NACER DE NUEVO 1

7. Nacer de nuevo 1 (Haz click y descarga el texto)

Jesús dice que hay un pre-requisito que cumplir, si deseas participar del Reino de Dios, si deseas experimentar la vida abundante que Dios tiene para ti ahora, y pasar la eternidad con Él en el cielo, debes nacer de nuevo.

En un mundo oscurecido por el pecado y la muerte, en un mundo donde la ausencia de luz nos intimida, la pregunta es; ¿Cuál es la luz que alumbra en nuestro corazón? ¿Ha logrado penetrar esta oscuridad en nuestras actitudes, pensamientos y acciones? En este programa el Pastor Ron Moore ilumina nuestras almas con las palabras de Cristo, para aprender sobre el poder transformador del renacimiento.

En una encuesta realizada sobre la afiliación religiosa, se obtuvo cómo resultado que: el 75% de estas personas se denominan “creyentes” de estas, 75 personas, 25 dijeron que son “creyentes culturales” es decir, no son “cristianos” sino musulmanes, budistas o judíos. 25 son “cristianos congregacionales” es decir, se identifican plenamente con todas las costumbres religiosas de la Iglesia tradicional, han sido bautizados, confirmados, y todo lo demás; 25% respondieron ser “cristianos por convicción” estos son los que realmente creen en lo que dicen que creen, no son perfectos, pero mantienen principios de vida que demuestran su amor por Cristo. Por último, están los que marcan la casilla de “ninguna afiliación religiosa” y esta clasificación está creciendo rápidamente entre los estudiantes universitarios. Imagina el impacto que va a tener esto en nuestro futuro.

Ed Stetzer quien llevó a cargo este estudio dice lo siguiente; “los próximos 20 años van a ser todo un reto para los cristianos por convicción pues realmente somos una minoría” vamos a vivir en un mundo sin valores, donde los principios cristianos van desapareciendo, donde realmente seremos un reducido grupo de personas con convicciones, ¿estás listo para esto? ¿nuestros hijos están listos para esto? ¿nuestros nietos estarán listos para esto? ¿qué estamos haciendo para asegurarnos de que nuestra familia sea parte de los “cristianos por convicción” de que nuestros hijos estén dispuestos a morir si fuera necesario por la causa de Cristo?
Toma tu Biblia y vayamos al libro de Juan capítulo 3, vamos a responder a estas preguntas. Después del primer milagro de Jesús, Él y sus discípulos se fueron a Jerusalén para festejar la Pascua. En esos días tenían que viajar largas distancias sólo para sacrificar un animal, de esta manera, no era conveniente llevar una vaca o un cordero por todo el camino, así que, en el Templo estaba ya preparado un negocio donde podías comprar el animal para ser sacrificado, este era un buen negocio para los sacerdotes, y además de todo esto también habían algunas cuotas que pagar para el uso del Templo.

Era un mundo romano y por lo tanto tenían que cambiar las monedas de circulación regular, por dinero para judíos, para poder pagar las cuotas del Templo, había gente que también ganaba dinero con esto, los llamados “cambistas”. A Jesús no le agrado nada esto, cuando llegó a Jerusalén y entró al Templo, mira lo que Él hizo, Juan capítulo 2 verso 15, “Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas; y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado. Entonces se acordaron sus discípulos que está escrito: El celo de tu casa me consume”. (Juan 2:15-17).
Jesús vivió con pasión, Él no tenía espacio para ser un creyente cultural ni congregacional, Él vivió con convicción. Juan dice que cuando Jesús estaba en Jerusalén hizo muchas señales y milagros, un hombre estuvo escuchándolo y quiso una reunión privada con Jesús, mira Juan capítulo 3 versículo 1 “Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos” este era un fariseo, los fariseos tenían un apego estricto a la ley y a un libro llamado el Talmud, ellos agregaron cientos de reglas, algunas de estas todavía existen hoy.
Cuando estuvimos en Israel, el año pasado, estuvimos en un hotel ortodoxo y nos dijeron que el sábado el ascensor iba a funcionar automáticamente porque no podíamos presionar el botón del mismo, y se detendría en cada piso, así que fuimos por las escaleras, además no podíamos tomar leche en la cafetería porque en el Antiguo Testamento dice que no se puede hervir el cabrito en la leche de su propia madre.
Los fariseos tienen todas estas leyes y las siguen rigurosamente, Nicodemo era también miembro del consejo gobernante judío, que hoy sería como la corte suprema de justicia, eran 70 hombres y se llamaba el Sanedrín, y aunque los romanos gobernaban sobre muchos asuntos, el Sanedrín se encargaba de asuntos de idolatría o falsos profetas.

