Para seguir siendo enamorados, debo aceptar a Jesús

Soy creyente y estuve enamorada de un joven incrédulo. Hablé con él en cuanto a que no podía seguir con él porque debía obedecer la enseñanza de la palabra de Dios en relación con el yugo desigual en el enamoramiento. Pero él me dijo que con tal de seguir siendo enamorados estaría dispuesto a recibir a Cristo. Ahora no sé lo que debo hacer. ¿Qué me aconseja?

Comenzaré felicitándole. No por haberse enamorado de un joven incrédulo, eso es condenable, sino por su decisión de terminar con esa relación, porque esa relación no está de acuerdo con lo que dice la Biblia.

Me imagino que para Usted habrá sido una sorpresa que su enamorado incrédulo le diga que quiere recibir a Cristo si ese es el requisito para seguir con la relación. Bueno, permítame decirle que las personas no reciben a Cristo para poder mantener una relación de enamoramiento con una persona creyente, sino para arreglar su problema de pecado con Dios.

Su enamorado necesita entender que es un pecador condenado al castigo eterno por su pecado. Su enamorado necesita entender que Dios le ama y que por ese amor, Dios envió a su Hijo, el Señor Jesucristo, para que muera en lugar de él, en la cruz del calvario.

Su enamorado necesita entender que el regalo de la salvación se lo recibe exclusivamente por la fe en el Salvador, el Señor Jesucristo.

Su enamorado necesita entender que la fe en Cristo Jesús como Salvador, cuando es una fe verdadera se demuestra en buenas obras.

Es posible que su enamorado entienda todas estas cosas y en realidad esté listo para recibir a Jesucristo como su Salvador. Sería un caso entre miles, pero nada es imposible para Dios.

Pero el problema es que Usted no puede ver el corazón de su enamorado. Solo Dios puede verlo. Por este motivo, mi consejo es que Usted termine definitivamente la relación de enamoramiento, pero antes de terminar hable con su enamorado y dígale que Usted estará buscando la voluntad de Dios en cuanto a re-iniciar la relación en el futuro, lo cual dependerá primeramente de Dios y en segundo lugar de si este joven muestra en su vida los frutos de una vida transformada por el poder de la palabra de Dios y el Espíritu Santo.

Si en el tiempo Usted ve que este joven en realidad ha nacido de nuevo por las obras que manifiesta su vida, entonces no habrá ningún inconveniente en que llegue a ser su enamorado.