Me siento muy mal, muchas veces le he pedido a Dios que me lleve, porque no doy más. Todo esto me sobrepasa y la verdad, no sé que me espera. Quiero que me diga qué es lo que puedo hacer. ¿Cómo puedo saber cuál es la voluntad de Dios para conmigo? Yo he orado a Dios, hablo con él, medito, le alabo por todas sus proezas, por su amor, por su magnificencia, pero Dios permanece callado. No aspiro al materialismo, ni a la diversión de este mundo, pero sí a lo afectivo. Sé que Dios me ama, me cuida, pero me siento sola. Si tan solo pudiera edificar mi propia familia, eso es todo lo que ansía mi corazón. ¿Qué me aconseja?
Gracias por su consulta amiga. Hoy más que nunca Usted necesita experimentar el consuelo de nuestro buen Dios. Mire lo que dice 2 Corintios 1:3-5 “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios. Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación.” Qué hermoso pasaje bíblico. El Dios que Usted y yo tenemos es realmente maravilloso. Entre los muchos beneficios que otorga a los que somos suyos, está el consuelo en todas nuestras tribulaciones. Dice el texto que nuestro Dios es el Dios de toda consolación. El verbo consolar, en el idioma que se escribió el Nuevo Testamento, significa llamar a alguien al lado de uno para tener en quién apoyarse. Para mí, esto significa encontrar un hombro donde podemos llorar con confianza. Qué bueno es tener cerca a alguien que sabe lo que sentimos y con quien podemos contar sin reservas, sin el temor de que nos reproche, o nos sermonee. Pues eso es Dios amiga oyente. Dios sabe como Usted se está sintiendo este preciso instante. Si Usted quiere, Usted puede contar con él. Deje que él seque las lágrimas de corazón adolorido. Refúgiese en él. Él se encargará de poner gozo en medio de la tristeza. Él se encargará de poner paz en medio de la tormenta. Él se encargará de poner seguridad en medio de la incertidumbre. Así que, amiga , aproveche el consuelo que está a su disposición en la persona de Dios. Usted siente que ya no puede más y ha pedido a Dios que le lleve. Bueno, si Dios ha permitido esa magnitud de tribulación en su vida, es porque Usted está en capacidad de soportarla. Considere lo que dice 1 Corintios 10:13 “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.” Cuando este texto habla de ser tentados, se refiere también a ser probados. La palabra griega para tentación es la misma palabra griega para prueba. Por tanto, la promesa de Dios es no probarnos más allá de lo que podemos resistir. Si Dios nos prueba de alguna manera, es porque de antemano, Dios sabe que estamos en capacidad de soportar esa prueba. Si esperamos en Dios y dependemos de él, hallaremos la salida a la prueba, no necesariamente en el sentido de librarnos de la prueba sino más bien en el sentido de tener poder para ser capaces de soportar la prueba. Por tanto amiga oyente, no se rebele contra Dios pensando que Dios le está probando más allá de lo que Usted puede soportar. Puede ser que Usted se sienta así, pero la Biblia dice otra cosa y es necesario que Usted crea lo que dice la Biblia y no sus sentimientos. Usted también me pregunta cuál será la voluntad de Dios para su vida. Pues, en los detalles personales, eso es un asunto entre Usted y Dios. Pero en lo general, la voluntad de Dios para su vida es lo mismo que para cualquier otro creyente. Observe lo que dice Romanos 12: 1-2 “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” La voluntad de Dios para Usted, para mí y para cualquier otro creyente es que vivamos en santidad, conforme al modelo de Dios, no conforme al modelo del mundo. Mire lo que dice 1 Tesalonicenses 4:3 “pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación.” Además, la volunta de Dios tiene que ver con una vida de constante agradecimiento a Dios, no solamente en las buenas, sino también en las malas. No solamente cuando tenemos salud, dinero y amor, sino también cuando todas estas cosas faltan. 1 Tesalonicenses 5:18 dice: “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús” La voluntad de Dios también es que haciendo el bien tapemos la boca de los que aborrecen el nombre de Cristo. 