Primero, reconocer que la decisión más importante después de la decisión de recibir a Cristo como Salvador, es saber con quién se va uno a casar. Una mala decisión en cuanto a la pareja puede echar a perder el futuro de cualquier creyente. Por eso, no se debe pensar siquiera en enamoramiento, sin primeramente estar en íntima comunión con Dios a través de su palabra y la oración. Salmo 37:4 que dice: “Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón.”
Segundo, mientras se está en comunión con el Señor, es imperativo escudriñar la palabra de Dios para saber cuál es la voluntad de Dios para el enamoramiento. Por supuesto que en las páginas de la Biblia no se va a hallar el nombre de la señorita de quien se va a enamorar, pero encontrará principios generales que atañen al enamoramiento. Uno muy importante se encuentra en 2ª Corintios 6:14: “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?” Un joven creyente no debe enamorarse o ponerse de novio con una joven incrédula y una joven creyente no debe enamorarse o ponerse de novia con un joven incrédulo. Si lo hacen están en franca y total rebeldía contra Dios. Tercero, los jóvenes creyentes deben saber que sobre lo físico y emocional de una persona está lo espiritual.
Cuarto, cuando el Señor parece que le está guiando en cierta dirección específica en cuanto al enamoramiento, busque el consejo de las autoridades de su iglesia local y de sus padres. Saque de su mente lo que es común en muchas parejas de enamorados, me refiero a llevar adelante un enamoramiento secreto. Esto no es la voluntad del Señor. El enamoramiento es una etapa hermosa de la vida de todo joven y de toda señorita. No debe ser algo para avergonzarse. Si su probable enamoramiento no cuenta con el apoyo de las autoridades de la iglesia local y con el apoyo de sus padres, es mejor que comience una relación de enamoramiento. La falta de aprobación será la manera de Dios de decir: Espera un momento, yo tengo mejores planes para ti. Yo te voy a traer una persona mejor que la que tú estás pensando. Recuerde que los jóvenes creyentes deben estar sometidos a la autoridad de los líderes de la iglesia local y a la autoridad de sus padres.
Quinto, si ya está en una relación de enamoramiento con alguien, comprométase a edificar la relación en la parte espiritual principalmente y luego en menor grado en la parte emocional y deje totalmente afuera la parte física. En otras palabras, evite las escenas románticas que seguramente habrá visto en el cine o la televisión. Me refiero a un paraje solitario, a media luz, ellos solos, y una pasión que no reconoce límite alguno. Necesita reconocer que las caricias en la pareja están reservadas para el matrimonio, porque son parte de la preparación de la pareja para el acto sexual. Por último, en sexto lugar, no piense que el enamoramiento es un deporte. Es decir que hoy está con una enamorada, mañana con otra y pasado mañana con otra. El enamoramiento es la antesala del matrimonio. Si no piensa casarse con alguien, no pierda su tiempo enamorándose de esa persona. Es peligroso jugar con los sentimientos de la gente. Si logra poner en práctica al menos estas sugerencias, estoy seguro que le espera un enamoramiento feliz y ciertamente también un matrimonio feliz. Muchos de los problemas matrimoniales tienen sus raíces en errores que se cometieron durante el enamoramiento.