Nicodemo era muy reconocido y muy respetado, mas ahora, Dios estaba obrando en su corazón. Nicodemo vino a Jesús sin otro motivo más que tener un tiempo sin interrupciones y se dirigió a Jesús con el título respectivo, él vino en representación de otras personas que tenían preguntas similares, mira el capítulo 3, versículo 2, “Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él”

Conociendo Jesús el corazón del hombre, deja a un lado todas las formalidades y va directo al asunto, mira el versículo 3, “Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios” El Reino de Dios aquí representa dos cosas; el lugar en donde Dios gobierna, por lo tanto, hay dos aspectos que considerar uno es el cielo y otro es la eternidad.

Donde están las leyes de Dios, y así, cuando eres parte del Reino de Dios estas en camino a la eternidad, no estamos ahí todavía, pero vamos en camino, así que el Reino significa también vivir en este ámbito de cosas que son importantes, estamos seguros, somos perdonados, somos aceptados, tenemos todas las bendiciones de la vida espiritual, en teología decimos que el Reino está aquí con nosotros, pero no todavía. No estamos en el cielo todavía, pero para hacerlo Jesús dice que hay un pre-requisito que cumplir, si deseas participar del Reino de Dios, si deseas experimentar la vida abundante que Dios tiene para ti ahora, y pasar la eternidad con Él en el cielo, debes nacer de nuevo, hacer todo desde el principio, esto describe un renacimiento sobrenatural, una transformación espiritual desde el interior, no la experiencia cultural o congregacional de alguien que dice tener fe.

Pero esta fe no significa nada en su vida, tampoco describe a una persona como el fariseo que piensa que su corazón debe ser cambiado por lo que sucede en el exterior, Jesús dijo que tiene que empezar desde adentro, Pedro describe esto como alguien que sale de la oscuridad, tu corazón esta oscuro y has sido llamado a salir a la maravillosa luz de Dios. Tú debes nacer de nuevo, muchas personas luchan con esto, Nicodemo era uno de ellos, él había pasado toda su vida tratando de acercarse a Dios. Muchos, hoy en día, están haciendo lo mismo, tratando de ser lo suficientemente buenos para Dios, pero Jesús dice; “esto no sucederá” si alguien pudiera ser lo suficientemente bueno ese sería Nicodemo, pero Jesús lo miró directamente a los ojos y le dijo; debes nacer de nuevo.

Leemos en el versículo 4, que Nicodemo no lo entendía, “Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios”. (Juan 3: 4, 5) Nicodemo era un experto en la ley, él sabía que cuando Jesús dijo “de agua y del Espíritu” estaba hablando de la limpieza espiritual.

En el Antiguo Testamento el agua era un símbolo de renovación espiritual y cuando se combina con el fuego, que era una renovación espiritual del corazón, así lo dice Ezequiel 36, “Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré. Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra”.

En Tito capítulo 3 versículo 5 Pablo describe esto como un lavado de renacimiento y renovación del espíritu. Eso es lo que significa nacer de nuevo, es decir, hay una limpieza en tu corazón.

Nacer de nuevo requiere de un arrepentimiento genuino, requiere decir, estoy arrepentido, no me gusta lo que estoy haciendo, no me gusta la manera en la que se está desarrollando mi vida, no me gusta el hecho de alejarme de Dios y que por eso tendré que pasar la eternidad en el infierno. Quiero dar la vuelta, quiero que mi corazón sea purificado, quiero el poder del Espíritu en mí, porque no puedo vivir esta vida sin Él, quiero esta renovación espiritual.

Por favor quédate con nosotros, el Pastor Ron Moore regresara en unos instantes con una mirada a nuestro próximo tiempo juntos.

No se puede ver en español, pero en el Griego la misma palabra que es usada para el viento y el espíritu es la palabra NUMA. Por lo tanto, Jesús está utilizando un juego de palabras aquí. ¿Sería que la brisa soplaba sobre ellos en ese instante? Esperamos que puedas acompañarnos en nuestra próxima emisión, para conocer más al Amo y Señor de la brisa. Bendiciones

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