¿Es cierto que solamente los creyentes más consagrados participarán en el Rapto y los que son tibios se quedarán en la tierra? Parece que hay textos que apoyarían esta creencia como 1 Juan 2:28 y Lucas 21:36.
El rapto o arrebatamiento será el cumplimiento de lo que Jesús anunció en Juan 14:1-3 donde dice: “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mi. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.” Más detalles sobre este evento los proporcionó el apóstol Pablo según 1 Tesalonicenses 4:13-18 donde dice: “Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto alentaos los unos a los otros con estas palabras” Note los acontecimientos. Se oirá al Señor con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios. Inmediatamente los creyentes que hayan muerto hasta antes de este evento resucitarán. Al mismo tiempo los creyentes que estén vivos serán transformados. Esto lo sabemos por lo que dice 1 Corintios 15:51-53 donde dice: “He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.” Ese mismo momento, todos serán arrebatados para encontrarse con el Señor en el aire. Note que el Señor no pisará la tierra en el rapto. Arrebatará a los suyos desde el aire. La gran pregunta es: ¿Participarán en el rapto todos los creyentes? ¿O solo los consagrados, como los ha llamado Usted? La respuesta es: En el rapto participarán todos los creyentes, independientemente de su madurez espiritual. Los pasajes bíblicos leídos sobre los cuales se fundamenta la doctrina del rapto, no dan el más mínimo indicio en el sentido que en el rapto participarán solamente los creyentes consagrados y que los creyentes no consagrados se quedarán fuera del rapto. El apóstol Pablo lo dice claramente en 1 Corintios 15:51 “Todos seremos transformados” El todos incluye creyentes maduros y creyentes inmaduros, o creyentes consagrados y creyentes no tan consagrados. Así es la gracia y misericordia de Dios. Ahora consideremos las citas mencionadas por Usted que parecerían indicar que solamente los creyentes consagrados participarán en el rapto. La primera se encuentra en 1 Juan 2:28 donde dice: “Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados.” Un genuino creyente es aquel que permanece en Cristo. Un falso creyente es aquel que no permanece en Cristo. Un genuino creyente puede ser muy parecido externamente a un falso creyente. El momento del rapto se sabrá a ciencia cierta quien es un genuino creyente y quien es un falso creyente, porque solamente los genuinos creyentes serán arrebatados. Los falsos creyentes se quedarán en la tierra. Estos falsos creyentes son los que se alejarán del Señor avergonzados. La otra cita mencionada por Usted es Lucas 21:36 donde dice: “Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.” Este versículo no tiene en mente el rapto sino la segunda venida de Cristo. Los que hayan recibido a Cristo durante la Tribulación, deben estar siempre alerta, en oración pidiendo que Dios los proteja para no ser martirizados por las fuerzas del Anticristo, de modo que puedan conservar la vida hasta la segunda venida de Cristo. Los creyentes que conserven la vida durante la tribulación serán los súbditos del reino cuyo rey será el Hijo del Hombre. Son ellos los que estarán de pie delante del Hijo del Hombre.