Cuan importante es practicar el principio de primero orar y después actuar

Qué grato es estar junto a Usted mi amiga, mi amigo. La Biblia Dice… les extiende una cordial bienvenida a este su estudio bíblico en el Libro de Nehemías. Para nosotros es un verdadero gozo compartir con Ud. la enseñanza de tan extraordinario libro. Confiamos en el Señor que Ud. también halle bendición en el estudio de este fascinante libro. Luego de la pausa musical nos acompañará David Logacho para guiarnos en el estudio de la porción bíblica del día de hoy.

En nuestro último estudio bíblico, vimos que en la vida cristiana existen momentos en los cuales es inevitable aguardar. Pedimos algo a Dios y no vemos una respuesta inmediata. Necesitamos aguardar. Pero mientras estamos aguardando es necesario hacer planes por fe, asumiendo que lo que estamos pidiendo a Dios se va a cumplir. Nehemías ha sido un excelente ejemplo de este principio cuando cierto día comenzó a orar para que pueda hallar gracia delante del rey Artajerjes y éste le permita ir a Jerusalén a reedificar la ciudad. Tuvo que esperar nada más y nada menos que cuatro meses hasta que Dios provea una respuesta. Mientras aguardaba, Nehemías no se desesperó, todo lo contrario, tomó todo el tiempo necesario para planificar a detalle su viaje. Recuerde que Nehemías no tenía ninguna seguridad de que iba a ir, pero en un acto de fe hizo planes, atendiendo hasta los más mínimos detalles para el viaje, cuando Dios diga: Ya, vete. Dios honra a los que le honran, mi amigo, mi amiga, y después de una espera de cuatro meses, Nehemías supo que era hora de actuar. Interesante lo que hizo. Primero oró y después actuó. Nosotros muy a menudo invertimos los factores, primero actuamos y después oramos. El orden de los factores si altera el producto en este caso. Cuando primero oramos y después actuamos, el resultado es normalmente bueno, pero cuando primero actuamos y después oramos, el resultado muchas veces acarrea dolor y desesperanza. El momento de actuar, Nehemías actuó como alguien que estaba seguro de lo que hacía. Esta seguridad, la obtuvo en las largas horas de oración que invirtió antes de actuar. Como resultado, Dios obró en el corazón de Artajerjes, el hombre más poderoso sobre la tierra en su época, y concedió a Nehemías el permiso para ir a Jerusalén, las cartas para poder pasar sin problema por territorios antagónicos y la madera para llevar a cabo la reedificación de la ciudad. Qué lección tan importante. Es posible mi amigo, mi amiga que este preciso instante esté enfrentando algún problema que parece irresoluble. Se halla como dentro de un obscuro túnel y no aparece el rayo de luz que indica la salida. Recuerde el principio, es necesario orar primeramente, pero también actuar. Cuando. haya tomado el tiempo suficiente para orar, podrá actuar con la seguridad que Dios está guiando sus pasos y ciertamente verá un buen fruto de su acción. Una vez que Nehemías consiguió lo que buscaba de Artajerjes. Arregló el equipaje y prosiguió con su empresa. Es aquí justamente donde vamos a retomar nuestro estudio del Libro de Nehemías.
Si tiene una Biblia a la mano, ábrala en el Libro de Nehemías. Consideraremos los versículos 9 y 10 del capitulo 2. Quizá más de uno podría pensar que una vez que Nehemías consiguió lo que habla pedido a Dios, se habrían acabado sus problemas. Pero lejos de ello, parece que los problemas apenas comenzaron para él. Esto es siempre así, porque los problemas son necesarios para que podamos crecer en la fe. Cuando hablo de problemas, estoy refiriéndome a esas circunstancias adversas que llegan sin ser invitadas a nuestras vidas. Quizá un mejor término para describirlas es: pruebas. Romanos 8:28 dice: «Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados» Sobre la base de este texto, con entera confianza podemos decir que las pruebas o problemas son cosas que ayudan a bien a los que a Dios amamos. A través de las pruebas, Dios como que nos acerca un poco mas hacia él. Tiempo atrás leí acerca de un caso real que ilustra muy bien lo que estoy diciendo. Se trataba de la madre de un niño que nació con una lesión cerebral. Ella escribió lo siguiente: Hubiéramos podido calificar el problema de mi hijo como la tragedia más grande en nuestras vidas si no hubiera sido por el hecho que a través