Autor: cris

  • Judas versículo 6

    Los ángeles de quienes se habla en Judas 6, quienes dejaron sus propias moradas y están en prisiones eternas, ¿son los hijos de Dios que tomaron para sí mujeres de los hijos de los hombres relatado en Génesis 6:1-2?. 

    Demos lectura al texto que se encuentra en Judas 6. Dice así:

    «Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día».

    En su libro, Judas trata el tema de la apostasía y como ejemplo de apostasía toma a estos ángeles que pecaron. De su pecado solo se sabe que tiene que ver con el abandono de su propia morada. Nuevamente aquí, sin pretender ser dogmático, pienso yo que estos ángeles que pecaron son los mismos ángeles de Génesis 6:2 quienes abandonando su estado normal de ángeles vinieron a la tierra en forma humana para unirse sexualmente con las hijas de los hombres. Contra esta interpretación se argumenta que Génesis 6:2 no dice que fueron ángeles sino hijos de Dios. Que los ángeles son seres asexuales y que los ángeles no se pueden casar. pero a este respecto podemos decir que la expresión hijos de Dios se aplica fuera de toda duda a los ángeles en el libro de Job y que la Biblia registra episodios en los cuales los ángeles aparecieron en forma humana, con apetitos humanos y que cuando la Biblia dice que los ángeles no se casan es en el ambiente del cielo, mas no en la tierra.

    Ahora leamos Job 2:1 donde dice:

    Terminando ya, permítame señalar que hemos tocado un tema bastante controversial. Sobre este asunto existen casi tantas interpretaciones como intérpretes. Estoy consciente que habrá muchos hermanos, fieles al Señor que discrepan con mis conclusiones. Lejos de tildarles de herejes por no pensar como yo en este debatido asunto, quiero decirles que les amo en el Señor y respeto como el que más la posición que Ustedes tienen. De ninguna manera pienso hacer de esto un motivo de división, lo hermoso de la comunión cristiana es que podemos vivir juntos en armonía respetando nuestras divergencias en asuntos que no son de vital importancia como el que hemos tocado aquí. En las cosas fundamentales debemos tener todos el mismo pensamiento para poder tener comunión, pero en las cosas secundarias como el asunto tratado aquí podemos tener diferentes puntos de vista, y a pesar de eso disfrutar de una edificante comunión.

  • Genesis 6:1-2

    ¿Los hijos de Dios de Génesis 6:2 se refiere a los ángeles?. 

    Génesis 6:1-2 dice: «Aconteció que cuando comenzaron los hijos de los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas, que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas.»

    Aunque no puedo ser dogmático en lo que voy a decir, mi opinión es que la expresión hijos de Dios se refiere a ángeles. A esta conclusión he llegado, al observar que tanto en Job 1:6 como en 2:1 se utiliza la misma expresión para designar a los ángeles. Leamos lo que dicen estos versículos. Job 1:6 dice:

    «Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los cuales vino también Satanás».

    Ahora leamos Job 2:1 donde dice:

    «Aconteció que otro día vinieron los hijos de Dios para presentarse delante de Jehová y Satanás vino también entre ellos presentándose delante de Jehová.»

    Debido a que en estos dos textos es obvio que la expresión hijos de Dios se refiere a ángeles, he llegado a la conclusión que los hijos de Dios de Génesis 6:2 también deben ser ángeles. Estos ángeles abandonaron su posición angelical y decidieron venir a morar en la tierra en forma humana y tomaron para ellos mujeres hermosas con quienes procrearon hijos. ¿Cuál fue la reacción de Dios ante esta situación? Génesis 6:3 responde esta pregunta. Dice así:

    «Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años.»

    Según lo que dice este texto, Dios estaba totalmente opuesto a estas uniones contra naturaleza entre humanos y ángeles. En contra de esta interpretación se argumenta generalmente que los ángeles son seres espirituales y que por tanto no tienen cuerpo y además son seres asexuales, lo cual impediría que puedan tener relaciones sexuales con seres humanos. pero la Biblia no declara esto necesariamente. Lo que sí declara la Biblia es que en el cielo, mas no en la tierra, los ángeles no se casan. Note lo que dice Marcos 12:25

    «porque cuando resuciten de los muertos, ni se casarán si se darán en casamiento, sino serán como ángeles que están en los cielos.»

