Una simple palabra PT. 4

Hola amigo, amiga, hemos empezado una nueva serie de estudios bíblicos donde buscamos saber ¿qué significa ser un discípulo del Señor? y para eso, hemos tomado el capítulo 4 de Mateo como guía para desarrollar este modo de vida. Ahora en programas anteriores, empezamos a entender de qué se trata la formación de discípulos y vimos que nosotros no vivimos para la supervivencia institucional de la iglesia, vivimos para las personas, las personas afuera que no conocen la gloria de Cristo; hombres y mujeres en el mundo entero para quienes vivimos. Y eso cambia nuestro cristianismo. Adherencia radical a la persona de Cristo.  

Tengo la sensación de que, si Jesús estuviera aquí hoy, nos gritaría que no le demos una organización al mundo, Él nos pediría que le demos al mundo una relación de amor, de enseñanza y de discipulado. Jesús diría: “a la luz de todas las necesidades del mundo, un mundo perdido y agonizante, no les brindes una organización, dense a ustedes mismos. No desarrolles programas y procedimientos, y ciertamente no pases todo tu tiempo peleando en la iglesia por eso. Dale al mundo la persona de Cristo mostrada en tu relación personal con Él.” 

Necesitamos una confianza radical en la autoridad de Cristo, siguiendo a Jesús y para eso te invito a que tomes tu Biblia y vayamos al capítulo 5 de Lucas, permíteme darte una sinopsis de lo que sucede ahí. Estos pescadores han estado pescando toda la noche y no han capturado nada. Entonces Jesús sube y dice: «Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red. Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía. Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían.” Entonces, esos hombres, se dan cuenta de algo en ese momento que transformaría su relación con Jesús. Se dan cuenta de que Jesús sabía mucho más sobre pesca que ellos porque Él creó el pescado, el agua y los pescadores. Él es confiable debido a su autoridad, su dominio y su poder.  

Ahora adelantémonos 2,000 años. Supongo que la mayoría de nosotros no somos pescadores por profesión. Tenemos muchas ocupaciones diferentes. Me pregunto, si Jesús estuviera aquí hoy, quizás nos pregunte ¿por qué no me respetas en tu área de trabajo, en tu estudio, en tu experiencia? Porque esto es lo que hacemos, relegamos a Jesús, lo desasociamos de la capacidad intelectual y lo colocamos aquí en el ámbito religioso y espiritual. Pero cuando se trata de administrar un negocio, cuando se trata de crear una red de computadoras, cuando se trata de dirigir un salón de clases, de manejar un litigio o de vender acciones, lo hacemos sin su apoyo; pero no es el caso. Jesús tiene toda la autoridad Esto es algo que me encantaría que exploremos en el futuro un poco más, pero basta decir que estos primeros cristianos dijeron, “creemos en Cristo, que en Él hay toda sabiduría y todo conocimiento.” 

Entonces a Él le podemos confiar todo, Él es dueño de todos los aspectos de nuestras vidas. Él es el maestro en todos los ámbitos de nuestras vidas y aquí es donde el reino de Dios y la misión de Dios; “hacer discípulos de todas las naciones” comenzarán a afianzarse cuando las personas de todo tipo de ocupaciones y todo tipo de familia con las diferentes situaciones: sociales y económicas, comienzan a permitir que Jesús sea el Rey en el centro de cada área de su vida. Él sabe lo que tenemos que hacer, cómo debemos dirigir, cómo debemos trabajar para glorificar su nombre. No solo en los negocios, sino también en casa; hombres, Él entiende a tu esposa mejor que tú, esas son buenas noticias. Mujeres, Él entiende a tu esposo por completo. Lo creas o no, Él es lo suficientemente poderoso como para entenderlos. Él entiende a tus hijos. Estudiantes, niños, el Dios del universo sí entiende lo que está sucediendo en la mente y vida de tus padres. Él tiene toda la autoridad. Si Él es dueño de todas las áreas en nuestras vidas, entonces, Él debe ser el Señor de cada detalle en nuestras vidas. Y aquí es donde el seguir a Jesús comienza a influencias en nuestra vida cotidiana y no solo en un domingo o en un evento espiritual. Seguir a Jesús es una realidad cada segundo de nuestros días, es tener una confianza radical en la autoridad de Cristo.  

Finalmente, obediencia radical a la misión de Cristo, Jesús dice: “sígueme y te haré” ¿qué? “pescador de hombres.” Esa es la misión aquí. Ahora lo que quiero que veas es lo poco convencional que es este plan. Si tiene tres años para crear un movimiento mundial para la gloria del reino de Dios, ¿cómo va a hacerlo? Jesús no contrató un especialista en relaciones públicas y otras personas, para que su obra se amplíe lo más rápido posible. Jesús tenía multitudes de personas siguiéndolo y les decía: “a menos que aborrezcas a tu madre y a tu padre no podrás seguirme.”y vemos a los discípulos mirándose y pensando, ¿de qué se trata todo eso? ellos no lo entendían. ¿Acaso eso es por qué Jesús no tuvo compasión ni cuidado por las masas y multitudes? No, su estrategia, su vida y su discipulado fue derramar su vida en unos pocos hombres, quienes impactarían eventualmente a las masas para la gloria de Cristo 2,000 años después. Jesús sabía lo que estaba haciendo y es por eso por lo que comenzamos a seguir el ejemplo de Jesús. Cuando comenzamos a hacer eso, podemos decir que estamos impactando naciones para su gloria.  

