Preguntas y respuestas Bíblicas

  • En el Nuevo Testamento aparecen las palabras anciano, obispo y pastor ¿Son tres personas diferentes en una misma iglesia o se refieren a una misma persona?

    Anciano, obispo y pastor, son tres palabras diferentes para designar a una misma persona en una iglesia local. Permítame demostrarlo de esta manera: En cuanto a Anciano, el texto en Hechos 20:17dice: Enviando, pues, desde Mileto a Efeso, hizo llamar a los ancianos de la iglesia.

    Pablo se encontraba en un lugar que se llamaba Mileto. Su plan original fue no detenerse en Efeso, pues se apresuraba por estar en Jerusalén el día de Pentecostés. Al mismo tiempo, Pablo tenía un profundo deseo de reunirse con los líderes de la iglesia en Efeso. Lo que hizo fue enviar a alguien a Efeso, con la consigna de pedir a los líderes de la iglesia de Efeso, que viajen a Mileto para reunirse con él. Pero note cuidadosamente como se denomina a los líderes de la iglesia en Efeso, el texto leído dice que eran los ancianos de la iglesia. La palabra que se ha traducido como “ancianos” es la palabra “presbuterous” de donde viene nuestra palabra “presbítero” Por tanto, anciano es equivalente a presbítero. Con esto en mente ahora notemos lo que dice Hechos 20:28: Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.

    Pablo tuvo su reunión con los ancianos de la iglesia de Efeso y les comunicó asuntos muy importantes, dentro de lo cual les recordó su responsabilidad de velar por el bienestar espiritual de ellos mismos y de la congregación. Pablo usa la figura de un rebaño de ovejas para referirse a la congregación. Pero ponga atención lo que dice Pablo a continuación. Recuerde que está hablando a los ancianos de la iglesia de Efeso. A ellos les dice que el Espíritu Santo los ha puesto por obispos. No demanda mucho razonamiento deducir que ancianos es sinónimo de obispos. La palabra que se ha traducido como “obispos” es la palabra griega “episcopous”, que literalmente significa los que miran por encima, o los sobreveedores, por eso los obispos pueden también llamarse sobreveedores.

    De manera que, ancianos y obispos son palabras sinónimas. Pero volvamos a Hechos 20:28. Pablo ya comparó a la congregación con un rebaño de ovejas. Con esto en mente, Pablo dice a los ancianos, o lo que es lo mismo a los obispos, que su función es apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre. El verbo apacentar es la traducción del verbo griego “poimaino” el cual está relacionado con el sustantivo “poimen” que simplemente significa un pastor de ovejas. Es decir que los ancianos u obispos tienen la función de pastorear o apacentar a la congregación. De aquí que a los ancianos u obispos se les puede llamar también pastores. Ancianos, obispos y pastores, entonces son palabras sinónimas para designar a una misma persona en una iglesia local. Incidentalmente note que en todos los casos en los cuales el Nuevo Testamento habla de los líderes de una iglesia en determinado lugar, lo hace en forma plural. Esto significa que había más de uno. ¿Cuántos? No se puede saber con certeza, pero ciertamente eran más de uno. De esto se desprende que toda iglesia local debería tener al menos dos pastores o lo que es lo mismo dos ancianos, o dos obispos.

  • ¿Es Dios quien crea el alma de cada persona? O ¿el alma se transmite de padres a hijos en la procreación?

    El alma, juntamente con el espíritu, constituyen la parte inmaterial de una persona. En el libro de Génesis, la Biblia habla sobre el origen de esa parte en el primer hombre. Se nos revela que el hombre llegó a ser alma viviente mediante el soplo divino. El problema que tenemos ahora es el relativo a la manera cómo se origina el alma en la descendencia de Adán y Eva. En cuanto a esto, básicamente existen tres teorías. Permítame citarlas usando como guía el material que acerca de este tema provee la Teología Sistemática de Lewis Sperry Chafer.

    A la primera se la conoce como la teoría de la preexistencia. Según esta teoría, las almas de los hombres existieron antes de la creación de Adán. Esta teoría propone también que los hombres fueron seres angélicos al principio. Por causa de su apostasía en la esfera angelical fueron transferidos, como consecuencia de su pecado, a cuerpos materiales en la esfera terrenal. A la segunda teoría se la conoce como la teoría de la creación. Esta teoría enseña que Dios crea directa e inmediatamente un alma y un espíritu para cada cuerpo en el momento en que una persona es concebida y que lo único que engendran los padres humanos es el cuerpo. Uno de los principales proponentes de esta teoría es el Dr. Hodge, quien dice lo siguiente: La doctrina común de la iglesia, y especialmente de los teólogos reformados, ha sido siempre la de que el alma del niño no la engendran los padres, ni se deriva de ellos, sino que es creada de manera inmediata por Dios. A la tercera teoría se la conoce como la teoría del generacionismo. Esta teoría afirma que tanto la parte inmaterial del hombre, como la material, se propagan mediante la generación humana.

