Autor: cris

  • ¿Qué me pueden decir sobre la música subliminal? ¿Qué efectos negativos tiene para el ser humano?

    Bueno, lo que existe son los llamados mensajes subliminales, los cuales ciertamente pueden formar parte de la letra de algunas canciones con prácticamente cualquier ritmo o estilo. ¿Qué son entonces los mensajes subliminales? La enciclopedia Wikipedia nos provee la siguiente información. Un mensaje subliminal es una señal o mensaje diseñado para pasar por debajo de los límites normales de percepción. Puede ser, por ejemplo, inaudible para la mente consciente pero audible para la mente inconsciente o profunda; puede ser también una imagen transmitida de un modo tan breve que pase desapercibida por la mente consciente pero aún así, percibida inconscientemente. Esta definición asume una división entre lo consciente y lo inconsciente, prestándose a la confusión.

    Sería mejor decir que el mensaje subliminal (sonido o imagen) es percibido por las partes más profundas de la mente, concebida como una sola entidad integrada. En la vida cotidiana, a menudo se afirma (con o sin evidencia) que se emplean técnicas subliminales con propósitos publicitarios y de propaganda. Hasta aquí lo que sobre los mensajes subliminales dice esta Enciclopedia. Se podría decir entonces que los mensajes subliminales pueden estar en cualquier género de música con el propósito que la gente que escucha esa música cumpla con lo que los que colocan los mensajes subliminales desean. Ya en la práctica se sabe que algunos mensajes subliminales no solo incentivan a la gente a comprar algún producto, es decir con fines publicitarios, sino que pueden tener fines muy sórdidos como adorar a Satanás o los demonios consumir drogas, y fomentar la inmoralidad de cualquier tipo. Pero algo que existe también es lo que en Inglés se llama backmasking, popularmente conocido como mensajes al revés y cuya traducción literal sería «enmascaramiento hacia atrás», es una técnica sonora en la cual, los sonidos son grabados a la inversa sobre una pista musical planeada para ser tocada hacia adelante.

    El backmasking es un proceso premeditado, siendo así, motivo de muchas controversias, especialmente relacionadas con mensajes subliminales en la música rock y pop. Personas se han ingeniado para tocar determinada grabación a la inversa que fue grabada y han podido detectar con claridad estos mensajes subliminales que exaltan a Satanás o las drogas o el sexo ilícito. Para evitar ser víctimas de mensajes subliminales es recomendable depender de la dirección de Dios para seleccionar la música que escuchamos, inclusive la música que aparentemente es cristiana pero que incorpora ritmos o géneros musicales con los cuales se agasaja el mundo, como la salsa, el rock, el reguetón. ¿Por qué tenemos que adorar al Dios con mayúscula usando música con la que el mundo adora al dios con minúscula?

  • ¿Quienes serán los dos testigos que harán ministerio durante la tribulación? ¿Serán Enoc y Elías?

    Gracias por su consulta. Vamos a dar lectura al pasaje bíblico que se encentra en Apocalipsis 11:3-6. La Biblia dice: Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días,  vestidos de cilicio.  Estos testigos son los dos olivos,  y los dos candeleros que están en pie delante del Dios de la tierra.  Si alguno quiere dañarlos,  sale fuego de la boca de ellos,  y devora a sus enemigos;  y si alguno quiere hacerles daño,  debe morir él de la misma manera. Estos tienen poder para cerrar el cielo,  a fin de que no llueva en los días de su profecía;  y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre,  y para herir la tierra con toda plaga,  cuantas veces quieran.

    Este es uno de los muchos asuntos bíblicos en los cuales no se puede ser dogmático. Varias observaciones sugieren que podrían ser Moisés y Elías. Primero, al igual que Moisés azotan la tierra con plagas y como Elías, tienen poder para detener la lluvia. Segundo, en la tradición judía se esperaba que tanto Moisés, en Deuteronomio 18:15-18 como Elías en Malaquías 4:5-6 regresaran en el futuro, según Juan 1:21. Tercero, tanto Moisés como Elías estuvieron presentes en la transfiguración, la visión anticipada de la segunda venida de Cristo. Cuarto, tanto Moisés como Elías emplearon medios sobrenaturales para motivar el arrepentimiento.