Entonces, podemos ser parte de impactar a las masas por su gloria ¿al hacer qué? hacer discípulos. Esto es demasiado bueno como para no formar parte de él. Así que Mateo 4:19-22 dice que, estos hombres, de inmediato se levantaron y lo siguieron. A estos chicos les faltaban muchas cosas, pero una cosa que tenían era obediencia. Sus corazones fueron cautivados y resplandecían por Jesús. Sus mentes fueron atrapadas con la misión de establecer un reino en la tierra, del que sería el Rey Jesús de Nazaret. Y esa misión los impulsó, se apoderó de sus vidas. Tan contrario a lo que ocurre hoy en día. 

Estoy convencido de que en la iglesia de hoy nos hemos estancado y dejamos esta misión allí y quiero desafiarnos a levantarnos e inmediatamente asumir esta misión. Entonces, ¿obedeceremos su plan? Éstas son las buenas noticias. Es una buena noticia para el pastor que ahora está pastoreando seis meses, tratando de descubrir cómo es esto. Estas son buenas noticias porque no tenemos que idear una nueva estrategia, un nuevo plan o un nuevo método. A lo largo de los siglos, año tras año, siglo tras siglo, la iglesia presenta nuevas estrategias, nuevos planes, nuevos métodos, pero Jesús ya nos dio el método y no vamos a inventar un nuevo plan. Vamos a ejecutar el plan que ya sabemos, que Jesús ha prometido por su propio carácter para bendecir. 

Él bendecirá a la iglesia que se está dando para hacer discípulos en todas las naciones basados ​​en la Palabra de Dios. Entonces, si obedecemos el plan que se nos ha revelado y esperamos Su bendición, Dios bendecirá su obra. 

Mira, el cristianismo acaba de llegar a un nivel completamente nuevo en nuestro entendimiento, porque ahora, seguir a Cristo no se trata de mi vida y de lo que está sucediendo en mí. Ahora en mi relación con Cristo soy responsable de mostrarle a los demás, soy responsable de guiar a otros a ver su bondad, su gloria, su gracia y su misericordia. El cristianismo ahora está cambiando de ser egocéntrico a estar centrado en Dios para su gloria. ¡Sígueme y estarás siguiendo a Cristo! Esa es una gran declaración que debemos hacer. 

Eso es exactamente lo que el Nuevo Testamento nos enseña. En 1 Corintios capítulo 11 versículo 1 Pablo dice: “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.” Y creo que ya es hora de que la iglesia se levante y deje de eludir la responsabilidad que tenemos de mostrar la gloria de Jesucristo a las personas que nos rodean. Para mostrar Su bondad, Su gracia, Su misericordia, Su cuidado, Su compasión y Su Palabra. Es hora de que nos levantemos y nos responsabilicemos por la razón por la cual hemos sido salvos.  

Así que, quiero desafiarte para considerar dos cosas: en primer lugar, considera seriamente el costo del discipulado. Abandono radical para su gloria. Dependencia radical de su gracia. Adherencia a su persona. Confianza radical en su autoridad y obediencia radical a su misión. Tu vida ya no es tuya. Te rindes a cada derecho para determinar la dirección de tu vida. Ese es un gran costo. Pero para no centrarnos completamente en el costo del discipulado, quiero desafiarte a considerar el costo que creo que es mucho mayor y ese es el costo del no discipulado. ¿qué pasará si no nos entregamos a seguir a Cristo para que otros nos sigan? ¿Qué pasa si no nos entregamos a hacer discípulos de todas las naciones? ¿Qué pasa si nos sentamos en la iglesia durante los próximos 10 o 20 años y disfrutamos del sueño americano y de los placeres de este mundo?, tal vez crezcamos como iglesia, pero ¿a costa de abandonar la misión? Bueno, hay un costo para nosotros y el costo para nosotros es que perderemos la paz, la gracia, el poder y la misericordia que Dios desea mostrarnos, que Dios desea que experimentemos. Nos perderemos su presencia. Pero no solo nosotros, si nos alejamos e ignoramos la misión, miles perderán la oportunidad de conocer su gracia. Y mientras cientos de millones de personas en el mundo continúan sin haber escuchado el nombre de Jesús, nosotros nos sentamos aquí, a miles de kilómetros de distancia, con un cómodo servicio, como de costumbre, domingo tras domingo. Sí, el costo del discipulado es grande, pero estoy profundamente convencido de que el costo del no discipulado es mucho mayor. Entonces, ¿qué haremos? 

Ahora, reconocemos que muy pocos de nosotros harán exactamente lo que hemos dicho, pero sí quiero invitarte a decir que estás listo para pasar de ser un oyente casual a ser un aprendiz de vida, comprometido, seguidor de Jesucristo y dejar que Él lo haga. Tienes que estar dispuesto a ir y recordar lo que dice Mateo 4:19 «Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres.» Cristo nos da el mandamiento de hacer discípulos, comprometerte a comprender más completamente a los discípulos bíblicos y a ajustar tu vida para que sirva como un ejemplo viviente de Cristo para otros.  

Así que, lo que quiero invitarte a hacer es a orar y decir conmigo.  “Dios quiero seguirte con todo lo que eso implica y quiero que me hagas un pescador de hombres. Dios, te agradezco por tu gracia, la iniciativa que has tomado para derramar tu misericordia sobre nosotros. Toda alabanza, honor y gloria sea para ti Jesucristo por la cruz a la que fuiste. Y oramos para que nos conviertas en un pueblo que se niegue a sí mismo, que tome su cruz y te siga. Gracias Dios porque nos convertirás en personas radicalmente abandonadas, abandonadas a ti y a tu misión. En el nombre de Jesús oramos. Amén.  

 

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