Lo que va a transformar a las personas es el poder del evangelio

Que grato es estar nuevamente junto a usted para retomar el estudio de la primera epístola de Pablo a los Corintios. Estos estudios bíblicos son parte de la serie que lleva por título: Un mensaje oportuno para una iglesia en crisis. Las divisiones internas estaban debilitando grandemente a la iglesia local en Corinto. No hay iglesia dividida que sea eficaz en el cumplimiento de su propósito. La unidad es indispensable para que la iglesia pueda cumplir con el propósito de Dios para ella. El apóstol Pablo está confrontando este grave mal en la iglesia en Corinto. En nuestro último estudio bíblico vimos que Dios ha escogido lo necio, lo débil, lo vil, lo menospreciado, y lo que no es, para avergonzar a los sabios, lo fuerte, lo noble y lo que es. De esta manera, Dios se asegura que la gloria sea toda para él. No tiene entonces sentido, esto que era práctica común en la iglesia de Corinto, de idolatrar a un siervo de Dios y declararse seguidor de él, y atacar a los demás siervos de Dios. En el estudio bíblico de hoy, David Logacho nos mostrará que Pablo es el mejor ejemplo de alguien que al predicar tenía bien en claro que lo que va a transformar a las personas es el poder del evangelio, mas no su habilidad oratoria o su humana sabiduría.

