La interpretación que los hijos de Dios en Génesis 6:1-4 son ángeles caídos que tomaron forma humana, se sustenta en el hecho que la frase “hijos de Dios” se usa en el Antiguo Testamento exclusivamente para referirse a los ángeles, según se desprende de textos como Job 1:6, 2:1 y 38:7. Para refutar esta interpretación, normalmente se echa mano del texto en Marcos 12:25 donde dice: Porque cuando resuciten de los muertos, ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles que están en los cielos.
Se argumenta entonces que los hijos de Dios en Génesis 6:1-4 no podrían ser ángeles caídos en forma humana, porque este texto dice que los ángeles no se casan ni se dan en casamiento. Pero lo que este texto en realidad está diciendo es simplemente que, en el cielo, no existen matrimonios ni entre ángeles, ni entre las personas que están allí. La evidencia de que ángeles en forma humana tienen la capacidad involucrarse en actividades sexuales con seres humanos se comprueba por el hecho que los hombres perversos de Sodoma y Gomorra intentaron abusar sexualmente de los ángeles en forma humana que se hospedaron en la casa de Lot, según el relato en Génesis capítulo 19. Es sobre esta interpretación que surge su duda. Según su parecer, si un ángel caído en forma humana engendra hijos en mujeres hijas de los hombres, entonces esos hijos ya no tendrían naturaleza humana sino naturaleza angélica y habría por consiguiente dos naturalezas en el mundo, los que descienden de Adán y los que descienden de los ángeles. Pero esto no puede ser así, porque la Biblia descarta esta posibilidad al afirmar que todos los seres humanos descendemos del primer ser humano, creado por Dios a su imagen y semejanza. Hechos 17:26 dice: Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación;
Siendo así, todos los seres humanos compartimos la naturaleza pecaminosa, conforme a lo que leemos en Romanos 5:12 donde dice: Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.
Por todo lo expuesto, se deduce que los hijos que nacieron a las mujeres hijas de los hombres que concibieron de los ángeles caídos en forma humana, no tenían naturaleza angélica sino naturaleza humana, contaminada con el pecado, al igual que todos los seres humanos. Prueba de ello es que en algún momento deben haber muerto, al igual que los seres humanos.