    Estas son las tres teorías en cuanto al origen del alma. La primera teoría debe ser desechada porque carece de fundamento bíblico, pero las otras dos son dignas de consideración, porque ambas esgrimen argumentos bíblicos y ambas tienen como defensores a fieles hermanos en la fe. Cuando los hombres de buenas intenciones difieren tan ampliamente, se debe generalmente a la falta de un testimonio contundente en las Escrituras. Debe observarse que. en la historia de la iglesia, la teoría de la creación, es decir aquella que afirma que Dios crea el alma y el espíritu para cada persona que nace, fue ampliamente aceptada en el Este, en tanto que la teoría del generacionismo, es decir aquella que afirma que tanto la parte material del hombre como la inmaterial se propagan mediante la generación humana, fue ampliamente aceptada en el Oeste. De modo que, no todo está dicho en cuanto a este fascinante tema, no todas las dudas están aclaradas y lo más probable es que mientras estemos a este lado del cielo, no vamos a poder tener un conocimiento total y absoluto acerca de esto. En cuanto a mí, sin jactarme de que tengo todo claro, tengo la tendencia a alinearme más con la teoría del generacionismo, es decir ese sistema de fe que afirma que tanto la parte inmaterial del hombre como la material se propagan mediante la generación humana. Si alguien se inclina más por la teoría de la creación, está bien, hay muchos buenos y fieles hermanos que creen lo mismo. Esto es un asunto secundario, que de ninguna manera debe ser motivo para discusiones, discordias y divisiones.

  • ¿Cómo deben manejar los fondos de la iglesia las personas que han recibido ese encargo?

    Una de las áreas más sensibles en la administración de toda iglesia local es el manejo de los fondos. Los fondos que los hijos de Dios entregan a Dios, deben ser manejados con guante blanco. Esto para decir de la manera más clara y transparente posible. En cada iglesia local, o misión o ministerio cristiano debe haber una persona conocedora de contabilidad, para llevar un registro contable del movimiento económico. Los fondos deben ser celosamente puestos a buen recaudo en cuentas bancarias. Al menos cada mes, esta persona debería presentar balances contables a los líderes de manera que no quepa la menor duda en cuanto a los ingresos, los egresos, los saldos y cualquier otro detalle. Por regla general, no es recomendable que los líderes de la iglesia participen en el manejo de las finanzas de la iglesia.

    Los líderes de la iglesia deben decidir la manera como se van a distribuir los fondos, pero es mejor que sea otra persona, tal vez un diácono, quien se ocupe de la administración y control de esos fondos. ¿Cuál es el ejemplo bíblico para todo esto? Pues permítame citar un pasaje bíblico que se encuentra en 1 Corintios 16:1-4. La Biblia dice: En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia. Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas. Y cuando haya llegado, a quienes hubiereis designado por carta, a éstos enviaré para que lleven vuestro donativo a Jerusalén. Y si fuere propio que yo también vaya, irán conmigo.

    Pablo está dando instrucciones claras y precisas a la iglesia en Corinto, en cuando a una ofrenda que se estaba recogiendo para ayudar económicamente a los creyentes pobres en Jerusalén. Pablo les dice que deben hacer lo mismo que él instruyó a las iglesias de Galacia. De esto se desprende que estos principios bíblicos para la ofrenda se aplican a todas las iglesias locales en cualquier parte del mundo y en cualquier época de la humanidad. Pablo instruye en cuanto a cómo debe ser la manera de recoger esta ofrenda para los santos. La idea en la mente de Pablo era que para cuando él llegue a Corinto, el fondo ya se haya recogido y esté listo para ser llevado a Jerusalén. Pero note lo que Pablo dijo después. Está instruyendo a la iglesia en Corinto que por escrito designen personas que van a llevar ese fondo a Jerusalén. Es decir que Pablo quería que sean otros, más de uno, los que manejen ese fondo, no él. ¿Por qué? Pues simplemente porque Pablo no quería despertar ninguna sospecha en cuanto al manejo de ese fondo.

