La Teosofía, ¿Qué es, y cuáles son sus principios?

Para responderla echaré mano de la información que sobre la Teosofía aparece en libro titulado Estudio de las Sectas de los autores Josh McDowell y Don Stewart, publicado en Español por la Editorial Vida. La palabra Teosofía, en su sentido literal, significa “sabiduría de Dios” El movimiento teosófico moderno fue fundado en 1875 por Helena Petrovna Blavatsky. La sabiduría de Dios, según los teosofistas, se puede encontrar en todas las religiones. Según A. P. Sinnet, lo que la Teosofía trata de probar es que fundamentalmente todas las religiones que han sido populares fueron la misma sabiduría y doctrina antigua, única e idéntica, profesada y practicada por los iniciados de cada país, quienes fueron los únicos conscientes de su existencia e importancia. Esto amable oyente significa que en realidad, todas las religiones del mundo son verdaderas. Es así como el teosofista puede practicar la religión que desee sin ningún problema. Sin embargo, la fundadora del Teosofismo, la Sra. Blavatsky no escondía su antipatía hacia el Cristianismo organizado. En uno de sus escritos, titulado Estudios sobre el Ocultismo, dijo lo siguiente: El hombre ha sido usado de una manera tan intolerante y dogmática, especialmente en nuestros días, que en la actualidad el Cristianismo es la religión de la arrogancia por excelencia, escalón hacia la ambición, carta blanca para el enriquecimiento fácil, la falsía y el poder; cómoda cortina para la hipocresía. En cuanto a la fuente de autoridad, en la Teosofía no hay libros sagrados. Utilizan las revelaciones procedentes de sus adeptos, quienes son seres espiritual, intelectual y físicamente perfeccionados, la flor y nata de la evolución humana y de toda la evolución. La fundadora de la Teosofía, la Sra. Blavatsky fue la primera persona de la Teosofía que recibió mensajes de estos adeptos y los transmitió al mundo. Acerca de las enseñanzas de la Teosofía, unas cuantas citas de los escritos teosóficos nos demostrarán su carácter no cristiano. Sobre Dios los Teosofistas afirman lo siguiente: Rechazamos la idea de un Dios personal… Creemos en un principio divino universal que es la raíz de todo, del cual procede todo y dentro del cual todo quedará absorbido al final del gran ciclo de la existencia. Estas son citas de la fundadora de la Teosofía, la Sra. Blavatsky. Pero rechazar la idea de un Dios personal, tal como lo presenta la Biblia, es rechazar al Dios de la Biblia, al Creador infinito y personal. La Tesosofía no da lugar a la idea de la existencia de un Dios personal que ha creado al hombre a su imagen y semejanza. Pero la Biblia dice en Génesis 1:26 “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza…” Con relación al hombre, los teosofistas enseñan que el hombre consta de siete partes: El cuerpo, la vitalidad, el cuerpo astral, el alma animal, de acuerdo con la Teosofía, la mayoría de las personas de esta época viven en este nivel, el alma humana, el alma espiritual y el espíritu. Además, los teosofistas igualan al hombre con Dios. El escritor teosofista Krisnamurti, supuesto Mesías de la Teosofía, quien renunció más tarde a su cargo, en su libro titulado A los Pies del Maestro, hablando a los seguidores de la Teosofía, dice lo siguiente: Porque tú eres Dios y deseas solo lo que Dios desea; pero debes profundizar dentro de ti mismo para encontrar al Dios que hay dentro de ti, y oír su voz, que es tu propia voz. Para los teosofistas, el hombre está en evolución, tanto individual como social. Alcanza el clímax cuando llega al séptimo estado del hombre, lo cual se logra mediante la migración de un cuerpo a otro, basado en su propio esfuerzo. Esto se parece a la doctrina oriental de la ley del “karma” En cambio, no hay nada en las Escrituras que sugiera que el hombre está constituido por siete partes. Lo que la Biblia dice es que el hombre tiene tres partes, cuerpo, alma y espíritu. 1 Tesalonicenses 5:23 dice: “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo” Con respecto a Jesucristo, la Sra. Blavatsky dice: Porque Jesucristo, el verdadero salvador esotérico, no es un hombre, sino el principio divino que se halla dentro de todo ser humano. La Sra. Blavatsky, asemejándose a la enseñanza de la Ciencia Cristiana, trata de separar a Cristo de la persona de Jesús. Pero la palabra Cristo, solo es un título que significa el Ungido o Mesías, y designa el oficio que desempeña Jesús. No existe razón válida para hacer distinción entre Jesús y Cristo. Además, el intento por convertir a Cristo en un mero principio, en lugar de un verdadero hombre equivale a negar por completo el propósito de su venida. Juan 1:14 dice: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros…” La Teosofía también defiende la reencarnación. El autor Irving Cooper en el libro titulado Teosofía simplificada dice lo siguiente: No le debemos echar la culpa a nadie más que a nosotros mismos por las circunstancias de nuestro nacimiento, nuestra personalidad, nuestras oportunidades y nuestras capacidades, pues todo esto se debe a la operación de fuerzas que hemos puestos en marcha en esta vida o en las anteriores. Pero no olvide amable oyente, que la idea de la reencarnación, según la cual las personas tienen que pasar a través de varias vidas para expiar sus pecados, es una negación de la obra de Cristo en la cruz del calvario. Según la Biblia, la muerte de Cristo es eficaz para hacer salva a cualquier persona que recibe a Cristo como Salvador. Ninguno de nosotros puede añadir o quitar nada a ese sacrificio. Por esta razón no hace falta la reencarnación para llevar a cabo lo que Cristo lo hizo a la perfección. Con relación a lo que pasa después de la muerte, para la Teosofía no existe ni cielo ni infierno tal como el Cristianismo Bíblico lo entiende. Lo máximo que puede aspirar el teosofista es alcanzar el estado de nirvana en el cual el individuo es absorbido por el mundo impersonal y pierde toda conciencia personal. Pero la Biblia enseña que hay existencia después de la muerte. Los que han depositado su confianza en Jesucristo vivirán para siempre en la presencia de Dios, mientras que los que rechazan a Cristo pasarán la eternidad alejados de él. Juan 3:36 dice: “El que cree en el Hijo tiene vida eterna, pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios será sobre él.” Acerca de la Biblia, la Teosofía sostiene que proviene de los libros sagrados del Hinduismo. Hablando de todos los libros sagrados de todas las religiones del mundo, Annie Besant dice: Me limité a las escrituras hindúes y en todos los casos declaro que considero esas escrituras y la religión Hindú como el origen de todas las escrituras y de todas las religiones. Pero esta declaración niega absolutamente la premisa básica de la fe cristiana, esto es, que Dios ha dado al mundo una revelación única en cuanto a quién es Él y quienes somos nosotros. 2 Timoteo 3:16 dice: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para reargüir, para corregir, para instruir en justicia” La Biblia jamás podría ser la palabra inspirada por Dios, si tuviera sus raíces en el Hinduismo, como afirman los teosofistas. De modo que, amigo oyente, al examinar las doctrinas de la Teosofía, se descubre que el sistema teosófico es contrario al cristianismo. No es posible por tanto que un verdadero creyente a la vez sea un seguidor de la Teosofía. Los dos sistemas doctrinales están en total desacuerdo, aun cuando los teosofistas insistan en que no hay problema con ser un cristiano y a la vez teosofista.

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