¿Qué es el Seol, el Hades y el Lago de Fuego?

En la Biblia podemos encontrar las palabras Seol, Hades y Lago de fuego, aunque todas pueden parecer sinónimos de Infierno, dependiendo del contexto, estas palabras en su idioma original pueden hacer referencia a lugares físicos o lugares espirituales, a continuación veremos sus significados y en qué pasajes de la Biblia encontramos estas palabras.

¿Qué es el Seol?

El Seol o Sheol es una palabra hebrea (שאול) que básicamente denota el mundo de los muertos o la esfera de los muertos, aparece exclusivamente en el Antiguo Testamento. A veces se usa esta palabra para hablar del sepulcro, a veces se usa esta palabra para hablar de la muerte, a veces se usa esta palabra para hablar de un pozo o cisterna. Todo depende del contexto.

La palabra Seol de origen Hebreo aparece unas 66 veces en el Antiguo Testamento y tiene básicamente dos significados:

En primer lugar, Seol significa sepulcro

Este es el significado en textos como por ejemplo Números 16:30 que dice: «Mas si Jehová hiciere algo nuevo, y la tierra abriere su boca y los tragare con todas sus cosas, y descendieren vivos al Seol, entonces conoceréis que estos hombres irritaron a Jehová»

Note que el Seol simplemente describe el sepulcro al cual van los cuerpos de los muertos sin distinción.

En segundo lugar, Seol significa un lugar de existencia consciente después de la muerte.

Esto es evidente en textos Salmo 31:17 que dice: «No sea yo avergonzado, oh Jehová, ya que te he invocado; sean avergonzados los impíos, estén mudos en el Seol.»

Note que los impíos estarán avergonzados y mudos en el Seol. Es decir que el Seol describe un estado de existencia consciente donde están las almas y los espíritus de los que han muerto. Esta existencia consciente puede ser en dos diferentes lugares. Uno de estos lugares, llamado simplemente Seol, está reservado para los impíos.

De esto nos habla por ejemplo Job 24: 19 que dice: «La sequía y el calor arrebatan las aguas de la nieve, así también el Seol a los pecadores.»

La sequía y el calor castigan, arrebatan a las aguas de la nieve. Así también el Seol castiga, arrebata a los pecadores. El otro lugar del Seol, estaba reservado para los justos. Era un lugar de descanso, de bendición.

De este lugar nos habla por ejemplo Job 14:13 que dice: «¡Oh, quién me diera que me escondieses en el Seol, que me encubrieses hasta apaciguarse tu ira, que me pusieses plazo, y de mí te acordaras!»

Job deseaba ser escondido por Dios en el Seol para evitar el sufrimiento que estaba soportando mientras estaba vivo. Consecuentemente, Job tenía una idea de un lugar de paz, de descanso en el Seol. Ahora bien, en el Nuevo Testamento se traduce la palabra Seol del Antiguo Testamento por Hades. Esto nos conduce a hablar entonces del Hades. El pasaje que mejor describe el Hades está en Lucas 16:19-31 en la historia del rico y Lázaro. Allí se confirma que el Seol o Hades es el lugar al que van todos los muertos, pero como ya hemos dicho, el Seol o Hades tenía dos divisiones.

¿Qué es el Hades?

La palabra Hades es el equivalente de la palabra Seol en el idioma griego del Nuevo Testamento. El Hades tenía dos divisiones separadas por una gran sima o un abismo sin fondo, de modo que no se podía pasar de una a otra división. Una de estas divisiones se llamaba el seno de Abraham y era un lugar de bendición reservado para las personas que habían salido de este mundo habiendo arreglado el problema de pecado con Dios. La otra división, se llamaba simplemente Hades y era un lugar de tormento, en el cual están los que murieron sin jamás haber arreglado su problema de pecado con Dios. Están allí, en estado incorpóreo, sufriendo tormento en fuego. En algún día todavía futuro, el Hades entregará los muertos, esto es que resucitarán, para presentarse ante el juicio del gran trono blanco, luego del cual serán arrojados al tormento eterno en fuego en el infierno o en el lago de fuego.

