oyente. El camino al cielo es una persona, no una religión cualquiera que sea. Note lo que dice Juan 14:6 “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida, nadie viene al Padre, sino por mí” Jesús es el camino al Padre, no existe ningún otro camino. Jesús es la verdad, nadie está en la verdad si no está en él. Jesús es la vida, todo aquel que no está en Jesús no tiene vida. Eso es lo que enseña la Biblia. La gente también dice: Mi religión es la única verdadera, todas las demás son falsas. Bueno, la Biblia en cambio declara que Jesús es la verdad. La verdad no está en una religión cualquiera que sea, sino en una persona y esa persona es Jesús. Si alguien quiere estar en el camino al Padre, si alguien quiere estar en la verdad, si alguien quiere tener vida, no tiene que andar de aquí para allá buscando la religión que ofrezca todo esto. Ninguna religión puede ofrecer todo esto. Solamente la persona de Cristo puede ofrecer todo esto. Usted me pregunta: ¿Adónde van los católicos al morir? Lo mismo le hubiera dado preguntarme ¿Adónde van los evangélicos al morir? Y mi respuesta siempre sería la misma. No es cuestión de religión sino de relación. Los que han recibido a Cristo como Salvador tienen vida eterna y los que no han recibido a Cristo como Salvador no tienen vida eterna. Esto no significa que yo puedo decir: Como yo he recibido a Cristo como mi Salvador, puedo meterme en la religión que quiera, puedo ser católico o evangélico, o mormón, o testigo de Jehová, etc. Un verdadero creyente siempre va a tratar de agradar a Dios quien es su Padre. La única forma de agradar a Dios es sometiéndose a la palabra de Dios o cumpliendo con lo que Dios dice en la Biblia. Una persona que ha recibido a Cristo no se guiará por lo que dice la religión sino por lo que dice la palabra de Dios. Hay muchas personas que dicen: En mi religión también se recibe a Cristo. Bueno, si eso es así habría que ver si Cristo está manifestándose en esa persona por medio de su conducta semejante a Cristo y si esa persona conoce la palabra de Dios y vive en la práctica lo que Dios dice allí.
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¿Cómo puede una persona saber que es salva?
Esta consulta es importantísima. Una persona es salva cuando ha recibido por fe a Cristo como su Salvador personal. Recibir a Cristo implica creer totalmente que Cristo murió en la cruz en el lugar del pecador, para pagar lo que merece el pecador culpable. Recibir a Cristo implica también creer que Cristo fue sepultado, pero resucitó al tercer día conforme a las Escrituras y hoy está vivo, ofreciendo perdón de pecados y vida eterna a todos los que en él creen. La diferencia entre estar condenados y ser salvos está dada por creer o no en Jesucristo. Ponga atención a lo que dice Juan 3:36 “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.” Según lo que dice este texto, la salvación viene por creer en una persona, no en algún dogma de determinada religión. Hay mucha confusión en cuanto al significado de creer. Se piensa que creer es solamente un mero asentimiento intelectual; pero creer va mas allá de lo intelectual. Creer es sinónimo de confiar plenamente. Una persona que cree en Cristo ha depositado totalmente su confianza en Cristo como su Salvador. Ya no dependerá de su religión o de sus buenas obras para ser salvo sino única y exclusivamente de lo que Cristo hizo en la cruz por él. Para creer en Cristo se necesita de fe. La fe que salva no es una fe ciega. Es una fe inteligente, cuyo objeto es la persona de Cristo. La fe que salva ha sido catalogada como una fe viva. Si existe una fe viva, entonces debe existir también una fe muerta. ¿Cómo se diferencia una fe viva de una fe muerta? Pues por el fruto de la fe. La fe viva produce buenas obras. La fe muerta produce malas obras. Cuando una persona recibe a Cristo como su Salvador y su fe es viva o genuina, esa fe se manifestará irremediablemente en buenas obras. No estamos diciendo que las buenas obras traen salvación o que las buenas obras otorgan seguridad de salvación. Lo que estamos diciendo es que las buenas obras son el resultado en la vida de una persona verdaderamente salva. Jesucristo decía a sus discípulos: Guardados de los falsos profetas que vienen a vosotros con vestidos de ovejas pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos ni el árbol malo dar frutos buenos. Así que, por sus frutos los conoceréis. Si Usted ha recibido por fe a Jesucristo como su Salvador y Usted ve en su vida el fruto de la salvación, es decir, si en Usted se están manifestando esas buenas obras que caracterizan a los que son salvos, entonces Usted puede estar seguro de que es salvo. Pero por otro lado, si usted dice que ha recibido a Cristo como su Salvador, pero su vida está caracterizada por la mentira, la inmoralidad, el robo, los pleitos, la borrachera, los vicios, etc., entonces, su fe no es una fe viva sino una fe muerta y una fe muerta no está en capacidad de producir salvación.