    Quinto, Elías fue llevado vivo al cielo y Dios sepultó el cuerpo de Moisés donde jamás podría ser hallado y sexto, la duración de la sequía que los dos testigos traerán, tres años y medio es la misma que tuvo lugar por intervención de Elías en el Antiguo Testamento, según Santiago 5:17. Sin embargo, existen otros maestros bíblicos quienes no se atreven ni siquiera a sugerir nombres para identificar a los dos testigos. Uno de ellos es Dwight Pentecost, quien en su libro Eventos del Porvenir, página 236 dice: Parece mejor concluir diciendo que la identidad de estos hombres es incierta. En los comentarios que he consultado, no he encontrado ninguno que sostenga que los dos testigos podrían ser Enoc y Elías, pero eso no significa que no haya maestros bíblicos que han llegado a esta conclusión. Sin embargo, permítame citar lo que dice Dwight Pentecost en su libro Eventos del Porvenir acerca de que uno de los testigos puede ser Enoc. Dice textualmente. Parece haber varios argumentos contra la identificación de Enoc como uno de estos testigos.

    Primero, es un hecho declarado que Enoc fue traspuesto para no ver muerte, según Hebreos 11:5. En vista de esto, difícilmente se podría declarar que él regresaría para morir.

    Segundo, parece que el profeta antediluviano no sería enviado en un tiempo en que Dios estará tratando con Israel.

    Tercero, la posición de Enoc y Elías en la traslación no difiere de la de los santos del Antiguo Testamento que están delante de Dios mediante la muerte física. Sus medios de entrada fueron diferentes, pero no su posición al entrar.

    De aquí que el hecho de haber sido arrebatados no requiere una diferencia de estado, ni hace necesario que regresen para morir. Por estas razones algunos maestros bíblicos, descartan a Enoc como uno de los dos testigos de Apocalipsis 11. En definitiva, no se puede saber con certeza quienes serán esos dos testigos.

  • El comportamiento extraño de un loco, ¿se debe a la posesión demoníaca?

    ¿Se puede afirmar que una persona loca está poseída de demonios? 

    En la Biblia se ve que hubo casos de personas poseídas por demonios, eso es un hecho. En cada caso de posesión demoníaca hubo alguna manifestación de comportamiento extraño. Pero lo que está mal es que generalicemos tanto, al punto que cada vez que vemos ese mismo comportamiento extraño en alguien, asumamos gratuitamente que se trata de posesión demoníaca. Permítame un par de ejemplos para ilustrar mi punto. El primero se encuentra en Mateo 9:32 donde dice: Mientras salían ellos,  he aquí,  le trajeron un mudo,  endemoniado.

    En este caso en particular, el hombre endemoniado había perdido el habla, era mudo, pero no por eso podemos generalizar y afirmar que todo mudo está endemoniado. El segundo se encuentra en Mateo 12:22 donde dice: Entonces fue traído a él un endemoniado,  ciego y mudo;  y le sanó,  de tal manera que el ciego y mudo veía y hablaba.

    En este caso, el hombre endemoniado, además de mudo era ciego, pero no por eso podemos afirmar que todo ciego está endemoniado. No podemos caer en este error. Pero esto es justamente lo que hacen las personas que afirman que todos los locos están endemoniados. El Nuevo Testamento relata una historia acerca de un muchacho endemoniado que estaba loco. Se encuentra en Mateo 17:14-18 donde dice: Cuando llegaron al gentío,  vino a él un hombre que se arrodilló delante de él,  diciendo:  Señor,  ten misericordia de mi hijo,  que es lunático,  y padece muchísimo;  porque muchas veces cae en el fuego,  y muchas en el agua.  Y lo he traído a tus discípulos,  pero no le han podido sanar.  Respondiendo Jesús,  dijo:  ¡Oh generación incrédula y perversa!  ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros?  ¿Hasta cuándo os he de soportar?  Traédmelo acá. Y reprendió Jesús al demonio,  el cual salió del muchacho,  y éste quedó sano desde aquella hora.

    El adjetivo lunático significa alguien que padece locura, no continuamente sino por intervalos. El demonio que había poseído a este muchacho le producía esta locura. Pues de aquí se toman los que absurdamente creen que todo loco está endemoniado. Algo tan ilógico como asumir que todo mudo está endemoniado o que todo ciego está endemoniado, sólo porque la Biblia presenta el caso de endemoniados que eran mudos o ciegos. No es por demá señalar que si una persona ha recibido al Señor Jesucristo como Salvador, es imposible que sea poseída de demonios. No porque yo lo diga sino porque la palabra de Dios dice que cuando una persona recibe a Cristo como Salvador, llega a ser morada o habitación del Espíritu Santo. Note lo que Pablo dijo a los creyentes de Corinto, según 1 Corintios 6:19  ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo,  el cual está en vosotros,  el cual tenéis de Dios,  y que no sois vuestros?

