Trato que dio Jesús a una mujer gentil

Hola amiga, amigo oyente. Soy David Araya saludándole y dándole la bienvenida al estudio bíblico de hoy. Nuestro tema de estudio es el Evangelio según Mateo, en la serie que lleva por título: Jesucristo Rey de reyes y Señor de señores. En esta oportunidad, David Logacho nos hablará acerca del trato que dio Jesús a una mujer gentil.

Es una gran bendición para mí, el compartir este corto tiempo junto a usted, amable oyente. En lo que va del estudio bíblico en el Evangelio según Mateo, llegamos a un punto cuando Jesús confrontó la hipocresía de los escribas y fariseos quienes vinieron expresamente desde Jerusalén para acusar a Jesús de que sus discípulos estaban quebrantando la tradición de los ancianos. Los escribas y fariseos estaban muy ofendidos por las palabras de Jesús y eso fue muy evidente para los discípulos de Jesús, pero Jesús no se preocupó en absoluto sino más bien calificó a los escribas y fariseos como ciegos que guían a otros ciegos con el inevitable resultado que todos caerán en el hoyo. Esta confrontación de Jesús con los escribas y fariseos de Jerusalén parece ser lo que motivó a Jesús a trasladarse a un territorio gentil. Si tiene una Biblia a la mano, ábrala en Mateo 15, versículos 21 a 28. Consideremos primero el lugar de los hechos. Leo el texto en Mateo 15:21. La Biblia dice: Saliendo Jesús de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón.
Estando en territorio judío, en Genesaret precisamente, Jesús desafió la tradición de los ancianos y demostró que esta tradición de manufactura humana contradecía la palabra de Dios. Esto fue un golpe bajo para los escribas y fariseos porque para ellos, la tradición de los ancianos tenía igual o hasta mayor autoridad que la misma ley de Moisés. Pero parece como si Jesús estuviera empeñado en derribar las vacas sagradas de los escribas y fariseos. Para los escribas y fariseos era altamente ofensivo pisar territorio gentil. Sin embargo, Jesús hizo justamente aquello. Dejando Genesaret, territorio judío, Jesús se fue a la región de Tiro y de Sidón, territorio gentil. Esta es la región costera del mar Mediterráneo. Hasta donde se sabe, esta es la única vez que Jesús salió de territorio judío. Era tal vez una forma de manifestar que aunque si bien Jesús estaba siendo rechazado por su propio pueblo, su propia nación, sin embargo sería aceptado ampliamente por los gentiles. Inmediatamente después, tenemos el encuentro inesperado con una mujer gentil y su clamor ferviente. Observe lo que tenemos en Mateo 15:22. La Biblia dice: Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio.
En esta región gentil aparece en la escena una mujer. El texto dice que la mujer era cananea. Esto significa que no solamente era gentil sino que pertenecía a un pueblo sobre el cual Dios había determinado la extinción, lo cual no se llevó a cabo por la desobediencia del pueblo de Israel en los días de Josué. Esta mujer era descendiente de ese pueblo. La vida debe haber sido muy dura para esta mujer. Sucede que esta mujer tenía una hija gravemente atormentada por un demonio. El poder demoníaco se había ensañado contra esta joven y la había conducido a una situación deplorable. Sin embargo, apareció un destello de esperanza cuando esta mujer se enteró que Jesús estaba en su propia tierra gentil, en la región de Tiro y de Sidón. Sin pensarlo dos veces la mujer cananea salió en busca de Jesús. Cuando lo halló, no dejaba de clamar: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! La forma como lo registra Mateo da a entender que no fue una sola vez que la mujer cananea clamó de esta manera, sino muchas veces. La mujer sabía que no tenían derecho alguno para exigir favores de Jesús, y por eso se limita a pedir misericordia. Misericordia significa no dar a uno lo que uno merece. Aunque la mujer no era judía, utilizó vocabulario judío. Al llamar a Jesús: Hijo de David, estaba diciendo: Tú eres el Cristo, tú eres el Mesías, tú eres el Rey de Israel. ¿Qué es lo que hizo Jesús ante el insistente clamor de esta mujer cananea? Note lo que dice la primera parte de Mateo 15: 23. La Biblia dice: Pero Jesús no le respondió palabra.
Mirando superficialmente, parecería una actitud displicente de Jesús hacia la mujer cananea. Era como si Jesús estuviera ignorando a la mujer cananea. Pero mirando más detenidamente, Jesús no respondió palabra a la mujer cananea, porque por ser gentil, la mujer cananea no tenía derecho, al menos hasta ese instante, de recibir beneficios del Cristo, o del Mesías, o del Rey de Israel. Jesús primero tuvo que morir y resucitar para ser el dispensador de favores espirituales para los gentiles. Pero Mateo nos muestra también la reacción de los discípulos de Jesús. Veamos lo que dice la segunda parte de Mateo 15:23 Entonces acercándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros.