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¿Adónde va el alma de una persona al morir, asumiendo que esta persona es creyente?
Cuando una persona recibe a Cristo como su único y suficiente Salvador, esa persona es salva, de modo que al morir, el alma de esa persona va inmediatamente al cielo donde está Cristo. Esto se confirma en varios pasajes de la Biblia. Permítame señalar a manera de ejemplo solo un par de ellos. Primero, 2 Corintios 5:6-8 donde dice: “Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor (porque por fe andamos, no por vista); pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor.” El alma del creyente puede morar solamente en uno de dos lugares. O en el cuerpo mientras el creyente vive en este mundo, o en el cielo con el Señor, una vez que el creyente muere. No existe otra posibilidad. Queda así demostrado que el alma del creyente va al cielo con el Señor una vez que muere. Segundo, Efesios 3:14-15 donde dice: “Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra.” Según este texto, la familia de Dios, está en los cielos y en la tierra. En la tierra están los creyentes que están vivos. ¿Quiénes serán entonces los que siendo parte de la familia de Dios están en los cielos? No pueden ser otros sino los creyentes que han muerto. Una vez más vemos que el alma de un creyente que muere va al cielo. Esto hace que la muerte para el creyente no sea sino el pasadizo que conduce a ese creyente de la morada en el cuerpo humano a la morada en el cielo con el Señor. Todo esto no por mérito de los creyentes sino por la sola gracia y misericordia de Dios, hecha posible mediante la muerte de Cristo Jesús en la cruz del Calvario.
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¿De dónde viene la palabra pastor y cual es su etimología?
La palabra pastor tiene varios usos en la Biblia. Primeramente en su sentido normal o natural significa una persona que guarda, guía y apacienta el ganado. Por lo común se entiende de ovejas. Este uso lo vemos por ejemplo en Lucas 2:8 donde dice: “Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño.” Al hablar de pastores, debemos entender la palabra en su sentido natural, personas que estaban guardando, guiando y apacentando un rebaño de ovejas. En segundo lugar, la palabra pastor se usa en un sentido metafórico. En este sentido se lo aplica a Cristo en varios pasajes bíblicos, como por ejemplo Mateo 26:31 donde dice: “Entonces Jesús les dijo: Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño serán dispersadas.” En este caso, la palabra pastor se refiere en una forma metafórica a Jesús. La función de un pastor de ovejas tiene muchos paralelos con la función de Jesús. Así como el pastor cuida a las ovejas, Jesús también cuida a los que somos suyos. Así como el pastor guía a las ovejas, Jesús también guía a los que somos suyos. Así como el pastor apacienta a las ovejas, Jesús también apacienta a los que somos suyos. Así como el pastor disciplina a la oveja que se descarría, Jesús también disciplina al que siendo suyo se descarría. Pero existe una diferencia fundamental. El pastor de ovejas vive de las ovejas. Las ovejas le representan lana, leche, carne. En cambio Jesús vive para las ovejas, vive para los que son suyos, al punto que dio su vida por ellos. Este es el motivo por el cual el Nuevo Testamento da a Jesucristo el título de Príncipe de los pastores. 1 Pedro 5:4 dice: “Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria.” Finalmente, la palabra pastor se aplica metafóricamente a algunas personas en una iglesia local, quienes han sido puestas por el Espíritu Santo para guardar, guiar y apacentar el grupo de creyentes que se reúnen en el nombre de Cristo en determinado lugar. Efesios 4:11 es un ejemplo del uso de la palabra pastor en este sentido. Dice así: “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros” Cuando este texto habla de pastores, se está refiriendo a personas en una iglesia local, quienes han sido establecidas por el Espíritu Santo para proteger, dar dirección y alimentar a la congregación. Esta función se ve muy claramente en Hechos 20:28 donde dice: “Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.” Interesante que a los pastores se les llama obispos en este texto. En otros pasajes bíblicos, como en Hechos 20:17 se los llama ancianos. En este texto leemos lo siguiente: “Enviando, pues, desde Mileto a Efeso, hizo llamar a los ancianos de la iglesia.” De modo que en el Nuevo Testamento existen tres palabras que son sinónimas. Pastor, obispo y anciano. En conclusión entonces, la palabra pastor se usa en su sentido normal o natural, de una persona que guarda, guía y apacienta ovejas. En su sentido metafórico se usa para hablar de Cristo, quien es el Príncipe de los pastores. También en su sentido metafórico se usa para hablar de ciertas personas establecidas por el Espíritu Santo en las iglesias locales, quienes tienen la responsabilidad de proteger, conducir y alimentar a los creyentes que allí se congregan.