¿En qué parte de la Biblia se habla de animales gigantes o dinosaurios?.
La Biblia, declara que Dios creó todos los animales sobre la faz de la tierra. Algunos de esos animales son minúsculos, otros son enormes. Algunos de esos animales existen hasta la actualidad, otros se extinguieron por diversas razones en el pasado. Una de las descripciones que más se acerca a nuestra idea de un dinosaurio, es lo que encontramos en Job 40:15-18 donde dice: «He aquí ahora behemot, el cual hice como a ti; hierba come como buey, he aquí ahora que su fuerza está en sus lomos, y su vigor en los músculos de su vientre. Su cola mueve como un cedro, y los nervios de sus muslos están entretejidos. Sus huesos son fuertes como bronce, y sus miembros como barras de hierro.» Bueno, la descripción que aquí tenemos, es una declaración de Dios, y corresponde a un animal terrestre gigantesco, algo que evidentemente no existe en la actualidad, pero que existió en el pasado. Si esto es un dinosaurio, bien puede ser. Observe la definición científica de un dinosaurio. Al menos para el que lo escribió, un dinosaurio, es un adjetivo, no un sustantivo, viene de «deinos» que significa terrible y «sauros» que significa lagarto. Dícese de ciertos reptiles fósiles que son los animales terrestres más grandes que han existido, con cabeza pequeña, cuello largo, cola robusta y larga y extremidades posteriores más largas que las anteriores, y otros con las cuatro extremidades casi iguales. ¿Verdad que la descripción científica de un dinosaurio se parece al menos en algo a la descripción de behemot de la Biblia? Los dinosaurios prosperaron especialmente durante el periodo desde Adán y Eva hasta el diluvio, debido al clima cálido y húmedo que caracterizaba a todo el mundo antidiluviano. La existencia de dinosaurios a la par de seres humanos se ha confirmado por el extraordinario descubrimiento de huellas humanas en las mismas capas rocosas donde existen huellas de dinosaurios. El diluvio trajo un cambio total en las condiciones atmosféricas de la tierra y los dinosaurios se encontraron limitados a una relativamente estrecha franja alrededor de la línea ecuatorial, y así, en la mayoría de los casos se extinguieron en los siglos posteriores debido a la desesperada lucha por la existencia frente a mamíferos más versátiles y mejor adaptados a las nuevas condiciones del planeta.