Cuatro juicios de los sellos

Reciba cordiales saludos amigo oyente, al inicio de un nuevo estudio bíblico sobre los eventos futuros. La tribulación es un tiempo de disciplina y castigo para el mundo. La tribulación ha sido descrita por David Logacho en términos de una en tres actos. La intensidad de la tragedia va en aumento a medida que se va desplegando cada acto.

El primer acto de la tragedia llamada tribulación es Los Juicios de los Sellos. Su descripción lo tenemos en Apocalipsis 6. Hemos visto ya tres de estos juicios. El primero, representado por un caballo blanco; y el que lo montaba tenia un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo, y para vencer. Esto significa el vertiginoso avance de conquista del Anticristo, aquel personaje siniestro, títere de Satanás, quien con su poder satánico garantizará paz y orden en este mundo sumido en el caos por la súbita desaparición de los creyentes. Su promesa de paz y orden se cumplirá hasta cierto punto, durante tres años y medio, la primera mitad de la tribulación.

El segundo, representado por un caballo bermejo, y al que lo montaba le fue dado el poder de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se le dio una gran espada. Esto significa que a la mitad de la tribulación, se desatará un conflicto bélico a nivel mundial. La Biblia inclusive describe las potencias mundiales que estarán en conflicto. La paz tan ansiada y garantizada por el Anticristo se hará añicos. El hombre será el lobo del hombre, como siempre ha sido.

El tercero, representado por un caballo negro; y el que lo montaba tenía una balanza en la mano. Una voz resuena diciendo: Dos libras de trigo por un denario y seis libras de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el vino. Esto significa que como consecuencia de la guerra mundial, el mundo entrará a un caos financiero. Unos pocos tendrán mucho de los recursos económicos mundiales y la mayoría apenas tendrá para sobrevivir. El hambre consumirá pueblos enteros. El drama va en aumento.

En el estudio bíblico de hoy, David Logacho continuará describiendo los cuatro juicios de los sellos que faltan.

Abramos nuestras Biblias en el libro de Apocalipsis, capítulo seis. Estamos considerando Los Juicios de los Sellos. Nos corresponde analizar el cuarto de estos juicios. Apocalipsis 6:7-8 dice: “Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente, que decía: Ven y mira. Miré, y he aquí un caballo amarillo, y el que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía; y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra”

Ciertamente que no ha habido tribulación sobre la tierra como la que está por venir, ni tampoco habrá tribulación semejante una vez que ya haya venido. Sobre las pisadas de los caballos bermejo y negro que representa la guerra y la hambruna, viene el caballo amarillo que representa la inevitable consecuencia de la guerra y el hambre.

La matemática del terror dice qué guerra mas hambre, dan como resultado muerte, solamente que la muerte en la tribulación será a nivel mundial. Imagine, amigo oyente, la muerte y el hades segaran la vida de la cuarta parte de la población mundial. Si la tribulación ocurriera a fines de este milenio, esto significarla qué tendrían que morir mil quinientos millones de personas en alrededor de tres años y medio.

Hemos hecho algunos cálculos para que Ud. tenga al menos una ligera idea de la monstruosidad de la tragedia. Significa que cada día morirán 1.190.476 personas, lo cual resulta en que cada hora morirán 49.603 personas, esto a su vez significa que cada minuto morirán 836 personas, lo cual indica que cada segundo morirán 13 personas.

¿Puede imaginar una mortandad de esta magnitud? La humanidad no ha conocido algo que remotamente se parezca. Los asesinos de esta cuarta parte de los habitantes de la tierra serán cuatro: La espada, es decir la guerra, el hambre, una consecuencia de la guerra, la mortandad, quizá en referencia a epidemias y algo inesperado: las bestias de la tierra. Habrá un resurgimiento inusitado de agresividad en los animales salvajes.

Muy bien, vayamos ahora al quinto juicio de los sellos. Apocalipsis 6:9-11 dice: “Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían. Y clamaban a gran voz diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra? Y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos”

Durante la tribulación, algunos incrédulos pondrán su confianza en Jesucristo y lo recibirán como Salvador. Pero no será nada fácil ser del Señor en esos días. La gran mayoría morirán como mártires. Esto es justamente lo que significa el quinto sello. Hoy en día, al menos en la mayoría de los países del mundo, los creyentes no somos objeto de persecución.

Pero está por venir el día cuando ser creyente significará colgarse una sentencia de muerte al cuello. Si Ud. jamás ha recibido a Cristo, por qué no lo hace hoy mismo. Para qué esperar más. Puede ser que venga la tribulación y si Ud. recibe a Cristo en ese tiempo, es muy probable que Ud. tenga que pagarlo con su vida.

Inmediatamente después tenemos el sexto juicio. Apocalipsis 6:12-17 dice: “Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre; y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento. Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla y todo monte y toda isla se movió de su lugar. Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?”

La apertura del sexto sello trae un gran terremoto. Los terremotos son experiencias aterradoras. Si Ud. ha estado en algún terremoto me dará la razón. Se ha estimado que en los últimos cuatro mil años los terremotos han causado la muerte de 13 millones de personas.

Según los expertos, está aumentando la frecuencia de los terremotos en el planeta, parece que el globo se va preparando para el gran terremoto. Será tan severo que el sol y la luna se obscurecerán. Algunos intérpretes bíblicos piensan que un terremoto así será consecuencia de una explosión nuclear en la tierra, lo cual explicaría perfectamente los cambios en el firmamento. Esto de que las estrellas del cielo caerán sobré la tierra, no es fantasía.

Probablemente se refiere a la caída de meteoritos o de armas atómicas que estaban en órbita sobre la tierra. Luego dice que el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla. Esto parece ser la descripción del efecto de la explosión de una bomba nuclear sobre la atmósfera terrestre. Nada quedará cómo antes. El horror será de tal envergadura que todo habitante da la tierra querrá esconderse en refugios subterráneos. Todo esta terror es el presagio del séptimo sello.

Ahora vamos a Apocalipsis 8:1-5 dice: “Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora. Y vi a los siete ángeles que estaban en pié ante Dios; y se les dieron siete trompetas. Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono. Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos. Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó de fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto”

El séptimo sello es básicamente la introducción a los Juicios de las trompetas, lo cual será materia de nuestro próximo estudio bíblico. Será espantoso estar en la tribulación amigo oyente. Pero Ud. no necesariamente tiene que estar allí. Si Ud. recibe hoy a Cristo como su Salvador, Ud. será objeto de la misericordia de Dios, entre lo cual está el evitar pasar por la tribulación. Si no lo ha hecho antes, hoy mismo reciba a Cristo como su Salvador.

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