    Es verdad que los ángeles son seres espirituales y por ende no poseen cuerpo, pero los ángeles tienen el poder de aparecer en forma humana. En el Antiguo Testamento en el libro de Génesis capítulo 19, encontramos un relato en el cual unos ángeles se hospedaron en la casa de Lot. Estos ángeles podían ser vistos, tenían pies, manos, podían comer, y tenían fortaleza física. Los perversos hombres de Sodoma querían inclusive abusar sexualmente de ellos, lo cual nos indica que cuando un ángel aparece en forma humana estaría en capacidad de realizar todo lo que un ser humano está en capacidad de hacer, inclusive tener relaciones sexuales.

    Terminando ya, permítame señalar que hemos tocado un tema bastante controversial. Sobre este asunto existen casi tantas interpretaciones como intérpretes. Estoy consciente que habrá muchos hermanos, fieles al Señor que discrepan con mis conclusiones. Lejos de tildarles de herejes por no pensar como yo en este debatido asunto, quiero decirles que les amo en el Señor y respeto como el que más la posición que Ustedes tienen. De ninguna manera pienso hacer de esto un motivo de división, lo hermoso de la comunión cristiana es que podemos vivir juntos en armonía respetando nuestras divergencias en asuntos que no son de vital importancia como el que hemos tocado aquí. En las cosas fundamentales debemos tener todos el mismo pensamiento para poder tener comunión, pero en las cosas secundarias como el asunto tratado aquí podemos tener diferentes puntos de vista, y a pesar de eso disfrutar de una edificante comunión.

  • Mateo 7:21-32

    ¿A quienes se refiere el pasaje bíblico que se encuentra en Mateo 7:21-23? ¿Se referirá a creyentes?. 

    Comenzaré por dar lectura al pasaje bíblico que se encuentra en Mateo 7:21-23 donde dice:

    «No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿No profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad».

    En este pasaje bíblico, el Señor Jesucristo proclama una severa advertencia en contra de personas que falsamente afirman conocer a Jesucristo como Salvador, pero que en realidad nunca le han conocido. Estas personas jamás han recibido a Cristo Jesús como Salvador y en consecuencia nunca han nacido de nuevo. La advertencia para estas personas comienza con: No todo el que me dice Señor, Señor entrará en el reino de los cielos. El entrar en el reino de los cielos no es cuestión de decir lindas cosas con la boca, como Amén, Aleluya, Alabado sea el Señor, etc. Tampoco es cuestión de orar, cantar alabanzas, predicar hermosos mensajes, etc. Entrar en el reino de los cielos es cuestión de hacer la voluntad del padre que está en los cielos. Al decir esto, no se está dando a entender que es necesario hacer buenas obras para entrar en el reino de los cielos. La voluntad del padre que está en los cielos es que las personas reciban a Jesucristo como su Salvador personal. Juan 6:29 dice: «Respondió Jesús y les dijo: esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado». El primer paso y más importante, de esto de hacer la voluntad del padre que está en los cielos, es creer en Jesucristo como nuestro Salvador personal.