    El creyente es templo del Espíritu Santo, amigo oyente. El Espíritu Santo no puede compartir el mismo templo con Satanás o los demonios. Un genuino creyente no puede ser poseído de demonios. Si damos por sentado que su tío es genuino creyente, debemos descartar la posesión demoníaca como razón para su locura. Sin embargo, Satanás y sus demonios pueden ejercer su influencia maligna sobre los creyentes, principalmente sobre aquellos creyentes que por su pecado abren una puerta para que Satanás y sus demonios lancen sus ataques.

  • Cuando muere un creyente, ¿se debe realizar un velatorio?

    Cuando muere un creyente, ¿se debe realizar un velatorio? ¿se debe comprar un campo santo o un sepulcro perpetuo? ¿se debe poner flores en la tumba? ¿se debe vestir de luto? ¿se debe celebrar el día de los difuntos? Pienso que fundamentándose en textos como Eclesiastés 9: 5 y 10 no se deberían practicar ninguna de estas cosas.

    Leamos el texto en Eclesiastés 9:5 y 10. La Biblia dice: Porque los que viven saben que han de morir;  pero los muertos nada saben,  ni tienen más paga;  porque su memoria es puesta en olvido.

    Todo lo que te viniere a la mano para hacer,  hazlo según tus fuerzas;  porque en el Seol,  adonde vas,  no hay obra,  ni trabajo,  ni ciencia,  ni sabiduría.

    Contrario a lo que muchos piensan, estos dos versículos no están afirmando que cuando una persona muere pasa a un estado de inconciencia, conocido como el sueño del alma. Lo que estos textos afirman es que la muerte física es algo que acontece a todo ser humano. Hay muchos que entienden la frase “porque su memoria es puesta en olvido” en el sentido que los deudos de un difunto deben olvidarse totalmente del difunto, pero no es así, sino como lo hemos explicado

    Siendo este el caso, los creyentes están en completa libertad de sepultar a sus seres queridos como se acostumbre en la sociedad donde viven, de modo que no se cause ningún tropiezo en nadie. Si se acostumbra realizar un velatorio, no hay problema con eso. ¿Por cuánto tiempo? Pues por el tiempo que los deudos del difunto estimen conveniente. El velatorio puede ser una gran oportunidad para compartir el mensaje del Evangelio con las personas incrédulas, mostrando que la muerte es sólo un cambio de lugar de habitación a otro muchísimo mejor para los que somos creyentes. En el velatorio no se pedirá a Dios por el bienestar de la persona muerta, porque si era creyente, esa persona muerta está ya en un lugar que es tan perfecto que no admite mejora alguna. No existe ningún problema si el cuerpo muerto se deposita en un nicho o bajo tierra y si esto es alquilado o propio. Todo depende de cada caso en particular. En algunas partes se acostumbra hacer duelo por la persona que ha muerto, no hay problema con eso, aunque los creyentes debemos procurar mostrar que la muerte para nosotros no es el fin de todo sino simplemente una separación temporal. Está bien llorar y lamentar la partida, pero este sufrimiento se mitiga muy pronto por la esperanza que los creyentes tenemos de volver a vernos en el cielo. Mucha gente adorna con flores el lugar donde se ha sepultado a los seres queridos, y no hay ningún problema con eso, siempre y cuando, por supuesto no se lo haga como una forma de rendir culto al cuerpo muerto. El cuerpo muerto es nada más que materia, la persona no está más en ese cuerpo muerto. No tiene sentido rendir culto a la materia. Eso sería idolatría. Tal vez en todo el mundo existe un día en el cual se rinde homenaje a los difuntos. Si el creyente entiende que este homenaje no va más allá de recordar las virtudes y olvidar los defectos de la persona que murió, no hay problema con eso.

  • ¿Cómo ser más efectivo compartiendo la palabra de Dios con otros, de modo que no sea arrastrado en algún error doctrinal?