    En todo caso, Pablo dice que, si fuere propio él estaría dispuesto a acompañar a los que van a llevar la ofrenda a Jerusalén. Todo esto es necesario para mantener libre de cualquier duda el manejo de los fondos que los hermanos entregan al Señor. Siempre debe haber más de una persona para verificar cuánto dinero entra en calidad de ofrendas, cuánto dinero se gasta y cuánto dinero queda en las arcas de la iglesia. De todo esto aprendemos que el manejo de los fondos de una iglesia local, o de una misión, o de un ministerio cristiano debe realizarse con absoluta transparencia y honestidad.

  • Es un requisito para poder participar en las actividades de la iglesia estar al día con el diezmo?

    El diezmo fue un mandato para el pueblo de Israel. El diezmo ha sido claramente legislado en la ley de Moisés. El pueblo de Israel tenía el mandato de entregar dos diezmos completos, es decir un 20% y otro adicional cada tres años, esto es, 3.33% por año. Hechas las cuentas, todo israelita tenía que entregar por ley un 23.3% de sus ingresos, en calidad de diezmos. Pero el Nuevo Testamento presenta algo diferente. Se encuentra en varios pasajes bíblicos, pero dos se distinguen. El primero se encuentra en 1 Corintios 16:1-2. La Biblia dice: En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia. Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas.

    Este principio es universal para la iglesia, no solamente para la iglesia en Corinto o las iglesias en Galacia. La ofrenda debe ser parte de la adoración a Dios cada primer día de la semana. La ofrenda es un privilegio de cada uno de los creyentes, no sólo para los ricos ni sólo para los que tienen disposición de hacerlo, sino para todos. La ofrenda debe ser preparada de antemano. Ponga aparte algo, dice el texto. La ofrenda debe ser proporcional a la manera como se haya prosperado. La ofrenda debe ser guardada celosamente, guardándolo, dice el texto. El otro pasaje bíblico se encuentra en 2 Corintios 9:6-7. La Biblia dice: Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.

    La ofrenda debe ser generosa. Si bajo el antiguo pacto los israelitas estaban obligados a entregar al menos el 23.3% de sus ingresos a Dios en calidad de diezmo, bajo el nuevo pacto, que es muchísimo mejor que el antiguo pacto, ¿estaría bien entregar al Señor algo menos que eso? Jamás piense que con tal de entregar el 10% de sus ingresos, con eso ya es suficiente. La triste realidad es que muchos ni siquiera llegan a dar ese 10%. La ofrenda debe ser un asunto entre el que ofrenda y Dios. Cada uno dé como propuso en su corazón, dice el texto. La ofrenda debe ser algo que produce gozo, y alegría en el que ofrenda. No con tristeza, porque Dios ama al dador alegre, dice el texto. La ofrenda no debe ser dada por necesidad, es decir por obligación o por manipulación. Estos son tal vez los principios más importantes del Nuevo Testamento en cuanto a ofrendar. En ningún lugar del Nuevo Testamento aparece el concepto que un requisito para poder servir al Señor es estar al día con el diezmo, tampoco estar ofrendando conforme a los principios establecidos por la palabra de Dios. ¿Por qué? Pues porque el ofrendar es algo que todo creyente debe estar haciéndolo, no solamente los que aspiran a servir al Señor en la iglesia. Es de esperarse por tanto que los que están sirviendo al Señor en la iglesia, estén siendo fieles con sus ofrendas al Señor, no como un requisito para poder seguir sirviendo al Señor, sino como una respuesta natural al mandado del Señor de ofrendar.

  • Al leer Génesis 1:26 es natural pensar que Dios debe haber estado hablando con alguien. Mi pregunta es ¿Con quién? Porque en la tierra solamente había plantas y animales por cuando el hombre y la mujer todavía no habían sido creados.

    Gracias por su pregunta. Voy a leer el texto en Génesis 1:26. La Biblia dice: «Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.»

