La segunda parte de la descripción del Anticristo

Es motivo de mucho gozo, amable oyente, compartir con Usted este tiempo alrededor de la palabra de Dios. Prosiguiendo con el estudio del libro de Apocalipsis, tenemos para hoy la segunda parte de la descripción del Anticristo, tal como aparece en el capítulo 13 del libro.

En lo que va de nuestro estudio del libro de Apocalipsis, hemos llegado al capítulo 13. Este capítulo es una especie de currículum vitae o de hoja de vida de dos personajes siniestros que se manifestarán durante los siete años de tribulación, una vez que la iglesia haya sido sacada de la tierra. El primer personaje es el Anticristo. En nuestro estudio bíblico último llegamos a la conclusión que se levantará de entre las naciones del mundo. Esto significa que será gentil, no judío. En carácter, el Anticristo tiene un asombroso parecido con Satanás. Juan vio al dragón o a Satanás, con siete cabezas, pues el Anticristo también tiene siete cabezas, Juan vio a Satanás con diez cuernos, pues el Anticristo también tiene diez cuernos. Esta similitud no es casualidad. Lo que pasa es que el Anticristo es simplemente una marioneta. Quien maneja los hilos es el viejo y astuto Satanás. Vimos también, que las siete cabezas simbolizan siete imperios sucesivos en los cuales Satanás ha sido amo y señor y que fueron terreno fértil para la manifestación del Anticristo. Las siete cabezas también simbolizan siete montes en donde el Anticristo tendrá su sede. La ciudad de Roma está edificada sobre siete colinas. Esta ciudad jugará un papel importante durante la tribulación. Los diez cuernos con diademas, representan diez reyes y diez reinos que se aliarán entre ellos para reconocer al Anticristo como amo y señor de este mundo. El reino del Anticristo será esplendoroso, como el reino Babilónico de antaño, será en extremo fuerte, como lo fue en su mejor época el reino Medo-Persa, y será ágil para conquistar el mundo como lo fue el imperio Griego. El apóstol Juan también nos habló de una de las cabezas del Anticristo, siendo herida de muerte, pero esta herida mortal fue sanada milagrosamente. Este acto portentoso, fue la señal que el mundo necesitaba para rendirse a los pies del Anticristo. El mundo aclamará al Anticristo y a Satanás como sus dioses. Las alabanzas al Anticristo no se harán esperar. El mundo le cantará diciendo: ¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella? Hasta este punto llegamos en la descripción del Anticristo. Sigamos examinando su hoja de vida. Veamos su elocuencia. La primera parte de Apocalipsis 13:5 dice: “También se le dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias” El Anticristo será un orador connotado. Su discurso será cautivante. La gente estará dispuesta a escucharle horas de horas sin cansarse. Su verborrea incluirá blasfemias, es decir que con palabras atentará contra la persona de Dios, contra la palabra de Dios y contra el pueblo de Dios. Este fenómeno no está en ninguna manera fuera de lugar. Hoy en día existen políticos que con la sola palabra arrastran a las multitudes. Estoy seguro que Usted podrá citar por nombre a unos cuantos. Yo también, pero no vale la pena nombrarlos. Bueno, el Anticristo superará con creces a todos los oradores elocuentes que han existido en el pasado. Grandes oradores del pasado como Cicerón o Demóstenes sonarían como tartamudos al lado de la elocuencia del Anticristo. Consideremos ahora la duración del mandato del Anticristo. Apocalipsis 13:5 en su segunda parte dice: “y se le dio autoridad para actuar cuarenta y dos meses.” Gracias a Dios que un personaje tan perverso y poderoso como el Anticristo no estará en acción por mucho tiempo. La tierra no podría soportar mucho a un engendro de esta naturaleza. Dios, quien es el único soberano no solo en la tierra sino en el universo entero, pondrá un límite en la duración del mandato del Anticristo. Este caballero podrá hacer de las suyas solamente cuarenta y dos meses, es decir tres años y medio. Para ubicar estos tres años y medio dentro de la tribulación es necesario tomar en cuenta lo que dice Daniel 9: 27 donde dice: “Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador.” Este texto está hablando del Anticristo. El Anticristo hará un pacto con Israel al inicio de la tribulación. La tribulación dura siete años, o una semana, para adoptar el lenguaje de Daniel. Pero a la mitad de la semana, es decir cuando hayan transcurrido tres años y medio desde que firmó el pacto con Israel, el Anticristo romperá ese pacto y hará cesar el sacrificio y la ofrenda en el futuro templo que estará en pie en Jerusalén durante la tribulación. ¿Por qué lo hará? Pues porque el Anticristo demandará ser adorado como Dios. Hablando del Anticristo, 2 Tesalonicenses 2:4 dice: “el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.” Será a partir de este momento, cuando el Anticristo hará de las suyas en el mundo, haciendo uso de la autoridad que le será dada. Podemos decir entonces que el Anticristo manejará las cosas a su antojo en este mundo durante la segunda mitad de la tribulación, o en lo que bíblicamente se conoce como la gran tribulación. Continuando con la hoja de vida del Anticristo, consideremos a sus enemigos. Apocalipsis 13:6 y la primera parte del 7 dice: “Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar de su nombre, de su tabernáculo, y de los que moran en el cielo. Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos.” Recuerde amable oyente, que a estas alturas de los acontecimientos en la tribulación, el Anticristo estará convencido a sí mismo que es Dios y el casi todo el mundo estará de acuerdo con esa apreciación. Digo casi todo el mundo, porque siempre habrá un remanente fiel que no se inclinará ante el Anticristo. El texto leído los llama los santos. Serán los santos los que se resistirán hasta la muerte a rendir adoración al Anticristo. El Anticristo responderá con furia inusitada. Dice el texto que abrirá su boca para proferir blasfemias contra sus enemigos. Identifiquemos esos enemigos. Primeramente Dios. El Anticristo arremeterá contra el nombre de Dios. Argumentará que el verdadero Dios es él el Anticristo y que el verdadero Dios es un impostor. También arremeterá contra el tabernáculo de Dios, es decir contra el cielo. Después arremeterá contra los que moran en el cielo, es decir contra la iglesia que ya estará en el cielo, contra los santos del Antiguo Testamento y contra los santos que han muerto en la tribulación. Además arremeterá contra los santos que estén vivos en la tierra durante la tribulación. Lamentablemente tendrá éxito en esta operación, porque el texto dice que se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos. Las almas de estos mártires, víctimas del Anticristo aparecen bajo el altar, como estudiamos en el juicio del quinto sello, en Apocalipsis capítulo 6. Continuando con la hoja de vida del Anticristo, encontramos la extensión de su dominio. La segunda parte de Apocalipsis 13:7 dice: “También se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación” El Anticristo tendrá domino mundial. No habrá tribu que quede fuera, no habrá pueblo que quede fuera, no habrá lengua que quede fuera, no habrá nación que quede fuera. El mundo se unirá momentáneamente alrededor del Anticristo. Por tres años y medio será el amo y señor de este mundo. Acto seguido, tenemos la adoración al Anticristo. Apocalipsis 13:8 dice: “Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo.” El Anticristo se auto convencerá que es Dios. En su delirio de divinidad, demandará adoración de todos sus seguidores. Sus seguidores le rendirán toda la adoración que sea necesaria. Inclusive le compondrán himnos de alabanza cuyo estribillo será: ¿Quién como la bestia, y quien podrá luchar contra ella? Los adoradores del Anticristo son moradores de la tierra durante la tribulación, quienes cumplen con una sola característica. Dice el texto que sus nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo. El libro de la vida del Cordero, amable oyente, es el registro de todos aquellos que han depositado su fe en la persona y obra de Cristo Jesús. Mi nombre consta en ese libro, su nombre también, si Usted ha recibido a Cristo como su Salvador personal. Pero si Usted jamás ha recibido a Cristo como su Salvador personal, su nombre no consta el libro de la vida del Cordero. Interesante notar que Jesucristo, el Cordero de Dios, fue inmolado desde el principio del mundo. Esto significa que el Hijo de Dios estuvo destinado por Dios desde antes de la fundación del mundo, para ser el Cordero que debía ser inmolado para quitar el pecado del mundo. Esta es la hoja de vida de este perverso ser llamado Anticristo. Juan termina este pasaje bíblico con una exhortación a los lectores. Apocalipsis 13:9-10 dice: “Si alguno tiene oído, oiga. Si alguno lleva en cautividad, va en cautividad; si alguno mata a espada, a espada debe ser muerto. Aquí está la paciencia y la fe de los santos.”Mucha gente puede pensar que Dios es injusto al permitir que el Anticristo haga lo que quiera. Pero un Dios justo no puede tolerar injusticia. Si no vemos la justicia de Dios en este mundo, la veremos cuando salgamos de este mundo. Dios se encargará de castigar con cautividad a los que llevan a los creyentes en cautividad. Dios se encargará de castigar con muerte a espada a los que matan a los creyentes a espada. La venganza es de Dios, mas no del hombre. Los creyentes en la tribulación deberán limitarse a creer en un Dios justo quien hará justicia en su tiempo y a su manera.

Dejar un comentario Cancelar la respuesta

Salir de la versión móvil