    Para responder me gustaría citar el pasaje bíblico que se encuentra en 1 Pedro 3:13-16 donde dice: ¿Y quién es aquel que os podrá hacer daño,  si vosotros seguís el bien?  Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia,  bienaventurados sois.  Por tanto,  no os amedrentéis por temor de ellos,  ni os conturbéis,  sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones,  y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros;  teniendo buena conciencia,  para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores,  sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo.

    Se puede distinguir tres acciones en este pasaje bíblico que le ayudarán a ser efectivo confrontando los errores doctrinales de personas a quienes comparte el evangelio. Primero: Santificar a Dios el Señor en su corazón. El corazón es el santuario en el cual el Señor Jesucristo prefiere ser adorado. Si vive en comunión sumisa con el Señor Jesús, en amor y obediencia a él, no debe haber ningún temor de caer en algún engaño doctrinal. Segundo: Estar siempre preparado para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que demande razón de la esperanza que hay en Usted. Lo que esto significa es que debe invertir suficiente tiempo en conocer y comprender la palabra de Dios. De esta manera estará en capacidad de defender lo que cree con humildad y prudencia, de una manera comprensible, razonable y sobre todo bíblica. Mientras más conozca y comprenda la palabra de Dios más difícil se hará que caiga en algún error doctrinal y más fácil que reconozca el error doctrinal de las personas a quienes está compartiendo el evangelio. Esto conlleva un esfuerzo denodado y consciente por estudiar la Biblia. No es cuestión de solamente leer por aquí y por allá sin entender siquiera lo que se está leyendo. Necesita hacer un estudio sistemático de toda la Biblia, desde Génesis hasta Apocalipsis. Es una empresa que toma toda una vida, pero los réditos son incalculables, no sólo para esta vida sino también para el más allá. Tercero: Tener buena conciencia. La conciencia es el árbitro que Dios ha puesto en los creyentes para hacerles saber sobre el pecado que han cometido. Una buena conciencia es aquella que no tiene nada de que acusar a su dueño, porque éste ha reconocido el pecado, lo ha confesado y se ha apartado. La vida cristiana no consiste sólo en acumular conocimiento bíblico intelectual, sino también en aplicar ese conocimiento bíblico intelectual al diario vivir. No debemos ser oidores olvidadizos sino hacedores de la palabra. Su testimonio como hijo de Dios debe ser intachable, de modo que cuando hable a nombre de Dios, la gente que le escucha vea los cambios que Dios ha hecho en su vida. Su buen testimonio como creyente, hará que la gente se sienta interesada en Dios. Pero por contraste, su mal testimonio como creyente, hará que la gente no quiera saber nada de Dios. En conclusión, si se esmera por aplicar esto que hemos visto en la palabra de Dios estará en una posición inmejorable para compartir con todo denuedo la palabra de Dios, sin el más mínimo temor de ser arrastrada por algún error doctrinal.

     

  • ¿Qué dice la Biblia sobre el suicidio?

    En el Nuevo Testamento existe un solo caso de suicidio y su autor fue el tristemente célebre Judas Iscariote, quien traicionó al Señor Jesús. Un creyente que se suicida estaría cometiendo un grave pecado. El suicidio es un pecado porque niega algunas cosas relativas a la persona y a la obra de Dios. En primer lugar, niega el poder de Dios. La persona que se suicida piensa que ha llegado al final de la cuerda y que ya no hay más esperanza, pero la palabra de Dios dice que nada es imposible para Dios. En Lucas 1:37 leemos estas palabras: porque nada hay imposible para Dios.

    Donde terminan las posibilidades del hombre comienzan las posibilidades de Dios. Quien se suicida niega voluntariamente la intervención de Dios en su vida. En segundo lugar, porque niega los propósitos de Dios. Dios utiliza las pruebas para cumplir con sus propósitos. Las pruebas son el cincel y el martillo que Dios utiliza para dar forma a los que somos suyos. Por esto Dios espera que tengamos por sumo gozo cuando nos hallemos en diversas pruebas. Santiago 1:2-4 dice: Hermanos míos,  tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa,  para que seáis perfectos y cabales,  sin que os falte cosa alguna.