    En el momento que ocurrió el evento relatado en el texto leído, los únicos seres vivientes sobre la faz de la tierra eran las plantas y los animales, esto sin tomar en cuenta a los seres espirituales, como ángeles, como Satanás y como los demonios, por supuesto. De modo que mal podía Dios hablar con las plantas o con los animales o con los seres espirituales acerca de crear al hombre a su imagen y semejanza, porque ninguna de estas criaturas puede estar en el mismo plano divino para participar en el acto creativo del ser humano. Ni las plantas ni los animales ni los ángeles, ni Satanás ni los demonios tienen poder para crear. Solamente Dios tiene poder para crear. Así que, ¿Con quién hablaba Dios cuando dijo: Hagamos al hombre? Pues hablaba consigo mismo. Antes de llegar a la conclusión que esto no tiene sentido, recuerde que en la deidad, existen tres personas, diferentes entre ellas, pero cada una de la misma esencia y con los mismos atributos. El Padre es Dios, pero es diferente del Hijo y del Espíritu Santo. El Hijo es Dios, pero es diferente del Padre y del Espíritu Santo. El Espíritu Santo es Dios, pero es diferente del Padre y del Hijo. Las tres personas tienen exactamente la misma esencia y los mismos atributos, pero no son tres dioses, sino un solo Dios. Esto es lo que en la teología propia se conoce como la doctrina de la trinidad. La trinidad de Dios consiste en que adoramos a un Dios en trinidad y trinidad en unidad, sin confundir las personas ni dividir la sustancia.

    Por tanto, la trinidad es tres personas eternamente interconstituídas, interrelacionadas, interexistentes, y por tanto, inseparables dentro de un ser y de una sustancia o esencia. De modo que, cuando Dios dijo: Hagamos al hombre, era, por ponerlo así, una reunión del más alto nivel en la cual participaron el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Nadie más podía tener parte en esta reunión. Con todo lo que he dicho, no estoy afirmando que la doctrina de la trinidad se demuestra sólo por lo que dice el texto en Génesis 1:26. De ninguna manera. A decir verdad, la doctrina de la trinidad solamente se insinúa en el testimonio del Antiguo Testamento pero se comprueba en el testimonio del Nuevo Testamento.

    Es sencillo mencionar la doctrina de la trinidad, y comprenderla hasta cierto punto, pero es imposible comprenderla en su dimensión absoluta, y esto justamente es lo que ha conducido a muchas sectas falsas a negar rotundamente esta doctrina. Para nosotros seres humanos finitos la doctrina de la trinidad es un desafío a la razón, pero para Dios infinito no existe ningún problema porque Dios es Dios y nosotros simples seres mortales.

  • ¿Es requisito para ser salvo asistir a todas las reuniones de la iglesia?

    Gracias por su pregunta. La respuesta es: Si asistir a todas las reuniones de una iglesia local fuera requisito para la salvación, estaríamos hablando de salvación por obras, lo cual es totalmente refutado por la palabra de Dios. La salvación no es por obras, sino por gracia por medio de la fe. Esto es lo que dice Efesios 2:8-9 en donde leemos lo siguiente: Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.

    La salvación es un regalo, o en otras palabras, es un don de Dios. Si hubiera algún requisito que cumplir, ya no sería un regalo o un don de Dios, sino algo que uno merece por haber cumplido con ese requisito. Por eso el texto leído dice: Porque por gracia sois salvos. Esto significa gratuitamente, sin pagar nada, sin cumplir con ningún requisito. Este regalo simplemente se lo recibe por la fe. Es cuestión de creer absolutamente, sin sombra de duda, que el Señor Jesucristo murió en lugar del pecador, para pagar la deuda que el pecador tiene con Dios, porque la Biblia dice que la paga del pecado es muerte. A pesar de ser justo, santo y perfecto, el Señor Jesucristo murió en la cruz del calvario como si fuera el peor de los pecadores. ¿Por qué? Pues porque por amor al pecador estaba tomando el lugar de todo pecador que cree en él y lo recibe como Salvador para recibir el castigo que todo pecador merece por su pecado. En la cruz del calvario, el Señor Jesús, el Hijo de Dios fue desamparado por su Padre para poder ampararnos a todos los que creemos en él y lo hemos recibido por la fe como nuestro Salvador. De esta manera, nadie tiene razón para gloriarse o para jactarse de haber sido salvado.

    Todo es obra de Dios y toda la gloria es para Dios. Yo no fui salvo por haber cumplido con cualquier requisito, sino porque creí y recibí al Señor Jesucristo como mi único y suficiente Salvador. De la misma manera, yo sigo siendo salvo por la eternidad, no por haber cumplido con cualquier requisito, sino porque creí y recibí al Señor Jesucristo como mi único y suficiente Salvador. Pero esto no es todo lo que debo mencionar sobre su pregunta. El hecho de ser salvo y continuar siendo salvo por gracia por medio de la fe, aparte de cumplir con cualquier requisito, no significa que puedo vivir como me venga en gana. La persona que es genuinamente salva va a experimentar un vivo deseo por cumplir con todo lo que la Biblia dice y va a tener el poder para hacerlo, a pesar de la oposición de su antigua naturaleza. Siendo así un genuino creyente encontrará textos, como por ejemplo, Hebreos 10:25 donde dice lo siguiente: no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.