    Volviendo a Mateo 7:21-23, encontramos que luego el Señor Jesucristo prosigue diciendo: Muchos me dirá en aquel día. ¿A qué día se refiere? El Señor Jesucristo se está refiriendo al día del juicio para los incrédulos, o también conocido como el juicio del gran trono blanco. En este día, no pocos, sino muchos dirán al Señor: Señor, Señor ¿No profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Notemos que estos falsos creyentes estaban dedicados a profetizar, esto es, eran hábiles proclamadores de la verdad bíblica. Esto no es raro, porque aún los demonios pueden hablar bien de Jesucristo. Recuerde el incidente en Hechos 16 cuando un demonio por medio de una muchacha afirmaba verdades importantes sobre pablo y los que con él estaban y sobre el Aprendiendo con la Biblia que estaban realizando. Hechos 16:17 dice: «esta, siguiendo a pablo y a nosotros, daba voces diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes anuncian el camino de salvación.» ¿Hay algo de malo en esta declaración? por supuesto que no, pero sin embargo era el mensaje de un demonio que estaba en posesión de la chica. Así también los falsos creyentes pueden proclamar la palabra de Dios, pero su mensaje no proviene de Dios, sino de demonios. Los falsos creyentes también echaban fuera demonios. por supuesto que Satanás no estaba luchando contra sí mismo al hacer esto. Lo que estaba haciendo Satanás es limpiando una casa para que luego puedan entrar legiones de demonios. Finalmente, estos falsos creyentes hacían no uno, sino muchos milagros. De aquí podemos aprender que no todo lo milagroso tiene origen divino y no todos los realizadores de milagros obran con el poder de Dios. Un milagro simplemente significa que está en acción una fuerza sobrenatural. Esa fuerza sobrenatural puede tener origen en Dios o en Satanás. Satanás puede otorgar poderes a sus seguidores para echar fuera demonios, temporalmente por supuesto, con el propósito de crear la ilusión de que el que ha echado fuera el demonio lo ha hecho con el poder de Dios. Luego, un mayor número de demonios retornarán a la persona de donde había salido por un tiempo un demonio. De aquí podemos deducir que no por poner el membrete de «en el nombre del Señor» en lo que alguien hace, es garantía de que lo realizado fue hecho con el poder de Dios. Este pasaje bíblico es clave para tomarlo como una advertencia sobre muchas cosas «milagrosas» entre comillas, que vemos o escuchamos que están sucediendo hoy en día. para muchos falsos creyentes, Dios es su dócil siervo que está presto para hacer lo que ellos ordenan, en el momento que ellos ordenan, y de la manera como ellos ordenan. por eso de antemano anuncian que donde ellos ministran van a ocurrir milagros de diversa índole. Si acontecen cosas milagrosas por mano de estos falsos creyentes, sabemos que no fue el poder de Dios sino el poder de Satanás que estuvo en acción. De modo que no se deje engañar, no todos los milagros o sanidades, o expulsión de demonios o cualquier otra manifestación sobrenatural de poder proviene de Dios. Satanás, el gran imitador y poderoso enemigo de Dios también puede hacer cosas extraordinarias por medio de sus ministros para engañar a la gente. Con esto no estamos diciendo que Dios no puede hacer milagros, o que Dios no puede sanar a la gente, o que Dios no puede echar fuera demonios, etc. Dios hace todas estas cosas hoy en día, pero cuando el poder de Dios actúa, lo hace normalmente de modo que Dios reciba todo el crédito, mas no el hacedor de milagros, o el sanador, etc.

    El texto en Mateo 7:23 termina con una sentencia lapidaria. «Y entonces les declararé: Nunca os conocí, apartaos de mí, hacedores de maldad. Vemos aquí que el rechazo a estos falsos creyentes no era solamente porque eran hacedores de maldad. El rechazo vino principalmente porque el Señor no les conocía. Conocer en este caso habla de una relación íntima entre una persona y el Señor. Los falsos creyentes jamás recibieron a Cristo como Salvador, y como consecuencia no llegaron a ser conocidos por el Señor. Al no haber recibido a Cristo como Salvador, seguían muertos en sus pecados y por eso se caracterizaban por ser hacedores de maldad.

    Resumiendo todo lo dicho, afirmamos entonces que Mateo 7:21-23 tiene en mente a personas que decían ser creyentes pero que en realidad no lo eran. Estos falsos creyentes tenían el poder de profetizar, echar fuera demonios y hacer muchos milagros tomando el nombre del Señor, pero no era el poder de Dios que se estaba manifestando sino el poder de Satanás. La sentencia sobre estos falsos creyentes fue: Apartaos de mí, nunca os conocí. O, apartaos de mí, ustedes nunca recibieron a Cristo como Salvador y por eso yo no los conozco. Ustedes no pueden entrar en el reino de los cielos porque están muertos espiritualmente y por tanto sus obras, aunque milagrosas y hechas en el nombre del Señor, son maldad.