    La persona que se suicida normalmente piensa que Dios es injusto al hacerle pasar por la crisis que está enfrentando, pero no es así. Cuando los inevitables traumas, catástrofes y crisis de la vida amenazan con arrojarnos violentamente contra las rocas, es la fe personal y la visión que tenemos de nuestro Dios lo que nos trae seguridad. Al saber que Dios está en control de cualquier cosa que estamos experimentando, podemos soportar con gozo cualquier cosa que nos venga. Tal conocimiento no niega las circunstancias o el dolor y sufrimiento, pero tiene la virtud de poner las cosas en la perspectiva correcta. Esta actitud nos llevará a comprender que Dios es más grande que nuestros problemas y por tanto podemos estar seguros en él. En tercer lugar, el suicidio se considera como pecado porque niega las promesas de Dios. Note lo que dice 1 Corintios 10:13 No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana;  pero fiel es Dios,  que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir,  sino que dará también juntamente con la tentación la salida,  para que podáis soportar.

    La prueba, la crisis, el sufrimiento, es algo que está bajo el control de Dios. Alguien ha dicho que Dios nos mete en el horno de fuego de la prueba, pero su mano está firmemente en el termostato, para que la temperatura del horno no suba más allá de lo que podemos soportar y nos quememos. Pero la hermosa promesa es que Dios no nos va a dejar dentro de ese horno de fuego para siempre, sino que cuando se cumpla su propósito nos va a sacar del horno de fuego. Esto es un gran aliciente para soportar con gozo la prueba. Después de la tormenta viene la calma. Después de la noche siempre viene el día. Pero si una persona se suicida desconfía de esta promesa, y pensando que siempre va a estar en esa situación, termina quitándose la vida.

  • En Judas 4 dice el texto bíblico que algunas personas han sido, desde antes, destinadas para condenación, y he leído que Dios no quiere que ninguno se pierda, sino que todos sean salvos. ¿Cómo puedo explicar esta aparente contradicción? No puedo creer que Dios destine a alguien para perdición.

    Tiene toda la razón al afirmar que la voluntad de Dios es que ninguno perezca sino que todos procedan al arrepentimiento. 2 Pedro 3:9 lo dice con claridad. Preste atención a este texto: El Señor no retarda su promesa,  según algunos la tienen por tardanza,  sino que es paciente para con nosotros,  no queriendo que ninguno perezca,  sino que todos procedan al arrepentimiento.

    Siendo así, es de esperarse que Dios no predestine a nadie para condenación, o no destine a nadie de antemano para que reciba condenación, lo cual efectivamente se ve en la Biblia. Lo que la Biblia presenta es una paradoja en cuanto a la salvación. Los que somos salvos hemos sido elegidos o escogidos para ser salvos antes de la fundación del mundo, pero los que no son salvos, o los que se condenan, no es por no haber sido elegidos para ser salvos antes de la fundación del mundo, sino porque voluntariamente rechazan la oferta de salvación en Cristo. Con esto en mente permítame leer el texto que se encuentra en Judas 4. La Biblia dice: Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación,  hombres impíos,  que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios,  y niegan a Dios el único soberano,  y a nuestro Señor Jesucristo.

    Leído a la ligera, parecería que este versículo está diciendo que Dios ha predestinado, o decidido de antemano que algunos hombres terminen en condenación. Estos hombres son los apóstatas. Pero no hay tal. La Biblia nunca enseña que alguien sea predestinado para condenación. Cuando los hombres se salvan es por la soberana gracia de Dios. Pero cuando los hombres se condenan es por su propio pecado y desobediencia. Lo que este versículo está diciendo es que la condenación que van a recibir los apóstatas ha sido decidida por Dios con anticipación. El versículo no está hablando de que Dios ha determinado con anticipación quien va a ser apóstata. Lo que está diciendo el versículo es que cuando alguien por su propia voluntad se desvía del camino de la verdad y por su propia voluntad decide ser un apóstata, entonces lo que le espera es la condenación que de antemano Dios ha determinado para todo apóstata.

  • ¿Cómo puedo evangelizar a algunas personas no creyentes?

    He encontrado dificultad en evangelizar a algunas personas no creyentes. Me dicen que también creen en Cristo, que reciben milagros y que sus oraciones son contestadas. Cuando les hablo de las obras de la ley y de la fe en Cristo, me salen con que ellos tienen fe en Cristo, pero lo dicen sólo de palabra, sin entender lo que están afirmando. ¿Cómo puedo hacerles entender claramente el error en el que se hallan? ¿Qué palabras bíblicas se aplican a este problema tan delicado?