    El genuino creyente tendrá el deseo y el poder para cumplir con el mandato de congregarse con otros creyentes y lo hará con fidelidad, no para ser salvo o para seguir siendo salvo, sino porque ya es salvo. Pongámoslo de esta manera sencilla. Yo no soy salvo por buenas obras, sino que soy salvo para buenas obras, y dentro de esto está el congregarme con otros creyentes con tanta frecuencia como me sea posible.

  • ¿Por qué los hermanos de la iglesia se burlan o miran con asombro a un creyente nuevo o a un creyente que está mal espiritualmente? ¿Será que la iglesia no está preparada para tratar estos casos?

    Tiene toda la razón al cuestionar la conducta de algunos hermanos de una iglesia que se escandalizan o se burlan o miran con desdén a un nuevo creyente o a un creyente que está atravesando por un mal momento en lo espiritual. Puede haber muchas razones para esto, pero tal vez, todas convergen a un desconocimiento de lo que dice la Biblia en varios textos, como Gálatas 6:1 donde dice: Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.

    El apóstol Pablo está hablando a creyentes espirituales, esto es, creyentes controlados o llenos del Espíritu Santo. Cuando estos creyentes constatan que otro creyente ha cometido alguna falta, en lugar de escandalizarse, o de burlarse o de asombrarse, deberían hacer lo que ha ordenado el apóstol, es decir, deberían restaurarle. El verbo restaurar, es la traducción de un verbo griego, que literalmente significa remendar, o equipar completamente. Este verbo se usaba para hablar de remendar redes para pescar, o de poner en su lugar a un hueso que por alguna razón se había dislocado.

    El nuevo creyente, o el creyente que está viviendo mal espiritualmente, es comparable a una red para pescar, pero que tiene agujeros. Lo que necesita una red así, es ser remendada o estar bien equipada, o ser restaurada, de modo que sirva para atrapar peces. El nuevo creyente, o el creyente que está viviendo mal espiritualmente, es comparable a un hueso que se ha salido de su lugar, o que se ha descoyuntado. Lo que necesita un hueso descoyuntado es que alguien lo ponga en su lugar, de modo que vuelva a ser útil. De igual manera, el creyente nuevo o el creyente que está andando mal espiritualmente necesita un trabajo de restauración para que esté en capacidad de servir o de ser útil en la obra del Señor. Interesante que el verbo restaurar en el texto que fue leído, está conjugado en modo imperativo y en tiempo presente. Esta conjugación en el idioma griego, tiene la idea de un presente continuo. Esto significa por un lado que es una orden para los creyentes espirituales y por otro lado sugiere la necesidad de paciencia y perseverancia en el proceso.

    Así que, en lugar de asombrarnos, murmurar, criticar, escandalizarnos, burlarnos y todo lo demás, de la conducta de un nuevo creyente o un creyente que está mal espiritualmente, deberíamos restaurarle. Esto es fácil decir, pero es difícil practicar. Por eso, en la mayoría de las iglesias se ve algo opuesto. Cuando se sabe de un creyente desanimado, tal vez por la clase de vida que lleva, en lugar de ayudarle, en lugar de restaurarle, se lo margina, se lo aísla como si tuviera alguna enfermedad contagiosa. Lo único que se logra cuando se hace esto es acabar con el poco ánimo que le queda a ese creyente en dificultades. Bien se ha dicho que la iglesia es el único ejército en el cual se mata a los soldados heridos en lugar de ayudarlos a que se curen. ¡Qué trágico! Está mal no hacer nada cuando se detectan las faltas en otros, pero peor es escandalizarse, murmurar, burlarse y condenar. Lo correcto es restaurar con espíritu de mansedumbre.

  • En Apocalipsis 5:6 se habla de un Cordero como inmolado, ¿A quién se refiere? Si es Jesús, ¿por qué se muestra con siete cuernos, siete ojos y siete espíritus?

    Como introducción, Juan en visión ve a Dios sentado en su trono en el cielo rodeado de una majestad indescriptible y nota que en su mano derecha tiene un rollo, escrito por dentro y por fuera y sellado con siete sellos. En eso, Juan nota la presencia de un ángel fuerte que pregonaba a gran voz. ¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos? Debe haber habido un profundo silencio después del pregón del ángel. Ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra podía abrir el libro, ni siquiera mirarlo. Juan estaba tan acongojado porque no había nadie digno de abrir los sellos de este rollo, que lloraba mucho. Entonces se acerca uno de los ancianos y le susurra al oído: No llores. Luego este anciano da a Juan la gran noticia: He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos.