  • Apocalipsis 13:16-17

    Apocalipsis 13:16-17 ¿Qué pasará con aquellos que no reciban la marca?. 

    Vamos a dar lectura al pasaje bíblico que es materia de la consulta. Se encuentra en Apocalipsis 13:16-17 donde dice:

    «Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre.»

    El pasaje bíblico leído, corresponde a un pasaje más extenso, que va desde Apocalipsis 13:11 y concluye en Apocalipsis 13:18. En este pasaje bíblico, se describe a una persona siniestra, conocida como el falso profeta. Este falso profeta o también la segunda bestia, es una figura prominente del periodo de la tribulación, el tiempo en el cual Dios derramará su ira sobre este mundo por su maldad, preparándolo para el establecimiento del reino Milenial. Este falso profeta obrará en una estrecha relación con la primera bestia o el Anticristo. Entre varias cosas que hará el falso profeta está el organizar una campaña internacional para promover la adoración al Anticristo. Todos aquellos que voluntariamente se sometan a adorar al Anticristo recibirán una marca en la mano derecha o en sus frentes. Esta marca les distinguirá como propiedad del Anticristo. ¿Habrá algunas personas que se resistan a ser marcadas? por supuesto que sí. ¿Qué pasará con estas personas? El versículo 17 que fue leído responde: Y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca. Esto significa que aquel que no tenga la marca será marginado de la sociedad. El no poder ni comprar ni vender significa una sentencia a muerte lenta. Sin poder comprar y vender no se puede subsistir mucho tiempo. En resumen diríamos que los que no reciban la marca del Anticristo durante la tribulación con toda certeza terminarán martirizados. Estos creyentes preferirán la muerte a adorar a un hombre por más poderoso que éste sea.

  • 1 Juan 1:6

    1 Juan 1:6 dice: «Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad.» 

    En la primera Epístola de Juan podemos encontrar varios indicios para saber si en realidad somos o no hijos de Dios. La cita bíblica en cuestión es una de las pruebas para saber si una persona es o no es creyente. En el versículo cinco del mismo capítulo, el Apóstol Juan declara que Dios es luz, enseñándonos que Dios es absolutamente santo, absolutamente justo y absolutamente puro. Luego Juan añade que no hay ningunas tinieblas en él. Esto significa que Dios no puede tolerar delante de sí ningún tipo de pecado. Con todo esto en mente arribamos al versículo seis. Este texto nos está hablando de comunión con Dios. Comunión es la situación en la cual dos o más personas comparten cosas en común. para que haya comunión de una persona con Dios no puede existir ocultamiento de pecado por parte de la persona. La luz y las tinieblas no pueden existir al mismo tiempo. Cada uno de estos elementos excluye al otro. Sucede exactamente lo mismo cuando encendemos una luz en una habitación que está a obscuras. La luz aparece y automáticamente las tinieblas desaparecen. Si una persona camina en tinieblas, no está en comunión con Dios. Caminar en tinieblas significa vivir en pecado, es la vida del incrédulo. El incrédulo puede decir que tiene comunión con Dios, pero su estilo de vida de pecado testifica en contra de él, desenmascarándole como un mentiroso. Según el Apóstol Juan, el hombre no puede estar sino en uno de dos estados, en luz o en tinieblas. Si está en luz, es un miembro de la familia de Dios. Si está en tinieblas no puede tener ninguna comunión con Dios porque sencillamente en Dios no hay tinieblas. De manera que, si una persona dice que tiene comunión con Dios, esto significa que se ha lavado de su pecado en la preciosa sangre de Cristo. Si esto no ha acontecido y se comprueba por cuanto la persona anda en tinieblas, entonces esta persona es mentirosa y no practica la verdad al afirmar que tiene comunión con Dios.