Si tiene una Biblia a la mano, ábrala en 1 Corintios capítulo 2 versículos 1 a 8. En este pasaje bíblico encontramos el testimonio personal de Pablo acerca de su ministerio en Corinto. En primer lugar veremos el ministerio de Pablo entre los incrédulos de Corinto y en segundo lugar veremos el ministerio de Pablo entre los creyentes de Corinto. Vayamos a lo primero, el ministerio de Pablo entre los incrédulos de Corinto. 1 Corintios 2:1-5 dice: «Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado. Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.» Como podrá notar, Pablo está haciendo memoria de lo que fue su ministerio tan pronto llegó a Corinto. Allí no había ni un solo creyente. Todos eran incrédulos. La tarea de Pablo fue anunciar el testimonio de Dios a estas personas. Interesante que el evangelio que predicaba Pablo aparece aquí como el testimonio de Dios. El evangelio proviene de Dios, es un mensaje divino. Pero note la manera como Pablo anunciaba el testimonio de Dios. Dice que no lo hizo con excelencia de palabras o de sabiduría. Esto significa que Pablo no echó mano de su reconocida elocuencia para atrapar a la gente de Corinto, tampoco echó mano de su profunda sabiduría humana para impresionar a la gente que le escuchaba. Pablo dice que se propuso no saber entre los corintios de cosa alguna, excepto de Jesucristo, y de éste crucificado. De antemano, antes de abrir su boca, Pablo se impuso a sí mismo, no hacer gala de su elocuencia o sabiduría, sino simple y llanamente hablar de Jesucristo y sobre todo de su muerte por crucifixión. Pablo entonces pasa a decir que al llegar a Corinto estuvo con debilidad, y mucho temor y temblor. Antes de llegar a Corinto, Pablo pasó por terribles pruebas por causa de Cristo. En Filipos fue encarcelado y golpeado terriblemente. Después en Tesalónica se armó un tumulto no pequeño a causa de su presencia. Por esto los hermanos le enviaron a Berea. Las cosas no fueron muy diferentes para Pablo en Berea, porque también se armó un alboroto a causa de su presencia. Eso hizo que Pablo sea llevado a Atenas. Allí fue objeto de la burla de mucha gente. Era natural que al llegar a Corinto Pablo esté con debilidad y mucho temor y temblor. Literalmente, cuando Pablo hablaba a los corintios estaba con tanta debilidad que temblaba de miedo. De ninguna manera, aunque hubiera querido, habría podido confiar en sus propias fuerzas, ya sea con su oratoria o con su sabiduría humana. Por eso dice Pablo que ni su palabra ni su predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría. Pero no olvide amable oyente, que Dios escoge lo necio del mundo para avergonzar a los sabios y lo débil del mundo para avergonzar a lo fuerte y lo vil y despreciado del mundo, y lo que no es, para deshacer lo que es. Pablo vivió esto en carne propia. Por eso dice que su predicación fue con demostración del Espíritu y de poder. El Espíritu Santo tomó a Pablo y a pesar de su debilidad y de su temor y temblor lo usó poderosamente para proclamar el evangelio de Cristo. Gran lección para todos aquellos que tenemos la oportunidad de predicar el evangelio de Cristo, ya sea en la iglesia o en la radio o en la televisión, etc. Siempre será una tentación el usar nuestra capacidad humana para manipular a la gente y prácticamente obligarle a tomar una decisión que ni siquiera entiende de qué se trata. Pablo no hizo uso de sus capacidades humanas, sino que dependió del poder del Espíritu Santo para proclamar a Jesucristo y a éste crucificado. Esta forma de predicación de Pablo a los incrédulos produjo un abundante fruto de vidas que fueron transformadas por el poder de evangelio. Pero ¿Por qué es que Pablo puso tanto énfasis en no saber absolutamente nada, excepto Jesucristo y a éste crucificado, cuando predicó el evangelio a los corintios? Pablo dice: Para que la fe de los corintios no dependa de la sabiduría humana, sino del poder de Dios. Qué importante es esto. Si los predicadores del evangelio manipulan a la gente para obligarles a una decisión por Cristo, solamente estarán ganando adeptos para ellos mismos, no para el Señor. Pero cuando los predicadores del evangelio voluntariamente ponen a un lado su capacidad humana y predican el evangelio en el poder del Espíritu Santo, estarán ganando almas para el Señor, no para ellos mismos. Así fue el ministerio de Pablo entre los incrédulos de Corinto. Ahora veamos cómo fue el ministerio de Pablo entre los creyentes de Corinto. 1 Corintios 2:6-8 dice: «Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo que perecen. Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria» Cuando Pablo habla de los que han alcanzado madurez, se está refiriendo a los corintios que recibieron a Jesucristo como Salvador. Pablo está diciendo que aunque se propuso no echar mano de su sabiduría humana cuando predicó el evangelio de Jesucristo a los incrédulos corintios, sin embargo, cuando habló a los corintios que recibieron a Cristo como Salvador, habló con sabiduría. Pero no fue con sabiduría humana, o con sabiduría de este siglo. La sabiduría de este siglo es la sabiduría del mundo, la sabiduría que rehúsa dar lugar a Jesucristo. Esta es la sabiduría que adorna a los príncipes o a los poderosos o a los gobernadores de este mundo. Pero los príncipes o los poderosos o los gobernadores morirán algún día, y juntamente con ellos también morirá su sabiduría. Así es amable oyente, la sabiduría de este mundo es tan breve y frágil como breve y frágil es la vida del ser humano. La sabiduría que usaba Pablo para hablar a los creyentes corintios no era la sabiduría humana sino la sabiduría de Dios en misterio. La fuente de esta sabiduría era Dios. La única manera de recibir esta sabiduría de Dios es por revelación, por eso es que Pablo habla de la sabiduría de Dios en misterio. Un misterio en el sentido bíblico no significa que algo es incomprensible para la mente humana. Un misterio significa algo que estaba oculto en la mente de Dios y que en algún momento es revelado por Dios, a través de su Espíritu al hombre. La sabiduría de Dios, de la cual habla Pablo, estaba oculta en la mente de Dios y en su momento fue revelada por Dios a Pablo a través del Espíritu Santo. En su soberanía, Dios predestinó, o decidió de antemano, revelar esta sabiduría oculta a Pablo. Esta sabiduría de Dios revelada a Pablo tiene que ver con que judíos y gentiles son hechos uno en Cristo, que el Señor Jesucristo vendrá otra vez, y tomará a los suyos para que estén con él para siempre y que no todos los creyentes morirán sino que serán transformados en un abrir y cerrar de ojos. Estas son promesas maravillosas que Dios por revelación del Espíritu dio a conocer a Pablo. Ninguno de los príncipes o poderosos o gobernadores de este siglo conoció esta sabiduría de Dios, porque si la hubieran conocido nunca habrían crucificado al Señor de la gloria. Esta es la manera como Pablo realizó su ministerio entre los creyentes de Corinto. El acercamiento de Pablo a los creyentes fue diferente al acercamiento a los incrédulos. Los incrédulos necesitan que se les hable el evangelio de Cristo de la manera más sencilla posible, en el poder del Espíritu Santo, pero los creyentes necesitan que se les hable de la sabiduría de Dios que fue revelada a los apóstoles y profetas, también en el poder del Espíritu, por supuesto. Quiera Dios que los que estamos a su servicio, tomemos muy en cuenta el modelo de ministerio de Pablo en Corinto.

Antes de concluir nuestra edición de hoy, le invito a visitar nuestra página Web y conocer la respuesta a la PREGUNTA DEL DÍA En Mateo 5:45 se dice que Dios hace llover sobre justos e injustos, pero en 2a Crónicas 6:26 habla de que Dios puede hacer cerrar los cielos para que no haya lluvia para castigar a los injustos. ¿Cómo se explica esto? Nuestra dirección es: labibliadice.org Además puede hacernos llegar sus consultas y sugerencias y por supuesto escuchar nuevamente el programa de hoy. Le recuerdo nuestra dirección: labibliadice.org Hasta la próxima y que Dios le bendiga grandemente.

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