    De esta manera se nos presenta al único que es digno de abrir el libro y desatar sus sellos. Se trata de Jesucristo. Él es el León de la tribu de Judá. Este es uno de los títulos para el Cristo, o el Mesías. Habla de su ferocidad y fortaleza. Él es la raíz de David, porque por el lado humano es descendiente del rey David. Él es quien ha vencido a Satanás mediante el sacrificio de su propia vida en la cruz, y prueba de ello fue su resurrección. Él es el único digno de ejercer dominio absoluto sobre la tierra.

    Este es el preámbulo para lo que tenemos en el versículo que es materia de su pregunta. Apocalipsis 5:6 donde dice: “Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero, como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra.” Al escuchar el anuncio del anciano, Juan debe haberse dado vuelta esperando ver a un león en todo su esplendor. Pero ¡qué sorpresa! En lugar de eso se encuentra con un Cordero. La palabra griega que se ha traducido como “Cordero”, en realidad significa un Corderito. Lo que Juan está viendo en visión en el cielo, es entonces a Jesucristo como el verdadero cordero pascual.

    El apóstol Juan vio al Cordero como inmolado. Las cicatrices de su inmolación todavía estaban claras y visibles, pero note que estaba en pie, esto significa que estaba vivo. Jesucristo como el Cordero de Dios fue inmolado, pero resucitó al tercer día. Luego Juan nos provee de algunas características de Jesucristo como Cordero de Dios, las cuales aparecen en forma de símbolos. Tenía siete cuernos. Los cuernos en la Biblia simbolizan poder por cuanto en el reino animal se usan los cuernos para ejercer poder y causar heridas en los combates. Los siete cuernos simbolizan poder absoluto por parte del Cordero de Dios. El cordero como inmolado que estaba viendo Juan en visión, tenía poder absoluto sobre todo y sobre todos. Tenía también siete ojos, los cuales simbolizan los siete espíritus de Dios. Esto denota la plenitud del Espíritu Santo en la vida del Cordero de Dios.

  • ¿Con quién tuvo descendencia Caín?

    Gracias por su consulta. Los únicos seres humanos creados por Dios han sido Adán y Eva. Todos los demás seres humanos descienden de esta pareja. De modo que debemos sacar de nuestra mente la idea que Dios tuvo que crear una mujer para que sea la esposa de Caín. Una vez creados, Dios mandó a Adán y Eva a fructificar y multiplicarse. Génesis 1:27-28 dice: “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.” En cumplimiento de este mandato de Dios, Adán y Eva tuvieron hijos, primeramente a Caín y después a Abel. La Biblia relata el trágico final de la vida de Abel, pues fue asesinado por su propio hermano Caín. Pero Caín y Abel no fueron los únicos hijos de Adán y Eva. Note lo que dice Génesis 5:3-5: “Y vivió Adán ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre Set. Y fueron los días de Adán después que engendró a Set, ochocientos años, y engendró hijos e hijas. Y fueron todos los días que vivió Adán novecientos treinta años; y murió.” Una pareja que vive tantos años, debe haber tenido un buen número de descendientes. Los descendientes directos de Adán y Eva deben haber tenido descendencia entre hermanos o entre tíos y sobrinas o tías y sobrinos y a medida que trascurría el tiempo, entre parientes más lejanos. Viviendo hoy, miles de años después de estos hechos, se nos hace repulsiva la idea de procreación entre parientes tan cercanos, pero en los albores de la humanidad, eso no revestía ningún problema. La composición genética de Adán y Eva y sus descendientes era tal que no representaba riesgo alguno el que tengan descendencia entre hermanos o parientes cercanos. Además, eso fue lo que les ordenó Dios para esa época. No fue sino, miles de años después de la creación, que Dios prohibió las uniones matrimoniales entre parientes, tal como dice Levítico 18:6 “Ningún varón se llegue a parienta próxima alguna, para descubrir su desnudez. Yo Jehová” Un hecho que confunde a muchos, es lo que afirma Génesis 4:17, donde dice: “Y conoció Caín a su mujer, la cual concibió y dio a luz a Enoc; y edificó una ciudad, y llamó el nombre de la ciudad del nombre de su hijo, Enoc.” Como consecuencia de su pecado de asesinato en contra de su hermano Abel, Caín fue arrojado de la presencia de Jehová y se fue a una tierra distante, al oriente de Edén. Fue allí donde Caín conoció a su mujer. Cuando el texto habla de conocer, no está afirmando que Caín se encontró por primera vez con la que iba a ser su mujer. Lo que está afirmando es que Caín tuvo relaciones sexuales con su mujer. ¿Cómo llegó esta mujer a esa tierra distante? La Biblia no lo revela. Tal vez Caín mismo se la llevó consigo y consumó su unión con ella una vez que llegaron al lugar donde les pareció que podían establecerse.

