La necesidad de salvación que tiene todo hombre

Saludos, amiga, amigo oyente. La Biblia Dice… le extiende cordial bienvenida al estudio bíblico de hoy. Nuestro tema de estudio es el libro de Romanos en la serie que lleva por título: Romanos, la salvación por gracia por medio de la fe en Cristo Jesús. En esta ocasión, David Logacho nos hablará acerca de la necesidad de salvación que tiene todo hombre.

Habiendo realizado una magistral introducción, el apóstol Pablo entra de lleno al tema de su epístola a los Romanos. De una manera extraordinaria va a mostrar que todo hombre es culpable ante Dios, y por tanto todo hombre necesita desesperadamente el perdón de Dios. Para demostrar su punto, Pablo divide a la humanidad entera en tres grupos. El primer grupo está formado por todos aquellos que son paganos y se caracterizan por una conducta totalmente inmoral. El segundo grupo está formado por todos aquellos que son religiosos y se creen muy morales. El tercer grupo está formado por los judíos. La conclusión a la que Pablo va a llegar es que toda persona, no importa en que grupo se encuentra, merece el juicio de Dios, porque todos son pecadores. En esta oportunidad, vamos a tomar a un ejemplar del primer grupo. Le llamaremos el señor pagano. Este caballero, está contento con tener su propia idea en cuanto a Dios, piensa que con tal de tener algo en que creer, no importa qué, es suficiente, inclusive está de acuerdo con que alguien no crea en ningún dios en absoluto. Su vida transcurre en hacer lo que bien le parece. Si piensa que debe hacer algo, aún cuando eso afecte a otros, pues lo hace. Es partidario del popular dicho: Si te gusta, hazlo. ¿Para qué pensar en si es bueno o malo? Sentemos pues a este hombre en el banquillo de los acusados, para ver cuál es el veredicto. Dios es el Juez. Lo primero que oirá este hombre es que Dios está justamente indignado por el pecado del hombre. Romanos 1:18 dice: “Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad” El hombre pagano piensa que puede pensar lo que quiera y vivir como quiera y que no va a pasar nada. Pero la Biblia dice: Un momento. No es así, porque ciertamente la ira de Dios viene revelándose desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los seres humanos, que con su maldad obstruyen la verdad. Cuando Pablo habla de que la ira de Dios se revela desde el cielo, está usando el tiempo presente del verbo revelar, lo cual denota que la acción está siempre presente a lo largo del tiempo. El verbo revelar significa quitar lo que lo cubre, hacer visible o hacer conocer. Dios puede hacer visible su ira por el pecado en dos maneras, indirectamente por medio de las consecuencias naturales de violar sus leyes universales, y directamente por medio de intervenir en determinados asuntos de pecado, como aconteció en el diluvio en los tiempos de Noé o como aconteció con el castigo con fuego y azufre que sobrevino a Sodoma y Gomorra. De modo que no nos engañemos amable oyente. Lo que el hombre piensa y lo que el hombre hace tiene fuertes repercusiones en la persona de Dios. Puede ser que el hombre no vea la ira de Dios inmediatamente después de pecar, o mientras peca, pero eso no significa que se va a salir con la suya, porque algún día va a tener que pagar por su pecado. Parece que en este punto, el señor pagano tomara la palabra y a manera de defensa dijera: Es que yo no sabía nada de Dios. Yo no sabía que había un Dios que se ofende por el pecado. Dios por medio de Pablo refuta este razonamiento con las palabras de Romanos 1:19-20 donde dice: “Porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.” El hombre pagano no tiene excusa. Esto responde a la pregunta que frecuentemente se hace: ¿Están eternamente perdidos los paganos que han muerto sin haber oído nunca el evangelio? La Biblia dice que sí, no por el conocimiento que no tuvieron sino por el conocimiento que tuvieron, pero lo rechazaron. Pablo está diciendo que lo que se puede conocer acerca de Dios es evidente para los paganos, pues Dios mismo se lo ha revelado. Esto puede causar sorpresa, de modo que Pablo debe clarificarlo. ¿Cómo es que Dios se ha dado a conocer a los paganos? El asunto funciona así: Las cosas invisibles de Dios, esto es su eterno poder y su naturaleza divina, pueden ser totalmente percibidas por los paganos con solo mirar la creación de Dios. Al ver la creación de Dios, los paganos tienen todo para llegar a la conclusión que debe haber un Creador