1 Pedro 2:15 dice: “Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos” Como Usted podrá notar amiga oyente, la voluntad de Dios para sus hijos es muy amplia. Nuestra responsabilidad es cumplir con esa voluntad. No se rompa la cabeza tratando de buscar la voluntad de Dios, porque la Biblia ya nos dice cuál es la voluntad de Dios para nuestras vidas. En la medida que Usted se ocupe en cumplir con la voluntad de Dios que ha sido revelada en su palabra, Dios mismo se encargará de ir abriendo el camino, o marcando el curso de lo que Dios quiere para su vida en el plano personal, como por ejemplo, la profesión, con quien se va casar, dónde va a vivir, a qué iglesia va a asistir, etc. Eso es lo que Dios promete en su palabra. Permítame leer este precioso texto que se encuentra en Salmo 37:4 “Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón.” Mientras Usted esté deleitándose en hacer la voluntad de Dios ya revelada en su palabra, Dios mismo se encargará de cumplir los más caros anhelos de su corazón. Por ahora Usted se siente terriblemente sola, le parece que hasta Dios está lejos de Usted. Para salir de ese abismo de soledad, es necesario que Usted de algunas miradas. Primero, mire hacia arriba. Allí está Dios. Usted es su hija. Dios nunca abandona a sus hijos. Mire lo que dice Isaías 41:10 “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.” Puede ser que Usted sienta que Dios le ha abandonado, pero no es así. Dios está allí junto a Usted y más aún, Dios está en Usted. Usted no ha estado sola jamás. Quizá Usted dirá: Pero si él está tan cerca, ¿Por qué no me habla? ¿Por qué no escucho su voz? Bueno, Él le ha estado hablando. Lo que pasa es que Usted no ha querido oír. No olvide que Dios habla tanto en el estruendo de la tormenta de relámpagos, como en el suave murmullo de la brisa de verano. Además de mirar arriba, es necesario que Usted mire hacia adentro. La soledad puede ser el resultado de algún pecado no confesado. Cuando David pecó con Betsabé se sintió solitario. Si hay algún pecado en su vida que Usted no lo ha confesado todavía a Dios, es necesario que lo antes posible, lo confiese y se aparte de ese pecado. Quizá no es algo que el hombre considera grave, pero puede ser orgullo, envidia, rencor, chisme, murmuración. A lo mejor es ese pensamiento que Usted tiene que con tan solo formar un hogar Usted va a ser la mujer más feliz del mundo. Perdón por decírselo, pero eso me suena un tanto fatuo. No olvide que su felicidad como hija de Dios no depende de estar casada y tener familia, ni de tener dinero, ni de tener fama. Su felicidad como hija de Dios depende de reconocer que Dios es su Padre, de reconocer que Usted es salva, de reconocer que ha sido aceptada por Dios en Cristo. Estas son las cosas que deben hacerle feliz. El resto es secundario. Pero si Usted pone lo secundario en el primer lugar, Usted ha invertido sus prioridades y a lo mejor esto justamente es lo que le ha llevado a ese abismo de soledad. Al mirar hacia adentro, también evalúe su vida personal. Tal vez está tan ocupada en su trabajo que no tiene tiempo para descansar o para tener una comunión íntima con Dios. Esto también puede llevar a una persona a la soledad. Eso le sucedió al profeta Elías cuando huyó a Beerseba. Deseando morirse dijo a Jehová: Quítame la vida, pues no soy mejor que mis padres. Pensando en eso se quedó dormido debajo de un enebro. Pero vino un ángel y le tocó y le dijo: Levántate y come. Note, Elías necesitaba dormir y comer. Eventualmente se fortaleció y salió del abismo de la soledad. Por último, Usted necesita mirar alrededor. Aunque Usted no quiera admitir, Usted está rodeada de personas, rodeada de necesidades, rodeada de oportunidades. La Biblia dice en Proverbios 18:24: “El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo” Usted necesita de amigos y amigas, pero para eso, primeramente Usted tiene que mostrar que desea tener esos amigos. Fomente sus contactos con otros creyentes. Haga algo para tener amigos. No espere que la gente venga a Usted, más bien Usted vaya donde está la gente. Cuide su apariencia personal, de modo que su forma de lucir no sea ofensiva para los demás. En algún momento, Usted verá que la gente no es tan mala como Usted pensaba. Evite los momentos de soledad. Ocupe su mente en cosas positivas. Involúcrese en las actividades de su iglesia. Mientras esté sirviendo a otros no tendrá tiempo para pensar solo en Usted misma y agravar su situación de soledad. Que Dios le guíe a poner esto en práctica.