La palabra carne se usa básicamente en dos sentidos, el uno no teológico y ético y el otro en un sentido teológico y ético. Refiriéndonos al primer sentido, al sentido no teológico y ético, en primer lugar la palabra carne significa el cuerpo físico en el que mora una persona. A través del cuerpo, la persona expresa su pensamiento, sus emociones y su voluntad, lo cual constituye su personalidad. Un ejemplo del uso de la palabra carne en este sentido, lo tenemos en 1 Corintios 15:39 donde dice: “No toda carne es la misma carne, sino que una carne es la de los hombres, otra carne la de las bestias, otra la de los peces, y otra la de las aves.” En este texto, el apóstol Pablo destaca el hecho que en la creación, Dios no dio a todos los seres vivos el mismo tipo de cuerpo. Carne entonces solamente se refiere al cuerpo sin alusión alguna a su condición moral. En su segundo uso no teológico y ético, la palabra carne se usa para diferenciar las clases de hombres. Veamos este uso en un par de textos. Romanos 1:3 dice: “acerca de su hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de David según la carne.” En este texto, la palabra carne hace referencia a la raza de Jesucristo, en su humanidad. En su encarnación Jesucristo nació de la simiente de Abraham, por tanto era de raza judía. En Efesios 2:11 leemos lo siguiente: “Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne.” En este caso, la palabra carne se refiere a todos los que no son judíos, es decir a los gentiles. En el tercer uso no teológico y ético, la palabra carne se refiere a la raza humana en general. 1 Pedro 1:24 dice: “Porque: Toda carne es como hierba, y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae” En este caso la palabra carne se refiere a la raza humana en general. Cuando la palabra carne se usa para hablar de los hombres en general, se alude a su fragilidad y su transitoriedad. El hombre es tan frágil y transitorio en este mundo. En el cuarto y último uso no teológico y ético, la palabra carne se refiere al tejido muscular de los seres vivos en general. Un uso así lo tenemos por ejemplo en 1 Corintios 8:13 donde dice: “Por lo cual, si la comida e es a mi hermano ocasión de caer, no comeré carne jamás, para no poner tropiezo a mi hermano.” La palabra carne significa en este caso el tejido muscular de un animal, vaca o cordero, que se usa para preparar los alimentos. Tenemos entonces que la palabra carne tiene cuatro usos en su sentido no teológico y ético. Significa el cuerpo físico, significa determinada raza, especialmente judía y gentil, significa la raza humana en general y significa el tejido muscular de un ser vivo. Veamos ahora el uso de la palabra carne en su sentido teológico y ético. Básicamente, la palabra carne se usa para mostrar lo que es el hombre a los ojos de Dios como resultado del pecado de Adán. En primer lugar, la palabra carne, usada en el sentido teológico y ético, hace referencia al esfuerzo personal independiente de Dios. Se refiere a lo que puede hacer el hombre sin la ayuda, guía y poder divino. Este uso de la palabra carne aparece en Romanos 4:1 donde dice: “¿Qué, pues, diremos que halló Abraham, nuestro padre según la carne?” Esta es una pregunta que se podría parafrasear de la manera siguiente: ¿Qué pues, diremos que consiguió nuestro padre Abraham, con su solo poder y fuerza y sin la ayuda de Dios? La respuesta es nada. Así pues, la carne es la naturaleza humana, la personalidad humana en su totalidad, la cual, como consecuencia de la caída es corrupta, con una mentalidad entenebrecida, con una capacidad emocional degradada y con una voluntad que rehúsa obedecer a Dios. Las palabras: “según la carne” o “por la carne” describen obras, méritos o rectitud producida por el hombre natural y realizados sin la ayuda de Dios, con el esfuerzo de la sola mente, emoción y voluntad. Desgraciadamente, todo lo que es de la carne está bajo el juicio y condenación divina. El segundo uso teológico y ético de la palabra carne enfatiza debilidad, flaqueza e impotencia del hombre para hacer por sí solo algo que agrade a Dios. Note lo que dice Romanos 8:3 “Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne” Pablo califica la carne como algo débil, como algo corrupto. Por eso la ley no tiene poder para transformarla. Un tercer significado de la palabra carne en su sentido teológico y ético se encuentra en Romanos 7:5 donde dice: “Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros llevando fruto para muerte” Cuando Pablo dice que “estábamos en la carne” no se está refiriendo a que en el pasado teníamos vida física y ahora no la tenemos, sino que se está refiriendo a un determinado estado espiritual en el que nos encontrábamos. Estar en la carne es lo mismo que estar en pecado. Estar en la carne es estar en un estado degenerado de perdición. Estar en la carne es estar controlado por el pecado, el cual usa el cuerpo mortal como vehículo para convertir sus deseos en acciones y sus anhelos en obras. Hay un cuarto significado de la palabra carne en su sentido teológico y ético y aparece en Romanos 7:18 donde dice: “Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.” El apóstol Pablo utiliza la palabra carne en este versículo para describir la vieja naturaleza del hombre, lo cual es el resultado de la caída en pecado del hombre. La carne representa la vieja mente, el viejo corazón y la vieja voluntad. Estas, amigo oyente son las diversas formas de entender el significado de la palabra carne. Usted como lector y estudiante de la Biblia necesita investigar el contexto de todas las veces que aparece la palabra carne para determinar su correcto significado. No es asunto fácil, pero le librará de llegar a interpretaciones erradas de la Escritura.
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