  • Judas 16 Y 19

    Leamos lo que dice la palabra del Señor en Judas 16 y 19. «Estos son murmuradores, querellosos, que andan según sus propios deseos, cuya boca habla cosas infladas, adulando a las personas para sacar provecho. Estos son los que causan divisiones; los sensuales, que no tienen el espíritu.» 

    A manera de introducción, permítame señalar que la epístola universal de Judas trata el tema de la apostasía. Desde muy temprano en la vida de la iglesia de Jesucristo ya se notaba la infiltración de obreros fraudulentos, de hombres que pretendían ser siervos de Dios, pero que en la realidad eran enemigos de la Cruz de Cristo. El propósito de Judas es poner en evidencia a estos traidores y señalar su condenación final. Cabe aquí indicar que un apóstata es una persona incrédula quien profesa ser un verdadero creyente pero que en la realidad nunca ha nacido de nuevo. Estos apóstatas se bautizaron, participaron de todos los beneficios de la comunidad cristiana en la iglesia local, cantaron al Señor, oraron, predicaron, etc., etc., pero en algún momento voluntariamente rechazaron la fe cristiana y con malicia afrentaron al Salvador. Negaron la deidad de Cristo, su obra de redención en el Calvario, su resurrección corporal y varias otras doctrinas de cardinal importancia. podemos decir entonces que un apóstata no es un creyente que se ha desviado o que ha caído de la gracia, sino una persona que jamás fue creyente, jamás nació de nuevo, jamás fue regenerado por el Espíritu Santo y la palabra de Dios. Judas Iscariote es un buen ejemplo de un apóstata. Judas Iscariote profesaba ser un discípulo de Jesús, caminó con Jesús como por tres años, aún sirvió de tesorero del grupo pero al final reveló su verdadero carácter traicionando al Señor por treinta piezas de plata.

    Con este antecedente, entonces, Judas, el escritor del libro que lleva su nombre va a darnos una descripción de estos apóstatas en los versículos que hemos leído. podemos notar seis características en la descripción de un apóstata. La primera característica es que son murmuradores. Esto significa que criticaban abiertamente la providencia de Dios en lugar de ser agradecidos por sus misericordias. El hecho que Dios aborrece esta actitud es ampliamente corroborado por el castigo que sufrió Israel en su jornada en el desierto. La segunda característica es que eran querellosos. Estos apóstatas querellosos, estaban buscando siempre faltas en el Señor. Entre sus argumentos se encontraban el ¿por qué permite Dios el sufrimiento? ¿por qué no pone Dios un punto final a tanta injusticia social? ¿por qué si Dios es todo poderoso permite el caos en el que se encuentra el mundo? Estos apóstatas querellosos, también buscaban faltas en el pueblo de Dios, cuando los acusaban de legalistas, hipócritas, extremistas, etc. La tercera característica de los apóstatas es que andaban según sus propios deseos. Esto significa que vivían para satisfacer sus apetitos carnales. Sus vidas se caracterizaban por una constante y desenfrenada carrera para saciar sus instintos en el área sexual principalmente. La cuarta característica es que hablaban cosas infladas, adulando a las personas para sacar provecho de ellas. Su hablar arrogante indica que se morían por ser el centro de la atención de la gente. Mediante la denuncia frontal del extremismo político, económico y social estaban siempre haciendo noticia. Sus denodados esfuerzos para confrontar sin vergüenza alguna las doctrinas cristianas, les permitía alcanzar cierta notoriedad entre los teólogos liberales. ¿Cuál era su motivación pare este comportamiento? pues no buscaban solución a los problemas, no, ellos buscaban su propio beneficio. ¿Acaso esto no nos suena familiar viendo a algunos llamados cristianos hoy en día? La quinta característica es que causan divisiones. Estos apóstatas arrastran tras sí a los creyentes sinceros pero inmaduros y de esta forma causan división en la iglesia local. La sexta y última característica es que son sensuales y no tienen el Espíritu. Esto quiere decir que piensan solamente en lo terrenal. Son como el hombre natural, porque no son salvos ya que no poseen el Espíritu porque nunca nacieron de nuevo.