  • ¿Había gigantes en la tierra?

    Gracias por su consulta amable oyente. El texto al cual hace referencia su consulta se encuentra en Génesis 6:4 donde dice: Había gigantes en la tierra en aquellos días,  y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres,  y les engendraron hijos.  Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre.

    Según la concordancia exhaustiva de la Biblia del autor Strong, la palabra hebrea que se ha traducido como “gigantes” en este texto es la palabra “nefiil” o “nefil”, la cual proviene de la raíz “nawfal” que también es raíz del verbo “caer”, de allí que la palabra “gigantes” se asocie con algo relacionado a caer. Se dice por tanto que gigantes significa: Los que caen sobre otros, debido a que por su elevada estatura y enorme volumen, estos hombres gigantes tenían mucha fortaleza. Esta palabra que se ha traducido como gigantes, aparece en dos textos únicamente, en el ya citado, es decir Génesis 6:4 y también en Números 13:33. Esto es todo lo que se puede decir acerca de esta palabra. Cualquier cosa más allá de esto no es sino pura especulación carente en absoluto de todo respaldo bíblico, como esto de que la palabra gigantes significa los que cayeron del cielo. Usted tiene mucha razón al afirmar que alrededor de esta palabra se han tejido cantidad de fábulas cada cual más fantasiosa que otra, como esto de los Anunakis y los Elohim. Los Anunakis se supone que son dioses paganos de Mesopotamia. En la cosmogonía sumeria se asume que son los hijos de An o Anu y que son cincuenta, los cuales tienen el control sobre el destino de los mortales. Por otro lado, Elohim es uno de los nombres primarios para Dios en la Biblia y denota simplemente: absoluto poder, por esto la palabra elohim se usaba también para referirse a personas poderosas bien sea por su oficio, o por su capacidad económica o por su fortaleza física. ¿Cómo hablar con una persona que está confundida con algo relacionado a los gigantes y piensa que son seres extraterrestres o algo por el estilo? Pues la única manera es dar a conocer que todo lo que debemos creer se debe sustentar en la Biblia. Si la Biblia no lo declara, o algo no se puede comprobar bíblicamente, me refiero a los asuntos espirituales, debe ser rechazado.

    La segunda consulta de hoy nos llega desde Ciudad de Guatemala y dice así: ¿A qué se refería Jesús en Mateo 25:30 cuando dijo que un grupo sería lanzado a las tinieblas de afuera, donde será el lloro y el crujir de dientes? ¿Se refería al infierno o a un lugar temporal de castigo diferente al infierno?

    Gracias por su consulta amable oyente. Son varias las veces que en el Nuevo Testamento aparece la expresión: tinieblas de afuera, donde será el lloro y el crujir de dientes. En cada una de esas ocasiones describe simplemente el castigo que espera a todo aquel que rechaza la oferta de salvación en el Señor Jesucristo, no se refiere específicamente al lugar de tormento en fuego, que en Lucas 16:23 se identifica como el Hades, tampoco se refiere específicamente al destino eterno de los incrédulos, que en Apocalipsis 20:15 se identifica como el lago de fuego. Ambos lugares, tanto el Hades como el lago de fuego, se describen como las tinieblas de afuera, esto significa lo más distante de la luz, o lo más separado de la luz, o donde la luz está ausente. Son lugares donde habrá lloro y crujir de dientes. Lloro es el resultado del dolor indescriptible. Crujir de dientes es el resultado del irremisible tormento.

    La tercera consulta para el programa de hoy, nos llega por medio de Internet y dice así: ¿Por qué la Biblia llama fornicación a las relaciones sexuales pre-matrimoniales, si los dos están seguros que van a casarse y que no están jugando solamente?

