Una cita muy importante

9. Una cita muy importante  (Haz click y descarga el texto)

Esta mujer inmoral compartió el mensaje de Jesucristo, estaba tan emocionada de su reunión con Aquel que le ofreció agua viva que no podía mantenerlo en secreto.

Así como el agua es indispensable para la vida, nuestras almas sedientas necesitan agua viva. Este brote de propósito y vida eterna se encuentra a menudo en los momentos más inesperados. Hoy el Pastor Ron Moore nos invita a considerar una reunión con Jesús en la que el agua de vida inundó un corazón sediento y se desbordó por toda la ciudad.

El programa anterior vimos a Jesús haciendo milagros y señales en Jerusalén, la gente comenzó a escuchar de Él y lo buscaban, había dos grupos de personas: los que consideraban que Él podía ser el Mesías y los líderes religiosos que querían deshacerse de Él. Galilea fue el lugar donde paso dos de sus tres años de Ministerio.

En Juan capítulo 4 verso 4 hay una interesante declaración “Y le era necesario pasar por Samaria” Jesús está en Jerusalén y va a regresar a Galilea. Normalmente para llegar a Galilea se debe pasar a través de Samaria. Pero si tú eres judío tendrías conocimiento del odio que existe entre judíos y samaritanos. En el 722 A.C. los asirios llegaron y capturaron el reino del norte de Israel, algunos comentaristas dicen que tomaron al menos unos 30.000 judíos y los pusieron en diferentes zonas del imperio asirio. Los asirios trajeron a varios extranjeros y los plantaron en la zona central de Palestina, dejaron sólo a los judíos que eran débiles o pobres, algunos judíos se mezclaron a través de casamientos con los asirios y esto fue algo que molestó mucho a los israelitas pues deseaban una raza pura, con estas interrelaciones, también mezclaron sus creencias religiosas, los Samaritanos conservaron el culto a Dios y el culto pagano apareció como algo heredado, así que tenían un poco de esto y un poco de aquello, esto generó un odio intenso entre judíos y samaritanos por años.

Así que, si estabas en Jerusalén y querías llegar a Galilea deberías bordear todo el camino para no pasar por Samaria, tendrías que ir por el Jordán y llegar por el lado norte hasta Galilea, pero Jesús quería pasar por Samaria ¿Sabes por qué? Porque él tenía una cita allí. Mira el versículo 5, “Vino, pues, a una ciudad de Samaria llamada Sacar, junto a la heredad que Jacob dio a su hijo José, Y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó así junto al pozo. Era como la hora sexta”. Probablemente él había caminado unas seis horas, entonces se sienta para descansar junto a un pozo mientras sus discípulos iban a Sicar para comprar algo de comida y mientras Él estaba allí alguien viene a sacar agua del pozo.

Ese era el trabajo de las mujeres en esos días, normalmente iban en la mañana y sacaban agua durante el día o salían por la noche y sacaban agua para el día siguiente, pero esta mujer viene al mediodía, quiero que te imagines a esta mujer, no como las imágenes que conocemos de esta historia, esta mujer no es ni atractiva ni joven, ella ha gastado los mejores años de su vida y esto acentúa su edad, más adelante veremos que ha estado casada cinco veces y ahora está en una relación de convivencia, tal vez tenía esperanza en los dos o tres primeros matrimonios, pero esa esperanza ha desaparecido, ahora es prácticamente una esclava doméstica y se siente casi como una prostituta. Ella permanece con el hombre de turno hasta que este se canse y la eche a la calle con sus pocas pertenencias, su familia se ha ido o la ha desechado hace tiempo, no hay ayuda gubernamental en esos días así que, ella se va con algún hombre que busque una mujer como ella, el sexo sin compromiso es menospreciado por la sociedad y por las escrituras, su ropa esta vieja y sucia, su espíritu ha sido quebrantado, emocionalmente esta desgastada.

¿Recuerda a Nicodemo? Él era lo mejor que Israel tenía para ofrecer, un maestro rico, educado, y un miembro de la clase dominante. Bueno, pues esta mujer está al otro lado de todo eso, si pudiéramos utilizar una palabra para describir su vida ella podría tener tatuada en su frente la palabra “usada”, con su reputación y la poca autoestima que le queda no llega a las seis de la mañana con el resto de mujeres para sacar agua, ella no quiere burlas ni juicios por sus pecados, así que puedes imaginar su conmoción cuando este hombre, que está sentado en el pozo, le pide agua.