  • Mateo 5:3

    ¿A qué se refiere Mateo 5:3 cuando habla de los pobres en espíritu?. 

    Mateo 5:3 dice: «Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos». Debemos reconocer que los capítulos 5 a 7 de Mateo, constituyen lo que se conoce como el Sermón del Monte. No es un accidente que el Sermón del Monte esté ubicado muy cerca del comienzo del Nuevo Testamento. Su posición señala su importancia. En el Sermón del Monte, el Rey sintetiza el carácter y conducta de los súbditos de su reino. El Sermón del Monte no es la presentación del plan de salvación y su enseñanza no está orientada a los incrédulos. El Señor Jesucristo dirigió este sermón a sus discípulos y tenía como propósito el delinear la constitución o el sistema de leyes, y principios que gobiernan a los súbditos de su reino. Este sermón es válido para todos aquellos que reconocen a Jesucristo como Rey. Cuando Jesucristo estuvo sobre la tierra lo aplicó a sus seguidores. Ahora que Jesucristo está en el cielo, se aplica a todos los que le hemos coronado como nuestro Rey en nuestros corazones. El Sermón del Monte también es el código de comportamiento de los seguidores de Cristo durante la tribulación y durante el reinado de Cristo en la tierra en lo que se llama el Milenio. El Sermón del Monte comienza con lo que se denomina las bienaventuranzas. La primera bienaventuranza es para los pobres en espíritu. Ser pobre en espíritu, para comenzar, no tiene ninguna relación con la pobreza material. Existen pobres materialmente hablando pero sin embargo son muy ricos espiritualmente hablando, y existen ricos materialmente hablando, pero que son muy pobres espiritualmente hablando. Ser pobre en espíritu no es algo innato en el ser humano, sino que es algo que deliberadamente el ser humano tiene que elegir. Los pobres en espíritu son aquellos que reconocen su propia incapacidad y descansan única y exclusivamente en la capacidad de Dios. Los pobres en espíritu son los que están conscientes de su necesidad espiritual y reconocen que el único que puede satisfacerles es Dios. Los pobres en espíritu son bienaventurados porque de ellos es el reino de los cielos. Interesante es notar que el reino de los cielos no es para los autosuficientes, ni para los que se auto promocionan, ni para los que se creen justos, el reino de los cielos es para los humildes, para los que voluntariamente deciden abandonar todo esfuerzo proveniente de ellos mismos para entrar al cielo y se acogen por completo a lo que Dios en Cristo puede hacer por ellos. Es evidente aquí, que lo que el mundo considera como una debilidad, esto de ser pobre en espíritu, para Dios en cambio es una virtud y por eso Dios dice que es bienaventurado o dichoso o súper feliz todo pobre en espíritu.

  • Genesis 7:12

    En Génesis 7:12 se menciona que el Diluvio duró 40 días y 40 noches. Lo que no entiendo es ¿por qué en Génesis 8:1-2 se menciona que Dios cerro las fuentes del abismo 150 días después que fueron abiertas? ¿No fueron solo 40 días y 40 noches de lluvia?. 