de aquello llegamos a conocer al Señor mucho más que antes. No existen palabras para expresar el profundo dolor que experimentamos cuando notamos que nuestro pequeño hijo no estaba desarrollando normalmente. Pero esta situación nos ayudó a comprender un poquito mejor lo que sentirá nuestro Padre celestial cuando nosotros, sus hijos, no maduramos espiritualmente. El Señor sabe que nuestros pesares, si los aceptamos adecuadamente, enriquecerán nuestras, vidas de una manera que de ninguna otra forma se podría lograr. Fortalecidos en nuestro hombre interior, salimos de las pruebas siendo mejores y más fuertes hijos de Dios y además con un nuevo y brillante testimonio. Si, mi querido amigo oyente, nos agrada mucho recibir las bendiciones de Dios, pero no reaccionamos igual cuando recibimos pruebas, a pesar que las pruebas son en realidad, como las ha calificado alguien: bendiciones en disfraz. En la vida de Nehemías, hubieron bendiciones al descubierto, pero no faltaron las bendiciones en disfraz, este equilibrio quizá fue el secreto del carácter maduro de este hombre. Nehemías 2:9 nos habla de la bendición al descubierto. Dice así: «Vine luego a los gobernadores del otro lado del río, y les di las cartas del rey. Y el rey envió conmigo capitanes del ejército y gente de a caballo» Nehemías tenía el viento a su favor, y con el viento en popa aprovechó de la generosa mano de Dios. No tardó más de lo necesario en salir, porque el texto dice: vine luego. Como ya tenía todo planificado no fue ningún problema para él armar el viaje inmediatamente. Cuando llegó a los gobernadores del otro lado del río, Nehemías recibió nuevamente de las bendiciones al descubierto de Dios. Sacó las cartas de su bolsillo y sin ningún problema pasó por esos territorios. Al final del versículo 9, Nehemías añade un comentario lleno de significado. Dice que el rey Artajerjes envió con Nehemías capitanes del ejército y gente de a caballo. ¿Qué hay de importante en esto? Pues que Nehemías jamás pidió esto a Artajerjes, pero Dios en su gracia dio a Nehemías una escolta bien equipada para su seguridad. Este incidente me hizo pensar en lo hermoso que es nuestro Dios. Siempre está dispuesto a darnos más de lo que pedimos. A veces casi como que tenemos que decir: Señor ya basta. ¿No le parece que tenemos un Dios extraordinario en toda la dimensión de la palabra, amable oyente? Alabémoslo con entusiasmo. Efesios 3:20-21 dice sobre él: “Y a aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho mas abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.» Tenemos entonces que Nehemías disfrutó de las bendiciones al descubierto. Pero Nehemías también tuvo bendiciones en disfraz, es decir pruebas. Es el perfecto equilibrio para nuestro bien, como hijos de Dios. Nehemías 2:10 dice: «Pero oyéndolo Sanbalat horonita y Tobías el siervo amonita, les disgustó en extremo que viniese alguno para procurar el bien de los hijos de Israel» Aquí tenemos a Nehemías frente a un problema, o como hemos dicho, frente a una prueba, o frente a una bendición en disfraz. Satanás es el archi enemigo de Dios, aunque es un enemigo derrotado, todavía está activo buscando impedir el progresa de la obra de Dios. Procurando estorbar los planes de Dios. Procurando desanimar a los siervos de Dios. Esta vez usó a Sanbalat. Este personaje, era, según la evidencia histórica, gobernador de Samaria. La explicación para su desacuerdo con Nehemías radica en los celos y un desmedido deseo de poder. Sanbalat se sentía amenazado por Nehemías, tenía temor de perder su hegemonía en Judea. El otro instrumento de Satanás se llama Tobías. Este, probablemente era un ex esclavo que por alguna causa llegó a ser gobernador de Amon. Al igual que Sanbalat, Tobías también manifestó su desacuerdo con Nehemías por los celos y el temor a perder el control sobre Judea. Nehemías sabía que las pruebas son para nuestro beneficio, y por eso, a pesar de la oposición de estos dos personajes, continuó su viaje a Jerusalén. De modo que, mi amigo, mi amiga, en la vida cristiana tenemos bendiciones, pero también pruebas. Ambas son necesarias. No se asuste la próxima vez que vengan tiempos difíciles a su vida. Agradezca al Señor porque las pruebas son en realidad bendiciones en disfraz.

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