Interpretación de la visión

Doy gracias al Señor por la oportunidad de compartir este tiempo con Usted, amiga, amigo oyente. Bienvenida, bienvenido, al estudio bíblico de hoy. Estamos estudiando el libro de Daniel. En nuestro último estudio bíblico, vimos a Daniel finalizando el relato de una importante visión, relacionada con el impacto de dos reinos mundiales, el reino medo-persa y el reino griego, sobre el pueblo de Israel. En el estudio bíblico de hoy, veremos la interpretación de esta visión.

Si tiene una Biblia a la mano, ábrala en Daniel 8 a partir del versículo 15. Allí tenemos el anhelo de Daniel sobre la visión. Daniel 8:15 dice: Y aconteció que mientras yo Daniel consideraba la visión y procuraba comprenderla, he aquí se puso delante de mí uno con apariencia de hombre.
Como un buen hombre de Dios, más aún siendo profeta, Daniel estaba vivamente interesado en saber la interpretación de la visión que Dios le dio. Igualmente deberíamos nosotros estar interesados en conocer lo mejor posible cualquier cosa que Dios nos haya comunicado por medio de su palabra. El texto hace notar la determinación que tenía Daniel. Dice que procuraba comprender la visión. Igual debería ser con nosotros al interpretar la palabra de Dios. Muchas veces desechamos algo que Dios nos ha comunicado en su palabra, porque la primera vez que intentamos interpretarlo, lo encontramos muy difícil y no persistimos en profundizarnos en la palabra de Dios. Cuando alguien busca con determinación conocer la palabra de Dios, Dios va a intervenir. Eso pasó con Daniel. Todo comenzó con un ser con apariencia de hombre que se le puso delante. En el versículo siguiente, se identifica a este ser como al ángel Gabriel. Consideremos al intérprete de la visión. Daniel 8:16 dice: Y oí una voz de hombre entre las riberas del Ulai, que gritó y dijo: Gabriel, enseña a éste la visión.
Mientras Daniel tenía ante sí a aquel ser, se oyó una voz de hombre entre las riberas del río Ulai. La voz de hombre dio una orden: Gabriel, enseña a éste la visión. Se confirma entonces que el ser que tenía al frente Daniel era el ángel Gabriel. El nombre Gabriel significa héroe de Dios o guerrero de Dios, o poderoso de Dios, o simplemente hombre de Dios. Debe haber sido Dios el Padre quien ordenó a Gabriel que enseñe o muestre a Daniel la interpretación de la visión. Inmediatamente después tenemos el encuentro de Daniel con Gabriel, quien iba a interpretar la visión. Daniel 8:17 dice: Vino luego cerca de donde yo estaba; y con su venida me asombré, y me postré sobre mi rostro. Pero él me dijo: Entiende, hijo de hombre, porque la visión es para el tiempo del fin.
Al recibir la orden, el ángel Gabriel se aproximó a Daniel. Al tenerlo cerca, Daniel se asombró, y se postró rostro a tierra. Algunos intérpretes sostienen que, esto de postrarse sobre su rostro, fue una acción voluntaria de Daniel, pero otros lo entienden en el sentido que Daniel se desvaneció ante la presencia del ángel. En todo caso, el ángel Gabriel habló a Daniel y le dijo: Entiende, hijo de hombre, porque la visión es para el tiempo del fin. El ángel exhorta a Daniel, a entender, porque la visión que recibió es para el tiempo del fin. Ahora Daniel sabía que todo lo que vio en visión no tendrá un cumplimiento inmediato sino que se proyecta hacia el futuro, hacia lo que el ángel Gabriel llamó el tiempo del fin. Por ahora, dejemos pendiente el significado de esa frase: el tiempo del fin. Más adelante tenemos más información para comprender mejor el significado de esta frase. Luego Daniel nos da a conocer cómo se sentía mientras el ángel Gabriel le hablaba. Daniel 8:18-19 dice: Mientras él hablaba conmigo, caí dormido en tierra sobre mi rostro; y él me tocó, y me hizo estar en pie.
Dan 8:19 Y dijo: He aquí yo te enseñaré lo que ha de venir al fin de la ira; porque eso es para el tiempo del fin.
Parece que luego de haberse postrado sobre su rostro y tan pronto como el ángel Gabriel comenzó a hablarle, Daniel cayó dormido en tierra sobre su rostro. Ante esto, el ángel Gabriel le tocó y le hizo estar en pie. Una vez que Daniel estuvo alerta y de pie, el ángel Gabriel nuevamente le habló sobre la visión que tuvo Daniel. Le dijo: He aquí yo te enseñaré lo que ha de venir al fin de la ira, porque eso es para el tiempo del fin. Nuevamente encontramos esa frase que dejamos pendiente anteriormente. El tiempo del fin. Sin embargo, ahora tenemos otro elemento importante. De alguna manera el tiempo del fin está relacionado con lo que el ángel Gabriel llamó el fin de la ira. ¿De qué se trata todo esto? ¿Qué significa el tiempo del fin? Pues, existen muy variadas interpretaciones, pero lo que más me hace sentido a mí, es que en la visión de Daniel encontramos lo que se llama la ley del doble cumplimento. Esto significa que algunas profecías tienen un cumplimiento