    La palabra fornicación en su sentido literal, simplemente significa una relación sexual ilícita. En su sentido metafórico significa la asociación de la idolatría pagana con doctrinas de la fe cristiana. Por ahora nos interesa el significado del sentido literal. Sobre esto podemos decir que fornicación, siendo que denota una relación sexual ilícita, incluye todo uso del sexo fuera del marco establecido por Dios, el cual es entre un hombre y una mujer, quienes previamente se han casado. Dentro de la fornicación está el adulterio, el sexo pre-matrimonial, las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo, las relaciones sexuales con animales, la pornografía, las relaciones sexuales en grupo y tantas otras aberraciones sexuales que van apareciendo a medida que avanza el tiempo. Usted desea que yo le muestre que el matrimonio es el único marco para las relaciones sexuales entre un hombre y una mujer, pues bien. ¿Qué le parece esto que se encuentra en 1 Corintios 7:1-2? La Biblia dice: En cuanto a las cosas de que me escribisteis,  bueno le sería al hombre no tocar mujer;  pero a causa de las fornicaciones,  cada uno tenga su propia mujer,  y cada una tenga su propio marido.

    Pablo era del pensar que para hacerse la vida más fácil y así poder dedicarse mejor al servicio al Señor, sería mejor que el hombre se quede soltero. Sin embargo más adelante en el pasaje bíblico él mismo va a decir que no todos los hombres están capacitados para esto, sino solamente aquellos a quienes Dios mismo les ha concedido el poder o la capacidad para refrenar sus impulsos sexuales y vivir sin una esposa. Por eso Pablo dijo: Pues mejor es casarse que estarse quemando. Así que Pablo dice: Bueno le sería al hombre no tocar mujer, sin embargo, para no caer en la fornicación, lo cual en este caso contempla la relación sexual pre-matrimonial, es aconsejable que cada hombre tenga su propia mujer o esposa y que cada mujer tenga su propio marido o esposo. Uno no tiene que ser sabio para reconocer entonces que la única manera que un hombre puede tener relaciones sexuales con una mujer es cuando se casa con esa mujer, no antes, aunque se amen, aunque estén seguros que van a casarse. Por eso es que con autoridad bíblica puedo afirmar que el matrimonio es el único marco legítimo para que un hombre y una mujer puedan disfrutar de las relaciones sexuales. Me preocupa un poco esa idea que no solamente veo en usted, sino en muchos en el sentido que si los novios están seguros que van a casarse, entonces no hay problema con tener relaciones sexuales pre matrimoniales. Observe lo que dice la Biblia sobre la brevedad de la vida del hombre. Leo en Santiago 4:13-16. La Biblia dice: ¡Vamos ahora!  los que decís:  Hoy y mañana iremos a tal ciudad,  y estaremos allá un año,  y traficaremos,  y ganaremos;  cuando no sabéis lo que será mañana.  Porque  ¿qué es vuestra vida?  Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo,  y luego se desvanece.  En lugar de lo cual deberíais decir:  Si el Señor quiere,  viviremos y haremos esto o aquello.  Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias.  Toda jactancia semejante es mala;

    La vida del hombre es neblina, se aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece. ¿Cómo sabe que usted va a estar vivo hasta el momento de la boda? No quiero ser fatalista, pero así es. ¿Cómo sabe que su novia va a estar viva hasta el momento de la boda? ¿Y si uno de los dos muere antes de la boda? El que quede vivo o viva tendrá que vivir el resto de sus días con la conciencia sucia de haber tomado un cuerpo que no llegó a ser suyo porque jamás hubo matrimonio. ¿Ve el problema? Por eso es mejor ir por lo seguro, es decir esperar hasta la boda para tener relaciones sexuales. Aunque usted no lo ha dicho, hay otros que piensan que con tal de amarse es suficiente razón para tener relaciones sexuales pre-matrimoniales, pero no es así. El amor es necesario, pero no es todo lo que se necesita. Además de amor se necesita compromiso. El compromiso se realiza cuando los dos hacen lo que deben hacer para casarse. Es la manera de decir: Yo me comprometo ante Dios y ante los testigos a amarte, cuidarte, proveerte, serte fiel y todo lo demás hasta que la muerte me separe. Si no hay este compromiso, cualquiera de los dos puede dar por terminada la relación y simplemente desaparecer del escenario, defraudando a la otra parte. De modo que no es cuestión de que te yo te amo, tú me amas y nos vamos a la cama. ¿Ve? Hasta me salió con rima. El amor va de la mano con el compromiso. Sólo así se puede disfrutar de las delicias del sexo, porque el sexo no ha sido dado al ser humano con la única finalidad de procreación, sino también con la finalidad de comunión y placer