Todopoderoso. La creación lleva la firma de Dios y eso puede ser constatado por todo ser humano. “Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos” dice Salmo 19:1. Las cosas invisibles de Dios son entendidas por medio de las cosas que él ha hecho, es decir la creación. Ningún pagano, por tanto, ni antes ni ahora ni después puede escudarse detrás del argumento de: “Yo no sabía” para evadir su responsabilidad ante Dios. Aun los que nunca han tenido la oportunidad de oír el evangelio han recibido un claro testimonio acerca de la existencia y carácter de Dios, pero lo han rechazado. Si una persona responde positivamente a la revelación que Dios le ha dado acerca de sí mismo, aun cuando sea solamente la revelación por medio de la creación, Dios proveerá a esa persona de los medios necesarios para que pueda oír el evangelio. Pero algo tuvo que haber pasado para que el pagano, teniendo la evidencia que Dios le ha dado, se haya degenerado tanto, al punto de llegar a ser un idólatra. Lo que pasó aparece en Romanos 1:21-23 donde dice: “Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles” Aquí encontramos la secuencia degradante que termina en el profundo pozo de la idolatría. Todo hombre comienza con el conocimiento de Dios por medio de lo creado. Los teólogos llaman a este conocimiento la revelación general de Dios. Pero en lugar de responder adecuadamente a esta revelación general de Dios, el hombre decide por su propia voluntad rechazar esta revelación general de Dios. Esto es el comienzo para una degradación espiritual y moral que termina en la idolatría. El primer paso degradante es no glorificar a Dios. Esto significa no rendir honor a Dios, no reconocer sus atributos divinos, no adorarle y no alabarle por sus perfecciones. Esta es una afrenta contra el Creador. El segundo paso degradante es no dar gracias a Dios. Esto significa no reconocer que toda buena dádiva y todo don perfecto proviene de Dios. Se dice que la ingratitud es la peor lacra de la humanidad, máxime si se trata de ingratitud hacia Dios. El tercer paso degradante es envanecerse en sus razonamientos. Esto tiene que ver con justificar su rechazo a Dios y su rechazo a agradecer a Dios. En esto se incluye todas las filosofías inventadas por el hombre para negar la existencia de Dios y atribuir todo lo que existe a cosas como la evolución, por ejemplo. A los ojos de Dios, todo esto es vano razonamiento. El cuarto paso degradante es que el necio corazón fue entenebrecido. Cuando una persona rechaza a Dios, rehúsa agradecer a Dios y lo justifica todo con su vano razonamiento, entonces Dios mismo entrega a esta persona a un corazón entenebrecido. Esto significa una entrega judicial a la maldad en todo sentido. El hombre pagano llega a ser incapaz de discernir su propio estado espiritual. En estas condiciones llama malo a lo que es bueno y llama bueno a lo que es malo. A pesar de estar en la peor de las postraciones espirituales, el hombre pagano piensa que está bien. El quinto paso degradante es que profesan ser sabios. En su ceguera espiritual se creen de lo más sabios en el mundo. Esta es la razón por la cual la mayoría de los que se dan de científicos hoy en día rechazan a Dios, rechazan la fe, rechazan la Biblia y aceptan cosas como el ateísmo, la evolución, el materialismo, etc. El desechar a Dios no es resultado de la evolución del pensamiento humano sino resultado de la degradación del pensamiento humano. El sexto paso degradante es hacerse necios. Una persona necia es la que tiene un serio problema intelectual para comprender lo que es la verdad. El séptimo y último paso degradante es la idolatría. Dice el texto que cambiaron la gloria del Dios incorruptible por imágenes que eran réplicas del hombre corruptible o de aves, cuadrúpedos y de los reptiles. Este es el grado máximo de degeneración espiritual. Pudiendo adorar al Dios vivo y verdadero el hombre termina adorando imágenes que no son sino meras réplicas de forma humana o de forma de aves o de forma de cuadrúpedos o de forma de reptiles. La Biblia es clara al afirmar que el paganismo no es innovación espiritual sino degradación espiritual. Por eso, todos los paganos son culpables ante Dios y dignos del castigo de Dios. En nuestro próximo estudio bíblico continuaremos examinando los cargos que Dios tiene en contra del señor pagano quien está en el banquillo de los acusados. Espero que Usted nos acompañe.

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