cercano y un cumplimiento lejano. En la visión que Daniel relató en el capítulo 8 existe un cumplimiento cercano, mientras esté en pie el imperio griego y un cumplimiento lejano, cuando esté en pie el imperio romano restaurado o resucitado, durante el tiempo conocido como la tribulación. La visión de Daniel tuvo lugar por el año 551 AC y los eventos más representativos en la visión se cumplieron entre los años 171 a 165/4 durante el tiempo de Antíoco Epífanes el cuerno pequeño de Daniel 8, pero el cumplimiento lejano apunta a un tiempo futuro inclusive para nosotros, conocido como la tribulación, tiempo en el cual estará en acción el Anticristo, el cuerno pequeño pero de Daniel 7. Muy bien. Con esto en mente, veamos como el ángel Gabriel interpretó la visión que Dios dio a Daniel. Esta interpretación tiene básicamente dos partes. En la primera, se identifica los reinos que intervinieron en al visión. Daniel 8:20-22 dice: En cuanto al carnero que viste, que tenía dos cuernos, éstos son los reyes de Media y de Persia.
Dan 8:21 El macho cabrío es el rey de Grecia, y el cuerno grande que tenía entre sus ojos es el rey primero.
Dan 8:22 Y en cuanto al cuerno que fue quebrado, y sucedieron cuatro en su lugar, significa que cuatro reinos se levantarán de esa nación, aunque no con la fuerza de él.
Sobre esto ya lo tratamos en nuestros estudios bíblicos anteriores, así que solamente vamos a hacer un breve comentario. El carnero con dos cuernos que Daniel vio en su visión representa al imperio medo-persa. El macho cabrío que Daniel vio en su visión representa al imperio griego. El cuerno notable que el macho cabrío tenía en medio de sus ojos, representa a Alejandro Magno, el primero y más importante rey del imperio griego. Daniel vio en visión que el cuerno notable del macho cabrío fue quebrado y en su lugar salieron cuatro cuernos. Esto significa que a la muerte de Alejandro Magno, el imperio griego será dividido en cuatro partes y cada parte llegará a ser un reino con su propio rey, aunque no con la fuerza del reino original. En la segunda parte de la interpretación de la visión, el ángel Gabriel se enfoca sobre el cuerno pequeño que salió de uno de los cuatro cuernos y creció mucho al sur, y al oriente y hacia la tierra gloriosa. Leo Daniel 8:23-26 Y al fin del reinado de éstos, cuando los transgresores lleguen al colmo, se levantará un rey altivo de rostro y entendido en enigmas.
Dan 8:24 Y su poder se fortalecerá, mas no con fuerza propia; y causará grandes ruinas, y prosperará, y hará arbitrariamente, y destruirá a los fuertes y al pueblo de los santos.
Dan 8:25 Con su sagacidad hará prosperar el engaño en su mano; y en su corazón se engrandecerá, y sin aviso destruirá a muchos; y se levantará contra el Príncipe de los príncipes, pero será quebrantado, aunque no por mano humana.
Dan 8:26 La visión de las tardes y mañanas que se ha referido es verdadera; y tú guarda la visión, porque es para muchos días.
Al final del reinado de los cuatro reyes que tomaron cada uno una parte del imperio griego, cuando la maldad de estos reyes llegue a su punto máximo, se levantará un rey altivo de rostro y entendido en enigmas, representado por el cuerno pequeño. Este perverso individuo será muy poderoso, pero esa fuerza le será otorgada por Satanás, y por tanto causará gran ruina y prosperará. En su soberbia hará lo que le venga en gana y destruirá a poderosos y al pueblo de Israel. Con su astucia y sagacidad, hará que la gente dé como un hecho todo lo que él diga, aunque todo sea mentira. Se sentirá como el amo y señor de todo. Como dueño de todo destruirá a muchos e inclusive osará sublevarse contra Dios mismo, pero no llegará muy lejos, porque será quebrantado, por la intervención divina. Este rey altivo de rostro ejercerá su dominio por 2300 días. Todo se refiere a Antíoco Epífanes quien durante el período de 171 AC hasta 165/4 AC asoló al pueblo de Dios, profanó el templo de Jerusalén sacrificando un cerdo en el altar del sacrificio, y se sublevó contra el mismo Dios. Este personaje es un tipo de otro personaje que se levantará durante la tribulación, el Anticristo. Finalmente tenemos la reacción de Daniel al conocer la interpretación de la visión. Daniel 8:27 dice: Y yo Daniel quedé quebrantado, y estuve enfermo algunos días, y cuando convalecí, atendí los negocios del rey; pero estaba espantado a causa de la visión, y no la entendía.
Daniel terminó quebrantado. Inclusive su cuerpo sufrió los efectos de su estado emocional. Cuando se recuperó retomó su vida como oficial del rey Belsasar, pero siguió asombrado por la visión que tuvo. Había cosas que por más que trataba no lograba entender. Podemos comprender hasta cierto punto, pero nadie puede decir que entiende todo a la perfección. Que Dios le bendiga.

 

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