Según Walter Martín, una secta es un grupo de personas polarizadas alrededor de la interpretación que alguien hace de la Biblia y caracterizado por grandes desviaciones con respecto al cristianismo ortodoxo en lo que se relaciona con las doctrinas cardinales de la fe cristiana, particularmente con el hecho que Dios se hizo hombre en Jesucristo. Hasta aquí la cita de este autor. Para reconocer si determinado grupo es una secta, es necesario considerar algunas características de las sectas. Permítame compartir con Usted las características de una secta según el libro: Estudio de las Sectas, escrito por Josh McDowell y Don Stewart. En primer lugar, toda secta promueve la falsa idea de que Dios ha revelado algo muy especial ya sea al líder de la secta o a alguno de sus adeptos. La iglesia de los mormones por ejemplo, enseña que el cristianismo ha estado en la apostasía durante 18 siglos, hasta que Dios reveló una nueva verdad a José Smith hijo, y de esta forma restauró el verdadero evangelio. En la actualidad, la iglesia de los mormones tiene sus profetas vivientes quienes reciben revelación de Dios y presentan continuamente nuevas verdades al mundo. En segundo lugar, algunas sectas no manifiestan la pretensión de haber recibido una nueva verdad o revelación, ajena a la Biblia, pero sus miembros creen que solo ellos poseen la clave para interpretar los misterios contenidos en la Biblia. Las Escrituras son la única fuente de autoridad que reconocen, pero las interpretan de una manera que no es razonable y se aleja de la usada por el cristianismo ortodoxo. En tercer lugar, algunas sectas tienen sus escritos sagrados, o una fuente de autoridad que está por encima de la Biblia. La secta denominada Ciencia Cristiana afirma que la Biblia está equivocada, es corrupta e inferior a los escritos de la fundadora de la secta, la señora Mary Baker Eddy. En cuarto lugar, una característica propia de todas las sectas es la presencia de falsas enseñanzas acerca de la persona de Jesucristo, distintas a las presentadas a la luz del cristianismo bíblico e histórico. La Biblia indica con toda claridad que Jesús es Dios, la segunda persona de la trinidad, en carne humana; que vivió sin pecado sobre la tierra y murió en sacrificio por los pecados del mundo. Tres días después de su crucifixión, Jesús resucitó corporalmente de entre los muertos. Cuarenta días después, ascendió al cielo, donde está ahora sentado a la diestra del Padre intercediendo por los creyentes. Un día volverá corporalmente al planeta tierra y juzgará a los vivos y a los muertos mientras consolida su reino eterno. El Jesús de las sectas no es el Jesús de la Biblia. Según la teología de los Testigos de Jehová, Jesús no existió como Dios desde la eternidad, sino que fue la primera creación de Jehová Dios. Dicen que antes que Jesús venga a la tierra, Jesús era el arcángel Miguel, el jefe de todos los ángeles. Para los testigos de Jehová, Jesús no es Dios. En quinto lugar, una característica común a muchas sectas es el ataque frontal contra el cristianismo ortodoxo. Su argumento es que la iglesia se ha alejado de la fe verdadera. José Smith, hijo, el fundador del mormonismo dijo que el Señor le había contestado con la siguiente evaluación de la iglesia cristiana, cuando él le preguntó a cuál iglesia debía adherirse. Me contestó que no debía unirme a ninguna de ellas, pues todas estaban equivocadas; y el personaje me dijo que todas las creencias de ellas eran abominación ante sus ojos; que todos sus maestros eran corruptos, ellos se acercan a mí con sus labios, pero sus corazones están lejos de mí, enseñan como doctrinas mandamientos de hombres; tienen forma de piedad, pero niegan el poder de ella. En sexto lugar, un rasgo característico de algunas sectas es que dicen una cosa en público, mientras que internamente creen algo completamente diferente. Muchas sectas se califican a sí mismas de cristianas, pero en la realidad niegan los fundamentos de la fe cristiana. En séptimo lugar, otra característica de todas las sectas no cristianas es que tienen un concepto inadecuado de la Trinidad o la niegan por completo. Suelen atacar a la doctrina bíblica de la trinidad, de un Dios en tres personas, tachándola de pagana o de origen satánico. Los Testigos de Jehová, por ejemplo dicen: No hay nada de autoridad en la palabra de Dios que apoye la doctrina de la trinidad en la divinidad. Lo realmente cierto es que se trata de un intento satánico más, para impedir que la persona temerosa de Dios aprenda la verdad acerca de Jehová y de su Hijo Jesucristo. En octavo lugar, las doctrinas de las sectas son modificadas constantemente y no tienen un fundamento firme sobre el cual fundar su esperanza. Los testigos de Jehová, por ejemplo, solían creer que vacunarse era pecado. Todo el que se dejaba vacunar caía en desgracia dentro de la secta. Hoy en día ya no se enseña eso. La revista Christianity Today, en una entrevista con William Cetnar, quien ocupó un alto puesto en el pasado dentro de la organización de los Testigos de Jehová, dice: Es probable que se elimine la controvertida prohibición de recibir transfusiones de sangre después de la muerte de Franz, quien era presidente de los Testigos de Jehová cuando Cetnar hizo esta declaración. En noveno lugar, las sectas se caracterizan por la existencia de personajes que son el centro de autoridad y se consideran a ellos mismos como mensajeros de Dios, con acceso exclusivo al Omnipotente. Un ejemplo de esto es Jim Jones y la tragedia del Templo del Pueblo, en la que hizo que cerca de novecientas personas se suiciden con él. En décimo lugar, una de las enseñanzas que están totalmente ausentes de todas las sectas es el evangelio de la gracia de Dios. En las sectas, a nadie se le enseña que al hombre le basta poner su fe en Jesucristo con sencillez de corazón para ser salvo. Siempre enseñan que hay que creer en Jesucristo, y hacer esto o seguir aquello. Todas las sectas añaden algo a la doctrina de la salvación por gracia a través de la fe. Tal vez el bautismo, o la obediencia de algún mandamiento del Antiguo Testamento, pero nunca enseñan que la fe en Cristo basta para salvar a la persona. En undécimo lugar, otro rasgo de las sectas es que proclaman falsas profecías con frecuencia. Los líderes de las sectas, quienes creen haber recibido un llamado divino, han hecho osadas predicciones acerca de los acontecimientos del futuro. Para desgracia de los líderes de las sectas, esas predicciones de sucesos futuros no se han cumplido. Así el que profetizó queda expuesto como falso profeta. Estas amigo oyente son las principales características de una secta. Tómelas muy en cuenta, no sea que Usted llegue a ser una víctima de alguna de ellas. Y si ya ha caído en la telaraña de alguna secta, reconozca que ha sido engañado, reciba a Jesucristo como su Salvador personal y de una forma silenciosa pero firme abandone la secta y refúgiese en Dios quien por medio de su palabra, la Biblia y a través de su Espíritu, le dará el crecimiento espiritual que Usted tanto necesita y que ninguna secta puede dar.
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