    Son muchos los que creen que ya son salvos por el sólo hecho de ser miembros de alguna religión que tiene algo que ver con Cristo, no importa cuál religión sea. Muchos otros piensan que deben estar bien con Dios porque cuando le piden algo, reciben lo que piden. Mucha gente piensa que Dios está con ellos porque han sido librados milagrosamente de algún peligro. Pero no debemos olvidar lo que dice Santiago 2:19 donde leemos: Tú crees que Dios es uno;  bien haces.  También los demonios creen,  y tiemblan.

    Hasta los demonios creen que Dios es uno, y no sólo eso, sino que tiemblan, pero no por eso dejan de ser siervos de Satanás y por tanto enemigos de Dios. Una cosa es creer en Dios o creer en Cristo y otra muy diferente es creer a Dios o creer a Cristo. Creer a Cristo significa conocer lo que Él ha dicho y hacer lo que Él ha dicho. Aquí radica la falla de muchos que dicen que creen en Cristo o que creen en Dios. El Nuevo Testamento presenta un episodio por demás trágico de personas que profetizaban, hacían obras sobrenaturales y todo en el nombre de Cristo, pero sin tener a Cristo en su vida.

    Ponga atención a lo que dice Mateo 7:21-23 No todo el que me dice:  Señor,  Señor,  entrará en el reino de los cielos,  sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.  Muchos me dirán en aquel día:  Señor,  Señor,  ¿no profetizamos en tu nombre,  y en tu nombre echamos fuera demonios,  y en tu nombre hicimos muchos milagros?  Y entonces les declararé:  Nunca os conocí;  apartaos de mí,  hacedores de maldad.

    No es cuestión de invocar al Señor de labios para afuera para poder entrar al reino de los cielos. Es algo más que eso. Implica un nuevo nacimiento. Esto resulta de recibir a Cristo como Salvador. Cuando nos encontramos con personas que no quieren obedecer lo que dice Dios en su palabra, porque según ellos ya creen en Cristo y Dios les contesta las oraciones y reciben hasta milagros, es necesario ayudarles a entender su triste condición espiritual como pecadores separados de Dios y persistir compartiendo el plan de salvación, poniendo énfasis en que el hombre es pecador, según Romanos 3:23, señalando que el hombre está en peligro de recibir eterna condenación por el hecho de ser pecador, según Romanos 6:23, indicando que Dios ama al pecador conforme a lo que dice Juan 3:16 y que por ese amor Dios envió a su Hijo unigénito para que muera en lugar del pecador, según Romanos 5:8 y finalmente invitando al pecador a reconocer que Cristo murió por él y por tanto debe recibirlo por la fe como Salvador personal, para llegar a ser hijo de Dios, según Juan 1:12. La palabra de Dios, y el poder del Espíritu Santo pueden derribar cualquier obstáculo que pueda poner el enemigo para evitar que el pecador halle salvación en Cristo Jesús.

  • ¿cómo puedo enseñar a la gente a la luz de la palabra que no dé un trato tan brutal a los animales?

    La consulta para el día de hoy es la siguiente: Reclamo a la gente en la calle cuando veo que está maltratando a un animal, ejemplo caballos enfermos y cansados que son golpeados, recojo perritos atropellados y en pésimas condiciones para curarlos y darlos en adopción, a algunos tengo que ponerlos a dormir porque es imposible que se recuperen o porque es imposible que los tomen en adopción ya sea por su raza o por su edad. Mi consulta es ¿hago mal ante Dios al cortar la vida de estos animales por los motivos anteriores?

    Antes de nada, me gustaría felicitarle por su compasión y misericordia por los animales, ya sea caballos o perros o cualquier otro animal. Interesante que en la ley de Moisés existe principios que tienen que ver justamente con ayudar a animales que están en problemas. Note por ejemplo lo que dice Éxodo 23:5 Si vieres el asno del que te aborrece caído debajo de su carga,  ¿le dejarás sin ayuda?  Antes bien le ayudarás a levantarlo.

    La ayuda a un asno que había caído debajo de su pesada carga, no sólo era un buen gesto para el dueño del asno, sino también para el mismo asno, porque debe haber estado sufriendo debajo de esa pesada carga. Siglos más tarde, el Señor Jesús hizo referencia a la buena práctica que predominaba en su tiempo, en cuanto a ayudar a los animales en problemas, aun en el día de reposo. Lucas 14:5 dice: Y dirigiéndose a ellos,  dijo:  ¿Quién de vosotros,  si su asno o su buey cae en algún pozo,  no lo sacará inmediatamente,  aunque sea en día de reposo?