    El Diluvio fue la mayor catástrofe experimentada por la tierra y sus habitantes. El diluvio fue enviado por Dios para destruir a una raza sumida en la depravación moral y espiritual. Según Génesis 7:4 Dios advirtió a Noé la duración de la lluvia con estas palabras: «porque pasados aun siete días, yo haré llover sobre la tierra 40 días y 40 noches; y raeré de sobre la faz de la tierra a todo ser viviente que hice.» La gente ignoró la advertencia de Dios a través de Noé y persistió en su pecado. Dios por tanto cumplió con el castigo que fue anunciado. Génesis 7:12 dice: «Y hubo lluvia sobre la tierra 40 días y 40 noches.» A lo largo de estos 40 días y 40 noches que llovió sobre la tierra, el nivel del agua iba subiendo gradualmente. Recuerde que las aguas que inundaron la tierra no solo venían desde arriba en forma de lluvia sino también desde abajo, de las fuentes del grande abismo. Génesis 7:11 declara que fueron rotas todas las fuentes del grande abismo. Esto explica que haya tanta agua sobre todo el planeta tierra. El nivel del agua aumentó tanto que la cúspide del monte más alto quedó 15 codos bajo el agua. Una vez que cesó de llover, después de 40 días y 40 noches, el nivel del agua comenzó a bajar lentamente, tanto por efecto de evaporación como por la acción sobrenatural de Dios al mandar un viento sobre la tierra. Génesis 8:1 dice: «Y se acordó Dios de Noé y de todos los animales, de todas las bestias que estaban en el arca; e hizo pasar un viento sobre la tierra y disminuyeron las aguas.» Queda claro entonces que después de 40 días y 40 noches, cesó de llover. Génesis 8:2 dice: «Y se cerraron las fuentes del abismo y las cataratas de los cielos; y la lluvia de los cielos fue detenida» Tenemos por tanto que después de 40 días y 40 noches dejó de llover, se cerraron las fuentes del abismo, y el agua comenzó su lento descenso de nivel. Esto fue así hasta que 150 días después de iniciado el diluvio el arca se posó sobre el monte Ararat. Génesis 8:3-4 dice: «Y las aguas decrecían gradualmente de sobre la tierra; y se retiraron las aguas al cabo de ciento cincuenta días. Y reposó el arca en el mes séptimo, a los diecisiete días del mes, sobre los montes de Ararat. Esta es la secuencia de eventos al menos hasta la parte que nos interesa para dar respuesta a esta aparente contradicción. Como Usted podrá notar claramente, la Biblia en ningún momento y en ningún lugar declara que la lluvia haya durado 150 días. Lo que dice es que llovió 40 días y 40 noches y entonces dejó de llover, pero tuvieron que pasar 110 días más hasta que el nivel del agua descienda lo suficiente como para que el arca pueda posarse sobre el Monte Ararat. Vistas así las cosas, se resuelve cualquier aparente contradicción en el relato del diluvio.

  • Numeros 25:1-18

    Moisés en Números 25:1-18 menciona que en un incidente murieron 24.000, pero pablo, refiriéndose al mismo incidente dice que murieron solamente 23.000. ¿Cómo solucionar esta contradicción?. 

    Antes de responder, permítame hacer un comentario que considero muy pertinente. La Biblia es inspirada por el Espíritu Santo. Esta afirmación tiene muchas implicaciones, entre ellas, que la Biblia no puede tener errores ni contradicciones de ninguna índole. Esto se conoce como la inerrancia de la Biblia. La Biblia no es un libro de historia, pero contiene datos históricos y cuando habla de historia siempre es precisa. La Biblia no es un libro de ciencia, pero contiene asuntos científicos, y cuando habla de ciencia siempre es precisa. La Biblia no es un libro de Geografía, pero contiene información geográfica y cuando habla de geografía, siempre es precisa. Todo esto por cuanto la Biblia es inspirada o soplada por el Espíritu Santo en su totalidad. Dios utilizó a personas, para a través de ellas producir un texto que es 100% humano pero a la vez 100% divino. ¿Cuál debe ser entonces la actitud correcta de un creyente sincero cuando encuentra en la Biblia declaraciones que aparentemente se contradicen entre sí? pues lejos de apresurarse a tildar a la Biblia de mentirosa, ese creyente debería esforzarse para encontrar una explicación que armonice esas declaraciones que aparentemente están en conflicto. Con este antecedente, veamos qué es lo que pasa con las aparentes contradicciones entre Moisés y pablo. Encontramos en Números 25:9 lo siguiente: «Y murieron de aquella mortandad 24.000» Este texto se refiere al castigo de Dios a su pueblo Israel, por cuanto muchos de sus varones cayeron en el pecado de fornicación con mujeres extranjeras. Dios demanda santidad en los que son suyos y cuando esto no se cumple, Él puede inclusive disciplinar a los suyos con la muerte. En síntesis, diríamos entonces, que el pueblo de Israel pecó, Dios castigó y como resultado murieron 24.000 personas. Ahora veamos lo que dice 1 Corintios 10:8. «Ni forniquéis, como algunos de ellos fornicaron, y cayeron en un día 23.000». El apóstol pablo está exhortando a los creyentes corintios a vivir una vida santa y para ello, les dice que miren el ejemplo de Israel para que así se den cuenta cuan abominable es el pecado de fornicación a los ojos de Dios. A causa de este pecado, dice pablo, murieron en un día 23.000 personas. Tenemos entonces planteada la aparente contradicción. Moisés dijo que murieron 24.000 pero pablo dice que murieron solo 23.000. ¿pero fue esto lo que en realidad dijo pablo? pongamos mayor atención al dicho de pablo. pablo dijo en realidad que cayeron en un día, note, en un día, 23.000. La cosa fue así: Durante toda la mortandad que debió haber durado más de un día, murieron 24.000 personas. El primer día de la mortandad murieron 23.000 personas. Es a esto a lo que se refiere pablo. El primer día de mortandad murieron 23.000, el resto debe haber muerto en los días subsiguientes que duró la mortandad. Así que, no hay ninguna contradicción entre las declaraciones de Moisés y pablo, porque Moisés reporta el número total de los que murieron a causa del castigo de Dios, mientras que pablo reporta solamente el número de los que murieron en un solo día a causa del castigo de Dios.