Aquí podemos notar la falta de paciencia de los discípulos de Jesús. El texto se puede entender de dos formas. Por un lado en el sentido que los discípulos estaban pidiendo a Jesús que atienda el pedido de esta mujer cananea para que deje de clamar a gritos como lo estaba haciendo. Por otro lado, se puede entender en el sentido que los discípulos estaban pidiendo a Jesús que reprenda a la mujer cananea y le haga callar. El contexto favorece a la primera forma de entender lo que los discípulos estaban diciendo a Jesús. Esto justamente origina lo que Jesús dijo a continuación. Era una especie de explicación de la razón para no responder palabra a la mujer cananea. Leo en Mateo 15:24. La Biblia dice: El respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel.
La razón para que Jesús no responda palabra a la mujer cananea era porque Jesús fue enviado por su Padre celestial para favorecer a lo que él llamó las ovejas perdidas de la casa de Israel. La mujer cananea no era una de las ovejas perdidas de la casa de Israel. Simplemente no era judía. La mujer cananea entendió muy bien lo que Jesús estaba diciendo y armada con una fe inquebrantable hizo algo que la enaltece. Observe con atención. Mateo 15:25. La Biblia dice: Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: ¡Señor, socórreme!
No había nada que pueda detener a la mujer cananea en su afanosa búsqueda de liberación para su hija endemoniada. Ahora la tenemos cerca de Jesús, postrada ante él. Es la posición de adoración. Más bajo no puede estar. En esa posición clama nuevamente y dice: ¡Señor, socórreme! Es como si estuviera diciendo: Reconozco que como gentil, pues soy cananea, no tengo el privilegio de llamarte Hijo de David, o el Cristo, o el Mesías, pero al menos puedo llamarte Señor, o el Amo, o el Dueño. Como tal, socórreme. Qué fe tan maravillosa de esta mujer. Pero Jesús no estaba dispuesto a ceder todavía. Mire lo que respondió a la mujer cananea. Aparece en Mateo 15:26. La Biblia dice: Respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos.
Justificando su conducta hasta ese momento, Jesús dice a la mujer cananea: No es apropiado tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos. Una manera de decir: No es apropiado tomar lo que les pertenece a los judíos y dárselo a los gentiles. Para los escribas y fariseos, y para los judíos en general, los gentiles eran considerados como perros, pero al hablar a la mujer cananea, Jesús no está usando la palabra perro, sino el diminutivo de la palabra perro, un perrito, o un cachorro. Pero esto que Jesús dijo no fue suficiente para evitar que la mujer cananea persista en su pedido a Jesús. Miremos su replica. Mateo 15:27. La Biblia dice: Y ella dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos.
Esto enaltece mucho más la fe de la mujer cananea. Está totalmente de acuerdo con lo que ha dicho Jesús, por eso dice: Sí, Señor. Es decir: Tú tienes absolutamente toda la razón, estoy de acuerdo contigo, pero como tú sabes en las casas de los ricos, los amos se sientan a la mesa y de vez en cuado caen accidentalmente migajas al piso y vienen los perrillos y se las comen. Yo sé que no merezco nada de ti porque soy gentil y encima de eso cananea, pero ten misericordia de mí, haz caer unas migajas de tu favor para que yo las coma. Jesús no pudo más y atendió el pedido de la mujer cananea. Leo Mateo 15:28. la Biblia dice: Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora.
Sabiendo lo que había en el corazón de esta mujer cananea, Jesús dice: Oh mujer, grande es tu fe. Luego dice: Hágase contigo como quieres. Qué bendición. Ese mismo instante, su hija quedó libre de aquel demonio que le atormentaba gravemente. Jesús no necesitó estar cerca de la joven ni ordenar al demonio que salga de ella, ni tocarla, nada en absoluto. Su poder es tan maravilloso que simplemente hizo huir al demonio de la vida de esta joven. Este milagro de liberación a la distancia realizado por Jesús en territorio gentil en una joven gentil, hija de una mujer gentil no sólo ilustra el poder de la fe en Cristo Jesús, sino que anuncia que estaba cercano el día cuando Jesús no sólo sea el Cristo o el Mesías para Israel, sino también el Salvador del mundo en general, tanto para judíos como para gentiles. Esto se hizo posible a raíz de la muerte y resurrección de Jesús. Mediante su sacrificio en la cruz, Cristo pagó el precio para poder salvar tanto a judíos como a gentiles. La pregunta por tanto sería: ¿Se ha beneficiado Usted de la obra de Cristo en la cruz? Si todavía no ha recibido a Cristo como su personal Salvador, usted todavía no se ha beneficiado de lo que Cristo ha hecho por usted. Si ese es su caso, yo le desafío a recibir hoy mismo a Cristo como su único y suficiente Salvador para gozar de la bendición de la vida eterna.

Dejar un comentario Cancelar la respuesta

Salir de la versión móvil