El manto que le pusieron a Jesús era púrpura o escarlata

Según Marcos 15:17 dice que cuando Jesús fue llevado al pretorio, le vistieron de púrpura, pero según Mateo 27:28, cuando Jesús fue llevado al pretorio, le desnudaron y le echaron encima un manto de escarlata. ¿Por qué existe esta variación en el relato de un mismo episodio?

Recuerde que los Evangelios según Mateo, Marcos y Lucas, son Evangelios sinópticos. Esto no significa que cada Evangelio es una fiel copia de los demás. Lo que significa es que cada Evangelio presenta los hechos desde un punto de vista particular, de modo que cada Evangelio añade detalle al cuadro general de lo que sucedió.

Es así como la tarea del intérprete Bíblico no es comparar los escritos de los evangelios sinópticos para identificar las diferencias, y tildarlas como errores del texto.

La tarea del intérprete Bíblico es comparar los escritos de los evangelios sinópticos, para integrar todos los detalles que presenta cada uno de los evangelios de modo que se tenga el cuadro completo de lo que pasó.

En cierto sentido, cada Evangelio presenta piezas de un rompecabezas. El que arma el rompecabezas debe darse el trabajo de unir cada una de las piezas para poder ver el cuadro completo.

Esto es lo que vamos a hacer en el Evangelio de Mateo y Marcos, en lo que respecta a lo que sucedió cuando Jesús fue llevado al pretorio, poco antes de ser crucificado.

Leamos primero el relato que tenemos en Mateo 27:27-31 donde dice: «Entonces los soldados del gobernador llevaron a Jesús al pretorio, y reunieron alrededor de él a toda la compañía; y desnudándole, le echaron encima un manto de escarlata, y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una caña en su mano derecha; e hincando la rodilla delante de él, le escarnecían, diciendo: ¡Salve, Rey de los judíos! Y escupiéndole, tomaban la caña y le golpeaban en la cabeza. Después de haberle escarnecido, le quitaron el manto, le pusieron sus vestidos, y le llevaron para crucificarle.»

Este es el relato del evento, desde el punto de vista de Mateo. Ahora veamos como leyó el mismo evento, otro Evangelista: Marcos.

El texto se encuentra en Marcos 15:16-20 dice: «Entonces los soldados le llevaron dentro del atrio, esto es, al pretorio, y convocaron a toda la compañía. Y le vistieron de púrpura, y poniéndole una corona tejida de espinas, comenzaron luego a saludarle: ¡Salve, Rey de los judíos! Y le golpeaban en la cabeza con una caña, y le escupían, y puestos de rodilla le hacían reverencias. Después de haberle escarnecido, le desnudaron la púrpura, y le pusieron sus propios vestidos, y le sacaron para crucificarle.»

Ambos relatos son muy parecidos. La única diferencia, no de mucha significación, es que según Mateo, los soldados romanos echaron encima de Jesús un manto escarlata, mientras que, según Marcos, los soldados romanos vistieron a Jesús de púrpura.

Recuerde que la función del intérprete de los evangelios sinópticos no es saltar abruptamente a la conclusión que debe haber un error en la Biblia porque Mateo dice una cosa y Marcos dice otra cosa, aunque sea mínima la diferencia. La función del intérprete de los Evangelios sinópticos es integrar la información que cada evangelista provee, para poder mirar el cuadro general.

En este caso, podemos perfectamente decir que cuando Jesús fue llevado al pretorio, los soldados romanos, o la compañía, le desnudaron de sus vestidos y le pusieron encima un manto cuyo color era entre rojo o escarlata y violeta o púrpura. Luego de burlarse de él, golpearle con una caña, y escupirle, le quitaron ese manto rojizo violáceo, le pusieron nuevamente sus vestidos y le llevaron para crucificarle.

En cuanto a este manto rojizo violáceo, debe haber sido un manto gastado por su uso de propiedad de algún soldado romano. De allí que se haga difícil aseverar con certeza si era escarlata puro o púrpura puro. Es dudable que los soldados romanos hubieran echado sobre Jesús un manto nuevo. Vistas así las cosas no se halla indicio de imprecisión en ambos relatos.

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