  • Mateo11:3 

    Juan el Bautista reconoció a Jesús como el Mesías. pero cuando se encuentra en la celda, le viene una duda y manda a sus discípulos a preguntar a Jesús si él era aquel que había de venir. ¿por qué la duda?. 

    Ciertamente que Juan el Bautista reconoció que Jesús era el Mesías desde que vio que el Espíritu Santo descendió en forma de paloma y se posó sobre él. Tiempo después, Juan el Bautista fue tomado preso a causa de su forma abierta y directa de confrontar el pecado de Herodes quien se metió en una relación ilícita con su propia cuñada. Estando en la cárcel y con una sentencia de muerte encima, Juan el Bautista oyó de las señales, prodigios y milagros que estaba realizando Jesús. para Juan el Bautista esto era una confirmación de que Jesús era verdaderamente el Mesías, pero había un problema. Si Jesús era el Mesías, quien vino para establecer su reino sobre la tierra, ¿por qué no lo hacía de una vez por todas y derrocaba al imperio romano y ponía en libertad a Juan el Bautista? Más aún, hasta donde Juan el Bautista sabía, la aceptación de Jesús entre el pueblo judío iba en disminución más bien que en aumento. El rechazo a Jesús ya era muy notorio para todos. Esto fue la fuente de la duda en Juan el Bautista. Fue por esto que mandó a dos de sus discípulos a preguntar lo que aparece en Mateo 11:3 donde dice: «¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro?» La respuesta de Jesús fue de lo más interesante. Jesús hizo en ese mismo momento, señales, prodigios y milagros que no hacían otra cosa sino confirmar que él era el verdadero Mesías. Luego añadió: «Bienaventurado aquel que no halle tropiezo en mí.» Esta frase puede ser entendida como una amonestación a Juan el Bautista, a causa de su duda, pero también puede ser entendida como una exhortación a Juan el Bautista para que no abandone su fe. Juan el Bautista era tan humano como Usted y yo. ¿No es cierto que ante el fragor de la prueba tenemos la tendencia a abrir la puerta a la duda? ¿No es cierto que cuando estamos en medio del horno de fuego de la prueba llegamos a pensar que Dios nos ha abandonado? Algo parecido estaba pasando con Juan el Bautista. para Juan el Bautista debió haber sido de gran ánimo saber lo que Jesús dijo: Bienaventurado es el que no halle tropiezo en mi. Hasta donde se sabe, Juan el Bautista dejó a un lado su duda y fue uno de los tantos bienaventurados que no hallan tropiezo en Jesucristo. Juan el Bautista murió decapitado, pero murió con la esperanza viva de ser bienaventurado, porque su fe y su confianza estaban en Cristo Jesús. ¿En donde está su fe y su confianza?.