Por favor quiero que me aclaren con citas bíblicas donde dice en las Escrituras que si uno ha recibido al Señor como su Salvador, es salvo, aun habiéndose suicidado. Porque si fuera así entonces cualquiera podría ir y recibir al Señor y luego pegarse un balazo  en la cabeza e irse para el cielo de inmediato, en otras palabras: si no me llevas, yo me voy de inmediato.

Quitarse uno mismo la vida  es contrario a la voluntad de Dios, porque la Biblia enseña que Dios es el único que tiene poder para otorgar y quitar la vida. 1 Samuel 2:6 dice: Jehová mata,  y él da vida;

 El hace descender al Seol,  y hace subir.

Por el hecho que el suicidio es contrario a la voluntad de Dios, entonces, es pecado, porque pecado en esencia es todo aquello que no se ajusta a las normas o a la voluntad de Dios. De modo que, perfectamente podríamos re frasear su consulta en el siguiente sentido. Quiero que me aclaren con citas bíblicas donde dice en las Escrituras que si uno ha recibido al Señor como su Salvador, es salvo, aun habiendo pecado. Para responder es necesario tomar muy en cuenta algunas cosas importantes. Número uno, la Biblia es clara cuando dice que a pesar de ser salvo, existe la posibilidad no deseada, que un verdadero creyente peque. Hablando a creyentes, 1 Juan 1:8 dice: Si decimos que no tenemos pecado,  nos engañamos a nosotros mismos,  y la verdad no está en nosotros.

Justamente para arreglar este problema de la posibilidad no deseada de que un verdadero creyente peque, Dios ofrece al creyente el recurso de la confesión. 1 Juan 1:9 dice: Si confesamos nuestros pecados,  él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados,  y limpiarnos de toda maldad.

Número Dos, a pesar de saber que el verdadero creyente está en la capacidad de pecar, sin embargo, Dios garantiza salvación eterna. Son muchos los textos en la Escritura que confirman este hecho. Uno de esos pasajes bíblicos es Juan 10:27-30 donde dice: Mis ovejas oyen mi voz,  y yo las conozco,  y me siguen,  y yo les doy vida eterna;  y no perecerán jamás,  ni nadie las arrebatará de mi mano.  Mi Padre que me las dio,  es mayor que todos,  y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.  Yo y el Padre uno somos.

Hablando de los que somos de Cristo por medio de haberle recibido como Salvador, Cristo dijo: Y yo les doy vida eterna. No dice: Y yo les doy vida eterna si no pecan. En consecuencia, los creyentes no pereceremos jamás, a pesar de haber cometido pecado. Lo que pasa es que la muerte de Cristo fue suficiente para perdonar los pecados pasados, presentes y futuros del creyente. Por este motivo, el Señor Jesucristo dijo: Nadie las arrebatará de mi mano. También dijo: Nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Mayor seguridad no puede haber. Sería muy lamentable que un genuino creyente cometa suicidio, pero puede darse ese caso, y si fuera así ese creyente iría al cielo, aunque perdería muchas recompensas, porque su salvación no depende de sus obras, sino de la fe en la persona y obra de Cristo Jesús cuando murió en la cruz por él.

 

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