Note lo que dice Lucas 16:22-24 acerca del Hades: «Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama.»

Como usted podrá notar, el Seol o Hades es un lugar donde existen conscientemente las almas y espíritus de los que han muerto. Los justos, como es el caso de Lázaro, van a esa parte del Seol o Hades llamado aquí, el Seno de Abraham. El seno de Abraham se lo conoce también como el paraíso. Esto lo sabemos por lo que Jesús dijo al ladrón que estaba junto a él en la cruz del calvario.

Lucas 23:43 dice: «Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso»

El Seno de Abraham es sinónimo de paraíso. Una vez que Cristo murió y resucitó, el paraíso pasó a la presencia inmediata de Dios. Esto lo sabemos por lo que Pablo el apóstol relató en 2 Corintios 12:1-4 que dice: «Ciertamente no me conviene gloriarme; pero vendré a las visiones y a las revelaciones del Señor. Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo. Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar.»

Podemos entonces decir con propiedad que después de la muerte y resurrección de Cristo, el paraíso o el Seno de Abraham pasó a la presencia inmediata de Dios. Pero volvamos al Seol o Hades. La segunda sección está reservada para los impíos, como es el caso del rico, un lugar caracterizado por tormento en fuego. Note que hasta ahora no interviene para nada el Infierno. Las almas y espíritus de los que mueren en Cristo van al cielo inmediatamente y las almas y espíritus de los que mueren sin Cristo, los incrédulos, van a ese tormento en fuego del Seol o Hades.

Esto nos lleva a considerar lo que la Biblia dice sobre el Infierno.

¿Qué es el Infierno?

El infierno es una palabra exclusiva del Nuevo Testamento, aparece trece veces, doce de las cuales es la traducción de la palabra griega Geenna que es la palabra que se usaba para designar el valle de Hinom o el valle de Tofet. Este valle es el lugar donde se depositaba los desperdicios de la ciudad de Jerusalén. Era un lugar pestilente, lleno de humo y hogueras aisladas, como todo lugar donde se arrojan los desperdicios de cualquier gran ciudad. Este cuadro macabro era un perfecto símbolo o tipo de lo que es el lugar donde serán castigados los impíos por la eternidad. Note como describe el Señor Jesucristo al Infierno.

Marcos 9: 43-44 dice: «Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga»

Al hablar del infierno, Jesús no podía estar refiriéndose al valle de Hinom, porque el valle de Hinom tenía fuego, pero no era un fuego que nunca se apaga, ni tampoco era un lugar donde los que allí estaban no se extinguían jamás. Al hablar de Infierno, Jesús se estaba refiriendo a otra cosa mucho más severa que el simple valle de Hinom. ¿Qué es esa cosa mucho más severa que el valle de Hinom o geenna? Pues no puede ser otra cosa que lo que el Nuevo Testamento llama el Lago de fuego en el libro de Apocalipsis.

¿Qué es el Lago de fuego?

Apocalipsis 20:10 dice: «Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos»

Aquí tenemos un lago de fuego, donde están personas en tormento sin extinguirse día y noche por los siglos de los siglos. ¿No le parece una descripción semejante a la que hizo Cristo del infierno, cuando dijo que es un fuego que no puede ser apagado donde el gusano de los que están allí no muere y el fuego nunca se apaga? Es por esto que sostenemos que el infierno es equivalente al lago de fuego. Dando esto por sentado, entonces cuando un incrédulo muere, su cuerpo va a la tumba o al sepulcro, pero su alma y su espíritu no va al infierno sino al lugar de tormento en el Seol o Hades. Allí permanecerá hasta la resurrección de los incrédulos. Cuando los incrédulos resuciten, se presentarán al juicio del gran trono blanco.

Y note lo que va a pasar entonces Apocalipsis 20: 11-15 dice: «Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie antes Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él, y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.»

La muerte entrega sus muertos. Una referencia a los cuerpos de los que han muerto. El Hades entrega sus muertos, una referencia a las almas y espíritus de los que han muerto. Habrá una resurrección de incrédulos. Una vez juzgados por sus obras, estos muertos incrédulos, ahora resucitados, son lanzados al Infierno o al lago de fuego.