El diezmo

Que privilegio es para todos los que hacemos LA BIBLIA DICE… contar con su compañía en esta oportunidad. Si esta es la primera vez que nos sintoniza le contamos que estamos desarrollando un interesante estudio que se titula: DINERO Y POSESIONES A LA LUZ DE LO ETERNO. Quédese con nosotros y conozca que es lo que Dios quiere que aprenda en esta oportunidad con respecto a este tema.

Introducción. En el Antiguo pacto, el pueblo de Israel estaba obligado a entregar cada año dos diezmos completos y la tercera parte de otro diezmo. En total el 23.3% de sus ingresos. El diezmo debía ser lo mejor, las primicias, el tope del montón de todo lo que el Señor les proveía. Sobre esto, el pueblo de Dios entendió que debía entregar ofrendas voluntarias como una muestra de su devoción al Señor. Esto viene a ser el fundamento para el dar en el Nuevo Testamento. Los creyentes deben ser dadores por naturaleza porque su Padre celestial es dador por naturaleza.

  • I. Dar es un mandato. 2 Corintios 9:7 dice: Cada uno dé … No hay excepciones. No todos dan lo mismo, pero todos deben dar. Lamentablemente son pocos los que practican este mandato. Las estadísticas: cuatro de diez creyentes no dan nada. De tres a cuatro dan casi nada. Esto significa que dan apenas dos de cada diez creyentes. ¿Cuánto dan? Lo que dan en promedio es un 2.5% de sus ingresos. Mientras retenemos algo, producimos un sentimiento de propiedad sobre eso, pero cuando lo damos, renunciamos a todo sentimiento de propiedad de eso.
  • II. Dar con generosidad. Ejemplo de la mujer en Marcos 14 que rompiendo un vaso de alabastro de perfume de nardo puro de mucho precio ungió al Señor Jesús. Algunos se enojaron mucho. ¿Cómo se desperdició algo que se pudo haber vendido en 300 denarios, lo que ganaría un obrero durante todo un año? Pero el Señor Jesús no se enojó. Dijo: Dejadla: ¿Por qué la molestáis? Buena obra me ha hecho. Inclusive dijo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que ésta ha hecho, para memoria de ella. Dios aprecia las dádivas generosas. ¿Cuán generosas? La referencia es lo que daban los judíos. Al menos un 23.3% sin contar las ofrendas voluntarias.
  • III. Dar regularmente. Cada primer día de la semana. 1Corintios 16:2 dice: Cada primer día de la semana.
  • IV. Dar deliberadamente. Como propuso en su corazón dice 2Corintios 9:7 Una decisión premeditada para dar al Señor.
  • V. Dar voluntariamente. No por necesidad, dice 2 Corintios 9:7.

CONCLUSIÓN: Somos mayordomos, debemos invertir los recursos del Dueño en los intereses del reino.

Dejar un comentario Cancelar la respuesta

Salir de la versión móvil