Mira el verso 9 “La mujer samaritana le dijo: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí”. Esta mujer dice justo lo que ella está pensando.

Ella está conversando con Jesús, pero hace mucho tiempo olvido cualquier tipo de prudencia, incluso hay un poco de sarcasmo y amargura cuando dice: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber? Ella sabe lo que los judíos piensan de los samaritanos, sin tomar en cuenta que las mujeres no son tratadas por hombres en público, esto era incorrecto en esos días. ¿Recuerdas el versículo 4? “le era necesario pasar por Samaria” esta era la cita que Jesús tenía pendiente, Jesús fue específicamente para reunirse con esta mujer quebrantada, mira el verso 10 del capítulo 4 de Juan, “Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva”

Si tan solo supieras, dice Jesús, si tan solo supieras quien te está pidiendo de beber, tu estarías pidiéndome agua viva, agua de vida eterna, agua que podría darte valor, podría darte seguridad, aceptación, perdón, la capacidad de vivir una vida de obediencia para no volver a esa vida de inmoralidad y pecado, si tan solo supieras, le dice Jesús, tú tendrías que pedirme agua viva.

¿Recuerdas? Ella tenía un jarrón en sus manos, ahora miremos los versos 11 y 12 de Juan 4, “La mujer le dijo: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes el agua viva? ¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y sus ganados?

Según el historiador judío Flavio Josefo, los Samaritanos remontan su linaje a Jacob, él es el padre de su religión específicamente a través de su hijo José y de sus nietos Efraín y Manasés, así que sacar agua de este pozo tenía un significado espiritual también, Jacob era el fundador de sus creencias y sus creencias estaban profundamente fundamentadas, sus hijos bebieron de este pozo, y ella dice; ¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob? En el griego esta pregunta anticipa una respuesta negativa.

No hay ninguna evidencia de que esta mujer tenga algo espiritual en su vida, sin embargo, su tradición religiosa no le permite ver lo que está pasando con Jesús, ¿conoces gente así? Jesús le dijo; “no estoy hablando del agua de este pozo” Mira el versículo 13, “Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna”. La palabra griega para “salte” es una palabra vigorosa significa “saltando con tal energía” esta agua te cambiará la vida, cambiará tu eternidad, te dará vida abundante ahora y se mantendrá brotando por todo el camino hasta la eternidad.

Esta es el agua que produce vida eterna, es una figura retórica de lo que el vino a hacer, Él vino a morir en una cruz por nuestros pecados, resucitó de los muertos, llevó nuestras culpas en su propio cuerpo, Él hizo todo lo que era necesario, Él es el agua que lo transforma todo, y entonces, la mujer piensa: ¡esto es fantástico! ¡dame de esa agua! Así no tendré que seguir viniendo a este pozo, este jarrón es pesado y más aun con agua en el, ¡dame de esa agua de la que estás hablando!

Sin embargo, para recibir de esta agua se debe resolver algunos asuntos en nuestro corazón, mira los versos 16 al 18, “Jesús le dijo: Ve, llama a tu marido, y ven acá. Respondió la mujer y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido; porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad”.

Podemos ocultarnos de la gente, pero no podemos ocultar nuestro corazón de Jesús, Él lo sabe todo, Él lo ve todo, y si vienes y reconoces tu pecado delante de Él, Jesús te dice que puedes recibir agua fresca, agua de vida para ti y para quienes te conozcan. ¿Qué hay de ti? ¿Todavía sigues bebiendo esa agua salada que sólo te provoca nauseas? ¿aun te quedaste con sed? Esta es el agua que te ofrece este mundo, Jesús te dice ¡nadie puede satisfacerte como yo! ¡Yo soy el agua de vida!

Si tan sólo supieras, dice Jesús, si tan sólo supieras quien te está pidiendo de beber, tú estarías pidiéndome agua viva, agua de vida eterna. Por favor quédate con nosotros, el Pastor Ron Moore regresará en unos instantes con una mirada a nuestro próximo tiempo juntos

Dios desea adoradores por convicción, que estén comprometidos a adorarlo todos los días a toda hora y en todo lugar, en espíritu y en verdad. ¿Todavía sigues bebiendo esa agua salada que sólo te provoca nauseas? ¿aun te quedaste con sed? Esta es el agua que te ofrece este mundo, Jesús te dice ¡nadie puede satisfacerte como yo! ¡Yo soy el agua de vida!

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