    La compasión y misericordia del hombre, se debe extender no sólo a otros hombres sino también a los animales. Usted está poniendo en práctica esto y es digno de encomio. Su preocupación tiene que ver con quitar la vida a animales que a su criterio están demasiadamente enfermos y ya no es posible que se recuperen o a animales demasiadamente viejos o que por alguna otra razón válida no sería conveniente que sigan viviendo. Usted ha dicho que se trata de eutanasia a los animales. Al respecto, debe decirle que la Biblia no ordena ni condena esta práctica. Por tanto, tiene la libertad de usar su mejor criterio, guiado por su interés y amor por los animales, para hacer lo que sea correcto en cada caso. No está por demás advertir que esto se aplica exclusivamente a los animales y de ninguna manera se puede extender este consejo a la eutanasia humana. Finalmente, en cuanto a cómo enseñar a la gente a tratar bien a los animales, me gustaría aconsejarle que comience en su hogar. Usted ya tiene un buen sentido del buen trato que se debe dar a los animales. El paso siguiente sería que enseñe esto a sus familiares, después, tal vez a sus vecinos, y de esta manera vaya ampliando el círculo de influencia para estimular a la gente a tratar bien a los animales. Su ejemplo será el mejor método para animar a otros a que lo imiten.

  • ¿Se puede considerar la muerte de Cristo como un suicidio?

    No. La muerte de Cristo no fue un suicidio. La muerte del Señor Jesucristo en la cruz fue violenta y también voluntaria, elementos que están presentes en un suicidio, pero en la muerte de Cristo hubo muchos otros elementos más que hacen imposible que se pueda catalogar a la muerte de Cristo como suicidio. En primer lugar, la muerte de Cristo fue profetizada no como suicidio sino como una muerte vicaria, esto significa como la muerte en lugar de otro, o a favor de otro. Note lo que dice Isaías 53:6 Mas él herido fue por nuestras rebeliones,  molido por nuestros pecados;  el castigo de nuestra paz fue sobre él,  y por su llaga fuimos nosotros curados.

    Hablando del Señor Jesucristo, en forma profética, en este texto aparece por tres ocasiones la preposición “por” que también se podría traducir como “en lugar de” Todo lo que el Señor Jesucristo iba a padecer tanto antes como durante y después de la cruz, fue en lugar del pecador. Un inocente tomando el lugar de un culpable. Por esto el Señor Jesucristo iba a morir. Quien se suicida no se quita la vida en forma violenta y voluntaria, en lugar de otra persona o peor en lugar de todo el mundo, como lo hizo el Señor Jesucristo. En segundo lugar, el Señor Jesús fue a la cruz voluntariamente, pero esto también fue la voluntad del Padre celestial. Ponga mucha atención a lo que dice Romanos 8:32  ¿Qué,  pues,  diremos a esto?  Si Dios es por nosotros,  ¿quién contra nosotros?

    Rom 8:32  El que no escatimó ni a su propio Hijo,  sino que lo entregó por todos nosotros,  ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?

    Dios el Padre no escatimó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros. Dios el Padre entregó voluntariamente a su Hijo para que muera en la cruz en lugar del pecador y el Hijo voluntariamente fue a la cruz del Calvario para cumplir con la voluntad de su Padre celestial. ¿Cómo puede por tanto la muerte de Cristo ser un suicidio? Quien se suicida, lo hace por su propia voluntad, no para cumplir la voluntad de otra persona.

    En tercer lugar, la muerte de Cristo no puede ser un suicidio, porque nadie que se suicida lo hace con una expectación de gozo, como lo hizo el Señor Jesucristo. Permítame leer lo que dice Hebreos 12:1-2 dice: Por tanto,  nosotros también,  teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos,  despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia,  y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,

    Heb 12:2  puestos los ojos en Jesús,  el autor y consumador de la fe,  el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz,  menospreciando el oprobio,  y se sentó a la diestra del trono de Dios.

    La muerte del Señor Jesucristo en la cruz, fue violenta, cruel, cruenta, pero esto no fue un obstáculo para que el Señor Jesús la enfrente con gozo, no porque le traía placer el dolor, sino porque el Señor Jesús sabía que esa era la única manera de salvar al pecador. Al menos por estas razones, no se puede catalogar a la muerte de Cristo como un suicidio.