La serpiente tenía la capacidad de hablar y esa capacidad le fue quitada como consecuencia de la maldición una vez que se consumó el pecado. Asumiendo que el lenguaje hablado es una capacidad exclusiva del ser humano, ¿cómo es que la serpiente tenía la capacidad de hablar? Si la tenía, ¿por qué es que hoy no la tiene?
Lo primero que debo señalar es que la Biblia no afirma que Dios hubiera creado a las serpientes con la capacidad de hablar. Lo que sí afirma en Génesis 3:1, es que la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho. Lo que hacía a esta serpiente más astuta que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho, era el hecho que Satanás la había poseído para cumplir con su propósito de engañar a Eva. Quién habló por medio de la serpiente fue Satanás.
Fue Satanás por medio de la serpiente quien dijo a la mujer: ¿Con que Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto Al oír esto, la mujer entabló un diálogo con Satanás por medio de la serpiente. Génesis 3:2 lo describe así: “Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer” Note que en el texto no se nota algún tipo de sorpresa por parte de la mujer al oír hablar a la serpiente.
De este hecho se infiere, o se deduce que la serpiente tenía la capacidad de hablar antes de la entrada del pecado en la creación, por cuanto la mujer no se sorprendió al oír hablar a la serpiente. Sin embargo, la Biblia no afirma en ninguna parte que Dios hubiera creado a la serpiente con la capacidad de hablar.
Una vez que la mujer cayó en el pecado y arrastró al hombre en su caída, Dios pronunció su juicio. El juicio cayó sobre la serpiente, sobre Satanás quien poseyó a la serpiente, sobre la mujer, sobre el hombre y sobre la creación en general. En lo que respecta a la serpiente, ponga atención a lo que dice Génesis 3:14 “Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida.” De este versículo se deduce, que antes de la entrada del pecado en la creación, las serpientes se movilizaban erguidas sobre el suelo, porque la maldición por la caída en pecado fue que las serpientes se arrastren sobre la tierra y como consecuencia, habiten en el polvo, una forma simbólica de su ulterior humillación. Como notará, en la maldición a la serpiente, no se hace mención de que se le hubiera privado de la capacidad de hablar, porque la Biblia tampoco menciona que Dios hubiera dado a la serpiente la capacidad de hablar el momento que fue creada. En resumen entonces, no se puede ser dogmático afirmando que la serpiente tenía la capacidad de hablar cuando fue creada por Dios y que perdió esa capacidad a raíz de la maldición que vino sobre ella a raíz de la entrada del pecado en la creación. Evidentemente algunos sostienen esta teoría, pero es imposible demostrarla bíblicamente.